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Las 7 mejores películas europeas de 2025

Las 7 mejores películas europeas de 2025

Mariona Borrull

Mariona Borrull

Editor de JustWatch

Porque no todo el cine empieza y acaba en Estados Unidos. No sabes cuántas listas de “lo mejor del año” descarto por contener casi exclusivamente títulos estadounidenses, como si fuera del país de las estrellas y las barras no se produjeran películas.

Porque dime si no es más brillante Little Amelie (2025), una reimaginación colorista y mágica del Japón de la posguerra que sí propone novedades al resobado canon Ghibli, que la muy maltratada por Disney-Pixar Elío (2025), que sigue todos los dictámenes de la animación familiar convencional y que hasta en el tono de azul del póster se ve corporativa.

Que el cine europeo esté ausente en muchas listas de lo mejor de 2025 se debe a la buena cantidad de cine que nos llega desde la América yanqui a través de los circuitos comerciales de explotación, y que muchas buenas películas de otras partes del mundo no alcanzan. Entonces, ¿para qué hacemos listas de “mejores” del año, si no es para paliar los silencios y los empachos de la industria? En JustWatch, me propongo reparar este agravio, ni que sea un poco (no saldré de lo común en carteleras). Para ello, he mirado la lista de nominaciones a los premios EFA que vota el cuerpo de académicos del cine europeo, de actores a productores o técnicos.

Cada año las nominaciones a los European Film Awards (EFA), los Premios del Cine Europeo celebrados en Berlín el 17 de enero, sirven de repaso a todo lo que hemos vivido la temporada anterior, lo ya aplaudido, lo pendiente que ver y lo que con tanto ruido mediático nos hemos olvidado de celebrar más.

Para mi lista, he ordenado las películas con más nominaciones, casi todas disponibles ya en España. Oh, y he añadido una no tan nominada pero que, para mí, resulta una auténtica perlita. ¿Las tienes todas controladas?

‘Tardes de soledad’ de Albert Serra

Doble nominada, a Mejor Película y a Mejor Documental, está la pasada ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y, sin duda, el proyecto de Albert Serra que más ha dividido al público español desde los inicios de este gran provocador. Tardes de soledad (2025) retrata lo más noble y lo más absurdo del sangriento (inhumano) deporte de los toros. La adrenalina furiosa en los ojos del torero Roca Rey, tenso ante el griterío de los bufones que lo acompañan, es suficiente para plantearnos el estado de salud mental de un ídolo que mata y se juega la vida a diario en el ruedo…

Una reflexión parecida a la surgida con el retrato del escalador libre (¿suicida?) de Free Solo (2018), pero con un gusto innegable por la estética, que la elevan a la experiencia sensorial-terrosa de la otra afamada española de la temporada, Sirat.

‘La gracia’ de Paolo Sorrentino

Hay autores que han venido refinando su oficio y sus temas a lo largo del tiempo, y que este año nos han entregado la mejor versión de sí mismos. Jafar Panahi en Un simple accidente es uno de ellos; el otro es Paolo Sorrentino con Grace (2025), más conocida por La gracia. Lejos del histrionismo de La gran belleza (2013), la doble nominada a Mejor Guion y Mejor Actor atempera el retrato de un Presidente en sus últimos días de mandato, en los que puede decidir si perdonar a una mujer que asesinó a su marido maltratador o a un político corrupto.

Toni Servillo, siempre perfectamente comedido, convierte las rumiaciones del líder no sólo en un dilema moral de primer orden, sino también en el espejo de una política cansada, que necesita volver a creer en sí misma. La película que en Europa hoy necesitamos.

‘Un simple accidente’ de Jafar Panahi

La película de Jafar Panahi se marca un triplete político, que remata Fiume o Morte!. Resulta tan injusto que el iraní deba cumplir con un año de condena al volver a su país por haber dirigido Un simple accidente (2025), como fueron injustas todas las otras condenas que el régimen lleva aplicándole como cineasta opositor en primera línea de tiro. Sólo por ello, ya deberíamos prestar más atención a su cine antes que a la pornomiseria recalcitrante de La voz de Hind (2025). Opinión impopular, pero así es.

Triple nominada a Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guion, Un simple accidente saca todo el provecho de una premisa sencillísima. ¿Y si creyeras reconocer al torturador del régimen con el que conviviste durante años pero no estuvieras seguro? Un grupo de amigos decide no desaprovechar la oportunidad, y actúa.

‘Arco’ de Ugo Bienvenu

Entre E.T. el extraterrestre (1982) y los mundos de Moebius se alza esta película familiar y profundamente emotiva, Arco (2025). La sucesora de Flow, un mundo que salvar (2024) en elevar el listón del cine de animación europeo, con tres nominaciones a Mejor Película, Mejor Película de Animación y Premio del Público Joven, debe encontrar sin falta a un público a la altura; sería muy injusto que pasara desapercibida en carteleras.

Con una trama repleta de giros, esta reimaginación de los viajes en el tiempo y la amistad en tiempos de crisis ecológica pone las pilas a los argumentos típicos-tópicos de Disney y de Pixar… Además, es muy entretenida. Como Tardes de soledad, aunque no compartan nada más que ser experiencias geniales en la gran pantalla, también debes ver Arco para opinar.

‘Fiume o Morte!’ de Igor Bezinović

Está solamente nominada a Mejor Película, pero no he podido dejar de pensar en ella desde que la vi en el pasado Festival de Rotterdam, donde ganó el premio gordo. Fiume o morte! (2025) nos pone en una tesitura similar a la de Nuestras derrotas de Jean-Gabriel Periot (2019). El cineasta Igor Bezinović sale a las calles italianas a preguntar qué tanto sabe el pueblo corriente sobre el fascista Gabriele D’Annunzio y, de ahí, saca un retrato de la Italia contemporánea bastante desolador, al estilo de Pasolini en su Encuesta sobre el Amor (1965).

Al mismo tiempo, recrea con archivo y con grupos enteros de soldados disfrazados, algunos espectáculos circenses increíbles (pero reales) que montaron sus tropas, lo cual hace un zapping histórico político bastante divertido. Cómo luchar contra la derecha (que ya está aquí) sin perder el sentido del humor.

‘Sirāt’ de Oliver Laxe

Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guion para Santiago Fillol y Mejor Actor para Sergi López. Yo dudo sobre esta última nominación, porque no han faltado interpretaciones dignas de premio esta temporada, pero la Academia anda tan impresionada con el gallego como el mundo entero; y eso pinta bien de cara a los Oscars.

En caso de que alguien no conozca ya la competidora con Valor sentimental en la categoría de Mejor Película Internacional de la Academia estadounidense, ahí va: Sirāt (2025) es una provocación existencialista y explosiva. Un koan chino que nos remueve en la butaca del cine para –eso dicen– avivar una reflexión más profunda. Yo no la tuve, pero hacía tiempo que no me metía tan adentro de la atracción trepidante que puede ser una película.

‘Valor sentimental’ de Joachim Trier

Renate Reinsve, junto con Stellan Skarsgård y Elle Fanning se unen en un estudio de personaje meta en la que un carismático cineasta se propone rodar una película autobiográfica en la antigua casa familiar. Este es Joachim Trier asegurándonos que ni El amor es más fuerte que las bombas (2015) ni La peor persona del mundo (2021) metieron lo suficiente el dedo en la llaga del drama.

Valor sentimental (2025) tiene sus altibajos pero emula al mejor cine de Ingmar Bergman. Por ello, es la película más nominada del año a los Premios del Cine Europeo: a Película europea, Director, Actriz para Renate Reinsve, Actor para Stellan Skarsgård y Guion para Eskil Vogt.

¿Dónde has visto a los actores de ‘Percy Jackson y los dioses del Olimpo’ antes?

¿Dónde has visto a los actores de ‘Percy Jackson y los dioses del Olimpo’ antes?

Juan José Mateo

Juan José Mateo

Editor de JustWatch

El fenómeno Percy Jackson y los dioses del Olimpo ha devuelto a millones de espectadores al Campamento Mestizo… y, de paso, ha presentado a una nueva generación de actores que ya venían construyendo carreras interesantes. Puede que muchos espectadores crean que este es el primer gran papel de sus protagonistas, pero lo cierto es que la mayoría de ellos ya habían dejado huella en películas, series o incluso producciones de culto.

En esta guía repasamos dónde viste antes a los intérpretes principales de la serie, qué papeles marcaron su trayectoria y cómo encajan —o chocan— con los personajes que interpretan en Percy Jackson. Una brújula perfecta para amantes de la saga.

Walker Scobell (Percy Jackson)

Walker Scobell se dio a conocer gracias a El proyecto Adam, donde compartió protagonismo con Ryan Reynolds interpretando una versión joven del personaje central. Aquella película ya mostraba su talento para el humor rápido, la emotividad contenida y la acción ligera. 

También lo vimos en El refugio secreto, una aventura familiar donde su energía juvenil y su timing cómico ya apuntaban a algo grande. En Percy Jackson y los dioses del Olimpo retoma ese mismo ADN, pero con una capa extra de vulnerabilidad heroica. 

Su Percy es más sensible y menos arrogante que otros jóvenes héroes televisivos. Comparado con sus papeles previos, aquí tiene más espacio para la épica emocional y demuestra que está preparado para cargar una saga completa sobre sus hombros.

Leah Sava Jeffries (Annabeth Chase)

Leah Sava Jeffries comenzó a llamar la atención en Empire, donde interpretó a la joven versión de Cookie y dejó claro que tenía una presencia magnética incluso en papeles breves. 

Más tarde brilló en Rel y se consolidó aún más en Beast, junto a Idris Elba, donde demostró una madurez interpretativa muy superior a su edad. Su Annabeth en Percy Jackson es estratégica, cerebral y ferozmente leal, un contraste interesante con los roles más emotivos o vulnerables que había interpretado antes. 

Aquí se mueve en un registro más calculado, casi marcial, que la acerca más a personajes como los de Los juegos del hambre que a sus trabajos anteriores. Es un salto cualitativo evidente.

Aryan Simhadri (Grover Underwood)

Aryan Simhadri cuenta con una filmografía sorprendentemente amplia para su edad. Lo vimos en Doce en casa y también en Spin, donde encarnó personajes dulces, tímidos y entrañables. 

Su marca personal ha sido siempre la calidez emocional, algo que Grover —un sátiro lleno de nervios pero también de amor— le permite explorar a fondo. Comparado con sus papeles más realistas y contemporáneos, Percy Jackson le exige un tono más mitológico, casi de guardián espiritual, sin perder el humor que ya dominaba. 

Su interpretación combina la vulnerabilidad de sus trabajos previos con una valentía inesperada. Es su papel más completo hasta la fecha.

Dior Goodjohn (Clarisse La Rue)

Dior Goodjohn dejó una impresión muy fuerte en Los primeros de la clase, donde interpretó a Robyn con una actitud chispeante y desafiante. También destacó en Are You Afraid of the Dark?, donde ya se intuía su capacidad para interpretar personajes con temperamento y liderazgo. 

Clarisse La Rue, la hija de Ares, le permite llevar ese estilo un paso más allá: es intimidante, orgullosa y dominante a nivel físico. En comparación con sus roles anteriores —más cómicos o basados en el drama adolescente— aquí explora su faceta más guerrera. 

Es un personaje más agresivo que todo lo que había hecho antes, y lo encarna con una convicción admirable.

Charlie Bushnell (Luke Castellan)

Charlie Bushnell se hizo popular gracias a Diario de una futura presidenta, donde interpretó a Bobby, un personaje amable, sensible y cercano. Ese papel se movía en un registro luminoso, familiar, casi cálido. 

Por eso resulta tan interesante verlo ahora como Luke Castellan, uno de los personajes más complejos, ambiguos y oscuros en los emocional del universo de Percy Jackson. Luke requiere matices que van desde el carisma natural hasta la rabia contenida, un contraste absoluto con las vibraciones optimistas de su trabajo anterior. 

Bushnell demuestra que tiene un rango mucho más amplio del que muchos imaginaban. Su Luke es magnético, imprevisible y un aviso claro de que su carrera apenas está despegando.

Daniel Diemer (Tyson)

Daniel Diemer ganó notoriedad con Conquista a medias, donde interpretó a Paul, un chico simple en lo aparente pero lleno de ternura y humanidad. Su trabajo allí era introspectivo y delicado, perfecto para un coming-of-age moderno. 

En Percy Jackson, como Tyson, interpreta a un cíclope con un corazón gigantesco y una inocencia que lo conecta con aquel papel, pero envuelto ahora en una atmósfera fantástica y heroica. 

Es curioso: aunque Paul era tímido y emocional, Tyson requiere una vulnerabilidad distinta, más infantil y abierta. Ambos personajes comparten bondad, pero Tyson le permite a Diemer explorar un registro más ingenuo y físicamente expresivo. Un acierto de casting.

Levi Chrisopulos (Nico di Angelo)

Levi Chrisopulos es uno de los nombres menos conocidos del reparto, pero ya había aparecido en pequeñas producciones independientes. 

Su trayectoria previa está marcada por un breve papel en la serie FBI. Nico di Angelo, su papel en Percy, es un personaje muy oscuro, cargado de mitología, dolor y aislamiento emocional. 

Y lo sorprendente es lo natural que resulta su presencia en pantalla. Chrisopulos aporta a Nico una mezcla precisa de misterio y fragilidad que encaja a la perfección con el aura del personaje.

Virginia Kull (Sally Jackson)

Virginia Kull es una veterana reconocible para cualquier amante de las series. La vimos en The Looming Tower, NOS4A2 y Big Little Lies, casi siempre en roles maternos, complejos y densos a nivel emocional. 

Su estilo es elegante y contenido, perfecto para personajes que cargan dolor o responsabilidad. Sally Jackson, la madre de Percy, es quizá uno de sus papeles más luminosos, aunque no esté exento de tragedia. 

Comparada con sus interpretaciones más sombrías —en especial en NOS4A2— aquí ofrece calidez, sacrificio y una humanidad radiante. Es la encarnación ideal de la «madre heroica» que sostiene toda la historia desde la sombra.

Glynn Turman (Quirón / Sr. Brunner)

Glynn Turman es una leyenda. Lo hemos visto en The Wire, en House of Lies, en Fargo y hasta en Gremlins (una de las 10 mejores películas para ver en la Navidad de 2025), siempre aportando autoridad, carisma y un tono inconfundible. 

Sus papeles han oscilado entre mentores estrictos, figuras políticas, criminales complejos y líderes comunitarios. En Percy Jackson encarna a Quirón —el mítico centauro y entrenador de héroes— con una serenidad que recuerda a su trabajo en The Wire, pero con un toque más paternal y mágico. 

Es interesante cómo combina la disciplina de sus personajes más duros con la sabiduría mitológica del rol. 

Jason Mantzoukas (Dioniso / Sr. D)

Jason Mantzoukas es sinónimo de caos cómico. Lo hemos visto en Brooklyn Nine-Nine, The Good Place, Parks and Recreation y Big Mouth, siempre bordeando lo delirante y exagerado. 

Su energía desbordante es tan reconocible que convierte cualquier papel en un acontecimiento. Por eso resulta tan divertido verlo como Dioniso en Percy Jackson: un dios hastiado, cínico e irritado. 

Aunque el personaje tiene un tono más contenido que sus apariciones más salvajes en La liga fantástica o Brooklyn Nine-Nine, Mantzoukas lo adapta a su manera, manteniendo ese caos latente que lo caracteriza. Es una versión más «domesticada», pero igual de explosiva.

Ocho películas para amar a Paul Dano disponibles online

Ocho películas para amar a Paul Dano disponibles online

Philipp Engel

Philipp Engel

Editor de JustWatch

Quentin Tarantino ha incendiado las redes al calificar a Paul Dano como “el actor más flojo de Hollywood” a su paso por el podcast de Bret Easton Ellis donde enumeró sus 20 películas favoritas del siglo XXI. Entre ellas, incluyó Pozos de ambición, dando pie a calificar a Paul Dano de “flojo”, “débil” y “aburrido”, una opinión que se desacredita a sí misma, ya que, si tan poco le gusta el actor... ¿por qué no escogió otra película de Paul Thomas Anderson? En cualquier caso, aprovechamos la ocasión para recuperar ocho grandes actuaciones de Paul Dano disponibles en plataformas. 

8. ‘Okja’ (Bong Joon-ho, 2017)

La primera película de Bong Joon-ho para Netflix puede recordar mucho a los clásicos de Hayao Miyazaki, en especial Mi vecino Totoro, porque se trata de una fábula ecologista protagonizada por una niña que se ha hecho amiga de un cerdo gigante modificado genéticamente. Okja es sin embargo una película con personajes de carne y hueso –nunca mejor dicho (ya que “el malo” aquí es la industria cárnica)–. En este marco, Paul Dano encarna a un líder ecologista, que lanza monólogos concienciados con su característica cadencia aterciopelada, sin dejar por ello de estar dispuesto para la acción y repartir una buena somanta de palos al estilo tarantiniano cuando es preciso. 

7. ‘Pequeña Miss Sunshine’ (J. Dayton y V. Faris, 2006)

Un año antes de Pozos de ambición, Dano encarnó al adolescente cabreado con el mundo de la feel-good movie sobre ruedas conocida como Pequeña Miss Sunshine –entre Los Tenembaums y Una historia de Brooklyn, pero en forma de furgoneta amarilla–. Aunque Dano en realidad tenía ya veinte y pico años, daba muchísimo el pego, y además demostró tener muy buena mímica: en la primera parte no pronuncia palabra. Luego ya se suelta y de qué manera. Después de un largo improperio con el que lamenta que sus sueños se hayan hecho añicos, suelta una larga perorata en la que critica a cada uno de los miembros de su excéntrica familia. Unos años después, repitió con los mismos directores en Ruby Sparks, conoció a Zoe Kazan, fundaron su propia familia, fueron felices y comieron perdices. 

6. ‘The Batman’  (Matt Reeves, 2022)

Paul Dano tuvo que dejar de lado su método de ir todo el día con el personaje a cuestas cuando interpretó a Riddler –Enigma– en The Batman, un personaje para el que se había hinchado a leer sobre asesinos en serie –en especial El Asesino del Zodíaco que inspiró Zodiac–, incels y toda clase de masculinidad tóxica. Se metió tan a fondo en el mundo de los cómics, que hasta acabó publicando uno sobre con el título de The Riddler: Year One. Su interpretación no tenía nada que ver con la del siempre histriónico Jim Carrey en Batman Forever, en vez de salir con un pijama verde plagado de signos de interrogación y el pelo cortado a cepillo, aparecía metido en una especie de escafandra y provocaba auténtico pavor. 

5. ‘Love & Mercy’ (Bill Polhad, 2014)

Paul Dano como Brian Wilson incluso se lanzaba a cantar God Only Knows o Good Vibrations, entre otras. Era de largo el que daba más el pego –en gran parte también gracias a su pelo– en un original biopic de los Beach Boys que se aparta de la fórmula más trillada para centrarse en dos momentos estelares en la vida de Wilson: la grabación de Pet Sounds en los 60, y la decadencia de los 80, momento en el que John Cusack toma el relevo para dar vida al mismo personaje. El dispositivo recuerda al de I’m Not There, que deconstruía a Bob Dylan en seis personajes muy distintos, aunque, seamos claros, tampoco Love & Mercy es una absoluta obra maestra como el clásico de Todd Haynes. 

4. ‘12 años de esclavitud’ (Steve McQueen, 2013)

Para la oscarizada 12 años de esclavitud, Paul Dano se preparó a fondo el personaje de Tibeats, probablemente el más detestable de su carrera: el sádico capataz de una plantación que se ensaña con los esclavos. El actor quiso sin embargo abordarlo desde la empatía, tratando de entender todos los motivos que habían ido alimentando una frustración y un resentimiento que sólo podían acabar desembocando en violencia. Su personaje era tan repugnante que los espectadores disfrutaron cuando Chiwetel Ejiofor empezó a fustigarlo con su propio látigo. Al Tarantino de Django desencadenado le tendría que haber gustado esa escena, que además confirma su teoría de que Dano siempre acaba recibiendo. 

3. ‘Los Fabelman’ (Steven Spielberg, 2022)

Su interpretación de un remedo del padre de Steven Spielberg en la semi autobiográfica Los Fabelman es un paradigma de callada dignidad y estoicismo. Cuando, después del divorcio, abandona los viajes en familia y las casas suburbanas para ocupar un pequeño pisito en el centro de la ciudad, simplemente nos rompe el corazón. Y Los Fabelman se erige como un maravilloso contrapunto a E.T., el extraterrestre donde Spielberg ya empezó a contar el traumático divorcio de sus padres. 

2. ‘Prisioneros’ (Denis Villeneuve, 2013)

Prisioneros es uno de los thrillers de secuestros infantiles más tensos que se recuerdan. En la misma época, Atom Egoyan estrenó uno muy similar, Cautivos, que no era ni la mitad de trepidante, ni de angustioso, de moralmente turbador. Y eso se debe, por supuesto, a la maestría de Denis Villeneuve, que aquí tiene un manejo del suspense digno de Hitchcock elevado a película de terror, pero también al buen hacer de Paul Dano cuya tranquilidad de espíritu pega con un simple de ídem sobre el que recaen las sospechas de Hugh Jackman cuya pequeña hija ha sido secuestrada. Una vez más, Dano recibirá de lo lindo cuando los padres de las niñas se animen a torturarlo. 

1. ‘Pozos de ambición’ (Paul Thomas Anderson, 2007)

Paul Dano no sólo se midió con el mejor actor del mundo, Daniel Day-Lewis, en Pozos de ambición, sino que además lo hizo sin haberse podido preparar bien el papel ya que fue un recambio de última hora, en sustitución de Kel O'Neill. La película tiene unas cuantas escenas icónicas en las que Dano, que logra dar verdadera grima con su personaje de predicador, se enfrenta a Daniel Day-Lewis. Pero, como decíamos al principio, si Tarantino le tenía tanta manía a Dano, podría haber escogido Una batalla tras otra, donde también hay una escena de enfrentamiento en una iglesia. Muy parecida a la de Pozos de ambición, pero con Chase Infiniti frente a su supuesto padre, Sean Penn, antes de que éste la someta a un test de paternidad. ¡Haberse decantado por esa y no se hubiera formado tanto escándalo!

Las 10 relaciones de TV que nos negamos a creer que no sean románticas

Las 10 relaciones de TV que nos negamos a creer que no sean románticas

Raquel Morales

Raquel Morales

Editor de JustWatch

Hay algo especial en esas relaciones que nunca cruzan oficialmente la línea, pero que todos, absolutamente todos, sentimos como si estuvieran a un paso de hacerlo. Y solo estamos en el borde de nuestros sillones, esperando a que llegue el momento. Algunas nos vuelven locos por esa tensión no resuelta, otras son un matrimonio y solo quieres que se besen, y otras… bueno, simplemente deberían haber dado el paso de una vez. 

Y con un nuevo año en el horizonte, quién sabe si los nuevos episodios de nuestras series favoritas nos regalarán ese momento por fin. Por eso este es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de las 10 relaciones de TV que nos negamos a creer que no sean románticas.

Buck & Eddie — 9-1-1 (2018-)

Buck y Eddie en 9-1-1 (2018-) jamás planearon convertirse en familia, pero lo hicieron…y fueron mucho más allá. Ninguno está preparado aún para reconocer lo que significan el uno para el otro pero están en ese camino. Lo que más me gusta de ellos es la forma en que se entienden sin necesidad de decir nada y la forma en que se apoyan, en que están ahí el uno para el otro…es simplemente maravillosa. Su relación se fue construyendo poco a poco, mientras lo que iba naciendo entre ellos les hacía descubrir una parte de ellos mismos que jamás pensaron que estaba ahí. Y sólo es cuestión de tiempo que se encuentren a mitad de camino. Su relación me recuerda bastante a la de Dean y Castiel. Y si te gustan este tipo de parejas, échale un vistazo a Chicago Fire (2012-).

Morgan & Karadec — High Potential (2024-)

Lo divertido de Morgan y Karadec en High Potential (2024-) es que todo parece indicar que no quieren complicarse la vida iniciando algo entre ellos más allá de la amistad… pero se la complican igual. No pueden evitarlo. Aunque lo intentan. Me encanta cómo Karadec intenta mantener al principio esos límites entre ellos para terminar involucrándose en la vida de Morgan sin que sepa cómo sucedió. Y adoro la forma en que Morgan lo deja entrar y confía en él con los ojos cerrados. Y sí, cada escena de ellos parece acercarlos a algo que ninguno está preparado para nombrar aún. Ellos me recuerdan un poco a Jeff y Annie de Community (2009-2015). Si buscas algo parecido, El mentalista (2008-2015) te va a gustar un montón. 

Morgan & Penelope — Mentes Criminales (2005-)

Lo que sucede entre Morgan y Penélope en Mentes Criminales (2005-) es el ejemplo perfecto de una conexión que parece imposible de encajar en una sola categoría. Y deberían de haber dado ese paso. Hubiésemos dado todo por verlos dar ese paso. Es que ellos no son pareja pero tampoco son simplemente amigos ni compañeros al uso… son un algo entre medias de todo eso que se sostiene gracias a cada flirteo, cada broma privada y cada momento donde uno sabe exactamente lo que el otro necesita. Algo similar pasa con Olivia y Stabler. Si te gustan esa clase de parejas, prueba a ver Bones (2005-2017).

Daryl & Carol — The Walking Dead (2010-2022)

Daryl y Carol de The Walking Dead (2010-2022) tienen ese tipo de relación que nace desde el dolor compartido pero termina convirtiéndose en un refugio que, sinceramente, siempre he sentido que podría y debería haber ido mucho más allá. Lo que más me gusta de ellos es cómo se permiten ser vulnerables el uno con el otro como no lo hacen con nadie más. La forma en que confían el uno en el otro…me pone la piel de gallina en el mejor sentido. Me recuerdan un poco a Brienne y Tormund. Si buscas algo de este estilo, prueba con Estación 11 (2021-2022).

Annie & Jeff — Community (2009-2015)

Lo que sucede entre Annie y Jeff en Community (2009-2015) siempre me ha encantado porque nunca parece el momento adecuado… y aun así cada escena tiene ese algo que te hace pensar que están a un paso de intentarlo. Y que son el uno para el otro. Nunca olvidaré esa escena…”My Lord” y “My Lady”. ¡Como para no amarlos! Lo que más disfruto es esa tensión que va creciendo poco a poco y que siempre te dejan con ganas de más. Como si supieran que podrían funcionar, pero todo a su alrededor los mantiene haciendo malabares en un equilibrio imposible. Tienen una chispa que se siente parecida a Morgan y Karadec, solo que entre ellos todo es más juguetón. Si quieres ver algo parecido, dale una oportunidad a New Girl (2011-2018).

Brienne & Tormund — Juego de Tronos (2011-2019)

Brienne y Tormund de Juego de Tronos (2011-2019) son el ejemplo perfecto de una pareja que podría haber sido icónica…si la serie hubiera sido más valiente. Para ser sinceros, shippeamos a Brienne y Jamie pero lo que sucede entre ella y Tormund…realmente, realmente, nos hubiese encantado ver cómo hubiese sido eso. Hay algo precioso en ver a Tormund mirarla como si no hubiera nadie más en el mundo, mientras ella intenta mantenerse firme y concentrada, aunque esa atención la descoloque un poco y no sepa cómo actuar. Me recuerdan a Carol y Daryl. Y si quieres descubrir una pareja parecida, vas a disfrutar mucho de The Witcher (2019-).

Dean & Castiel — Sobrenatural (2005-2020)

Dean y Castiel de Sobrenatural (2005-2020) siempre estuvieron a un paso de ser algo más. Lo que más me gusta de ellos es esa forma en la que Castiel se abre solo con Dean, como si él fuera su ancla cuando todo se siente demasiado. Dean, por otro lado, nunca sabe expresar lo que siente y no es un hombre de muchas palabras…pero se encarga de demostrarle a Cas lo importante que es para él en cada oportunidad que tiene. Su dinámica tiene un punto parecido al de Buck y Eddie, pero con un toque más… intenso. Si buscas algo similar, Sense8 (2015-2018) será tu próxima obsesión. 

Xena & Gabrielle — Xena: la princesa guerrera (1995-2001)

Xena y Gabrielle de Xena: la princesa guerrera (1995-2001) tienen esa conexión tan especial que, simplemente lo sabes, aunque la serie no fuera lo suficientemente valiente como para mostrarlo. Lo que más me gusta es la forma en que su relación crece de forma tan natural como respirar. Se cuidan, se empujan a ser mejores y se eligen incluso cuando no tienen por qué hacerlo, especialmente cuando no tienen por qué hacerlo. Eso me recuerda un poco a Dean y Castiel. Si quieres descubrir una pareja parecida, Wynonna Earp (2016-2021) te va a atrapar.

Olivia Benson & Elliot Stabler — Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales (1999-)

Olivia y Elliot de Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales (1999-) son historia de la televisión por una razón. Son ese tipo de compañeros que parece construido a base de miradas que hablan demasiado alto y miles de cosas que nunca se dicen para no romper la amistad que ya tienen. Lo que más me gusta de ellos es cómo, incluso después de tantos años, siguen sin poder dejarse ir. Siempre terminan en la órbita del otro, como si fueran imanes que se atraen de forma inevitable. Significan demasiado el uno para el otro como para dejarse ir…pero no son lo suficientemente valientes para dar el siguiente paso. Me recuerdan un poco a Morgan y Penelope. Si te gustan estas parejas, Bosch (2015-2021) te encantará. 

Sherlock Holmes & John Watson — Sherlock (2010-2017)

Sherlock y John de Sherlock (2010-2017) tienen esa complicidad que se siente como un matrimonio extraño que nunca admitió serlo. Ellos siempre estuvieron en esa zona gris que hace que no podamos dejar de pensar en ellos ni casi diez años después. Lo que más me engancha de ellos es ver cómo John consigue llegar a Sherlock de un modo que nadie más puede. Él consiguió hacerse un hueco en su coraza. Y Sherlock, a su manera, deja claro que no sabe funcionar sin él. Esa dinámica me recuerda bastante a Xena y Gabrielle, porque también comparten esa lealtad más allá de las palabras que apenas se puede definir. Si te gustan este tipo de relaciones, prueba Hannibal (2013-2015), aunque antes prepárate para ver algo mucho más oscuro. 

  • Las 10 mejores películas de 2025 según el AFI: como verlas

    Las 10 mejores películas de 2025 según el AFI: como verlas

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    El American Film Institute ha desvelado su lista anual de las diez mejores películas del año, y como viene siendo habitual, el top sirve como termómetro indispensable para calibrar qué títulos tienen opciones de sonar en los Óscar, con ocho coincidencias de media en las últimas ediciones entre la selección del AFI y las nominadas a Mejor Película.

    En su lista del 2025 vuelve a reunir propuestas variadas que van desde el espectáculo visual de James Cameron hasta la introspección de Noah Baumbach, pasando por el terror musical de Ryan Coogler. Netflix lidera con tres títulos (Frankenstein, Jay Kelly y Sueños de trenes), mientras que Universal y sus sellos acumulan otros tres gracias a Wicked: Parte 2 y las dos de Focus Features (Bugonia y Hamnet). Warner Bros. completa el panorama con dos favoritas a arrasar en premios. Esta guía de JustWatch te ayudará a localizar las diez elegidas en las plataformas de streaming.

    10. Wicked: Parte 2 (2025)

    Jon M. Chu cierra su adaptación del célebre musical de Broadway llevando el segundo acto a una épica de dos horas que apuestan por la intimidad emocional en los números de Cynthia Erivo y Ariana Grande, dejando que sus rostros contengan todo el peso dramático en canciones como ‘Thank Goodness’ o el desgarrador ‘For Good’ que da título a la versión estadounidense. Es un tanto deslavazada, pero lo cierto es que sus fans sí están convencidos.

    La ruptura de tono respecto a la primera entrega puede desconcertar pero esa vulnerabilidad la convierte en uno de los musicales más conmovedores de estos años. A diferencia del espectáculo de Avatar: Fuego y ceniza, donde Cameron mantiene el pedal a fondo durante tres horas, Wicked: Parte 2 funciona mejor en sus momentos más pequeños, una buena opción para quienes valoren lo sentimental sobre la pirotecnia, o simplemente para incondicionales de El Mago de Oz.

    9. Sueños de trenes (2025)

    Clint Bentley adapta la novela breve de Denis Johnson construyendo una épica silenciosa sobre Robert Grainier, un leñador y trabajador ferroviario cuya vida transcurre en los bosques del noroeste del Pacífico a principios del siglo XX. Sin apenas diálogos, Joel Edgerton, encarna a un hombre cuya existencia parece fundirse con el paisaje, al son de una narración en off de Will Patton que mantiene el tono literario del original. La fotografía de Adolpho Veloso justifica la atención que está recibiendo.

    Una balada folk melancólica que se adentra en un territorio más cercano al western crepuscular o al cine de Terrence Malick. La primera mitad no es ajena al tono de Hamnet, y es perfecta para quien aprecie las historias de personajes olvidados por la historia, más cercana en espíritu a Nomadland que al cine del oeste tradicional, con ese mismo peso existencial que convierten el tiempo y la soledad en protagonistas invisibles.

    8. Los pecadores (2025)

    Ryan Coogler regresa al Misisipi de 1932 con una película de vampiros que es muchas cosas a la vez y en todas da en el clavo: gangster movie de época, musical gótico sureño, horror racial y western crepuscular. Michael B. Jordan hace su mejor papel con los gemelos Smoke y Stack, que abren un juke joint atacado por un clan de vampiros irlandeses. El blues del Delta y el terror atmosférico colisionan en una tremenda orgía de sangre, sensualidad baile y conflicto racial, la mejor del año para el que firma.

    A diferencia de Frankenstein, donde Del Toro mantiene el gótico victoriano y la solemnidad trágica, Coogler juega con la hibridación de géneros sin miedo a que chirríen entre sí, convirtiendo Los pecadores en una experiencia salvaje y descontrolada, donde caben a Los viajeros de la noche y el cine de Jordan Peele, pulp con mordiente—jé—temática y una banda sonora de Ludwig Göransson para ponerse en bucle. Los que estén siguiendo It: Bienvenidos a Derry encontrarán una obra muy influenciada por el interludio del Black Spot.

    7. Una batalla tras otra (2025)

    Paul Thomas Anderson firma su película más accesible adaptando libremente ‘Vineland’ de Thomas Pynchon. Leonardo DiCaprio hace su versión de “el nota” con Bob, un exrevolucionario perdido en una comedia negra de acción donde El gran Lebowski y Sicario se dan la mano. Violencia absurda y personajes variopintos que incluyen supremacistas blancos, políticos corruptos y una secta secreta que recuerda inquietantemente al Proyecto 2025.

    El humor ácido es marca PTA, pero la montaña rusa que propone no se parece a nada de lo que haya hecho antes, con todo, algunas excentricidades se pasan de frenada y no todos los gags son tan graciosos como pretenden. Con todo, una buena película de acción con cerebro y personajes memorables, más cercana al espíritu Coen de No es país para viejos que al cine cpn gran ambición política. Aunque, si Jay Kelly es Baumbach siendo amable con Hollywood, Una batalla tras otra es Anderson siendo brutal con Estados Unidos.

    6. Marty Supreme (2025)

    Josh Safdie se estrena en solitario con una comedia deportiva que por una parte es un biopic libre del jugador de tenis de mesa Marty Reisman, y por otra un estudio sobre la toxicidad de la ambición. Timothée Chalamet interpreta a Marty Mauser, un vendedor de zapatos convencido de que será el mejor jugador de ping-pong del mundo, con el descaro y la habilidad para intentar demostrarlo. Vuelve la energía maniaca de Diamantes en bruto en 35mm,

    Curiosamente es Adam Sandler el que le hará competencia, pese a no ser una biografía como tal, su Jay Kelly, es una película complementaria a Marty Supreme, con el mismo humor judío neoyorquino. La ciudad hace que Safdie cite a Scorsese constantemente, especialmente a Uno de los nuestros y Toro salvaje, pero consigue crear algo único como si Rocky de Stallone hubiera sido un gilipollas integral, y ojo, que Chalamet ha bordado dos este años junto a A Complete Unknown.

    5. Jay Kelly (2025)

    George Clooney hace de una estrella de cine de 60 años que enfrenta su pasado y presente durante un viaje por Europa junto a su mánager Ron (Adam Sandler). Noah Baumbach busca redimirse para Netflix con un examen de la fama y el envejecimiento y que muestra a un Clooney inédito, desplegando vulnerabilidad en un papel que juega constantemente con su propia imagen pública.

    A diferencia de Marty Supreme, donde el protagonista es puro ego sin filtros, Jay Kelly es un hombre que empieza a darse cuenta de que no sabe quién es fuera de las cámaras. Una elegía sobre una era del cine y del star system que se desvanece, perfecta para quien busque cine introspectivo sobre Hollywood y las viejas glorias del cine, diferente en tono a otra de Clooney sobre la era dorada de la industria, ¡Ave César!

    4. Hamnet (2025)

    Chloé Zhao adapta la novela de Maggie O'Farrell sobre Agnes, la esposa de William Shakespeare, y su lucha por superar la muerte de su hijo Hamnet. Paul Mescal y Jessie Buckley interpretan a Will y Agnes en un drama histórico rodado con luz natural en el que Zhao relaciona el duelo y la creación artística, alejándose de su episodio Marvelita y volviendo al tono contemplativo que ya demostró en Nomadland.

    No esperéis aquí la locura operística de Los pecadores, sino pura contención y silencios, con escenas estupendas, como en la que Agnes presencia Hamlet y reconoce el tributo a su hijo perdido, uno de los momentos más conmovedores del año, no tan distinto en impacto emocional al ‘For Good’ de Wicked: Parte 2.

    3. Frankenstein (2025)

    El sueño de toda la vida de Guillermo del Toro era adaptar la novela de Mary Shelley, y Netflix lo ha hecho realidad con una versión turbogótica y operística visualmente deslumbrante como emocionalmente potente. Jacob Elordi transmite una humanidad desgarradora mientras Oscar Isaac interpreta a Victor Frankenstein como un científico obsesivo cuya arrogancia recuerda a los "tech bros" contemporáneos, como ya hiciera en la paralela temáticamente Ex-Machina.

    Es una sorprendente elección de varios títulos de terror este año y, aunque esta tenga poco que ver con Los pecadores, algo más de migas hace con Bugonia de Yorgos Lanthimos, con la que comparte un tono malsano y personajes obsesionados. Pese a que esta juegue con la paranoia conspirativa, no hay que olvidar que el Griego ya hizo su versión particular de la obra de Shelley en Pobres Criaturas. Sin ser lo mejor de Del Toro, el mexicano mantiene la solemnidad trágica del material original, contando la relación entre Victor y la Criatura como un vínculo padre-hijo tóxico.

    2. Bugonia (2025)

    Yorgos Lanthimos adapta la coreana Salvar el planeta Tierra! con Emma Stone como una jefa secuestrada por un conspiranoico que cree que ella es una alienígena que quiere destruir la Tierra. Una sátira sobre la codicia con una atmósfera que oscila constantemente entre la comedia negra y el horror psicológico, con Jesse Plemons ofreciendo una interpretación contenida pero perturbadora de un hombre roto por el sistema.

    De nuevo, terror en la lista, aunque sin nada que ver con el de Los pecadores, pero que muestra el lado filosóficamente brutal con la naturaleza humana de Lanthimos, que seguramente se ha hecho un programa doble bizarro con K-Pax.

    1. Avatar: Fuego y ceniza (2025)

    James Cameron regresa a Pandora con la tercera entrega y mejor de la saga, enfrentando a Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña) contra una tribu Na'vi hostil que expande el universo con nuevas criaturas. Probablemente, el espectáculo visual sin concesiones más faraónico de esta década,  prácticamente un remake de la anterior, pero con más batallas acuáticas, cachalotes, armas de fuego y criaturas de todo tipo. Si solo hubiera que ver una en la trilogía yo volvería a esta.

    Las secuencias de acción son apabullantes, pero lo que eleva Avatar: Fuego y ceniza sobre el resto es cómo Cameron da vida a sus personajes azules CGI con más matices que muchos humanos de carne y hueso. La culminación perfecta de todo lo que Cameron sabe hacer, pese a que difícilmente recibirá el prestigio de Una batalla tras otra es pura adrenalina orquestada con precisión milimétrica, una versión moderna de La selva esmeralda que recupera algo de ese Cameron de los 90 que pensábamos perdido.

  • Empieza estas 7 películas la Nochevieja para entrar al Año Nuevo con una escena icónica

    Empieza estas 7 películas la Nochevieja para entrar al Año Nuevo con una escena icónica

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    Nos resulta bastante indiferente cómo haya ido tu año 2025: lo importante es que, después de 365 días, debes de tenerlo bastante gastado. Ya es momento de arrancar temporada, y para ello nada mejor que hacerlo por lo alto. Siendo cinéfilo –porque lo eres, si no cómo te veo yo hoy por aquí–, el mejor espectáculo no llega con los vestidos de fantasía, las uvas y los programas especiales con videoclips, sino con un momentazo digno de película.

    Eso es una escena musical memorable, como la noche optimista de Cantando bajo la lluvia (1952), un montaje del arrebato de la Cabalgata de las Valquirias de Apocalypse Now (1979) o simplemente una frase que dé buen arranque al año. ¿Qué tal un “Está vivooo” del clásico El doctor Frankenstein (1931)? Yo lo veo.

    Así que, para ayudarte a elegir acompañamiento para las uva-palomitas, te he dejado seis películas icónicas que ver para empezar cruzar el minuto uno de 2026 con un instante potente. El orden de la lista es de menos a más potente, pero variará en función de las filias de cada cual. Además, te doy la hora exacta en la que empezarlas para cruzar las doce en el momento exacto. ¿Juegas?

    Regreso al futuro (1985)

    El 12 de noviembre de 1955, exactamente a las 22:04, un rayo cayó sobre la torre del reloj de Hill Valley. Si quieres despedir el año con el final icónico de una de las mejores películas jamás rodadas, pon Regreso al futuro (1985) a las 22:19:07. En el instante en que el reloj marque la medianoche, el DeLorean alcanzará las 88 millas por hora, enviando a Marty McFly de vuelta a 1985… Y a ti a 2026. ¡Más lejos de lo que llegó nunca Marty con una máquina del tiempo!

    La película idónea para Navidad, es optimismo en vena y encaja de maravilla con el espíritu de la Nochevieja, entre la nostalgia, el humor y la reconciliación familiar. Resulta perfecta para compartir con la familia, siendo tan adrenalínica como La jungla de cristal, pero con un comentario más consciente de lo risibles que somos todos en lo íntimo.

    Alien, el octavo pasajero (1979)

    Aunque parezca lo opuesto al cine navideño, Alien, el octavo pasajero (1979) funciona sorprendentemente bien en la última noche fría del año, especialmente si la ves a solas en casa. A diferencia del espíritu aventurero de La guerra de las galaxias, que no te ayudará a olvidar las resobadas virtudes de la amistad y la familia, esta es para cinéfagos como yo, que amamos la épica pero odiamos un poco las fiestas. Un excelente contrapunto bajo la manta.

    La tripulación del Nostromo aprendió por las malas las consecuencias de saltarse una cuarentena. Si inicias Alien a las 23:03:38, recibirás el año nuevo con una de las mejores películas de terror espacial jamás filmadas. Justo al llegar la medianoche, Kane encontrará su trágico destino cuando el primer xenomorfo salga a escena desde el interior de su pecho.

    La guerra de las galaxias (1977)

    El arma más poderosa del Imperio Galáctico, destruida por un joven granjero de Tatooine. Reproduce La guerra de las galaxias (1977) a las 22:02:43 para disfrutar del mayor espectáculo pirotécnico de Nochevieja: a medianoche exacta, Luke Skywalker realizará el disparo imposible que destruirá la Estrella de la Muerte. Que sí, sabemos que un par de películas después van a construir otra meganave, pero oye, todos tus propósitos para el año nuevo empiezan por alguna parte.

    La guerra de las galaxias tiene un poco de cada ingrediente que le pedimos a la Navidad: inocencia, espíritu de grupo y sí, como canta el título original, esperanza. Si la tienes muy gastada, prueba con La hermandad del anillo: ambas comparten esa épica de “pequeños héroes en misiones imposibles”, pero Star Wars no pide seguir maratoneando las partes V, VI y compañía al terminarla.

    El señor de los anillos: La comunidad del anillo (2001)

    Hay algo profundamente invernal y acogedor en la trilogía de Peter Jackson que encaja de forma natural con la Navidad: la sensación de emprender un viaje difícil, heroico, pero acompañado de personas que se vuelven indispensables. El compañerismo y la épica cotidiana propician un ambiente cálido, perfecto para una noche festiva (en La guerra de las galaxias no paran ni un segundo, pero aquí se desayuna).

    En fin, como el propio Balrog de Morgoth, 2025 ha sido una bestia de fuego empeñada en destruirlo todo. Dale a El señor de los anillos: La comunidad del anillo (2001) y despide el año como se merece. Si empiezas la película a las 21:51:30, la medianoche coincidirá con el legendario grito de Gandalf: YOU SHALL NOT PASS (“¡No podéis pasar!”), en el puente de Khazad-dûm, en las Minas de Moria. Hasta nunca, 2025.

    Jungla de cristal (1988)

    ¿Alguien quiere añadir algo útil al eterno –y algo pesado– debate de si la Jungla de cristal (1988) es o no una película navideña? ¿No? Yo opino que pocas películas pueden digerirse tan fácilmente como el combate de Bruce Willis contra el Mundo. No sé si es navideña, pero se come igual que las uvas.

    Por lo demás, nadie puede discutir que Hans Gruber es uno de los mejores villanos del cine. Por eso resulta tan satisfactorio ver su caída en el clímax del film. Si inicias la película a las 21:56:47, recibirás el año (ojo, spoiler) justo cuando Gruber comienza su larga caída desde lo alto del Nakatomi Plaza.

    Vengadores: Endgame (2019)

    Aquí lo tienes: el gesto cinéfilo perfecto para hacer borrón y cuenta nueva… ¡El bendito chasquido de dedos de Tony Stark en Vengadores: Endgame (2019)! Porque sí, yo también le daría a 2025 un adiós rápido e indoloro. Vale, quizás debas convencer a todo tu consorte de que vean las películas anteriores de Marvel, pero al contrario de la guerra armada de Jungla de cristal, que sí necesita algo de contexto, cualquiera puede entender de qué va Endgame sin mucho contexto. Y ver a tantos héroes reunir fuerzas es como asistir a una versión gigantesca de una cena familiar… Solo que con eventos cósmicos y portales luminosos.

    Aquí te traigo un dos por uno. Si quieres sincronizar la Nochevieja con el chasquido de Thanos en Vengadores: Infinity War (2018), inicia la película a las 21:48:52. Y si prefieres el chasquido de Tony Stark en Endgame, ponla a las 21:29:30. Y cenarás viéndola. Por cierto, empieza Endgame a las 21:41:34 y escucharás al Capitán América gritar ¡AVENGERS, ASSEMBLE! justo a medianoche. La pausa dramática está medida para que el assemble coincida exactamente con el cambio de año. El Año Nuevo hay que empezarlo bien.

  • Las mejores películas del siglo XXI según Quentin Tarantino (segunda parte)

    Las mejores películas del siglo XXI según Quentin Tarantino (segunda parte)

    Philipp Engel

    Philipp Engel

    Editor de JustWatch

    Diciembre es el mes de listas con lo mejor del año. Pero el 2025 también ha traído listas con lo mejor de lo que llevamos de siglo XXI. Después de publicar las últimas 10 películas de las 20 mejores películas del siglo 21 según Quentin Tarantino, tal y como las anunció a su paso por el podcast del siempre polémico escritor Bret Easton Ellis, publicamos la lista con las diez siguientes de la 10 a la 1, y te pueden sorprender bastante. 

    Como siempre, te decimos en qué plataformas puedes encontrarlas y te avisamos si no están disponibles en este momento. Sólo tienes que apuntarte.  

    10. ‘Midnight in Paris’ (Woody Allen, 2011)

    Tarantino ya mencionó Midnight in Paris como su película favorita de 2011, y ya entonces tuvimos que arquear la ceja. No es que sea una mala película. Pero Woody Allen no firma una auténtica obra maestra desde Delitos y faltas (1989), y a partir de ese momento, al margen de sus problemas personales, empezó su etapa decadente y casi rutinaria de una película al año, que a veces hasta parecen dirigidas por piloto automático. Hasta The Artist era una mejor comedia para el año 2011. Y la verdad, puestos a escoger una película de aquel dichoso año, le pegaba más haberse quedado con una acción hipnótica y canciones molonas como Drive, de Nicolas Winding Refn, una película de coches, muy inspirada en The Driver (Walter Hill, 1978), de la misma manera que Dead Proof bebía de Punto límite: Cero (Richard Sarafian, 1971). Es el típico caso de no pueden haber dos gallos en el mismo gallinero. 

    9. ‘Zombies Party’ (Edgar Wright, 2004)

    Aquí sí. Aunque salte a la vista que se trata de un nuevo caso de colegueo máximo, ya que Edgar Wright y Quentin Tarantino podrían perfectamente beber pintas en el mismo pub mugriento, también está claro que Zombies Party es la película de zombies más divertida que se ha hecho jamás. No tiene comparación posible ni con Little Monsters (a pesar de la presencia de la adorable Lupita Nyong'o), ni con Bienvenidos a Zombieland (y secuelas), ni con Zombies nazis (y secuelas, a pesar de lo edificante de la propuesta), ni siquiera con la de Jim Jarmusch, Los muertos no mueren, que era mucho más divertida de lo que se dijo, ni con ningún otro muerto de risa. Con esta película, Edgar Wright le podía aguantar a los momentos más divertidos que filmó George A. Romero, que tuvo unos cuantos. Tal vez One cut of the dead (y remake) podría ser un rival a tener muy en cuenta. Pero no, en este ámbito, Wright es el amigo que paga todas las rondas. 

    8. ‘Mad Max: Furia en la carretera’ (George Miller, 2015)

    Aquí tampoco cabe ninguna duda. No le vamos a toser a Tarantino con Mad Max: Furia en la carretera, el gran retorno de George Miller después de Happy Feet y su secuela (sic), que superó en espectacularidad apocalíptica a la trilogía original de Mad Max. Todavía recordamos cómo nos dejó de despeinados a su paso por Cannes, no nos lo podíamos creer, con aquel guitarrista heavy en cabeza del convoy, Charlize Theron calva y sin brazo, y Tom Hardy erigiéndose en el ultimísimo héroe de acción. Miller dio un puñetazo sobre la mesa y dejó claro que la veteranía era un grado. A él eso de retirarse a los 60 no se le ha pasado nunca por la cabeza, al menos que los pingüinos cuenten como jubilación anticipada. 

    7. ‘Imparable’ (Tony Scott, 2010)

    Otra derrapada seria. En equivocaciones, Tarantino está Imparable. Ya sabemos que el bueno de Tony Scott le compró su primer guión y lo convirtió en la estupenda Amor a quemarropa (1993), que tampoco ha envejecido tan bien. Todos lamentamos su temprana y trágica desaparición, y sabemos que fue su última película, un notable actioner a mayor gloria de Denzel Washington. Pero anda en las inmediaciones de The Equalizer, y no computa como una de las mejores películas del siglo XXI ni por asomo. Aquí has votado con el corazón Quentin, pero hay que ponerle un poco de cabeza. 

    6. ‘Zodiac’ (David Fincher, 2007)

    Indiscutible. La obra maestra de David Fincher, Zodiac, tenía que estar, o por lo menos es fácil, incluso previsible, que esté, sobre todo teniendo en cuenta que va a dirigir el próximo guión de Tarantino, Las aventuras de Cliff Booth. No sea que quedes mal, Quentin. A los amigos, ya se sabe, hay que cuidarlos. Pero puestos a meter un caso sin resolver, podrías haber tirado de Memories of Murder, Quentin, y así metías una coreana, que te ha quedado todo muy angloparlante, y antes te gustaba mucho el cine oriental. ¿Ni un solo thriller coreano entre lo mejor del siglo 21? ¿Seguro? Bong Joon-ho podría tener un hueco en esta lista. Por no hablar de Na Hong-jin y The Chaser (2008). 

    5. ‘Pozos de ambición’ (Paul Thomas Anderson, 2007)

    Este juego no puede incluir dos películas de un mismo director, y para quedarse con una de Paul Thomas Anderson habría que retirarse a reflexionar a un monasterio tibetano. Pozos de ambición es, qué duda cabe, una buena opción. Forma parte de esas películas míticas sobre la historia de California como, por ejemplo, Chinatown. Paul Thomas Anderson tenía que estar, aunque El hilo invisible, Licorice Pizza o, sin ir más lejos, Una batalla tras otra, también podrían haber optado al puesto. Que te hayas decantado por esta después de rajar como lo hiciste de Paul Dano en el podcast demuestra que tampoco es una decisión muy sopesada. 

    4. ‘Dunkerque’ (Christopher Nolan, 2017)

    Tarantino ya dijo en su día que Dunkerque era su película favorita de Christopher Nolan, y no le vamos a llevar la contraria en eso, aunque no estemos muy seguros de si merece estar tan cerca del número 1. También dijo que le gustaría verle haciendo un remake de un clásico del cine bélico como La batalla de las Ardenas. Aunque, si hubiese que decantarse por las mejores películas bélicas del siglo 21, probablemente empezaríamos por las de Kathryn Bigelow, En tierra hostil, y sobre todo, La noche más oscura, que nos parece insuperable, y sin necesidad de trucos. Mejores o peores, está claro que son más innovadoras, tanto por el tono como por la forma. 

    3. ‘Lost in Translation’ (Sofia Coppola, 2003)

    Como se nota que aquella lejana relación, cuando Quentin y Sofía aparecieron cogidos de la mano para sorpresa de todos, ha dejado huella. Fuera bromas, está claro que es una de las mejores cineastas del mundo, y al margen de los gustos personales de cada cual también es evidente que Lost in Translation es su película más icónica, sobre todo si tenemos en cuenta que Las vírgenes suicidas se quitaron la vida en el siglo anterior. Seguimos pensando en lo que se dijeron al oído Bill Murray y Scarlett Johansson después de aquella noche en Japón, y hasta puede que la hubiésemos incluido nosotros también. 

    2. ‘Toy Story 3’ (Lee Unkrich, 2010)

    Así sí que sí. Toy Story 3 fue un magnífico broche para la trilogía. Hasta el más pintado lloró a moco tendido cuando Andy, al que habíamos visto crecer en contrapicado, desde el punto de vista de sus juguetes, abandonó su casa para irse a la universidad. A nivel generacional, las tres primeras Toy Story son un viaje vital como puede serlo el Boyhood de Richard Linklater (otra película del texano que es mejor que Escuela de rock), y todo lo que vino después estaba de más, ni la penosa aventura en solitario de Lightyear, que era tan fastidioso como buscar la diminuta pieza de un juguete que se ha perdido entre el papel de regalo navideño, o esa cuarta parte protagonizada por una cuchara de plástico y un peluche psicópata. Ya veremos qué nos reserva la quinta entrega. 

    1. ‘Black Hawk Derribado’ (Ridley Scott, 2001)

    Un sorprendente n.º 1, no porque Black Hawk Derribado esté mal, que no lo está (aunque la Bigelow, una vez más, mucho mejor). Ridley Scott entró en la era digital renovando el cine bélico con máximo realismo de cámara movida para lograr un efecto inmersivo. Pero no es el nº1 que podríamos esperar de Quentin Tarantino, un director que lleva toda la vida descubriéndonos películas ignotas. Todo muy previsible, muy mainstream, muy anglosajón, muy de amiguitos y muy masculino: que la única directora sea una ex dará que hablar. Te ha quedado una cinta muy poco cosmopolita, salvo por los mamporros tailandeses, la batalla japonesa y el torture porn israelí. Y, por supuesto, ni una película de habla hispana, ni de España, ni de toda Latam. Quentin, internacionalízate. Hay un mundo ahí esperándote. 

  • Las mejores canciones de la saga 'Crepúsculo'

    Las mejores canciones de la saga 'Crepúsculo'

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    La saga Crepúsculo no vuelve a estar al orden del día sólo porque se cumplan los veinte años de la publicación del primer libro (que también), ni porque todas las películas vuelvan a las salas de cine en un re-estreno bastante sonado, y ni siquiera porque Netflix esté preparando una adaptación animada de El sol de medianoche, un retelling de la primera novela a partir de la perspectiva de Edward Cullen. No es (sólo) por eso. La saga Crepúsculo está al orden del día, como cada año, porque es noviembre, anochece a las cinco de la tarde y queda mucho, demasiado, para Navidad. Y nuestro corazón necesita una dosis de las vibras frías pero románticas de la saga de Stephenie Meyer, una mantita para nuestro ánimo.

    Por ello, si escribes estas tres letras –“hoa”– en tu buscador de confianza te sorprenderá encontrar cuánta gente ha buscado la canción de “Eyes On Fire” sin conocer su título. La llaman “hoa hoa hoa song”, porque más o menos así suena. Y esta es la energía que transmite: lánguida, sentimental y misteriosa; sin ínfulas, directa a la aorta. Esta absoluta transparencia, desvergonzadamente emocional, resulta clave para comprender el éxito tremendo de la banda sonora de Crepúsculo (2008) y del resto que la siguieron…

    Incluidas otras sagas, como la que inició Los Juegos del Hambre (2012), con temas originales de artistas como Taylor Swift, Olivia Rodrigo, Arcade Fire o Coldplay. Mucho ojo con desmerecer la música que escuchan los adolescentes. Pero veremos que nada han de envidiarle a los compases de Muse en “Supermassive Black Hole”, o a los arpegios arrebatados de Thom Yorke en “Hearing Damage”. Si no es la saga Crepúsculo un fantástico vivero de talentos musicales…

    Hoy los ordenamos todos, de mejor a peor –aunque veréis que el orden también tendrá una línea de descubrimiento editorial–, en función de las mejores canciones que escuchamos en estas cinco (fantásticas todas) bandas sonoras.

    “Meet Me On The Equinox” de Death Cab For Cutie - ‘Luna Nueva’ (2009)

    Este auténtico temarral me ha acompañado en cabreos monumentales de todo tipo, y ha precedido a un par de rupturas de pareja. Este es el calibre de, primero, un estribillo que canta alto y claro sobre cómo hay cosas por las que no pasaremos; y dos, una instrumentación que va elevándote hasta hacerte creer capaz de todo.

    Al mismo tiempo, la voz de Ben Gibbard viene teñida de con un cansancio dulce, como si presintiera la separación inminente, también, entre Bella y Edward. “Meet Me On The Equinox”, un punto intermedio (crepuscular) como el estado emocional de Bella, suspendida en La saga Crepúsculo: Luna nueva (2009). Pero aquí no nos desvanecemos como en “Rosyln” de Bon Iver y St. Vincent: aquí nos atrevemos a mirar de cara este equinoccio para preguntarnos… ¿A qué sabe el arrebato de energía que sucede a la tristeza, pero está por llegar?

    “15 Step” de Radiohead - ‘Crepúsculo’ (2008)

    Yo no recordaba qué canción sonaba al final de la primera película, cuando Victoria reaparece dispuesta a vengar la muerte de su amado truncando la calidez de “Flightless Bird, American Mouth” con los dos enamorados aún bailando en la pista. Dulce ironía, un final feliz que en realidad es solo el inicio del peligro. Cuando descubrí, años después, que el tema que cerraba Crepúsculo (2008) se debía al compás irregular y la electrónica fragmentada de Radiohead, lo entendí todo.

    Su ritmo asimétrico expresa la tensión entre curiosidad y vértigo, entre lo humano y lo inmortal. Agudizamos el oído ante las palabras incomprensibles de Thom Yorke, como deberían hacerlo Edward y Bella para ver venir el peligro que acecha. Sin desmerecer en absoluto la emoción adolescente y el tono gótico de “Decode”, la sofisticación y el cambio de tono oblicuo de “15 Step” desmienten el mito de que Crepúsculo no fue nunca cerebral y adulta.

    “Rosylin” de Bon Iver y St. Vincent - ‘Luna Nueva’ (2009)

    Cada vez que “Rosylin” suena en cualquiera de mis reproductores… Lloro. ¿Por qué? Escúchala y me cuentas. “Rosyln” es una de las piezas más etéreas y dolorosas de toda la saga. Necesita tocar la fibra sensible, porque suena en los momentos en que Bella se abandona tras la partida de Edward en Luna nueva, y aunque ahora lo podemos ver con descreimiento, así suena un corazón roto, el vacío absoluto, las entrañas para afuera.

    La fragilidad en la voz de Justin Vernon y la ternura de St. Vincent crean una auténtica neblina emocional minimalista, introspectiva, fantasmática. Comparada con “Slow Life”, que ofrece un respiro luminoso, “Rosyln” es la sombra que antecede a esa esperanza. Es un momento de absoluta quietud en el caos, donde la tristeza no se grita, sino que se susurra hasta desvanecerse.

    “Decode” de Paramore - ‘Crepúsculo’ (2008)

    “Decode” debería ocupar el número uno en esta guía, porque no ilustra un momento puntual de la saga, sino que representa el espíritu de toda la saga en general. Esta es mi opinión, y de aquí no me bajo. Ahora, quien no lo tenga claro a estas alturas es que no ha visto Crepúsculo. Hayley Williams traduce el gran corazón de la saga, el amar lo que podría destruirte, en lenguaje sonoro.

    Es visceral, juvenil y apasionada, perfecta para una etapa en que los sentimientos se viven con una intensidad rotunda. Si “15 Step” observa el conflicto desde lejos, “Decode” se lanza al fuego gritando, quizás de placer, pero seguro que de dolor. Y no, esto no tiene que ver sólo con los vampiros. ¿Quién no ha sentido el máximo goce con una satisfacción oscura y profunda?

    “I Didn’t Mean It” de The Belle Brigade - ‘Amanecer: Parte 1’ (2011)

    Si esta es la única canción de La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 1 (2011) en nuestra guía, no se debe a la falta de calidad del recopilatorio. Más bien al contrario, porque aquí incluso toca Theophilus London, y su “Neighbors” es un himno nacional para mí. Sin embargo, en esta guía he priorizado encontrar aquellas canciones que sintetizan lo que Crepúsculo fue, y cómo se oyó. Y por ello, la oda punk de The Belle Brigade ha echado raíces en esta lista: Amanecer - Parte 1 es de sufrirla, por mucho que conozcas el final de la historia.

    El embarazo, el rostro de Renesmee, todo está mal. No obstante, frente a la gravedad de canciones como “Ghosts”, esta pieza es liviana, casi juguetona, como si perteneciera a un mundo anterior a los compromisos eternos del matrimonio de Bella y Edward. Porque este matrimonio necesitaba una perspectiva más humana: errores, torpeza y humor dentro del amor absoluto, eterno y algo pesado.

    “Ghosts” de James Vincent McMorrow - ‘Amanecer: Parte 2’ (2012)

    Absoluta piel de gallina. Seguramente recuerdes cómo acompañaba esta canción al cierre de La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 2 (2012). El tono etéreo, sostenido por la voz celestial de McMorrow, envuelve la atmósfera de Amanecer: Parte 2 en una paz melancólica. Es una canción sobre el recuerdo, sobre lo que queda después de la tormenta. Encapsula –y aquí me lanzo a la piscina– lo que sentimos cuando pensamos en todas las vidas que no hemos vivido y quizás las echamos de menos.

    Muy cerca del “hoa hoa hoa” de “Black Eyes”, su instrumentación mínima y su ritmo lento evocan un final volcado a la trascendencia. Y no es una promesa dulce como la de “Flightless Bird, American Mouth”. “Ghosts” apela a la melancolía, al cansancio dulzón del final de los buenos y largos días.

    “Slow Life” de Grizzly Bear con Victoria Legrand - Luna Nueva (2009)

    Victoria Legrand, por cierto, de Beach House. Si todos los artistas de las bandas sonoras de la franquicia se juntaran, podrían organizar un auténtico Primavera Sound. Pero nada más lejos de la vida que “Slow Life”, que suena en Luna Nueva cuando Bella se lanza al acantilado y cae al mar. Reprodúcela y húndete en agua pesada, eso sí, con el conocimiento de que hay algo –o alguien– más allá. A esta certeza inútil se debe el poder del tema, suspendido en el tiempo como quien paladea los momentos de no-retorno.

    Podría romantizar el suicidio, pero así es el poder de la música y de la ficción en general: que sin palabras nos permiten raspar el corazón embellecido de vivencias a las que nunca deberíamos acercarnos.

    “Flightless Bird, American Mouth” de Iron & Wine - Crepúsculo (2008)

    Ya tocaba… Esta canción suena en uno de los momentos más icónicos de Crepúsculo: el baile final entre Bella y Edward (sí, a punto de ser interrumpida por “15 steps”). La voz cálida de Sam Beam y la letra –sobre los ciclos inevitables de la vida, entre pajarillos y gatos viejos– evocan una infancia que antaño, cuando descubrimos las novelas, nos moríamos por abandonar, literalmente.

    Pero cómo decirle que no a las armonías de Iron & Wine, a su tempo lento y atmósfera íntima. Aquí nos rendimos al amor romántico, ni que sea durante unos instantes, mientras los tortolitos se prometen compromiso eterno y nos dejan con las ganas. Seguro que a Bella no le ayudaría escucharla en la película siguiente.

    “Eclipse (All Yours)” de Metric - Eclipse (2010)

    ¡Subidón! Porque, como demuestran las dos canciones de La saga Crepúsculo: Eclipse (2010) que he guardado para el final, también Crepúsculo escribió sobre la alegría y las promesas del amor joven. “Eclipse (All Yours)” aparece para cerrar los créditos finales de la primera trilogía, el arco de las dudas. A partir de ahí, Bella, Edward y Jacob irán con todas. Interpretada por las fantásticas Metric (responsables de “Black Sheep” en Scott Pilgrim contra el mundo, capaces de todo) la canción combina una base rítmica constante con sintetizadores brillantes, sobre la voz clara y contenida de Emily Haines. Su tono es moderno y melódico, enérgico y suave. Elegancia, pop, romanticismo y desgarre. Si esto no es Crepúsculo, que me aspen.

    “Jonathan Low” de Vampire Weekend - Eclipse (2010)

    Junto a “Eclipse (All Yours)” y a un puñado más de temas con garra, como “Chop and Change” –un auténtico hito en la carrera de The Black Keys–, la demostración de que en Eclipse había también mucho, mucho humor. Esta es una canción que mira el conflicto amoroso con cierta ironía, como si observara desde fuera la intensidad con que Bella vive su dilema: que si Edward o Jacob, niña, aclárate.

    Frente al tono solemne de “Eclipse (All Yours)”, esta pieza es juguetona, casi burlona, con guitarras limpias y un ritmo saltarín, una alternativa terrenal al amor trágico. La ligereza melódica no la hace superficial, sino humana. Es el champín que agradeces en una noche pasada de vueltas, el contrapunto necesario para equilibrar la intensidad emocional de la película. Y de la saga, si me apuras.

  • 9 películas navideñas españolas para ver estas vacaciones de invierno

    9 películas navideñas españolas para ver estas vacaciones de invierno

    Héctor Llanos Martínez

    Héctor Llanos Martínez

    Editor de JustWatch

    Es cierto que la comedia de terror El día de la bestia y el thriller El crack 2, dos de las películas más relevantes del cine español, están ambientadas en Navidad, pero sus tramas no están precisamente relacionadas con la paz y el amor propias de estas fechas.

    En cambio, sí que hay muchos títulos locales que resultan perfectos para hacerse un plan de peli y manta durante las vacaciones de Nochebuena, Nochevieja y el día de Reyes.

    Si te gustan las películas navideñas y el cine español, te cuento qué 9 títulos puedes disfrutar estas vacaciones.

    La leyenda de Klaus (2019)

    La más familiar, la más animada (en sentido literal y metafórico) y la más internacional de esta lista es La leyenda de Klaus. Lo mejor de ella es su estética y su calidad técnica. Se nota que todos los dibujos están hechos a mano, lo que le da ese valor añejo que se aprecia tanto en una película de temática navideña. Si los personajes y la historia sobre la amistad de un cartero del círculo polar y un misterioso carpintero llamado Klaus estuvieran mejor desarrollados, los espectadores adultos disfrutarían más del visionado. Pero para los niños es un título perfecto. Gracias a Netflix, esta película pudo verse en todo el mundo y lograr una nominación al Óscar a mejor película de animación. Su gran mérito es que no se parece ni a Pesadilla antes de Navidad ni a ninguna película de Disney. Tiene personalidad propia.

    La gran familia (1962)

    Si en España hay un gran clásico navideño ese es La gran familia. Teniendo en cuenta que se rodó en la España de los sesenta, es inevitable que esta historia de un matrimonio con 15 hijos no defienda algunos valores algo rancios. Pero en muchos aspectos es la respuesta española a Qué bello es vivir. Inolvidable momento cuando Chencho, uno de los 15, se pierde en la Plaza Mayor de Madrid. Alberto Closas, Amparo Soler Leal, Pepe Isbert y José Luis López Vázquez son realmente carismáticos interpretando a los cuatro protagonistas adultos de esta historia, en la que tanto se inspira la saga de Santiago Segura Padre no hay más que uno.

    Plácido (1961)

    Plácido es sin duda la mejor película de la lista, un clásico del cine español que no ocupa el primer puesto porque su trama no cumple del todo con el espíritu navideño. El origen de la trama no es una familia numerosa, sino la crítica a esa campaña solidaria franquista llamada "Siente a un pobre a su mesa". Luis García Berlanga desarrolla como nunca su habilidad para retratar la picaresca española en esta historia en la que personas necesitadas comparten mesa en Nochebuena con familias acomodadas. Es comedia costumbrista, pero no renuncia a la ácida mirada del director, tratando temas que ya abordó en Bienvenido Mr. Marshall. Especialmente disfrutable es comprobar cómo evitaba con audacia la censura española, enviando mensajes mucho menos conformistas que los de La gran familia española.

    Noche de reyes (2001)

    Miguel Bardem, como no podía ser de otra manera, es un heredero de la generación del Luis García Berlanga de Plácido y de su propio padre, el cineasta Juan Antonio Bardem. En Noche de Reyes, mantiene esa actitud subversiva de sus mayores y acierta al adaptar la historia a los nuevos tiempos. Reyes Magos que roban los juguetes a los niños, Papá Noel pegando palizas y polémicos belenes humanos explotan el lado grotesco de las cosas, en especial de la sociedad española, en esta historia que no olvida tener su parte entrañable, para cumplir con los mínimos de una película Navideña. Lo consigue con la trama de un padre de familia que acude a su casa a celebrar las fiestas con una buena noticia bajo el brazo. Y salen en ella leyendas como Kiti Mánver y Héctor Alterio.

    Padre no hay más que uno 3 (2022)

    La tercera entrega de esta saga tan taquillera creada por Santiago Segura a partir de todos los tópicos posibles sobre la familia española está ambientada en Navidad. Y ahí es donde la historia no puede parecerse más a clásicos como La gran familia. Padre no hay más que uno 3 se beneficia del carisma de Toni Acosta, la madre de la familia, y de Luna Fulgencia, la niña que interpreta a una de las muchas hijas del matrimonio protagonista. Comedia aparentemente blanca con algún mensaje propio de la España de los sesenta, pero que mantiene el interés durante todo el metraje, a pesar de lo intrascendente de sus tramas, que se ajustan con éxito a las pretensiones de la película.

    A mil kilómetros de la navidad (2021)

    Netflix nos regala otra película inofensiva en la que un treintañero odia la Navidad porque todas las desgracias en su vida han ocurrido en esas fechas. El director Álvaro Fernández Armero se ha pasado más de 30 años rodando comedias con encanto con actores con encanto. Y toda esa experiencia se nota en A mil kilómetros de la Navidad. Quizá no tiene el encanto de Nada en la nevera o Todo es mentira, las películas que le hicieron famoso en los años noventa, pero se asegura tener todo lo que necesita una película de este género: buenas intenciones, una gran ambientación y resultar lo suficientemente entretenida como para que se te pase la tarde volando mientras la ves. Lo más parecido en esta lista es La primera noche de mi vida.

    La primera noche de mi vida (1998)

    Miguel Albaladejo es coetáneo de Álvaro Fernández Armero y eso se nota si comparamos La primera noche de mi vida con A mil kilómetros de la Navidad. Como ocurre en la película de Netflix, aunque rodada casi 25 años antes, un grupo de personajes se mantienen encantadores a pesar del infortunio en esta comedia ambientada en la Nochevieja de 1999. Se nota el sello en el guion de la escritora Elvira Lindo, que combina muy bien el humor costumbrista con una sensibilidad que no resulta cursi. Es como una de esas películas corales de Hollywood (Love Actually), pero con estrellas españolas y anterior a todas ellas. 

    ¡Se armó el belén! (1970)

    Otro exitazo del cine español predemocrático es ¡Se armó el Belén!, que coloca a Paco Martínez Soria en otra de las situaciones surrealistas. Esta vez, sustituye a su habitual personaje de hombre de pueblo en la gran ciudad por el de cura de pueblo que tiene que predicar el evangelio en un peligroso barrio de Madrid. Destaca en sus diálogos y la capacidad de su guion para crear situaciones divertidas. Pero no se caracteriza por ser muy original: hay buenos, hay malos y ganan los buenos. Es una película inofensiva apta para toda la familia, aunque quizá convenga poner en contexto la historia a los espectadores más jóvenes. Esta película es todo de lo que Luis García Berlanga y su guionista Rafael Azcona se burlan en Plácido.

    Reyes contra Santa (2022)

    Otra película que sabe combinar cine familiar con una trama que mantiene el interés lo suficiente para que niños y adultos aguanten hasta el final es Reyes contra Santa. Esta vez, abraza el tono fantástico al hacer de sus protagonistas a los Reyes Magos y Papá Noel. La rivalidad entre unos y otros da pie a un puñado de gags graciosos y es una historia perfecta para espectadores adultos que busquen disfrutar de una comedia que no encierre mensajes políticas en sus chistes o situaciones.

  • Cómo ver todas las películas nominadas al Globo de Oro 2026

    Cómo ver todas las películas nominadas al Globo de Oro 2026

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    ¡Hay que ver! La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, al cargo de los 83º Globos de Oro, ha remontado mucho en estos años de competencia directa con los premios de la Academia: ahora ya no todas las categorías se sienten como un aplauso sin más a lo que ha funcionado bien en taquilla, y hay algunas sorpresas mayores en las películas que figuran entre las nominadas (y las que no). Por ejemplo, ¿dónde está Caza de brujas de Guadagnino? ¿Por qué no se la nomina más, si es muchísimo más actual que el Frankenstein de Del Toro? Ahí lo dejo.

    La siguiente lista quiere asegurarse de que has visto las más relevantes de cara a la gran noche del 11 de enero, que también has de llevar bien apuntadas de cara a los Oscars. Las cabezas de la quiniela están claras, aunque las categorías podrían bailar en nuestras cabezas: Una batalla tras otra acumula el mayor número de nominaciones, con nueve, incluida la de Mejor Película Musical o de Comedia. La otra gran triunfadora, Los pecadores, mucho más musicada y con un humor negrísimo, ha sido nominada a su vez a Mejor Película Dramática, donde competirá con Hamnet, para la que –por competencia y por talante– yo anticipo un mejor futuro en los Oscars.

    En fin: entra lista, que ordenamos por número de nominaciones.

    ‘Una batalla tras otra’ de Paul Thomas Anderson

    Mira, el recorrido de Una batalla tras otra (2025) hasta hacerse con las nueve nominaciones que lleva de cara a los Globos de Oro es bastante inverosímil. Hace meses, en mi guía a Las aspirantes a los Oscars 2026, según Venecia y Toronto, comentaba qué tan arriesgado era no haber presentado la película en ningún festival importante y qué extraño resultaba que Paul Thomas Anderson se hubiera posicionado igualmente al frente de todas las predicciones.

    ¿Supera una buenísima película de acción la necesidad de mucho marketing o alfombras rojas? Parece que así lo acreditan las cinco nominaciones a la mejor interpretación, además de las consideraciones a Mejor Comedia, Mejor Director y Mejor Guion. Mi opinión: si Jacob Elordi por Frankenstein le arrebata a Benicio del Toro su premio por ser el mejor sensei del cine contemporáneo… Me enfado.

    ‘Valor sentimental’ de Joachim Trier

    ¡Ocho nominaciones! ¡Para un cineasta noruego, con una película de personajes! Coló su éxito en las nominaciones del Cine Europeo, pero… No me creo que la segunda película más nominada sea Valor sentimental (2025), que no tiene cara de Globo de Oro aunque ganara el Gran Premio de Cannes. Porque esto no tiene el caché de la Blue Moon de Linklater. Entre las nominaciones, la de Mejor Película Dramática, Mejor Película en Habla No Inglesa, Mejor Director y Mejor Guion.

    Pero espero que las alegrías vengan de las interpretaciones: Mejor Actriz para Renate Reinsve, Mejor Actriz de Reparto (para Elle Fanning e Inga Ibsdotter Lilleaas) y Mejor Actor de Reparto (para Stellan Skarsgård). En fin, una ahijada del mejor cine de Ingmar Bergman, con Joachim Trier asegurándose de que La peor persona del mundo (2021) no fue todo lo que en Drama podía exprimir.

    ‘Los pecadores’ de Ryan Coogler

    Ryan Coogler, que rescató la taquilla estadounidense gracias a Los pecadores (2025) y que con esta versión de Abierto hasta el amanecer (1996) ha merecido todo el aplauso de la crítica, merece –¡como mínimo!– todas las nominaciones que ha acaparado. Estas son hasta siete, que incluyen Mejor Película Dramática, Mejor Director y Mejor Logro Cinematográfico.

    Aunque, por suerte, ni que se fuera de vacío olvidaremos pronto el tenso entramado de romances, peleas y traiciones que en el granero de Coogler se arma a lo largo de una noche. Ni, cómo no, la banda sonora a base de clásicos de blues que, reinterpretados, ponen la piel de gallina al más blanco de los payos. Igual que El agente secreto de Kleber Mendonça Filho, Los pecadores llegó para colmar los libros de historia.

    ‘Hamnet’ de Chloé Zhao

    La épica inflama-lacrimales de Chloe Zhao lleva seis nominaciones en varias categorías de drama, aunque sorprendentemente Paul Mescal (el señor William Shakespeare) no se encuentra nominado a Mejor Actor Principal, sino de Reparto junto a mi querido sensei Benicio del Toro, de Una batalla tras otra. Quizás así tenga más números Hamnet (2025) de hacerse con premios a tutiplén…

    Sólo un dato: para el relato basada en una novela de Maggie O’Farrell, se ha vendido como el trasfondo conmovedor para la creación de la obra magna de Shakespeare, Hamlet. En realidad, tanto conmovió al público de Toronto que se erigió como la mejor valorada en las encuestas. Y ya sabemos que de las 18 últimas merecedoras de este reconocimiento, 16 han sido nominadas a Mejor Película en los Oscars.

    ‘Frankenstein’ de Guillermo del Toro

    Me huelo a que Frankenstein (2025), con cinco nominaciones en las categorías principales más un reconocimiento al Mejor Sonido, tendrá una noche triste. Porque hay contendientes más poderosas en Película de Drama, en Director, en Actor de Reparto para Jacob Elordi y en Actor de Drama para Oscar Isaac. Lo cual nos apena, porque se trata de un proyecto personalísimo de Guillermo del Toro (nacido hace más de veinte años) y no, no es una película de terror convencional.

    Ver las maneras de Jacob Elordi como la Criatura y a Oscar Isaac riéndose de las estrellas del rock como el Doctor Frankenstein, la verdad, tiene su gracia. Igual que La cumbre escarlata o El callejón de las almas perdidas (2021), puede dejar fríos a quienes ya conozcáis el Frankenstein literario o el que adaptó Kenneth Branagh en Frankenstein de Mary Shelley (1994), pero el espectáculo audiovisual bien merece una entrada.

    ‘Un simple accidente’ de Jafar Panahi

    Ganó la Palma de Oro, pero las cuatro nominaciones nos han pillado igualmente por sorpresa, incluyendo Mejor Película Dramática, Mejor Película en Habla No Inglesa, Mejor Director y Mejor Guion. Sería de justicia, señores votantes de los Globos de Oro, que Un simple accidente (2025) no se fuera de vacío. Resulta tan injusto que el iraní deba cumplir con un año de condena al volver a su país por haberla dirigido, como fueron injustas todas las otras condenas que el régimen lleva aplicándole como cineasta opositor en primera línea de tiro.

    Sólo por ello, ya deberíamos prestar más atención a este thriller en clave de high concept (¿qué harías si creyeras reconocer al torturador del régimen con el que conviviste durante años pero no estuvieras seguro?), antes que a la pornomiseria recalcitrante de La voz de Hind (2025). Es mi opinión, pero vivimos en tiempos de lágrima fácil y apolítica. Que se lo digan a Zhao con Hamnet.

    ‘No hay otra opción’ de Park Chan-wook

    El director de La doncella (2016) y Oldboy (2003) regresaba en Venecia medio de tapadillo, evidenciando lo que Una batalla tras otra confirmó: que los festivales nos dan pocas pistas sobre los premios posteriores. Triple nominada, a Mejor Película de Habla No Inglesa, a Mejor Película de Musical o Comedia y a Mejor Actor (Lee Byung-hun), No hay otra opción (2025) es mitad comedia negra y mitad thriller criminal.

    La nueva de Park Chan-wook, basada en Arcadia (2005), sigue a un tipo al que despiden de una empresa papelera y sus intentonas para encontrar otro trabajo. El hombrecillo (Lee Byung-hun) encuentra a los siete hombres que podrían ocupar el puesto que por derecho le corresponde y los mata sistemáticamente. ¡Y qué talento!

    ‘El agente secreto’ de Kleber Mendonça Filho

    Como para No hay otra opción, también cayeron tres candidaturas a la emoción y la pertinencia política de Kleber Mendonça Filho y Wagner Moura en El agente secreto (2025), una relectura crepuscular al género del thriller de espías que amaréis quienes descubristeis el giro al survival de Bacurau: Tierra De Nadie (2019). En este caso, competirá directamente con la de Park Chan-wook en Mejor Película de Habla No Inglesa, Mejor Película de Musical o Comedia y a Mejor Actor (para Moura, fantástico).

    Ojalá me equivoque, pero me falta ver potencial verdadero en una película que cautivó al público de Cannes, donde ganó a Mejor Dirección, pero que después no ha tenido una repercusión mediática mucho mayor.

    ‘Las Guerreras K-Pop’ de Chris Appelhans y Maggie Kang

    Resulta extrañísimo listar este descomunal éxito de la temporada al lado de El agente secreto, la gema de autor de Mendonça Filho, ¿no? Pero Las Guerreras K-Pop (2025) lleva tres nominaciones a sus espaldas. La primera, a Mejor Película de Animación, compitiendo con Arco de Ugo Bienvenu y con Little Amelie, otra perla.

    Las aventuras coloridas de las superguerreras (y superestrellas) del k-pop, las HUNTR/X Rumi, Mira y Zoey, pueden comerse las otras candidatas a base de canciones pegadizas, ritmo de shonen y unos visuales de rechupete. También, porque a saber si el cuerpo de votantes tiene realmente en la cabeza a las perlas del cine europeo…

    ‘Blue Moon’ de Richard Linklater

    ¡No hay uno si no dos, Richard Linklater en las nominaciones! ¡Maravilla! Una de las mayores sorpresas de los Globos de Oro ha sido la nominación de los dos retratos del cineasta sobre artistas que este año hemos visto en festivales: su carta de amor a Jean-Luc Godard en New Wave (2025) y su drama biográfico sobre el letrista de Broadway Lorenz Hart en Luna Azul (2025), ambas en la categoría de Mejor Película, Musical o Comedia (y para la segunda, una nominación por la magnífica actuación de Ethan Hawke).

    Ambas películas resultan relativamente discretas en comparación con producciones de primera línea que han sido bastante desairadas como Wicked: Parte II (2025) o incluso Jay Kelly (2025), lo que hace que su inclusión aquí sea aún más notable. ¡En fin, vedlas las dos! ¡Doble alegría!

  • Leonardo DiCaprio: sus 10 mejores películas, ordenadas

    Leonardo DiCaprio: sus 10 mejores películas, ordenadas

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Galán de los 90 desde Titanic y protagonista de algunas de las películas más populares o de directores más importantes de la época, no hay duda de que Leonardo DiCaprio es uno de los actores más famosos y reputados de nuestro tiempo. Y ahora, con Una batalla tras otra, suma al reconocido director Paul Thomas Anderson a su lista de colaboradores notables.

    Con una carrera que abarca casi cuatro décadas, el actor cuenta con más de tres decenas de créditos en la gran pantalla, frente a la cámara. ¿Pero cuáles son sus mejores roles a la fecha? Este es nuestro top 10 de películas de Leonardo DiCaprio, ordenadas de la “peor” a la mejor.

    10. Érase una vez en… Hollywood (2019)

    DiCaprio ha colaborado en dos ocasiones con el director Quentin Tarantino (siendo la primera Django desencadenado), pero si hubiera que elegir una por méritos de su interpretación, nos quedamos con Érase una vez en… Hollywood. Situada en 1969, con la amenaza de Charles Manson en el horizonte, su trama sigue a Rick Dalton (DiCaprio), un actor de televisión cuya carrera va en declive. El actor no brinda su interpretación más espectacular ni intensa aquí, pero sí la más matizada para caminar la delgada línea de patetismo entre el drama y el humor, en un mundo nostálgico por un pasado que ya no existe.

    Es el homenaje de Tarantino al final de la que, posiblemente, fue una de las mejores décadas en la historia del cine, estilísticamente mucho más contenida que otras películas suyas como Pulp Fiction. Podría decirse que hizo su propia iteración de El artista.

    9. El lobo de Wall Street (2009)

    Junto con Robert De Niro, Leonardo DiCaprio es uno de los más notables colaboradores de Martin Scorsese, con quien ha realizado la mayor parte de sus mejores interpretaciones. Más abajo en este conteo encontramos a El lobo de Wall Street, drama biográfico sobre Jordan Belfort en el que se zambulle en los grotescos excesos de los yuppies de casas de bolsa en los 80 y 90.

    La historia de adicciones, crimen y demencial libertinaje contada por el propio protagonista en retrospectiva puede parecerse a una iteración más de Uno de los nuestros, también de Scorsese. Y en cierto modo, sí que lo es, como una actualización más autorreflexiva y situada en el mundo (y época) de Wall Street.

    8. El renacido (2015)

    Después tenemos El renacido, oscarizada película dirigida por el mexicano Alejandro González Iñárritu, basada en la novela histórica homónima de Mark L. Glass sobre el explorador, comerciante y cazador Hugh Glass. DiCaprio interpreta al protagonista, cuya historia de supervivencia es notable, entre otras cosas, por haber sobrevivido al brutal ataque de una osa.

    Es una de las actuaciones más famosas de DiCaprio en años recientes, impactante por su intensidad emocional en un panorama hostil y circunstancias desoladoras. Además, le mereció su primer Oscar (luego de cinco nominaciones). Si te gustan las películas sobre personajes que sobreviven en parajes impresionantes y opresivos durante tiempos más precarios, como en El hombre del norte o westerns con personajes turbios como Centauros del desierto, será para ti. 

    7. Origen (2010)

    Una de las películas emblemáticas del popular director Christopher Nolan también fue protagonizada por Leonardo DiCaprio, aunque acompañado de un fenomenal elenco con nombres como Tom Hardy, Elliot Page, Ken Watanabe y Cillian Murphy. En Origen (Inception) interpreta a Dom Cobb, líder de un equipo clandestino especializado en una forma de espionaje y sabotaje corporativo que consiste en crear sueños compartidos para infiltrarse en las mentes de sus víctimas y robar información.

    Más cerebral que emotiva, es una película que ha sido comparada—en un contexto poco favorable—con Paprika de Satoshi Kon, que también lidia con la infiltración de sueños desde una ciencia ficción surrealista. También será buena opción para ti si disfrutas de películas donde se desdibujan las fronteras entre realidad e ilusión, como Matrix.

    6. Una batalla tras otra (2025)

    Leonardo DiCaprio brinda una de sus actuaciones más divertidas—y tan compasiva como antipática—en Una batalla tras otra, de Paul Thomas Anderson (PTA). Interpreta a "Ghetto" Pat Calhoun, quien años después de haber participado en una resistencia de extrema izquierda y tenido una hija con su compañera (Perfidia Beverly Hills), ha perdido su espíritu de lucha. Mismo que debe recuperar cuando el pasado lo alcanza y su hija (Chase Infiniti) cae en garras de un antiguo enemigo (Sean Penn).

    Aunque formalmente tan formidable como otros trabajos de PTA, no tiene la incisividad de otras obras suyas, si la comparamos con Pozos de ambición, por ejemplo. Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee sería una película mucho más punzante en su política, si somos sinceros, pero DiCaprio entrega un gran trabajo aquí. No la colocamos más arriba en el conteo sólo porque ha dado otras actuaciones similares y mejores en el pasado.

    5. Titanic (1997)

    Probablemente la película que hizo una estrella internacional de Leonardo DiCaprio (y de Kate Winslet), así como un galán para una generación entera, es Titanic. El trágico drama histórico sobre dos amantes de diferentes clases sociales, condenados por el naufragio de la embarcación trasatlántica en 1912, fue uno de los grandes sucesos de taquilla de su tiempo, y funciona gracias a la dinámica entre Jack y Rose, siendo el primero el modesto pero encantador artista que le brinda a la segunda la experiencia de un amor intenso y sincero.

    Dirigida por James Cameron, es una película que toma el manual del espectáculo logrado con La última noche del Titanic y lo multiplica por 20 para convertirse en la dramatización definitiva sobre el tema. En términos de romance, sin embargo, es una película que te gustará más si prefieres el romanticismo de historias como El diario de Noa.

    4. Infiltrados (2006)

    Otra de las grandes colaboraciones de Scorsese con DiCaprio es en Infiltrados (The Departed), donde interpreta a un oficial de policía en una situación por demás tensa: tiene que infiltrarse en la organización de un peligroso mafioso (Jack Nicholson), al tiempo que un hombre leal a éste se ha infiltrado en la policía. La constante tensión, peligro y presión de mantenerse encubierto a cualquier costo brinda a DiCaprio la oportunidad de presentar un personaje en un pronunciado declive psicológico que se contagia a través de la pantalla.

    La película es remake de la producción hongkonesa Juego sucio (Infernal Affairs), que es incluso superior a la de Scorsese (que ya es decir). Ambas son maravillosas opciones si te gustan las historias intensas sobre dobles agentes en mundos criminales, como Reservoir Dogs de Tarantino.

    3. Los asesinos de la Luna (2023)

    La más reciente colaboración de Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio (hasta ahora) ve a éste en un papel totalmente contrario al tipo: no un galán ni un héroe conflictuado, ni mucho menos un antihéroe encantador. En Los asesinos de la Luna (Killers of the Flower Moon), anti-wéstern basado en el libro de Eric Roth, el actor interpreta un rol deleznable y patético: Ernest Burkhart, un veterano de la Primera Guerra Mundial que se vuelve cómplice de su tío (Robert De Niro) en un complot para robar propiedad del pueblo Osage, lo que incluye envenenar lentamente a su esposa indígena, Mollie (Lily Gladstone).

    Es una película que deconstruye uno de los grandes mitos de la riqueza americana, revelando profundas injusticias contra los pueblos nativos en el nombre de una avaricia malvada, muy similar a Pozos de ambición de PTA o, si nos vamos más atrás, Avaricia de Erich von Stroheim.

    2. Atrápame si puedes (2002)

    En la cúspide de su galanura jovial, DiCaprio colaboró con Steven Spielberg en Atrápame si puedes, comedia criminal basada en las experiencias de Frank Abagnale Jr. En el papel principal, DiCaprio es encantador como un encantador joven que realizó millonarias estafas haciéndose pasar por piloto aviador y doctor, entre otras profesiones, con un agente del FBI (Tom Hanks) tras su pista.

    Aunque la veracidad de la historia de Abagnale ha sido cuestionada en tiempos recientes, es una divertida película en la que DiCaprio saca a relucir su carisma, en una historia que disfrutarás si te gustan los engaños increíbles inspirados en hechos como La gran estafa americana y Roofman: Un ladrón en el tejado.

    1. El aviador (2004)

    La segunda colaboración entre Leonardo DiCaprio y Martin Scorsese (después de Gangs of New York) vio al actor en la cumbre de sus poderes. El aviador es un drama biográfico sobre el multifacético y excéntrico millonario Howard Hughes, que dejó marcas tanto en el mundo de la aviación como del cine antes de su declive mental por su severo desorden obsesivo compulsivo.

    Es, en varios modos, similar a El ciudadano Kane de Orson Welles, pero también a dramas sobre mentes brillantes y atormentadas como Una mente maravillosa.

  • Las mejores películas de Joachim Trier, de peor a mejor

    Las mejores películas de Joachim Trier, de peor a mejor

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    La regularidad, la diversidad y el éxito de la carrera de Joachim Trier sorprenden, pero no sólo porque resulte excepcional en su consistencia, sino también porque el cine nunca fue la primera opción para él. Hijo y nieto de cineastas, el noruego aspiraba a convertirse en el nuevo Tony Hawk hasta que se dio de bruces contra la realidad: sus puertas estaban abiertas en el séptimo arte. A los 23 se apuntaba a la escuela de cine y empezaba una aplaudida trayectoria en el cortometraje… Que hoy apunta maneras como apenas unas pocas en Europa.

    De hecho, viendo el éxito de La peor persona del mundo (2021) en los Oscars, donde fue doble nominada superando las homogeneidad estadounidense, y atendiendo a la incorporación de Elle Fanning en Valor sentimental (2025), que llega hoy a nuestras carteleras, se ha rumoreado extensamente sobre si Trier va a “venderse” a la trituradora de Hollywood. De momento, el cineasta lo niega. Sus grandes éxitos están protagonizados todos por seres humanos complejos y el presupuesto mediano-europeo le viene bien para trabajar. Ahora, aún tiemblo al recordar la barrabasada que Hirokazu Koreeda hizo al internacionalizarse con La verdad (2019).

    En fin, para dirimir cuáles son las virtudes de este gran escritor de historias a pie de las calles de Oslo (siempre mano a mano con Eskil Vogt), os proponemos una guía que recopila todos sus trabajos en el largometraje, como director. Todos, excepto The Other Munch (2018), documental sobre el pintor que no está disponible en España. Buscadlo en caso de quedar con hambre de más, porque su filmografía no resulta tan extensa.

    Sí comprobaréis que ha tocado casi todos los géneros y registros (¿le falta la comedia musical romántica o La peor persona del mundo ya cuenta?). Entra un top de todas sus películas, que ordenamos por preferencia personal de peor a mejor. Lee con atención.

    El amor es más fuerte que las bombas (2015)

    Más allá de lo que el cineasta diga, El amor es más fuerte que las bombas (2015) es la película que lo está deteniendo de irse a Hollywood. En pocas palabras, es un drama familiar bastante mediocre en todos los sentidos… Mientras que, a pesar de versar sobre prácticamente lo mismo, Valor sentimental la supera en todos los sentidos. Aquí una familia disfuncional se enfrenta a los diferentes sentimientos y recuerdos de su esposa y madre fallecida, una famosa fotógrafa de guerra a quien da vida (en piloto automático) Isabelle Huppert.

    Yo veo como una tremenda oportunidad perdida que sean tres hombres, cada uno en un momento decisivo de su vida (la mayoría de edad, la paternidad reciente y la madurez como viudo), y que no se estudie de veras cómo hablan ellos cuando están a solas. Ojalá un Los Meyerowitz: La familia no se elige (2017) a la noruega, pero ni el texto de Vogt y Trier brilla, ni lo hace Jesse Eisenberg, protagonista.

    Oslo, 31 de agosto (2011)

    En la víspera de recibir el alta de su rehab, Anders (el actor fetiche Anders Danielsen Lie) aprovecha para visitar a viejos amigos y deambular, aparentemente sin rumbo, por “su” Oslo, teñido por la última luz del verano. Pero el intento de suicidio fallido con el que arranca la película impregna todo lo que viene después: la muerte está siempre presente, de un modo u otro, en las conversaciones que mantiene, en el equinoccio que Trier domina tan bien entre el drama cotidiano y el más existencialista.

    Oslo, 31 de agosto (2011) se basa de forma libre en una novela de Pierre Drieu La Rochelle que Louis Malle adaptó como El fuego fatuo (1963), y que también es fantástica. Y no parece una coincidencia: en su película, Trier –que es pariente lejano de Lars von Trier– mira abiertamente hacia la nouvelle vague francesa, con una aparente ligereza, una melancolía de fondo y el estilo por bandera… Pero los sustituye por la claridad penetrante de la luz noruega y un enfoque plenamente contemporáneo, muy cercano a La peor persona del mundo.

    La maldición de Thelma (2017)

    Recuerdo a la perfección el pase de La maldición de Thelma (2017) en el Festival de Sitges. Tengo muy presentes los resoplidos de los fans del género que habían llegado a aquella Carrie. Un extraño presentimiento (1976) esperando un espectáculo de sangre y tripas a lo Crudo (2016), y se encontraron con la frialdad de la escritura noruega. El despertar queer de Thelma, interpretada por la anti-carismática Eili Harboe, se superpone con varios episodios convulsivos sin explicación y manifestaciones sobrenaturales de lo más inquietantes.

    La maldición de Thelma supone uno de los trabajos más sugerentes de Joachim Trier: una mezcla entre drama íntimo y fantástico, entre los códigos del thriller sobrenatural y la naturalidad de un despertar emocional. Si el público no la ha valorado igual que Reprise, es en realidad porque el género está profundamente desacreditado, casi tanto como los relatos de deseo postadolescente, de represión y miedo hacia una misma. Por eso, los resoplidos en la sala.

    La peor persona del mundo (2021)

    Voy a contrapelo del mundo en general cuando digo que La peor persona del mundo (2021) me parece larguísima. Divididas claramente en tres actos, me aburro cuando las desventuras de Renate Reinsve (en su primera película con Trier, aunque tras la Palma a Mejor Actriz no será la última), una millennial que no tiene claro nada en su vida, carrera y amoríos, se convierten en un drama sosegado, en el desenlace que comparte con Danielsen Lie.

    Será que la tristura de la doble nominada al Oscar me sabe a menos de lo que propone esta ahijada de Sonata de Otoño (1978), o que tengo el corazón de hielo, pero todos truquitos narrativos que Reinsve despliega con gracia antes del clímax se me desinflan cuando la cosa se pone tremendamente seria.

    Reprise. Vivir de nuevo (2006)

    Fue su debut y la primera entrega de la trilogía de Oslo, junto con Oslo, 31 de agosto y La peor persona del mundo, tres documentos de una ciudad en transformación y tres personas que entre sus calles buscan entenderse, expresarse y agarrar al tiempo por las solapas. 

    Sobre las promesas y los regalos envenenados, dos temas que preocupan a cualquiera pero que encantarán a quienes admiren el sabor agridulce de (500) días juntos (2009), versa Reprise. Vivir de nuevo (2006). Se trata de una Ha nacido una estrella en la que dos amigos entran en conflicto cuando el éxito llega a uno (otra vez Danielsen Lie) demasiado pronto y lo tumba hasta internarlo en una clínica (véase Oslo, 31 de agosto) y el otro empieza a creer que nunca llegará. Un drama tremendo que, no por ser el primero es ni un ápice más simplón.

    Valor sentimental (2025)

    Aunque el final de La peor persona del mundo se me antoje demasiado dramático, sí aprecio la más rotunda Valor sentimental (2025), Gran Premio del Jurado en Cannes. Quizás porque comprende mejor las bondades del abuelo Ingmar Bergman, o porque se relame menos las heridas. Renate Reinsve, junto con Stellan Skarsgård y Elle Fanning se unen en un estudio de personaje meta en la que un carismático cineasta se propone rodar una película autobiográfica en la antigua casa familiar (como El amor es más fuerte que las bombas, vamos).

    Aquí Trier explora las complejidades de las relaciones paternofiliales a través de una puesta en escena que, entre el teatro y el melodrama, le permite retratar las vicisitudes sobre cómo la creación artística condiciona la vida misma, y al revés. Y no sé: es menos popular, más irregular, pero también honesta y orgullosa de su propio estómago dramático. Cae peor, pero como crítique me gusta más.

  • Cómo ver las diez mejores películas de 2025 según John Waters

    Cómo ver las diez mejores películas de 2025 según John Waters

    Philipp Engel

    Philipp Engel

    Editor de JustWatch

    John Waters siempre ha sido un hombre de listas, ahí están sus maravillosos relatos Las 101 cosas que amo y Las 101 cosas que odio. Y su lista con las diez mejores películas del año, en este caso del 2025, ha sido siempre de las más esperadas y comentadas desde que inauguró esta tradición en el año 2000. 

    En esta ocasión, la española Sirat, de Oliver Laxe, figura entre las agraciadas. El resto te puede sorprender. Como siempre, te decimos en qué plataformas las vas a poder ver, en el caso de que estén disponibles, y si no lo están, te avisamos de cuando lo estén. Sólo tienes que apuntarte. 

    10. ‘El imperio’, de Bruno Dumont

    John Waters siempre ha sido fan de Bruno Dumont, ya es la décima ocasión desde que empezó a publicar sus listas en la que vota una película del francés. En la de 2013 incluso nos regaló un fantástico coup double al incluir Camille Claudel 1915, la primera película de Dumont con una actriz profesional, Juliette Binoche, y la milagrosa Hors Satan. No es de extrañar pues que se haya enamorado de El imperio, un cruce entre Star Wars y un compendio de todas sus películas. Combina los actores no profesionales de sus primeras películas, como L’humanité, con profesionales como la desopilante Léa Seydoux de France, donde encarnaba a una desalmada presentadora de televisión. En esta aparecen por ejemplo Anamaria Vartolomei y Lyna Khoudri, cada una en un bando de los extraterrestres con apariencia humana que se disputan el control de la Tierra. Las naves recuerdan a la catedral de Jeanne; el humor al de la serie El pequeño Quinquin, que marcó el giro cómico de su filmografía, y los paisajes son los del norte de Francia, donde creció y desarrolló el grueso de su filmografía. El imperio es colosal y no podemos estar más felices con su inclusión en esta lista. 

    9. ‘Mi mamá Jayne’, de Mariska Hargitay

    Tampoco es de extrañar que John Waters haya incluido este Mi mamá Jayne, empático documental sobre Jayne Mansfield vista por su propia hija, que tenía tres años cuando la diva falleció en aquel trágico y escabroso accidente de automóvil. Además de ser un fan declarado de “la otra Marilyn” –inolvidable en Una mujer de cuidado–, alguna vez ha argumentado que la Divine de Pink Flamingos estaba inspirada en ella. También habló de su filia Mansfield en el documental Mansfield 66/67. Siempre es un placer escucharle disertar sobre sus particulares gustos como en El misterio del Pink Flamingo. John Waters es un tipo generoso como pocos. 

    8. ‘Cuando llega el otoño’, de François Ozon

    Otro viejo conocido de John Waters: Ozon ha hecho doblete en dos ocasiones en la lista de Waters, en 2012 con Todo ha ido bien / Peter von Kant, y en su primera lista, con Los amantes criminales / Gotas de agua sobre piedras calientes. También votó en su día por Ricky y Swimming Pool. Vamos que es fan total. En este caso, Cuando llega el otoño está entre un Simenon atípico (La viuda Couderc) y un Chabrol tardío (La flor del mal), y presenta muchos paralelismos con Misericordia, de Alain Guiraudie, la siguiente en la lista…

    7. ‘Misericordia’, de Alain Guiraudie

    Misericordia y Cuando llega el otoño comparten ese ambiente de pequeña ciudad francesa de provincias enturbiada por el crimen, perpetrados por personas aparentemente normales e investigados por atípicos policías, las setas, y un toque homosexual que es más explícito en la de Guiraudie. Las dos plantean nuevos modelos de familia y lazos afectivos inesperados que superan traumas y tabúes, que se pasan por alto en aras de un mutuo entendimiento que no tiene que ver con la consanguinidad. Son películas muy paralelas. Aunque es la primera vez que Waters vota un Guiraudie, cosa bastante rara, ya que El desconocido del lago le pega muchísimo. 

    6. ‘Room Temperature’, de Dennis Cooper y Zac Farley

    Tampoco es de extrañar que Waters sienta debilidad por Dennis Cooper, autor de una novela como Cacheo, y además ya había incluido en su top ten Permanent Green Light (2018) y Little Cattle Towards Glow (2015), las anteriores películas del tándem de Room Temperature. En este nuevo psicodrama, retratan a una familia media americana que, cada año, con la llegada de Halloween, transforman su modesta casa suburbana en una auténtica atracción de feria, cual tren de la bruja. Una película extraña que recuerda al cine de David Lynch, por su mezcla de iconografía americana con un ambiente onírico, y al de Robert Bresson, por la dicción impasible, y como ausente, de sus protagonistas. 

    5. ‘Sauna’, de Mathias Broe

    El mismo John Waters la compara Sauna a Trash, de Paul Morrissey y Andy Warhol, donde Joe Dallesandro se prostituía para obtener su dosis de heroina, aunque recuerda más bien al Weekend, de Andrew Haigh, con vuelta de tuerca: esta vez es un hombre gay el que se enamora de un hombre transgénero. El primero es el que trabaja en una “sauna” de Copenhague limpiando los llamados glory holes. Un romance trans-cis, un género no demasiado transitado. 

    4. ‘Sirât’, de Oliver Laxe

    Está claro que la distribuidora Neon hace bien su trabajo. Ha logrado que John Waters se interese por Sirât, la espectacular película española que, a buen seguro, se colará entre las nominadas al Oscar de Habla no Inglesa, además de arañar alguna nominación más, posiblemente al mejor montaje de sonido y a la banda sonora raver de Kangding Ray. 

    En realidad son muchas películas en una. La primera parte recuerda poderosamente a la saga Mad Max, una aventura en el desierto a bordo de enormes camiones; la subida a la montaña tiene mucho de Carga maldita; el giro dramático parece digno del Haneke de Caché, y la parte final es un viaje interior que podría emparentarse con el de Apocalypse Now. Mucha suerte en los Oscar. 

    3. ‘Oslo Trilogy’, de Dag Johan Haugerud

    Es curioso como John Waters se desmarca de la quiniela de los Oscar donde cotiza alto Valor sentimental, de Joachim Trier, decantándose por otra película noruega con aroma supuestamente bergmaniano, o más bien por otra trilogía de Oslo –Trier también tiene la suya, compuesta por Reprise; Oslo, 31 de agosto, y La peor persona del mundo–. La de Dag Johan Haugerud está compuesta por las películas Sex, Love y Sueños de Oslo, que mereció el Oso de Oro en la pasada Berlinale. De hecho, Ella Øverbye, protagonista de esta última, es casi una fotocopia de la musa de Trier, aunque aquí se enamora de su profesora de instituto. En Sex, son dos deshonilladores que se hacen confidencias: uno, casado, ha tenido una experiencia homosexual, y el otro tiene vividos sueños con David Bowie, mientras que Love explora toda clase de relaciones que desafían las convenciones. La trilogía de Haugerud es decididamente queer, a diferencia de la de Trier, más existencialista, pero ambas comparten una cierta sensibilidad, diálogos trabajados y la necesidad de reflexionar sobre la naturaleza humana en el mundo contemporáneo. 

    2. ‘Destino Final: Lazos de sangre’, de Adam B. Stein y Zach Lipovsky

    Sorprende este súbito interés por la saga Destino Final y por Destino Final: Lazos de sangre en concreto, que Waters califica de “la mejor secuela para la franquicia cinematográfica más cool que ha habido jamás”. En cualquier caso, este revival slasher supera los recientes de Scream y Sé lo que hicisteis el último verano, que se perdían en misterios sin interés en torno a nuevos asesinos que imitaban a sus predecesores, unos aburridos copycat killers, y apuesta por torturar al espectador anticipando lo que está por venir, esas muertes tan inevitables como imaginativas que hace cosa de un cuarto de siglo empezaron bebiendo de La profecía. 

    1. ‘Eddington’, de Ari Aster

    Y aquí llega Eddington, el polémico número 1 con el que Waters se desmarca esta vez de la tendencia general que da por ganador en los Oscar al Paul Thomas Anderson de Una batalla tras otra. Realmente, estas dos películas son dos caras de la misma moneda. Las dos consiguen hablar de la América de ahora mismo partiendo de premisas aparentemente lejanas: Pynchon para PTA y el Covid para Aster, aunque lo hacen desde perspectivas radicalmente opuestas. Aunque ambos directores, tratan de equilibrar su crítica visión de Estados Unidos repartiendo palos por doquier, queda muy claro, en ambos casos, donde han puesto su corazoncito. Los revolucionarios de Una batalla tras otra pueden ser un desastre –Leonardo di Caprio es un calco de El Nota–, pero está tan claro que PTA los ama como que detesta esos campos concentración para inmigrantes que el cine americano todavía no había tenido el valor de mostrar en la gran pantalla. Aster, por su lado, presenta a un Joaquin Phoenix republicano y más psicópata que el paranoico de Beau tiene miedo, más cerca del sheriff thompsoniano de El demonio bajo la piel, pero su ridiculización del otro bando, riéndose de esos chavales blancos que simpatizan con los afroamericanos, muestra que su corazón está con ese loco que se enfrenta al imaginario ejército antifa, como adelantándose a las disposiciones que la Casa Blanca tomó al respecto. Eddington es deliberadamente ambigua, pero, independientemente de las ideas que hay detrás, se pasa de rosca, y por ahí también es lógico que a Waters le pierda. La locura es su debilidad, sea cual sea. 

  • Los mejores cameos de 'Zootrópolis 2', un ranking

    Los mejores cameos de 'Zootrópolis 2', un ranking

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    Ha pasado casi una década desde que Zootrópolis conquistara las taquillas en 2016, presentándonos el misterio de los depredadores desaparecidos que Judy Hopps y Nick Wilde se afanaron en resolver. La ganadora del Óscar a Mejor Película de Animación ha dejado huella, por lo que ahora ha regresado con Zootrópolis 2.

    Además de las voces protagonistas de Ginnifer Goodwin, Jason Bateman o Idris Elba, la secuela trae consigo una auténtica avalancha de estrellas, desde leyendas del videojuego hasta iconos de Hollywood, haciendo cameos sorpresa. Hemos clasificado las 10 apariciones más memorables de la película según su carisma o lo inesperado de su participación en este querido universo animal.

    10. Hideo Kojima como Paul Molebrandt

    El legendario creador de ‘Metal Gear Solid’ hace su debut en el doblaje (en la versión japonesa) como Paul Molebrandt, un topo gruñón que aparece brevemente en una escena de investigación. Kojima, conocido por sus innovadores videojuegos cinematográficos, sale poco tiempo en pantalla, pero participación es un guiño divertido a los fans del gaming. Difícil no sonreír al saber que el visionario detrás de Snake está interpretando a un animalito subterráneo. Recientemente Kojima ha estado lanzando un estudio independiente, con películas en el horizonte, pero de momento nos tenemos que conformar con su documental, Hideo Kojima: Connecting Worlds.

    9. Danny Trejo como Jesús, un basilisco emplumado

    El actor más rudo de Hollywood presta su inconfundible voz rasposa a Jesús, un basilisco emplumado que trabaja como informante en los bajos fondos de Zootopia. Trejo, quien recientemente apareció en Grand Theft Hamlet y continúa siendo una presencia constante en pequeñas producciones de acción, inyecta su intimidante presencia en un reptil que controla información valiosa para la investigación, durante una secuencia ambientada en los túneles subterráneos de la ciudad donde Judy y Nick buscan pistas.

    8. Bob Iger como “Bob Tiger”

    En un divertido movimiento de autoparodia, el CEO actual de The Walt Disney Company aparece como “Bob Tiger”, un tigre empresario que claramente es una versión animalizada de sí mismo. Iger, quien ha liderado algunas de las adquisiciones más importantes de la empresa, como Marvel y Lucasfilm, demuestra sentido del humor al prestarse para un cameo meta-referencial en una escena corporativa con asuntos de negocios en Zootopia, en la que el guion juega con su reputación como magnate del entretenimiento, que recientemente ha triunfado con la adaptación a acción real de Lilo & Stitch.

    7. Andy Samberg como Pawbert Lynxley

    El comediante de Brooklyn Nine-Nine aporta su energía como Pawbert Lynxley, un lince hiperactivo que se cruza con Judy y Nick durante su investigación. Samberg, conocido por su Palm Springs, no es un extraño de la animación contemporánea, siendo una de las voces más versátiles del momento, y aquí crea un personaje nervioso y parlanchín que proporciona alivio cómico en momentos clave, con todo su arsenal de voces extrañas, timing cómico y química con el otro personaje de lince interpretado por Macaulay Culkin(más adelante). Samberg continúa siendo una de las

    6. Shakira como Gazelle

    La superestrella colombiana regresa como Gazelle, la gacela de Thomson que ya apareció en la primera Zootrópolis como la celebrity más importante de la ciudad. El cameo de Shakira no solo es importante por su voz, porque también contribuye con nueva música original para la banda sonora, continuando el legado de ‘Try Everything’. En esta secuela, Gazelle tiene un papel expandido donde usa su plataforma de influencia para ayudar a Judy y Nick. Shakira ha presentado nuevo material discográfico, pero es su canción ‘Pienso en ti’, de hace 30 años, la que aparece en la película Sound of Freedom.

    5. Josh Gad como Paul Moldebrandt

    El bueno de Josh Gad interpreta también (en la versión original) a Paul Moldebrandt, el topo cascarrabias que Kojima encarna en la versión de Japón. Gad, eternamente recordado como Olaf en Frozen y Frozen 2, borda al animal refunfuñón, sarcástico y desconfiado de las autoridades, lo que crea momentos de fricción hilarantes con la optimista Judy. Gad recientemente ha aparecido en proyectos como Central Park y continúa siendo uno de los actores de voz más solicitados en Hollywood.

    4. Macaulay Culkin como Cattrick Lynxley

    El eterno Kevin de Solo en casa regresa a la gran pantalla con un encantador cameo como Cattrick Lynxley, presumiblemente familiar del personaje de Andy Samberg. Culkin ha ido experimentando un renacimiento con apariciones en American Horror Story y otros proyectos, y ahora aporta una voz de distinción a este lince sofisticado que contrasta perfectamente con la energía caótica de Pawbert, al estilo de las mejores buddy movies. Emociona un poco escuchar a Culkin en una película familiar, y su presencia evoca nostalgia inevitable, y más en vísperas navideñas.

    3. Ed Sheeran como Ed Shearin

    El cantautor británico se parodia a sí mismo interpretando a Ed Shearin, una oveja que va a la que esquilan accidentalmente, dejándole la lana en forma de sujetador y tutú. Sheeran, cuyo álbum más reciente continúa dominando las listas internacionales ha aparecido en el documental Ed Sheeran: The Sum of It All, pero no es un extraño de los cameos. El más conocido fue en la serie Juego de Tronos, como un soldado Lannister llamado Eddie, en el estreno de la séptima temporada

    2. Dwayne "The Rock" Johnson como Zeke

    La superestrella de acción más gigantesca de Hollywood tiene un cambio de personaje divertido: mete sus 118 kilos de músculo en Zeke, un diminuto dik-dik, uno de los mamíferos cuadrúpedos más pequeños, creando un contraste hilarante con su físico imponente en la vida real. Johnson, quien recientemente protagonizó Red One tiene pendiente otra película de la factoría Disney, reinterpretando a un personaje en acción real al que ya practicó el doblaje animado, su Maui de Vaiana.

    1. Michael J. Fox como Michael J.

    El cameo más emotivo y perfecto de Zootrópolis 2 tiene como protagonista a la leyenda de Regreso al futuro, quien interpreta a un zorro literalmente llamado Michael J., completando el juego de palabras en inglés —Fox significa zorro— un homenaje que perpetúa la carrera de Fox, quien ha seguido haciendo papeles mientras luchaba públicamente contra el Parkinson durante décadas, un activista incansable a través de su fundación que ha contado su experiencia en el emocionante documental La vida de Michael J. Fox.

  • Estas son las películas navideñas más taquilleras de la historia

    Estas son las películas navideñas más taquilleras de la historia

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    Que lo sabemos: que tantísimas revienta-taquillas se nos han atragantado como un polvorón, porque las mejores películas de Navidad en tantas ocasiones se esconden como los Reyes en las vísperas del gran día. Por ejemplo, quizás no hayas oído a hablar nunca de Tokyo Godfathers (2003) y es lo único que yo veo sobre el espíritu de las fiestas.

    Pero si vas más allá de Zootrópolis 2 (2025), querrás saber qué historias sobre la Navidad funcionan en carteleras, y por lo tanto, porque hay tantísimas propuestas en estas décadas que son un poco lo mismo… Que si un simpático invasor alienígena vestido de rojo (El, que si aventuras familiares o un viaje nevado fantástico. Así que lee con atención. En la siguiente guía desgranamos qué lugar ocupan tus clásicos navideños en el top 10 de películas más taquilleras de la historia, actualizado. Vamos de menos a más taquillero…

    Enchantada Christmas (2003)

    Como alguien que aprecia profundamente el humor de Enchantada Christmas (2003), y que la valora mucho más que películas como ¡Vaya Santa Claus! (1994), entiendo perfectamente que recaudara más de 225 millones de dólares en taquilla y que, además, se haya convertido en una de las películas navideñas más queridas, un lugar seguro al que volver año tras año para tantísima gente. En materia de humor, no ha envejecido un pelo: sigue tan repleta de réplicas memorables, el guion es ágil, está perfectamente medido, y la interpretación de Will Ferrell es tan brillante que hace imposible no encariñarse con el personaje.

    Supongo que por todo esto sigue siendo tan venerada hoy, y que lo acrediten las versiones de El Grinch Pesadilla antes de Navidad (1993)... ¿A quién no le gusta una relectura con gracia del cuento de siempre?

    La jungla 2: Alerta roja (1990)

    Sorprende que no esté en el top diez la película favorita de los padrazos, Jungla de cristal (1988), pero a la vez es interesante ver qué tanto funcionó en salas su secuela, La jungla 2: Alerta roja (1990). Aunque imagino que los ejecutivos ya sabían que tenían entre manos un buen título de acción con el nosequé extra de la nieve por entre las ramas, pocos pudieron prever que Jungla de cristal se caminaría como un clásico sobradamente taquillero… Solo para que su secuela corriera, recaudando incluso más: hasta 240 millones de dólares.

    Aunque no se la recuerda tan a menudo como Solo en casa 2, sigue siendo un regreso solvente al mundo de John McClane, al que ahora miramos con todo el cariño por Bruce Willis. Llena de acción, con ritmo y carisma, la película ofrece una dosis de adrenalina navideña para quienes buscan algo más trepidante que el niño Jesús y/o las ñoñerías familiares.

    Love Actually (2003)

    Ñoñerías como las de Love Actually (2003), cuya recaudación de 245 millones de dólares supone una victoria para las comedias románticas, aunque en mi opinión no para los estándares del cine comercial. Antes que volver a la escenita con las cartulinas, para celebrar lo bonito que es tener una vida y una familia “normal”, yo recomendaría volver a ¡Qué bello es vivir! (1946), más aguda y moderna a pesar de los años. 

    En fin, Love Actually sí es perfecta para quienes disfrutan de historias corales y los líos sentimentales que podrían arreglarse simplemente hablando. Y también prueba que, si más comedias románticas llegaran a la gran pantalla, funcionarían igual de bien que en plataformas, donde el género ya arrasa.

    Batman vuelve (1992)

    Es la mejor película navideña y la mejor y más entretenida de Tim Burton, he dicho. De forma parecida a La jungla 2, nadie esperaba que Batman vuelve (1992) fuera comparable al éxito de la oscura y descomunal Batman (1989). Pero es que no trató de comparársele: Batman vuelve es el primo gracioso que se ríe de ti en la cena de Nochebuena, siempre tuvo la última palabra. Lo que sí sorprende es que no recaudara más de 266 dólares.

    Aun así, teniendo en cuenta que los años noventa no movían las cifras actuales, sigue siendo un logro tremendo para Tim Burton y esta fantástica –repito: fantástica– adaptación camp del universo Batman.

    Polar Express (2004)

    Es mi infancia y la de todes quienes crecimos en los años dos mil. Por ello, el filtro de la nostalgia quizás nos impide dilucidar qué tan rara se ve la película ahora, pero como ocurre con Cuento de Navidad, otra película navideña con animación 3D que logró cifras sólidas, Polar Express (2004) será siempre bienvenida en mis listas. Con más de 20 años a sus espaldas y 315 dólares recaudados, sigue siendo una de las adaptaciones literarias más atractivas visualmente, además de un hito técnico digno de ser estudiado a fondo.

    Sí, puede echar para atrás por el efecto del valle inquietante, pero atrévete a decirme que Toy Story (1995) te parece bonita y nada tétrica. Hay mucho más músculo en la puesta en escena de Robert Zemeckis que en la media de películas animadas actuales.

    Cuento de Navidad (A Christmas Carol, 2009)

    No me enamora como Los Teleñecos en Cuento de Navidad (1992), pero cómo despreciar a este monstruo comercial con 325 millones de recaudación a espaldas… Esta adaptación del clásico de Charles Dickens fue extremadamente taquillera, aunque también le costó a Disney la barbaridad de 200 millones de dólares, todo de un cheque y cuando un dispendio tal no era común.

    Durante todo el siglo pasado hemos ido acumulando películas basadas en la historia de Scrooge, desde Un cuento de navidad (1984) hasta la serie en clave de terror del mismo nombre, Cuento de Navidad (2019). Pero ninguna se ha visto como Cuento de Navidad (2009), la interpretación expresionista en 3D de Zemeckis con Jim Carrey al frente. ¿Por qué? Porque Carrey –y lo demuestra en El Grinch– nunca pasa de moda.

    El Grinch (2000)

    Ahora, cuando lo que anda de moda es la animación a acuarelas detrás de La leyenda de Klaus (2019), una versión peluda, desvergonzada y algo chunga del personaje de Dr. Seuss puede tirarnos para atrás. Aun así, los más de 345 dólares de recaudación de El Grinch (2000) son un número sólido para una película que ya cumple 25 años, que se ha reprogramado en numerosas ocasiones y que flipa a fans de Jim Carrey en La máscara (1994).

    Más allá de la palomita familiar de El Grinch de 2018, este clásico de culto es divertido e inquietante a la vez, y de maquillaje y efectos prácticos –como mínimo– inolvidables. ¿Quién quiere una skincare cuando tiene al gruñón verde por maestro de ceremonias?

    Solo en casa 2: Perdido en Nueva York (Home Alone 2, 1992)

    Solo en casa 2: Perdido en Nueva York (1992) viene primero, porque con casi 359 millones de dólares, no alcanzaría a la taquilla de su predecesora… Pero ved que la reacción del público fue unánime. Y como en Batman vuelve, aquí rompo una lanza a favor de las segundas desventuras de la familia McCallister, porque conserva el alma de aventurilla de la original pero le aporta el toque extra neoyorquino, que tanto nos endulza el espíritu en la gran pantalla.

    Además: la historia de la mujer de las palomas me emociona siempre (¿conocéis la vida de Brenda Fricker, la oscarizada actriz? Es tremenda), o el reencuentro entre Kevin y su madre bajo el árbol del Rockefeller; son algunos de los momentos navideños más tiernos jamás filmados. Quizás comparable sólo con la fragilidad preciosa de Los que se quedan (2023).

    Solo en casa (1990)

    Solo en casa (1990) recaudó –agárrate fuerte– 476.684.675 dólares. Y sólo costó 18. Una de las películas navideñas más taquilleras de todos los tiempos y desde siempre, constituye la prueba de que la garra no pide vaciarse los bolsillos. Absolutamente apta para todos los públicos, no se me ocurre película más divertida e ingeniosa, incluso para personas ciniquísimas como yo, que odio la Navidad en general. Bueno, quizás a excepción de Jumanji (1995), otra aventura doméstica perfecta para compartir durante la digestión.

    El Grinch (2018)

    Y la película navideña más taquillera de la historia es… ¡El Grinch otra vez! Ahora, la versión animada, con casi 539 millones de dólares en taquilla. Que sea más o menos fiel al libro original, en España, nos da bastante lo mismo. ¿Pero cómo resistirse al adorablísimo monstruo verde creado por el Dr. Seuss y recreado con mimo por Dreamworks?

    Bien hecha, entrañable y con un Benedict Cumberbatch espectacular en el doblaje en inglés, El Grinch es ideal para una tarde tontorrona en familia. Más que la de los 2000, claro, que puede traumatizar a tu sobrinito tanto como El gato (2003). Perfecta para quienes disfrutaron de Lorax. En busca de la trúfula perdida (2012) y Horton (2008), aunque mucho mejor animada. Si, de propuestas, no nos faltan.

  • 9 películas que parecen salidas de un libro de Stephen King (pero no son adaptaciones)

    9 películas que parecen salidas de un libro de Stephen King (pero no son adaptaciones)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    Stephen King ha marcado la cultura popular con sus historias de terror: ambientadas en pueblos pequeños, monstruos clásicos modernizados y el mal acechando tras lo cotidiano. Pero no hace falta que el maestro del género escriba más libros para encontrarnos su esencia en la pantalla, su firma sobrevuela muchas películas que, sin ser adaptaciones oficiales, capturan su mezcla única de lírica suburbana, personajes muy humanos y horror de gran concepto que definen su obra. 

    Desde tiburones mortales a poderes psíquicos, esta guía de JustWatch te ayudará a localizar nueve películas que respiran el mismo aire que las mejores novelas de King.

    9. Infierno azul (2016)

    Un thriller de supervivencia en el que una surfista, atrapada en una roca a apenas 200 metros de la costa, es acosada por un gran tiburón blanco que no le permite escapar. El agua despista, pero el planteamiento es calcado al de Cujo, donde una madre y su hijo quedaban atrapados en un coche mientras un perro rabioso les impedía salir, o la historia "La balsa" de Creepshow 2, donde unos jóvenes no podían abandonar su improvisado refugio flotante en medio de un lago, acechados por un extraño chapapote.

    Infierno azul es un ejercicio minimalista de tensión donde el verdadero enemigo no es tanto el depredador como el aislamiento y la lucha psicológica de la protagonista. Jaume Collet-Serra demuestra que menos es más, construyendo el suspense sin necesidad de salir de un único escenario, algo que King domina en sus relatos más claustrofóbicos. No tiene mucho que ver con películas de la lista como Black Phone, pero conecta con thrillers de supervivencia minimalistas como Open Water, con protagonistas luchando contra los elementos y tiburones.

    8. La furia (1978)

    Una extensión espiritual de su Carrie estrenada por su mismo director apenas dos años después, y que, además, sin querer se adelantó a Ojos de fuego del propio King. Aquí, un joven con poderes psíquicos es secuestrado por una organización gubernamental, mientras otra chica con habilidades similares le busca: adolescentes con dones sobrenaturales, conspiraciones gubernamentales y sangre que puede que hasta inspiraran al escritor.

    Brian De Palma despliega su estilo visual característico con cámara subjetiva y efectos gore explosivos, aunque, a diferencia de Carrie, más contenida y trágica, La furia es más ambiciosa y descontrolada, anticipando elementos que King exploraría en Ojos de fuego y La zona muerta. Los fans del terror con poderes paranormales y complots tienen un cruce perfecto entre el suspense hitchcockiano y el horror visceral, comparable también a thrillers parapsicológicos como Scanners de David Cronenberg.

    7. La niebla (1980)

    Antes de que Frank Darabont adaptara la novela homónima de King, John Carpenter creó esta película que aunque no tiene que ver tanto con el proyecto arrowhead, parece una historia de la época ochentera de King. La niebla cuenta cómo un pueblo costero de California es asediado por una bruma sobrenatural que trae consigo a los fantasmas vengativos de marineros asesinados un siglo atrás, un feeling es idéntico al de Creepshow, con su atmósfera de cuento macabro, y la idea de maldición ancestral y comunidad amenazada que recuerda a El misterio de Salem's Lot.

    Carpenter construye el terror con una fotografía que convierte cada aparición de la niebla en una amenaza palpable, jugando con lo que no se ve para crear paranoia. Un equilibrio perfecto entre lo sobrenatural y los secretos rurales de King, como también practica Misa de medianoche, ideal tanto para los que aprecian la claustrofobia de La cosa del propio Carpenter como para quienes consideran que su verdadera adaptación del rey del terror, Christine, está infravalorada.

    6. Phantasma II (1988)

    Don Coscarelli admitió que el final de El misterio de Salem's Lot, donde Ben Mears y Mark Petrie se marchan juntos a cazar vampiros, le inspiró para crear Phantasma II, donde Reggie y Mike recorren pueblos fantasma de Estados Unidos persiguiendo al Hombre Alto y sus criaturas. Es la secuela más accesible de la saga, con más presupuesto y una narrativa de road movie que cambia el surrealismo onírico de la primera por la aventura tenebrosa.

    Una cruzada contra el mal que tiene citas sobre la muerte de los pueblos que parecen escritas por King, aunque las esferas voladoras mortales y los enanos malignos crean un bestiario único. La relación entre los protagonistas y su determinación es tan King como la de Una pandilla alucinante, y es todo un banquete de terror de la época dorada de los ochenta con efectos prácticos memorables con un toque weird, como House, una casa alucinante o La puerta.

    5. Black Phone (2022)

    Es un poco trampa incluirla porque está basada en un relato de Joe Hill, el hijo de Stephen King, pero toda la película funciona como un homenaje directo al trabajo de su padre. Scott Derrickson cuenta la historia de un adolescente secuestrado por un asesino enmascarado, su único contacto con el exterior es un teléfono negro por el que recibe llamadas de las víctimas anteriores del psicópata. El eco de IT es inevitable, con chicos secuestrados por un tipo inspirado en John Wayne Gacy y ecos sobrenaturales.

    Está llena de easter eggs a King, como los sueños premonitorios al estilo de El resplandor y otros trabajos donde los niños poseen dones especiales. Black Phone tiene mezcla de nostalgia y coming of age que define IT y Cuenta conmigo, pero también para fans de historias de fantasmas arquetípicas con espectros de asesinados que avisan para buscar justicia, como El último escalón.

    4. Una pandilla alucinante (1987)

    Si el Club de los Perdedores de IT lucharan con los monstruos clásicos de Universal en vez de un payaso asesino. Pero los paralelismos con King no acaban ahí, el protagonista es un fan del terror que aprende sobre monstruos en las películas, exactamente como Mark Petrie en El misterio de Salem's Lot, un truco narrativo de King que ya usó Noche de miedo y repetiría Jóvenes ocultos.

    El guion de Shane Black inyecta humor negro a la aventura, convirtiendo a los chavales en héroes improbables, convirtiendo Una pandilla alucinante es un clásico ochentero imprescindible para quienes crean que a Los Goonies les falta mordiente y efectos especiales de Stan Winston que, como los de Phantasma II, envejecen como el buen vino.

    3. Session 9 (2001)

    Brad Anderson rodó esta joya del terror psicológico en el espeluznante Hospital Mental de Danvers, creando una versión posmoderna y apócrifa de El resplandor con un grupo de trabajadores encargados de retirar amianto del edificio abandonado que experimentan fenómenos extraños. Como el Overlook Hotel, el hospital esconde fantasmas del trauma que hacen escalar tensiones internas hasta la locura, especialmente al líder del equipo, cuya cordura se desmorona igual que la de Jack Torrance.

    Por si quedaban dudas de la influencia, Anderson estructura la película separando los días de la semana por capítulos, y el verdadero terror de Session 9 está en la localización, priorizando la atmósfera sobre el gore, sus fantasmas son distintos a los de Black Phone, pero perfecto para quienes apreciaron el horror arquitectónico de de lugares malditos como La leyenda de la mansión del infierno o la ambigüedad psicológica de El proyecto de la bruja de Blair.

    2. Escalofrío (2001)

    Esta es la película más Stephen King que King nunca escribió. Una inquietante historia sobre un hombre que dice recibir visiones divinas y se convence de que debe destruir demonios disfrazados de personas, arrastrando a sus dos hijos pequeños a su cruzada homicida. El padre es una versión religiosa de Jack Torrance en El resplandor, el peso del fanatismo religioso remite directamente a la madre de Carrie y los poderes de precognición conectan con La zona muerta.

    Bill Paxton construye una atmósfera opresiva de Texas rural con secretos familiares con un giro final que da la vuelta a ideas de moralidad y fe en la misma línea que La niebla de Darabont. Escalofrío es imprescindible para los fans de King y sus disfunciones familiares, thrillers psicológicos como El sexto sentido, donde la revelación final recontextualiza todo lo visto, influyendo en películas como Take Shelter, con un desarrollo muy similar.

    1. Misa de medianoche (2021)

    La excepción a la regla porque no es una película sino una miniserie, pero es la propuesta que más se acerca en tono y argumento al universo de King. Mike Flanagan, experto adaptador de King con El juego de Gerald y Doctor Sueño, crea aquí su obra original más ambiciosa: un pueblo insular en decadencia recibe la visita de un joven sacerdote carismático que trae consigo milagros y un renovado fervor religioso que esconden secretos muy oscuros.

    Los ecos de El misterio de Salem's Lot son evidentes en cómo la comunidad cae poco a poco bajo una influencia sobrenatural, pero Flanagan también incorpora elementos de La tormenta del siglo y La tienda en su exploración de cómo el miedo y la fe pueden ser manipulados. Misa de medianoche es la número uno porque captura la esencia completa de King: pueblo pequeño, maldad disfrazada de bien, y un final apocalíptico memorable. No solo para fans de King sino idónea para quienes quedaron fascinados con La maldición de Hill House del mismo autor.

  • Los 10 héroes de acción que merecían más de una película

    Los 10 héroes de acción que merecían más de una película

    Raquel Morales

    Raquel Morales

    Editor de JustWatch

    A veces vuelves a ver una película que te marcó un montón y piensas: “¿Cómo es posible que esto no tuviera secuela?”. Hay historias que, sin necesidad de complicarse, dejan claro que daban para mucho más: más caos, más giros, más problemas. 

    Sentí eso mismo el día que Snatch. Cerdos y diamantes (2000) celebró su 25 aniversario —cómo pasa el tiempo, madre mía— y acabé cayendo en ese agujero de conejo lleno de personajes que llegaron, brillaron y desaparecieron demasiado rápido. Y como últimamente estamos volviendo a revivir franquicias que nadie vio venir, este es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de los 10 héroes de acción que merecían más de una película.

    Mickey O’Neil – Snatch. Cerdos y diamantes (2000)

    Mickey de Snatch. Cerdos y diamantes (2000) es de esos personajes que te cae bien incluso cuando no entiendes ni la mitad de lo que dice. Y ahí está la gracia: siempre tienes la sensación de que tiene un plan que no comparte con nadie, pero funciona igual. Lo que más me gusta es que, aunque todo a su alrededor es un desastre, él sigue con ese estilo suyo tan… caótico. Y eso pedía más historias, más líos, más peleas que se van de las manos. Ese magnetismo recuerda un poco a lo que pasa con John Wick en su propia saga. Si buscas algo con ese toque impredecible, prueba Layer Cake. Crimen organizado (2004).

    Joe Hallenbeck – El último Boy Scout (1991)

    Joe es el típico tipo que huele a problemas desde la primera escena, pero aun así quieres seguirle porque siempre suelta la frase exacta en el momento correcto. Lo que más disfruto de Él último Boy Scout (1991) es que, aunque todo se derrumbe, Joe consigue seguir adelante casi por pura terquedad. Eso me recuerda a Mickey de Snatch. Cerdos y diamantes (2000), pero con un punto más cansado, como si ya hubiera visto demasiado. Y justo por eso siento que daba para una saga entera: un hombre desencantado, con cero paciencia, enfrentándose a líos cada vez más absurdos. Si te va ese estilo, Kiss Kiss Bang Bang (2005) te encantará.

    Samantha Caine / Charly – Memoria letal (1996)

    Samantha de Memoria letal (1996) es una de esas protagonistas que te descolocan en el mejor sentido. Me encanta cómo pasa de una profesora algo tímida y aburrida a una badass capaz de enfrentarse a cualquier cosa con una facilidad que asusta un poco. Y lo mejor es que nunca pierde ese punto vulnerable que hace que te preocupes por ella incluso cuando claramente puede con todo. Comparada con Joe Hallenbeck de El último Boy Scout (1991), tiene una chispa menos amarga y más impulsiva, lo que le daría muchísimo juego en más entregas. Tenía un universo entero por explorar. Una pena que se quedara en una sola pelicula. Si te atraen este tipo de personajes, échale un ojo a Mentiras arriesgadas (1994).

    Nanisca – La Mujer Rey (2022)

    Nanisca de La mujer Rey (2022) es de esos personajes que se quedan contigo. Lo que más me gusta de ella es cómo combina una determinación casi fría con momentos en los que se nota la forma en que le afecta todo lo que carga encima. No es una heroína al uso, es alguien que pelea porque no le queda otra, y eso la hace todavía más interesante. Comparada con Mallory Kane, Nanisca tiene una fuerza que se siente más profunda. Y sinceramente, su mundo daba para varias películas. Si te apetecen historias así, te va a encantar Gladiator (2000).

    Evelyn Salt – Salt (2010)

    Evelyn siempre me ha parecido un personaje de los que nunca sabes si están dos pasos por delante… o cinco. Lo que más me gusta es esa sensación constante de que nunca muestra todas sus cartas, incluso cuando todo se complica a un nivel absurdo. Y justo por eso creo que Salt (2010) habría dado para una saga tremenda, con misiones donde cada giro fuera peor que el anterior. Comparada con Nanisca, Evelyn es mucho más imprevisible, más visceral. Si te apetece algo parecido, Gorrión rojo (2018) es una buena opción.

    El Agente 47 – Hitman (2007)

    El Agente 47 siempre me ha parecido un personaje con un potencial enorme que Hitman (2007) apenas rozó. Lo más interesante para mí son esos pequeños destellos de humanidad que aparecen cuando menos lo esperas. Comparado con Evelyn, el Agente 47 es mucho más frío, pero justo por eso habría funcionado genial en varias entregas, explorando misiones cada vez más complicadas. Si te va ese rollo de asesinos metódicos, échale un vistazo a Collateral (2004).

    Lorraine Broughton – Atomic Blonde (2017)

    Lorraine es simplemente maravillosa. Me encanta que en Atomic Blonde (2017) veamos esa frialdad y que no viene a tomar ninguna basura de los demás. Lo mejor es que transmite una sensación constante de desgaste, como si su frialdad se fuera resquebrajando poco a poco, lo que la hace aún más interesante. En comparación con el Agente 47, ella es menos rígida, más humana, y eso habría dado muchísimo juego en una secuela. Y sí, sigo esperando que alguien se anime. Si te gustan este tipo de protagonistas, vas a adorar a Nikita (2010). 

    Marion “Cobra” Cobretti – Cobra, El brazo fuerte de la ley (1986)

    Cobretti no intenta caerte bien, ni busca aprobación, solo quiere hacer su trabajo y que nadie le moleste demasiado, lo cual obviamente nunca pasa. Lo que más disfruto de Cobra, El brazo fuerte de la ley (1986) es esa manera que tiene Marion de afrontar cada situación, como si todo le diera igual excepto atrapar al malo de turno. En comparación con Lorraine, él es mucho menos elegante. Con un par de películas más habría sido un icono de acción nivel leyenda. Si quieres algo en esta línea, prueba con Harry el sucio (1971).

    John Preston – Equilibrium (2002)

    John es de esos personajes que empiezan Equilibrium (2002) controlándolo todo y terminan cuestionándose absolutamente cada decisión, y eso es lo que más me gusta. Lo ves romperse en pedazos y comenzar a juntarlos de nuevo pero convirtiéndose en algo distinto. Comparado con Cobretti, Preston es mucho más introspectivo, pero igual de contundente cuando llega el momento de actuar. Habría sido interesantísimo verlo en una continuación que explorara las consecuencias de sus elecciones. Si te atraen este tipo de historias, Minority Report (2002) es una opción fantástica.

    Mallory Kane – Indomable (2011)

    Mallory es una fuerza de la naturaleza en Indomable (2011). Lo que más me gusta es que no es invencible: se cansa, se enfada, se rompe un poco, pero sigue adelante porque no sabe hacerlo de otra forma. Eso hace que conectes muy rápido con ella, incluso cuando está tomando decisiones cuestionables y quieres zarandearla para que haga algo con sentido. Comparada con John Preston, ella es mucho más impulsiva, lo que habría dado para una secuela bastante interesante. Si quieres algo así, Peppermint (2018) ofrece algo parecido.

  • Los 10 mejores episodios navideños de series procedimentales

    Los 10 mejores episodios navideños de series procedimentales

    Raquel Morales

    Raquel Morales

    Editor de JustWatch

    Hay algo muy reconfortante en volver a ver nuestros procedimentales favoritos. Pero en esta época navideña necesitamos algo más. Necesitamos ver esos episodios con un toque navideño que nos hacen sonreír y creer en los milagros y esperar que Papá Noel nos traiga ese regalo que tanto deseamos. 

    Pero, sobre todo, que nos muestran que lo mejor de la navidad es pasarla con las personas que te importan. Y como ya estamos casi ahí, con las luces por todas partes, este es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de los 10 mejores episodios navideños de series procedimentales.

    Expediente X – “Cómo el fantasma robó la navidad”

    Hay algo en este episodio de Expediente X (1993-2018) que, a pesar de no ser el típico capítulo de navidad, siempre me atrapa. Quizá porque muestra a la perfección esa forma cínica y dulce a la vez que tienen Mulder y Scully de enfrentarse al mundo, la forma en que tienen dos visiones distintas pero que se complementan a la perfección. Lo que más me gusta es cómo la historia empuja a los personajes a abrirse, aunque sea un poco, justo cuando menos lo esperan. Terminan conectando y, de repente, el mundo se siente un poco menos aterrador y solitario. Como sólo un milagro navideño podría hacer. Me recuerda a “Desagravios”, el capítulo de Buffy, cazavampiros (1997-2003). Si te va ese tipo de conexión, Evil (2019-2024) te encantará.

    Buffy, cazavampiros – “Desagravios”

    Siempre vuelvo a este episodio de Buffy, cazavampiros (1997-2003) cuando necesito recordar por qué amo a Buffy y Angel. Lo que más me gusta del episodio es cómo obliga a Angel a mirar de frente toda la culpa que carga, de lo que se arrepiente…y cómo eso está a punto de volverse en su contra, mientras que Buffy intenta sostenerlo como puede, aun sabiendo que quizá no sea suficiente. Ella intenta rescatarlo de su oscuridad, salvarlo. Y lo consigue. Porque siempre lo hace. Y es navidad y el paseo romántico final con ellos cogidos de la mano no puede ser más perfecto. Algo parecido a lo que sucede con Mulder y Scully en “Cómo el fantasma robó la navidad”. Si eso es lo que te va, dale una oportunidad a Embrujadas (1998-2006).

    Doctor Who – “Un cuento de navidad”

    Este episodio de Doctor Who (2005-2022) siempre me hace sonreír porque, a pesar de que la adaptación de la obra de Charles Dickens está muy manida, sólo está serie podía hacerlo diferente. El episodio tiene esa esencia de nostalgia que suele aparecer en navidad, cuando repasamos nuestras acciones del año, todo lo que ha dado de sí, los buenos momentos, los malos…¡y me encanta! Y, por supuesto, el milagro navideño no podía faltar pero lo mejor es que la “magia” en realidad se trata de tener a alguien al lado que se quede lo suficiente como para sentir que importas, Esa sensación conecta muy bien con lo que pasa en “La incontrolable navidad de Abed”. Si te gustan este tipo de episodios, dale una oportunidad a Torchwood (2006-2011).

    9-1-1 – “El espíritu navideño”

    Este episodio siempre me encanta porque 9-1-1 (2018-) tiene la habilidad de convertir una locura de día en uno que te deja con lágrimas en los ojos. Lo que más me gusta es ver cómo el equipo intenta mantener la calma cuando todo alrededor parece decidido a estropearse, porque la navidad es así: intensa, rara, inesperada, pero mágica. Cualquier cosa puede pasar. Y en este episodio cada personaje deja ver un poquito de lo que arrastra, mostrándose vulnerables, atreviéndose a dar un paso en la dirección correcta, aunque duela. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que siempre estarán los unos para los otros, como sucede en “Un cuento de Navidad” de Doctor Who (2005-2022). Si te gusta este rollo, dale una oportunidad a The Rookie (2018-).

    Bones – “El Santa Claus en la nieve”

    Este capítulo de Bones (2005-2017) siempre me hace sonreír porque Brennan intenta racionalizar la Navidad como si fuera un experimento social consumista, mientras que para Booth la navidad significa hogar y familia. Lo que más me gusta es que, sin darse cuenta, los dos terminan por ponerse en la piel del otro. Brennan visita a su padre en la cárcel, enfrentándose a lo que significó para ella no tenerlo en su vida, mientras que Booth entiende un poco más la visión de Huesos, aunque no la comparta. Y, por supuesto, este episodio deja claro cómo todo el equipo se convirtió en la familia elegida de cada uno de ellos, al estilo de 9-1-1 (2018-). Si te gustan las series así, Rizzoli & Isles (2010-2016) te encantará.

    Castle – “Un Papá Noel secreto”

    Este episodio de Castle (2009-2016) me encanta porque Castle va a tope con la navidad—él no puede hacer nada a medias, ¿verdad?—y Beckett intenta no dejarse arrastrar… aunque ya sabemos cómo acaba eso. Spoiler: ¡no lo consigue! Lo mejor del episodio es ver cómo se enfrentan a sus propias ideas de familia y de lo que se supone que debe ser la navidad, las tradiciones…pero al final se encuentran a mitad de camino, algo que pasa también en “El Santa Claus en la nieve” Si te va este rollo, prueba con Elementary (2012-2019).

    Psych – “Alegria navideña”

    Este capítulo es un desmadre muy propio de Psych (2006-2014), sólo que con ese encanto navideño único que da tener a Papá Noel en la cárcel. Menos mal que Shawn y Gus consiguen sacarlo a tiempo, no sin antes meterse en un par de líos con algunos estafadores y frustrar un robo. Y hay que reconocer que si no fuera por Gus, Shawn no hubiese salido vivo de esta. Así que sí, este episodio es aún más loco que “Un Papá Noel secreto”, pero al final lo importante es que la familia vuelve a unirse para celebrar la navidad. Si quieres algo de este estilo, dale una oportunidad a Brooklyn Nine-Nine (2013-2021).

    Urgencias – “Se obra el milagro”

    En “Se obra el milagro”, el caos y el drama dentro de Urgencias (1994-2009) y del County General continúa como siempre, pero el espíritu navideño es algo de lo que no puedes huir. Así que cuando el equipo se enfrenta a una decisión difícil, no sólo terminan recordando por qué eligieron ser médicos, si no que también les hace darse cuenta de que se han convertido en una familia. Una rara y disfuncional, pero una familia al fin y al cabo. Y como una familia celebran la navidad, como sucede en “Alegría navideña”. Y si te va este rollo, prueba con The Resident (2018-2023).

    The O.C. – “Una Navidukkah Inolvidable”

    The O.C. (2003-2007) convirtió Chrismukkah en algo icónico, y “Una Navidukkah Inolvidable” es el origen de todo. Seth está decidido a unir lo mejor de la Navidad y Hanukkah para crear una celebración única, mientras los demás intentan sobrevivir a una borrachera, a la Mujer Maravilla y a un imitador de Sylvester Stallone particularmente chungo. Sí, has leído bien. Este episodio es como todo lo contrario a “Se obra el milagro”. Y si buscas algo parecido, Jane the Virgin (2014-2019) te va a gustar mucho. 

    Mad Men – “El vals de Navidad”

    En “El vals de Navidad”, Mad Men (2007-2015) ofrece una visión navideña muy fiel a su estilo: elegante y con un toque melancólico. La navidad en este no se trata tanto de luces y alegría, sino de cómo Don y Joan navegan el peso de sus deseos, decepciones y ambiciones mientras el mundo alrededor celebra esos días tan especiales junto a su familia. Don y Joan no cruzan esa línea y, aunque en algunos momentos no quieres más que que lo hagan, al final, te das cuenta de que es mejor así, porque lo importantes que son el uno para el otro tiene un significado más especial de esta manera. Lo que lo hace parecido a “Una Navidukkah Inolvidable”. Sí te van estas historias, prueba The Americans (2013-2018).

  • Más allá de 'Halloween': Los mejores momentos en la carrera de Jamie Lee Curtis

    Más allá de 'Halloween': Los mejores momentos en la carrera de Jamie Lee Curtis

    Héctor Llanos Martínez

    Héctor Llanos Martínez

    Editor de JustWatch

    Hija de Tony Curtis y Janet Leigh, Jamie Lee Curtis es una de las nepobabies definitivas, pero la fama de sus padres no hubiese sido suficiente para mantenerse nada menos que 50 años en la industria de Hollywood.

    Es probablemente la scream queen más famosa de la historia, como protagonista de la saga Halloween, que nos hace recordarla cada 31 de octubre. a la que ha regresado varias veces a lo largo de su carrera. Pero Jamie Lee Curtis ha sabido siempre reinventarse y saltar de género en género como pocas estrellas hasta convertirse en una actriz que colecciona grandes premios.

    En esta lista de JustWatch repaso 9 grandes momentos de su filmografía.

    The Bear (2022)

    La serie de Disney + se ha convertido en el gran momento en la carrera de Jamie Lee Curtis, no solo porque logre su mejor interpretación, como Donna Berzatto, la inestable y problemática madre del protagonista. Cuando la actriz se incorporó a The Bear, en su segunda temporada, lo hizo en el capítulo más valorado de la prestigiosa ficción, Fishes. En menos de una hora, los responsables de la serie explican, en una intensa cena de Navidad, el origen de muchos de los problemas a los que hasta ese momento se habían enfrentado sus los personajes. Y saben dejar al espectador sin respiro. Por este trabajo, Jamie Lee Curtis se llevó un Emmy, muy poco después de haber ganado un Oscar. EL único momento más intenso en su carrera es el del relanzamiento de Halloween en 2018, también en esta lista.

    Todo a la vez en todas partes (2022)

    Con Todo a la vez en todas partes, Jamie Lee Curtis volvió a sorprender. No solo porque una vez más cambiara de registro y de género con pasmosa facilidad. También porque logró algo que no habían logrado sus padres. Dos leyendas como Tony Curtis y Janeth Leigh, musa de Alfred Hitchcock, se hicieron con nominaciones al Oscar, pero nunca lo ganaron. Jame Lee Curtis se lo llevó como mejor actriz secundaria por esta película de trama insólita, en torno a una ruptura interdimensional que altera la realidad y cambia la vida de una inmigrante china en Estados Unidos (Michelle Yeoh). Es imaginativa, absurda, hipnótica y Jamie Lee Curtis encaja a la perfección en ella. Aunque no es de extrañar que a una generación de espectadores, probablemente la de Jamie Lee Curtis, no conecte con esta combinación de artes marciales y bromas escatológicas. Es lo más cerca de una comedia de acción que la actriz ha estado desde Mentiras arriesgadas.

    Un pez llamado Wanda (1988)

    Jamie Lee Curtis necesitó menos de una década para desencasillarse como estrella del cine de terror. La actriz logró papeles secundarios en comedias inteligentes. De todas ellas, creo que Un pez llamado Wanda es la más brillante. La actriz se alió con varios miembros de Monty Python, con John Cleese a la cabeza, y con el actor Kevin Kline para esta comedia sobre un grupo de ladrones de joyas que intentan recuperar el botín por el que tanto han luchado. Es una comedia políticamente incorrecta, que sabe encadenar buenos gags uno tras otro y con gran química entre sus actores principales, lo que dispara la comedia. Los tres intentaron revivirla en una comedia que es casi una secuela, Criaturas feroces, pero ya no fue lo mismo.

    Mentiras arriesgadas (1994)

    En los años noventa, Jamie Lee Curtis tuvo la oportunidad de mostrar una nueva faceta interpretativa y lo aprovechó con creces. Ella es lo mejor de una película de acción y eso que estaba protagonizada por Arnold Shcwarzenegger. Él interpreta a un espía que se camufla como un aburrido vendedor de ordenadores. Cuando su mujer se entera de su verdadera identidad, se emociona con la idea y hasta le ayuda en su nueva misión. Que el director sea un maestro de los efectos visuales como James Cameron ayuda a que la película no deje de ser entretenida en ningún momento. Además, Jamie Lee Curtis recurre a su ya probada vis cómica para hacer de Mentiras arriesgadas algo mucho más complejo de lo que puede parecer en un principio. Como comedia de acción, resulta más normativa que Todo a la vez en todas partes.

    La noche de Halloween (2018)

    Exactamente 40 años después de convertirse en una estrella con La noche de Halloween de la mano de John Carpenter, Jamie Lee Curtis relanzó la historia de Laurie Strode junto a un cineasta independiente, David Gordon Green. No era la primera vez que regresaba a la saga. A mí me gustó Halloween H20, porque seguía con bastante destreza las reglas del género slasher de los noventa sin querer copiar al clásico de Carpenter. En cambio, en La noche de Halloween de 2018 retoma la historia justo después de lo que ocurría en las dos películas originales. Su relectura social a través del poder femenino fue el mejor momento de una trilogía que cerraba en 2022 la historia de Laurie y de su hermano Michael Meyers. Mejor secuela que Ponte en mi lugar de nuevo.

    Entre pillos anda el juego (1983)

    Puede que Un pez llamado Wanda sea su mejor comedia, pero cuando Jamie Lee Curtis logró romper con el estigma de scream queen fue años antes, con Entre pillos anda el juego. John Landis, un clásico de la comedia comercial, es el director de esta película en la que la actriz se rodea de cómicos igualmente legendarios, procedentes de la era dorada del Saturday Night Live: dos de los Blues Brothers, Dan Aykroyd y James Belushi, y Eddie Murphy. Y lo mejor es que ella no desentonaba entre tres grandes del humor. Es especialmente meritorio cuando el humor en esta película recae en los personajes más que en el guion.

    Mi chica (1991)

    Si Jamie Lee Curtis ha sobrevivido tan bien en la industria de Hollywood es porque ha sabido ser una gran secundaria. En Mi chica, los protagonistas eran los niños, Anna Chumskly y Macaulay Culkin, pero la presencia de Curtis le abrió las puertas a una nueva generación de espectadores. La película es terriblemente amable y encantadora, de esas que desprenden calor de hogar a pesar de su tristeza. Si no hubiera aparecido en ella y en su secuela, Mi chica 2, la actriz quizá nunca hubiese sido la madre de Lindsay Lohan en Ponte en mi lugar. Es una historia para ver en familia que resulta agradable sin ser tópica; es sencilla pero saber cómo crear momentos inolvidables. Pasado el tiempo, el espectador seguro que recuerda esta película más que Ponte en mi lugar.

    Ponte en mi lugar (2003)

    Los gustos de la comedia comercial fueron cambiando a lo largo de los años, pero Jamie Lee Curtis siguió siendo una constante en el género. Con Ponte en mi lugar ha logrado una pequeña e inesperada franquicia que ya tiene secuela, Ponte en mi lugar de nuevo. Es casi un milagro que estas películas hayan triunfado teniendo en cuenta lo manido de su premisa. Por alguna extraña razón, madre e hija se intercambian los cuerpos. A pesar de la falta de originalidad, la primera parte está llena de encanto y la segunda reivindica a una estrella incomprendida como Lindsey Lohan. Pero como cine familiar no supera a la influencia que Mi chica y su secuela tienen en los espectadores.

    Scream Queens (2015)

    Ser la gran scream queen y ser parte de la cultura pop le valió a Jamie Lee Curtis convertirse en chica Ryan Murphy en la paródica serie de televisión Scream Queens. No es tan terrorífica como American Horror Story, ni tan irónica como Nip/Tuck, pero resulta una comedia afilada, con diálogos interesantes y un grupo de actrices carismáticas, como Emma Robert, Bilie Lourd (otras dos nepobabies, una de las aficiones favoritas de Murphy) y Lea Michelle que tienen en Jamie Lee Curtis a su líder. Si no apareces en una serie del creador de Glee, no eres nadie, así que un punto para Jamie Lee Curtis. Aunque como género de terror, se queda muy lejos de Halloween.

  • Más que rivales y otras 10 series y películas LGBTQ con un final feliz garantizado

    Más que rivales y otras 10 series y películas LGBTQ con un final feliz garantizado

    Raquel Morales

    Raquel Morales

    Editor de JustWatch

    ¡Los ships nos dan la vida! Y últimamente nuestra obsesión tiene nombre y apellidos: Más que rivales (2025-). ¡Amamos a Ilya y Shane! Pero, ¿sabéis qué es lo mejor? Que sabemos que tienen un final feliz, no importan los obstáculos que tengan que superar. Y eso, cuando se trata de parejas LGBTQ no es tan habitual como debería. 

    Y ahora que se acerca ese momento del año en el que necesitamos una manta, nuestro sofá y disfrutar de ese tipo de historias que te recuerdan lo que es el amor, es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de Heated Rivalry y otras 10 series y películas LGBTQ con un final feliz garantizado.

    Ilya & Shane — Más que rivales (2025-)

    Lo que más me atrapa de Ilya y Shane en Más que rivales (2025-) es cómo todo en ellos parece demasiado intenso para funcionar… y aun así funciona justo por eso. Ambos intentan actuar como si nada les afectara, como si lo que están viviendo fuera algo pasajero e informal y a veces no sabes si están a punto de gritarse o de besarse. ¡Y me encanta! Lo mejor es ver cómo la historia los obliga a dejar de esconderse detrás del hockey y admitir que lo que sienten no es un capricho, sino algo que les cambia la forma de ver el mundo. Y eso es bastante parecido a lo que les sucede a Stede y Barbanegra. Si te gustan este tipo de parejas, prueba a ver Jóvenes altezas (2021-2024).

    Nick & Charlie — Heartstopper (2022-2024)

    Hay algo en Nick y Charlie que cada vez que veo Heartstopper (2022-2024) me acelera el corazón y me hace sonreír, incluso cuando todo los supera. Lo que más me gusta es que, aunque tienen momentos complicados, nunca dejan de elegirse, incluso cuando es difícil y tienen miedo. Y esa forma de descubrirse, de conocerse a través de los ojos del otro…refleja perfecto la magia del primer amor. Y es imposible no engancharse a su historia. En cierta manera, me recuerdan bastante a Simon y Bram. Si te van este tipo de parejas, échale un ojo a Con amor, Víctor (2020-2022).

    Alex & Henry — Rojo, Blanco y sangre azul (2023)

    Lo que siempre más adoro de Rojo, blanco y sangre azul (2023) es que Alex y Henry son un desastre, pero solo encajan de una manera perfecta. Se ven el uno al otro exactamente como son, sin esa máscara que tienen que mostrarle a todo el mundo. Y sí, la tensión entre ellos es divertida y dulce y te hace sonreír, pero lo mejor es cómo aprenden a no esconder lo que sienten aunque todo su mundo los empuje en otra dirección. Ellos se atreven a luchar por ellos, por quiénes son y por lo que quieren, sin importar nada más. Y es imposible no amarlos por ello. Me recuerdan bastante a Maya y Carina. Si te gusta esta pareja, Notting Hill (1999) te encantará.

    Simon & Bram — Yo soy Simón (2018)

    La magia de Simon y Bram de Yo soy Simón (2018) está en cómo encuentran un espacio común y consiguen encontrarse incluso cuando todo parece diseñado para que no lo hagan. Lo que más me gusta es que su historia está construida por esos pequeños grandes gestos que terminan significándolo todo. Y esa sensación de alivio cuando por fin pueden dejar de esconderse es…maravillosa y hace que mi corazón romántico no pare de latir. Esta pareja tiene un punto dulce que me recuerda a Nick y Charlie. Si quieres ver algo parecido, prueba con Sueños de Marte (2022).

    Waverly & Nicole — Wynonna Earp (2016-2021)

    Waverly y Nicole de Wynonna Earp (2016-2021) son de esas parejas que hacen que suspires de esa manera tontorrona incluso cuando el apocalipsis está literalmente a la vuelta de la esquina. Lo que más me gusta de ellas es que no importa la locura a la que se enfrenten, siempre encuentran el modo de sostenerse mutuamente, de apoyarse, de estar ahí. Su mundo es un caos, pero eso no importa cuando su lugar seguro, su hogar, su ancla, está en los brazos de la otra. Y eso recuerda mucho a Maze y Eva. Si te van este tipo de parejas, dale una oportunidad a La reina de las sombras (2010-2016).

    Stede & Barbanegra — Nuestra bandera significa muerte (2022-2023)

    Lo mejor de Stede y Barbanegra en Nuestra bandera significa muerte (2022-2023) es que provienen de dos mundos que no están destinados a encajar… y aun así lo hacen. Son el uno para el otro porque se desafían, se descolocan, hacen que el otro se replantee todo lo que creía seguro. Me encanta ver cómo Ed aprende a bajar todas sus defensas y cómo Stede tiene la valentía de dejar de vivir fingiendo ser quien no es. Es preciosa la forma en que se enamoran, como si cada paso les sorprendiera más que al anterior, como si no estuvieran seguros de dar un paso más hacia delante, pero lo dan de todas formas porque hay algo que les dice que eso es lo correcto. Y eso me recuerda un poco a lo que pasa entre David y Patrick. Si quieres más historias así, prueba Good Omens (2018-2025).

    Clare & Jenny — Derry Girls (2018-2022)

    ¿Nuestra reina Nicola Coughlan como protagonista en una comedia? ¡Cierra la boca y toma mi dinero! Clare y Jenny en Derry Girls (2018-2022) son ese tipo de pareja que no estaban destinadas a ocupar el foco principal de la serie…pero terminan haciéndolo. Su relación siempre está ahí, creciendo entre risas, situaciones absurdas y muchísimo caos. Pero funciona. Porque aprenden a madurar, a conocerse a sí mismas, a experimentar…aprenden lo que significa amar por primera vez. Y es tan real que duele. Su relación me recuerda a la de Simon y Bram. Y si quieres sentir algo parecido, tienes que echarle un vistazo a Súper empollonas (2019).

    David & Patrick — Schitt’s Creek (2015-2020)

    Lo que más me gusta de la relación de David y Patrick en Schitt’s Creek (2015-2020) es que estar juntos se siente correcto, casi tan natural como respirar, incluso cuando David intenta complicarlo todo —como siempre—. La forma en la que Patrick lo mira, como si ya supiera que va a decir algo que nadie más diría, porque eso es lo que lo hace único y tan él, es de mis cosas favoritas. Y me encanta que su relación crezca y madure poco a poco, avanzando juntos. Su relación me hace pensar un poco en Nick y Charlie. Si te gustan estas parejas, no te puedes perder Please Like Me (2013-2016).

    Maya & Carina — Estación 19 (2018-2024)

    La relación de Maya y Carina en Estación 19 (2018-2024) es como una montaña rusa, pero de esas a las que siempre vuelves a subirte porque te dejan con ganas de más y te dan un vuelco el estómago y te enganchan sin que te des cuenta. Lo que más me gusta es cómo intentan entenderse incluso cuando sus mundos parecen moverse a velocidades distintas. Ellas luchan por estar en la misma página aunque todo esté en su contra. Se comunican, incluso cuando duele, especialmente cuando duele. Pero lo mejor es cómo encuentran el camino de vuelta la una a la otra, como sucede con Ilya y Shane. Si te gustan este tipo de relaciones, prueba The Bold Type (2017-2021).

    Eva & Maze — Lucifer (2016-2021)

    Siempre me ha gustado cómo en Lucifer (2016-2021) Eva y Maze rompen con la idea de que dos personas tan distintas no pueden enamorarse y construir una relación duradera. Maze, llevaba años escondiéndose detrás de su dura fachada, protegiéndose a sí misma. Chloe y la pequeña Trixie son las primeras que consiguen hacerse hueco en su fachada, pero había algo que se le resistía: el amor. Maze siempre pensó que el amor no era para ella pero cuando conoció a Eva se enamoró de ella sin poder evitarlo porque con ella no tiene que fingir absolutamente nada. 

    Al principio, Eva estaba demasiado obsesionada con quien se suponía que debía ser o a quien debería querer como para darse cuenta de lo importante que era Maze en realidad para ella, pero cuando consigue encontrar su propia voz, deja que sus verdaderos sentimientos afloren y se da cuenta de que Maze es el amor de su vida. Y es precioso. Me recuerdan a Waverly y Nicole. Y si buscas algo parecido, prueba Atípico (2017-2021).

  • 10 chicos malos de películas románticas que te enamoran de todos modos

    10 chicos malos de películas románticas que te enamoran de todos modos

    Juan José Mateo

    Juan José Mateo

    Editor de JustWatch

    Existen pocas cosas más irresistibles en el cine romántico que un chico malo con fondo tierno. Esa clase de personajes que prometen problemas, pero que, de algún modo, terminan despertando una ternura imposible de disimular. Desde el rebelde que esconde un corazón roto hasta el seductor manipulador que te arrastra al abismo, todos comparten un denominador común: la capacidad de hacernos creer, aunque sea por un rato, que el amor puede redimir todo.

    Si te enamoran los chicos malos, en esta guía de JustWatch repasamos 10 películas románticas donde los “chicos malos” son los verdaderos protagonistas y los culpables de que el espectador termine igual de enamorado que sus parejas en pantalla.

    Oliver Barret, por Ryan O’Neal en Love Story (1970)

    Oliver Barrett IV (Ryan O’Neal) no es el típico rebelde con chaqueta de cuero, pero en Love Story rompe las normas que más pesan: las de su propia clase social. Heredero de una familia rica y conservadora, se enamora de Jennifer Cavalleri, una estudiante de origen humilde. Su “maldad” no está en su conducta, sino en su desafío: rechazar el destino pensado para él.

    La película, tan trágica como elegante, fue la precursora del arquetipo del chico malo sensible, el que aparenta dureza pero ama con intensidad. Su tono recuerda a El diario de Noa, aunque aquí la fatalidad pesa más que la esperanza. 

    Si Grease celebra el amor juvenil, Love Story lo llora. Y ahí, en ese contraste, radica su magnetismo.

    Danny Zuko, por John Travolta en Grease (1978)

    Danny Zuko (John Travolta) es el epítome del “chico malo” clásico: pelo engominado, sonrisa desafiante y chaqueta de cuero. En Grease, su rebeldía es puro artificio: una máscara para esconder que, en el fondo, está enamorado hasta las trancas de Sandy.

    Travolta convierte a Zuko en un icono cultural, mezcla perfecta de arrogancia y vulnerabilidad. Su transformación final (el rebelde que cambia por amor) podría parecer predecible hoy, pero en su momento redefinió el ideal romántico del adolescente rebelde. 

    Comparado con los protagonistas de A tres metros sobre el cielo o 10 razones para odiarte, Zuko es más ingenuo, menos autodestructivo. Pero esa mezcla de chulería y ternura sigue funcionando más de cuatro décadas después.

    Grease es reconocido por muchos fans como una de los mejores musicales de la historia del cine.

    Johnny Castle, por Patrick Swayze en Dirty Dancing (1987)

    Johnny Castle (Patrick Swayze) es un clásico absoluto del romanticismo rebelde. Instructor de baile, trabajador de clase baja y símbolo sexual en un resort lleno de privilegios, su relación con Baby (Jennifer Grey) desafía las normas sociales y emocionales.

    En Dirty Dancing, el chico malo no es delincuente ni cruel: es un hombre marginado por su entorno. Su rebeldía es elegancia en movimiento. La química entre ambos actores se acerca a la de Grease, pero con una carga emocional más adulta y sensual. 

    Johnny no busca redención: busca respeto. Y esa seguridad en sí mismo, sin arrogancia, lo convierte en uno de los “malos” más irresistibles del cine romántico.

    Troy Dyer, por Ethan Hawke en Reality Bites (Bocados de realidad) (1994)

    Troy Dyer (Ethan Hawke) es el chico malo de los noventa por excelencia: cínico, sarcástico y existencialista. En Reality Bites, su desprecio por lo convencional y su miedo al compromiso son la coraza que esconde su fragilidad.

    A diferencia de Danny Zuko o Johnny Castle, Troy no baila ni canta: hiere con palabras. Su encanto radica en la honestidad brutal con la que enfrenta (o evita) la vida. Su relación con Lelaina (Winona Ryder) representa el amor como caos, más cerca de Blue Valentine que de El diario de Noa. 

    Es el tipo de hombre del que todos los consejos dicen “huye”, pero que el corazón (y los años noventa, claro) insisten en perseguir.

    Sebastian Valmont, por Ryan Phillipe en Crueles intenciones (1999)

    Sebastian Valmont (Ryan Phillippe) es el “chico malo” llevado al extremo. Manipulador, seductor y consciente de su poder, su relación con Annette (Reese Witherspoon) transforma su perversión en amor.

    Inspirada en Las amistades peligrosas, Crueles intenciones combina erotismo y tragedia con una estética de videoclip noventero. Sebastian es un Johnny Castle sin moral, un Patrick Verona sin escrúpulos.

    Pero justo cuando el espectador decide odiarlo, se deja amar. Su redención final lo emparenta con Landon Carter, aunque por caminos opuestos. Es la prueba de que incluso los peores pueden amar con pureza… justo antes de perderlo todo.

    Patrick Verona, por Heath Ledger en 10 razones para odiarte (1999)

    Heath Ledger como Patrick Verona es la definición de “chico malo encantador”. Misterioso, sarcástico y con fama de problemático, conquista a Kat (Julia Stiles) no por intentar ser bueno, sino por mostrarse auténtico.

    10 razones para odiarte es una comedia adolescente inspirada en Shakespeare que combina rebeldía y ternura como pocas. Patrick es un Zuko más moderno y un Troy con sentido del humor: canta en las gradas del instituto y derriba las barreras emocionales de Kat con paciencia y complicidad. 

    Su atractivo radica en su sinceridad. Y cuando sonríe, es imposible no perdonarle nada. Además, Ledger interpretó a uno de los mejores Joker de la historia del cine.

    Landon Carter, por Shane West en Un paseo para recordar (2002)

    Landon Carter (Shane West) empieza siendo el cliché del chico malo de instituto: arrogante, popular y sin rumbo. Pero Un paseo para recordar le da un arco emocional que lo transforma en uno de los redimidos más memorables del género.

    El amor de Jamie (Mandy Moore) actúa como espejo moral y espiritual, recordando a lo que ocurre en Love Story, pero con un tono más esperanzador. Landon no solo se enamora: cambia. Y aunque el guión bordea el melodrama, la sinceridad de su evolución lo salva del artificio. Frente a Patrick Verona, que conquista desde la ironía, Landon enamora desde la transformación.

    Noah Calhoun, por Ryan Gosling en El diario de Noa (2004)

    Noah Calhoun (Ryan Gosling) no es un “chico malo” en el sentido clásico, pero sí un rebelde contra el destino. En El diario de Noa, su amor por Allie desafía las normas sociales, los prejuicios y el paso del tiempo.

    Su atractivo no reside en la arrogancia, sino en su persistencia. Noah es el anti-Troy Dyer: un hombre que no teme amar. Si en A tres metros sobre el cielo la pasión arde hasta quemarte, en El diario de Noa se mantiene encendida durante toda una vida. 

    Su rebeldía es emocional, y esa constancia lo convierte en uno de los “malos buenos” más adorados del cine.

    Es una de las mejores películas de Ryan Gosling.

    H, por Mario Casas en Tres metros sobre el cielo (2010)

    H (Mario Casas) es el chico malo por antonomasia del cine español. Rebelde, impulsivo y con un pasado turbulento, su relación con Babi (María Valverde) es una tormenta emocional donde la pasión choca con la razón.

    Basada en la novela de Federico Moccia, Tres metros sobre el cielo recoge la herencia de Rebelde sin causa y Grease, pero con un tono más oscuro. H no busca redención: busca sentir. 

    Su vulnerabilidad, escondida bajo el casco de la moto, es lo que lo hace irresistible. Y aunque su historia tenga ecos de tragedia, su magnetismo juvenil lo convierte en el “chico malo” por excelencia del cine romántico contemporáneo en español.

    Se trata de una de las 13 mejores películas de Mario Casas.

    Christian Grey, por Jamie Dornan en Cincuenta sombras de Grey (2015)

    Christian Grey (Jamie Dornan) es la culminación moderna del arquetipo del “chico malo irresistible”: poderoso, controlador, enigmático… y emocionalmente roto. En Cincuenta sombras de Grey, su relación con Anastasia Steele (Dakota Johnson) mezcla deseo y vulnerabilidad en una fantasía de redención.

    Aunque el film fue tan criticado como admirado, nadie puede negar que Grey encarna el mito clásico del hombre dañado que solo el amor puede curar. Comparado con H o Sebastian Valmont, su oscuridad está más domesticada; su erotismo, más calculado. 

    Pero su evolución (de dominador a amante entregado) mantiene viva la esencia del arquetipo: el chico malo que, al final, solo quiere ser amado.

  • Todas las películas de Jackass ordenadas de peor a mejor

    Todas las películas de Jackass ordenadas de peor a mejor

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    Durante más de dos décadas, un grupo de mangurrianes temerarios liderados por Johnny Knoxville ha ido convirtiendo una serie de gamberradas en las hazañas más arriesgadas y descabelladas. Lo que empezó como un pequeño programa de MTV en el año 2000 se transformó en una franquicia cinematográfica siempre fiel a su esencia de ver a amigos haciendo locuras sin límites, puro oro de entretenimiento fugaz para cabezas de chorlito. 

    Si eres fan como Tarantino, esta selección de JustWatch te servirá para revisar toda la filmografía de Jackass en orden de calidad, desde las entregas pasables hasta alguna que definió el espíritu de una época, a través de la comedia física extrema.

    6. Jackass Shark Week (2021)

    No está claro si es una película, o un episodio especial de la serie, pero su formato más breve que un largometraje se complementa con su enfoque temático, relacionado con tiburones y en colaboración con la famosa Shark Week de Discovery, por lo que su formato no puede ser más diferente a la original Jackass, la película. Johnny Knoxville es aquí un maestro de ceremonias a distancia, y en vez de mojarse el culo, envía a Chris Pontius, Steve-O y a nuevos miembros del reparto, como Poopies y Jasper Dolphin, a Jackass Shark Week, una serie de pruebas entre la comedia del grupo y el peligro marino verdadero. 

    Como no podía ser de otra manera, un miembro sufre un ataque de tiburón real, otro recordatorio de que la estupidez del equipo no tiene límites ni debajo del agua. Ideal para fans del peligro real y el enfoque documental, similar al programa de televisión Cazadores de Mitos (MythBusters), por sus experimentos con la naturaleza, aunque con la dosis de estupidez esperable en Jackass.

    5. Jackass presenta: Bad Grandpa (2013)

    El primer spin-off de la franquicia apostó por una estructura narrativa tradicional, siguiendo las aventuras del octogenario Irving Zisman y su nieto Billy en un viaje por carretera. Johnny Knoxville se mete bajo maquillaje y prótesis para crear un personaje memorable que ya hizo sus pinitos en la serie, pero la película se resiente al huir de la dinámica de grupo que siempre ha sido el corazón de Jackass, la diferencia con Jackass 2: Todavía más, por ejemplo, es que pertenece a ese tipo de shows de bromas sociales incómodas que utilizan un personaje para interactuar con el público sin que se den cuenta.

    Hay gags de cámara oculta que funcionan en momentos como los estragos en concursos de belleza infantil, pero el intento de trama coherente limita la espontaneidad, y no llega a ser tan arriesgada como Borat, pero seguro que a los fans de las aventuras kamikaze de Sacha Baron Cohen les entrará bien.Jackass presenta: Bad Grandpa es un experimento que demostró que la marca podía expandirse, aunque no hacia todas las direcciones. Como otras secuelas, tuvo su versión Bad Gradpa.5, café para muy cafeteros.

    4. Jackass Forever (2022)

    Tras una década de ausencia, el grupo regresó mezclando nuevas caras con los más veteranos, dispuestos a demostrar que hacer el idiota no tiene edad. Jackass Forever mantiene intacta la esencia de las anteriores entregas, pero deja una sensación de vacío en la falta de Bam Margera y el añorado Ryan Dunn. Sin embargo, está llena de nuevos toques de autoconciencia, similares a la serie documental Dirty Sanchez, que son los "primos" británicos de estos, con lo que si hay completismo en este género, este revival no sobra.

    Las nuevas incorporaciones como Zach Holmes y Sean "Poopies" McInerney aportan energía fresca, mientras Johnny Knoxville sigue liderando la banda con su carisma intacto con los años. Es una vuelta para quienes buscan la esencia Jackass más pura de comedia de golpes extrema, aunque a diferencia de una fórmula ya conocida como Jackass 3D, introducen más creatividad y dolor en enfrentamientos con animales y experimentos corporales absolutamente irresponsables que dan la despedida digna como un brindis a la inmadurez eterna. Como el resto, también tiene su versión Jackass 4.5 con sus escenas eliminadas y otros extras.

    3. Jackass, la película (2002)

    Es la primera, la original y la más fresca, pero no la mejor. La adaptación cinematográfica que catapultó a Johnny Knoxville y sus compadres neo-faquires desde MTV hasta la popularidad mundial es vista hoy algo muy distinto a las posibilidades que ofrecen variaciones del formato como Jackass presenta: Bad Grandpa, que se apoya sobre todo en el éxito personal de los miembros, impensable en esta etapa primigenia. Probablemente hoy Jackass, la película, nacería y se quedaría en un canal de streaming de éxito, pero este formato sentó las bases de un modelo.

    Dirigidas por Jeff Tremaine, y buscando que cada miembro tuviera su momento de gloria, desde las acrobacias suicidas de Steve-O hasta las bromas sádicas que sufría Dave England, escenas como la del carrito de compras bajando la ladera son momentos generacionales que resumen el concepto de la mentalidad absurdamente idiota de los 2000, la celebración de la amistad masculina a través del masoquismo voluntario. Verla hoy nos devuelve al tiempo de los stunts callejeros y las bromas virales, como los de los inicios de plataformas tipo YouTube o el reality de cámara oculta Punk'd, en cuanto a la irreverencia de las bromas.

    2. Jackass 3D (2010)

    El final del camino cinematográfico del grupo original, rodado con tecnología 3D que, además de de un truco de marketing, se usaba de manera ingeniosa para rebozar al espectador en las calamidades de la pandilla. Intenta ir un paso más allá de Jackass 2: Todavía más en su ambición de ser la "culminación" de esa primera era gloriosa, con una producción superior y el gimmick visual para intensificar el impacto de los stunts. Jeff Tremaine dirige para hacer que cada golpe, caída o chorro de fluidos saliera de la pantalla mientras el grupo actúa ya con más tablas que nunca, sincronizados en escenas como el icónico "High Five" o el "Poo Cocktail Supreme". 

    El bullying a Ehren McGhehey en Jackass 3D alcanza cotas de sadismo hilarante y hasta sale Spike Jonze haciendo un extraño cameo. Tiene aire de despedida (más tras la muerte de Ryan Dunn) y, aunque sabemos que tendría continuidad, es un testamento de la estupidez como forma de arte. Por si no fuera suficiente con una segunda secuela, tienen una edición especial con entrevistas y otras tomas en Jackass 3.5. Su enfoque en el cuerpo como espectáculo y la amplificación cómica del dolor puede gustar a seguidores de programas de stunts o competiciones físicas extremas con humor, como Resbalón recargado (Wipeout).

    1. Jackass 2: Todavía más (2006)

    Un manual para hacer una secuela perfecta que aumentaba todo lo bueno de su predecesora, aumentando el presupuesto y el nivel de demencia. Tremaine es el director de orquesta de un catálogo de locuras que incluían el recordado "Terror Taxi" o experimentos con animales que rozaban lo dadaísta. Jackass 2: Todavía más supone el mejor momento creativo de este rebaño de mastuerzos, con Steve-O caminando por el filo de la autodestrucción y Margera sufriendo las venganzas más sádicas de sus compañeros. 

    Es la diferencia que no logra Jackass Forever, ya que representa el punto álgido creativo y de riesgo del núcleo original (con Bam Margera y Ryan Dunn), el equilibrio perfecto entre la repulsión y la carcajada que resume como ninguna el angst de una generación que cambió los vídeos de primera por la locura. El material que no pudieron incluir por ser demasiado bestia se puede ver en su versión unrated, Jackass 2.5. Un homenaje al espíritu transgresor que buscaba darle la vuelta a los documentales de especialistas y deportes extremos como CKY que fueron precursores de la filosofía de Jackass.

  • Los 10 mejores episodios de Navidad de series de comedia

    Los 10 mejores episodios de Navidad de series de comedia

    Raquel Morales

    Raquel Morales

    Editor de JustWatch

    ¡La Navidad está a la vuelta de la esquina! Y suele ser esa época en la que todos terminamos buscando excusas para volver a nuestras series favoritas. No podemos negar que, con todo oliendo a turrón y con el árbol recién sacado del trastero, es cuando más apetece revisitar nuestros confort shows, especialmente esos capítulos donde los milagros navideños están a la orden del día y nos ponen blanditos. 

    Ya no se hacen como los de antes y precisamente por eso, este es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de los 10 mejores episodios de Navidad de series de comedia.

    Schitt’s Creek – “Feliz Navidad, Johnny Rose”

    “Feliz Navidad, Johnny Rose” es uno de los mejores episodios de Schitt’s Creek (2015-2020) y captura perfectamente la esencia de la serie. Johnny está empeñado en recrear la antigua fiesta navideña de la familia Rose, aunque ahora vivan en un motel y su estatus no sea precisamente el mismo. Y nadie está interesado en ayudarlo a aparentar que sí. Lo que empieza como una misión casi imposible se convierte en una celebración improvisada llena de pequeñas catástrofes pero, lo más importante, es que la familia Rose se demuestra, a su manera, cuánto significan los unos para los otros. Y eso me recuerda bastante a la “La incontrolable navidad de Abed”. Si te va este rollo, Ted Lasso (2020-) te va a encantar.

    Arrested Development – “Tarde de sorpresas”

    En “Tarde de sorpresas”, Arrested Development (2003-2019) ofrece lo que podrían ser las dos—sí, dos—mejores fiestas navideñas de la historia. El episodio es extraño y caótico y por eso nos encanta. Hay de todo, desde unos brownies de marihuana hasta una grúa, pasando por un puesto de plátanos congelados que termina destrozado. Y todo lo que hay en medio. Así que solo le das al play y estás media hora riéndote sin parar, aunque no entiendes absolutamente nada. Es uno de esos episodios navideños que tienen que estar en tu playlist siempre, como “Ludanavidad” de Rockefeller Plaza (2006-2013). Si te va algo así, prueba con Colgados en Filadelfia (2005-).

    Friends – “El del armadillo navideño”

    ¿Piensas que Papá Noel es famoso? ¡Pues no sabes nada, Jon Snow! ¡No hay nadie más famoso que el armadillo navideño! Lo conocimos en Friends (1994-2004) y desde entonces desplazó a Papá Noel para siempre. Puedo ver mil veces este capítulo, que siempre me río. Me encanta cómo Ross intenta controlar la situación y disimular que llegó tarde a por un traje de Papá Noel—o de Superman. Y, obviamente, todo se le va de las manos, porque es Ross y es Navidad. Pero justo eso lo hace especial. Él necesita conectar con su hijo, que aprenda de sus raíces y, al final, todos juntos, como la familia que son, lo hacen posible. Parecido a lo que sucede en “El 23” de New Girl (2011-2018). Si te gustan estos capítulos, prueba con Cómo conocí a vuestra madre (2005-2014).

    Abbott Elementary – “La cachimba de las fiestas”

    Lo mejor de este episodio de Abbott Elementary (2021-) es ver cómo Jacob, que suele ir siempre a mil por hora y es el más optimista de todos, a parte de Janine, se convierte un poco en el Grinch. Aunque, en general, la navidad los vuelve más locos a todos. Mientras tanto, Janine intenta mantener todo bajo control, como siempre y, como siempre, no funciona. Y no lo haríamos de otra manera. Este es ese capítulo que demuestra que este grupo extraño simplemente encaja. Como las piezas de un puzzle. Y son una familia. Justo como sucede en “Navidad blanca” de Modern Family (2009-2020). Si buscas algo parecido, prueba con Superstore (2015-2021).

    Modern Family – “Navidad blanca” 

    Lo que más me gusta de este capítulo de Modern Family (2009-2020) es cómo cada miembro de la familia intenta imponer su propia idea de Navidad… y obviamente nadie coincide. Pero justo ahí está la gracia. Quisieron planear algo perfecto y terminaron en medio de un caos que, en el fondo, es mucho mejor. Y funciona porque ninguno de ellos está nunca de acuerdo pero, de algún modo, todo se termina acomodando. Porque lo importante es que están juntos. Algo que recuerda mucho al episodio “El del armadillo navideño” de Friends (1994-2004). Si te gusta algo así, échale un vistazo a Brooklyn Nine-Nine (2013-2021).

    New Girl – “El 23” 

    Este episodio de New Girl (2011-2018) me encanta porque a Jess le encanta la navidad, solo que esta es una basura porque la ha pillado en horas bajas, pero ella intenta que sea la mejor navidad de la historia. ¿Y los demás? Bueno, sólo intentan seguirle el ritmo sin morir en el intento. Lo que más me gusta es que, aunque nada sale como ella quiere, logra convertir un día normalito—por no decir horrible—en una prueba de cuánto este grupo extraño y disfuncional de amigos ha llegado a significar para ella y viceversa. Es muy parecido a lo que sucede en “La cachimba de las fiestas” de Abbott Elementary (2021-). Si te van las historias así, prueba con The Mindy Project (2012-2017).

    The Office – “Navidades a la japonesa”

    Este episodio es muy fiel al estilo de The Office (2005-2013): lleno de humor absurdo, decisiones cuestionables y un Michael Scott intentando olvidar su corazón roto de la peor manera posible. Definitivamente, el capítulo no envejeció bien pero, aun así, tiene un mensaje de “¡los amigos siempre primero!” que se queda contigo a pesar de todo. Los amigos se apoyan. Los amigos están ahí. Incluso para una fiesta loca de navidad fingiendo que todo está bien. Es parecido a “Cuento de navidad” de Futurama (1999-) en ese sentido. Si buscas este tipo de episodios, prueba con Parks and Recreation (2009-2015).

    Futurama – “Cuento de navidad”

    Lo que más me gusta de este episodio es cómo Futurama (1999-) convierte la Navidad en algo completamente ridículo y diferente pero al mismo tiempo sigue teniendo esa magia, esa esencia de unidad que parece acrecentarse en esta época del año. Fry intentando entender tradiciones que ya no existen, Leela sintiéndose fuera de lugar… es ese combo que la serie hace tan bien, mezclando humor con algunas verdades difíciles de tragar. Pero, desde luego, lo mejor es la forma en que el show deja claro lo importantes que son Bender, Fly, Leela y el resto del equipo los unos para los otros, parecido a lo que pasa en un “Cuento de navidad” de Doctor Who (2005-2022). Si te gustan este tipo de historias prueba con Rick and Morty (2013-).

    Community – “La incontrolable navidad de Abed”

    Este capítulo de Community (2009-2015) es una joya porque toca la Navidad desde un ángulo totalmente distinto y muy propio de Abed. Lo que más me gusta es cómo el grupo intenta acompañarlo, estar ahí para él, aunque no entiendan del todo qué le pasa, y cómo su mundo interior se convierte en ese escenario extraño donde todos tienen un papel. Por fin sabemos qué le está sucediendo a Abed y nos damos cuenta de su manera de enfrentar las cosas. Pero lo mejor es la forma en que todos empatizan con él…y eso es justo lo que necesitaba, que sus amigos estuvieran ahí. El episodio es parecido a “Navidades a la japonesa”. Y si te gustan ese tipo de historias, prueba con The Good Place (2016-2020).

    Rockefeller Plaza – “Ludachristmas”

    Rockefeller Plaza (2006-2013) lleva la Navidad a su terreno con “Ludachristmas”, un episodio que demuestra que la navidad en familia puede que no sea lo mejor. Puede que lo mejor sea escapar a. Una isla desierta donde la familia no te pueda arruinar una cena perfectamente organizada. Liz intenta tener unas fiestas tranquilas con su familia, pero Jack la arrastra a la celebración navideña de los Donaghy, donde las tensiones, los secretos y los cuchillos volando se convierten en parte del menú. Mientras tanto, Tracy y Jenna añaden su propio nivel de locura al intentar aprovechar el espíritu festivo para beneficio personal. El contraste entre el caos de los Donaghy y la “normalidad” que Liz intenta mantener genera algunos de los momentos más divertidos de la serie. ¡Y nos encanta! Nos recuerda un poco a “Feliz Navidad, Johnny Rose”. Y si buscas algo parecido, prueba con Veep (2012-2019).

  • Las mejores películas del siglo 21 según Quentin Tarantino (primera parte)

    Las mejores películas del siglo 21 según Quentin Tarantino (primera parte)

    Philipp Engel

    Philipp Engel

    Editor de JustWatch

    Ahora que, conforme se acerca la Navidad y fin de año, empiezan a llover listas por todas partes, y aprovechando que llevamos un cuarto de siglo 21, el director de Pulp Fiction aprovechó su paso por el podcast de Bret Easton Ellis –autor de, entre otras, la profética novela fin de siècle American Psycho– y enumeró sus 20 películas favoritas del siglo 21. En esta lista aparecen las 10 primeras, de la nº11 a la nº20, y en breve publicaremos la segunda parte. Como siempre te decimos en qué plataformas puedes encontrarlas, y si alguna no está disponible en estos momentos te avisamos de cuando lo esté. Sólo tienes que apuntarte. 

    20. ‘West Side Story’ (Steven Spielberg, 2021)

    Tarantino terminó su lista incluyendo entre los 20 mejores la nueva versión de West Side Story a cargo de Steven Spielberg, que es, sin duda alguna, impresionante. Lo cierto es que el Rey Midas superó todas las expectativas, repitiendo un clásico como West Side Story que parecía intocable con una puesta en escena impecable, una fotografía deslumbrante, unos números musicales alucinantes y un sabio uso de los decorados, amén de descubrir a unos nuevos Tony y María irreprochables encarnados por los entonces poco conocidos Ansel Elgort y Rachel Zegler, que están espléndidos como nunca volverían a estarlo. 

    Así que no podemos estar más de acuerdo con Mr. Tarantino, aunque, si hablamos de los mejores musicales del siglo XXI, Moulin Rouge!, de Baz Luhrmann, también hubiera sido una muy buena opción, ya que renovó completamente la puesta en escena del mismo con un estilo barroco y descocado que nadie más que él podría haber llevado a cabo. No menos discutible es la puya que Tarantino lanza a Scorsese en este momento del podcast, cuando dice que no cree que haya hecho “nada tan excitante en el siglo XXI”. ¿Perdón, y El lobo de Wall Street? ¿Acaso alguien más fue capaz de explicarnos la crisis de 2008 de una forma tan brillante y a la vez desternillante? 

    19. ‘Cabin Fever’ (Eli Roth, 2002)

    Aquí tenemos un claro caso de amiguismo: Tarantino y Eli Roth han colaborado en múltiples ocasiones. Roth es uno de los Malditos bastardos, tiene cameo en Death Proof (además de dirigir uno de los tráilers imaginarios que acompañaron su proyección en el formato doble sesión Grindhouse), y Tarantino le produjo los Hostel. 

    Es la historia de una amistad que probablemente empezó cuando Tarantino se enamoró de Cabin Fever. Lo cierto es que es una película de culto automático destinada a cosechar tantos fans como haters. Es brutal, estilosa y original, aunque en la misma línea se podría haber optado por la argentina Cuando acecha la maldad, de Demián Rugna, que también puede emparentarse con el cine de Rob Zombie, otro habitual de las listas de Tarantino. 

    18. ‘Moneyball’ (Bennett Miller, 2011)

    Aquí ha estado muy bien, ya que es difícil imaginar un drama deportivo mejor que Moneyball, y eso que este siglo hemos visto unos cuantos que estaban muy bien, como Yo, Tonya; El Clan de Hierro; Ford v Ferrari, o sin ir más lejos F1, la película, una de las mejores de 2025. Lo cierto es que Miller, aclamado por su Truman Capote, sorprendió con la elegancia hipnótica de la gesta basada en hechos reales de un entrenador de béisbol encarnado por el carismático Brad Pitt. Intentó repetir la fórmula con Foxcatcher, esta vez sobre un equipo de lucha libre, pero se quedó unos cuantos peldaños por debajo. 

    17.  ‘Chocolate’ (Prachya Pinkaew, 2008)

    Más allá de los obvios paralelismos con su díptico Kill Bill, no es raro que Tarantino se haya fundido con esta película de artes marciales del director de la muy celebrada Ong Back. La originalidad del argumento de Chocolate unida a la brutalidad de unas coreografías sin cables, ni dobles, tenía que poder con él. Aquí hay también, como en Kill Bill, una lista (de deudores) y una venganza (irá a buscarlos uno por uno), pero lo mejor es que el personaje de JeeJa Yanin es autista y aprendió a luchar mirando la tele. 

    16. ‘Los renegados del diablo’ (Rob Zombie, 2005)

    Antes mencionamos a Rob Zombie, porque la pasión de Tarantino por la secuela de La casa de los 1000 cadáveres es bien conocida por los fans de ambos desde que se estrenó. En el podcast de Bret Easton Ellis, recordó que Los renegados del diablo, mezcla de western, Peckinpah y rollo Manson no existía hasta que Rob Zombie dio un puñetazo sobre la mesa. Y es así, en parte, porque también podría haber citado a John Carpenter o Defensa. La saga  Wolf Creek intentan ir en esa dirección, así como los remakes de slashers de los 70, como los de Las colinas tienen ojos o de La matanza de Texas, pero está claro que Zombie escribió un capítulo aparte. Aunque no estaría de más revisar, en clave de comedia, la magnífica Tuck & Dale contra el Mal, una joya de culto no lo suficientemente valorada que aprovechamos para reivindicar: Eli Craig le dio la vuelta al género haciendo que la pareja de rednecks titular fuesen los buenos, y los jóvenes salidos de acampada se convirtieran en los malos de la película.

    15. ‘La pasión de Cristo’ (Mel Gibson, 2004)

    Sorprende que, estando afincado en Israel, Tarantino siga reivindicando una película tan claramente antisemita. Pero la verdad es que Mel Gibson, independientemente de sus ideas, es tan buen director como actor. Aunque eso ya quedó patente en la también polémica Apocalypto antes que con La pasión de Cristo.En el podcast de Bret Easton Ellis, matizó sus opiniones, aclarando que la película le pareció “divertidísima” porque la “violencia extrema” le parece “divertidisima”. También alabó la labor de director de Gibson, y señaló que, cuando se lo encontró y le brindó sus opiniones sobre la película, este le miró “como si estuviera como una puta cabra”. 

    14. ‘Escuela de Rock’ (Richard Linklater, 2003)

    Está claro que Escuela de Rock tiene tantos fans entre los de Linklater como entre los de Jack Black, aunque también se podría pensar que han hecho juntos trabajos mucho mejores, que no tienen ese rollo un poco de película para niños. Personalmente, me parece que una comedia negra como Bernie (2011), sobre la enfermiza relación entre un funerario (Black) y una lluvia adinerada (memorable Shirley Maclaine) es infinitamente mejor, y muchísimo más divertida, aunque sólo para los adultos. 

    13. ‘Jackass, la película’ (Jeff Tremaine, 2002)

    Otra debilidad bien conocida de Tarantino, tanto por lo que es la película –un encadenado de gamberradas sin fin– como por la irresistible personalidad de Johnny Knoxville. Ya sabemos de qué se trata: gente aparentemente estúpida haciendo las estupideces más estúpidas que se les puedan pasar por la cabeza, pero es divertida, incluso a ratos desopilante, y a nadie le sorprendió en su día que Tarantino rompiese una lanza por este subproducto extremo, que no tiene comparación posible, si no son las otras películas y programas de la franquicia Jackass. Quizás el siguiente paso después de esto sería pasar a Borat y a las películas de Sacha Baron Cohen y Larry Charles. 

    12. ‘Big Bad Wolves’ (Aharon Keshales y Navot Papushado, 2013)

    La debilidad de Tarantino por esta película israelí llamada Big Bad Wolves es bien conocida desde el mismo momento de su estreno, cuando dijo que era la mejor película de 2013. Lo cierto es que es muy tarantinesca: esta historia de secuestro y de venganza derrocha estilo, humor negro y violencia extrema. Entre el thriller ultraviolento con toques gore a lo I saw the devil –y otros thrillers a la coreana– y el cuento de hadas actualizado pervertido en la línea de la magnífica Sin Salida (Freeway), del hoy olvidado, y siempre reivindicable, Mattew Bright. 

    11. ‘Battle Royale’ (Kinji Fukasaku, 2000)

    En el podcast de Bret Easton Ellis, Tarantino se extrañó de que el director japonés, como Koushun Takami, autor de la novela original, no hubiesen denunciado por plagio a los responsables de Los juegos del hambre, tanto la franquicia cinematográfica como la literaria de Suzanne Collins. La idea es similar: un grupo de jóvenes son obligados a matarse entre sí en un juego de supervivencia rematado con el clásico “sólo puede quedar uno”. Takeshi Kitano está al frente como si todavía fuese el presentador de aquellos programas de Humor amarillo. Tarantino descubrió Battle Royale cuando estaba localizando para Kill Bill y Fukasaku le invitó a un pase privado. En las dos películas, como un claro homenaje a la primera, aparece Chiaki Kuriyama, como la inolvidable Gogo Yubari, la mejor guardaespaldas de Lucy Liu. Brutal.

  • La película navideña más cara de la historia no es la que piensas

    La película navideña más cara de la historia no es la que piensas

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    Ya es Navidad en nuestros supermercados y plataformas de streaming, y en nuestras ansias de vacaciones. Así que toca recuperar las tradicionales listas de películas navideñas y empezar a buscar aquella perlita estacional que aún desconoces o que no has visto. 

    Y una película que te sorprenderá es Código Traje Rojo (2024), también considerada la producción navideña más cara de la historia… Y un fracaso monumental en términos monetarios, técnicamente, aunque también sea el original de Amazon MGM que acumula más reproducciones en el primer fin de semana de toda la historia de la plataforma de Prime Video. 50 millones de visualizaciones en cuatro días.

    Por qué es tan cara ‘Código Traje Rojo’

    Desarrollemos esto. De entrada, sepamos que esta es una aventura palomitera sin complejos sobre cómo el Jefe de Seguridad del Polo Norte (Dwayne Johnson) y el cazarrecompensas más infame del mundo (Chris Evans) forman equipo para salvar a Traje Rojo o Santa Claus, tras su secuestro. La idea de Red One fue concebida por el productor Hiram Garcia, con un guion escrito por Chris Morgan. Con un rodaje bastante largo una mano ancha para el presupuesto, finalmente la producción costó en total unos 200 millones de dólares, sin contar gastos de PA (marketing y distribución).

    Sin embargo, se sabe que hubo problemas en el set relacionados con Johnson, lo que terminó elevando aún más el coste del rodaje; de los 200 millones de dólares a los 250. Según un reportaje de The Wrap, Johnson llegaba, de media, entre siete y ocho horas tarde cada día, y hubo jornadas en las que directamente no se presentaba. Eso es porque el actor de Alerta roja (2021), también productor, tiene por base no trabajar más de cinco horas al día: que luego digan de la Gen Z…

    Muy vista, pero sólo gratis en plataforma: el cuestionado éxito de ‘Código Traje Rojo’

    ¿Es un desastre económico para Amazon MGM, el estudio detrás de la película? A toda costa parecería que sí. Pero la aprobación de una secuela, Red One Two (para la Navidad que viene, suponemos), y la directiva de la empresa aseguran que no. Te explico. En los grandes estrenos de los estudios tradicionales, la regla general es que una película debe generar unas 2,5 veces su presupuesto para alcanzar el punto de equilibrio en taquilla, ya que los cines se quedan aproximadamente con la mitad de los ingresos. Amazon, en cambio, considera que ha ganado si recupera los costes de PA, que en este tipo de producciones pueden situarse en torno a los 100 millones de dólares.

    Eso son unos 350 millones de dólares, de los que Código Traje Rojo sólo recaudó 34 estando en carteleras. Desde el estudio, no se preocuparon mucho: argumentan que el estreno en salas les sirvió de maravillosa campaña de publicidad para dirigir público a la plataforma (que luego vería el film, además de otro tipo de contenido), que también ayudó a vender merchandising y que, en definitiva, volverían a hacerlo. Los exhibidores están de acuerdo, alegando que las salas necesitan de películas tan rematadamente comerciales como atracción y signo de vitalidad, aunque pinchen en taquilla. Variety, al comentar el caso, lo pone en duda. ¿De veras, dicen, necesita el público los despilfarros económicos de Dwayne Johnson para acceder al contenido que ahora hay en línea? En 2021, cuando no había la oferta de deportes y realities actual, esta retorcida estrategia de marketing quizás hubiera tenido sentido. ¿Pero ahora…?

    El gran derrochador de la Navidad es Robert Zemeckis

    El gran responsable de los vaciados de bolsillos navideño es Robert Zemeckis, y la razón es sencilla: en las últimas dos décadas, Zemeckis se ha definido por la experimentación tecnológica. Cinco años antes de que James Cameron estrenara Avatar (2009), este cineasta ya estaba explorando la tecnología de captura de movimiento para su aventura navideña Polar Express (2004), aquella virguería en 3D generado por ordenador que hoy nos resulta algo viejuna pero que definitivamente tuvo encanto. Ojo, porque la cinta en su momento fue ya la película de animación más cara jamás realizada, con un presupuesto descomunal de 170 millones de dólares.

    Primer film realizado íntegramente con captura digital, cuando aún no habíamos superado el espanto de El gato (2003), Polar Express fue un estreno largo decepcionante en taquilla y con el tiempo ha caído en el valle inquietante (aunque decíamos, con el carisma de las trasnochadas festividades de la época). Lo sorprendente fue que Zemeckis repitiera la jugada: cinco años después, produjo otra película navideña de animación con tecnología de captura de movimiento… Y esta vez gastó aún más dinero.

    La adaptación en motion capture que Zemeckis hizo del Cuento de Navidad (2009) le costó a Disney la barrabasada de 200 millones de dólares, sin la red de seguridad que Prime Video tenía para Código Traje Rojo. Todo el siglo pasado hemos ido acumulando películas basadas en el clásico de Charles Dickens, desde Cuento de Navidad (1951) o la más recordada Un cuento de navidad (1984), hasta la serie en clave de terror del mismo nombre, Cuento de Navidad (2019). Pero ninguna se ha visto como esta interpretación expresionista en 3D de Zemeckis, con Jim Carrey al frente.

    Otra película con Jim Carrey ocupa nuestro ranking de películas navideñas más caras de la historia. Resulta natural, ya que a principios de los dos mil se invirtió sin miramientos y por el momento él era una de las mayores estrellas de cine en todo el mundo. Hablo de El Grinch (2000), pero no la cucada de 2018 sino la versión de imagen real. La película de Ron Howard fue la primera adaptación cinematográfica en formato largo de un libro del Dr. Seuss y la primera adaptación en imagen real. Y, basándose en lo que costó dar vida a la visión de Seuss, 123 millones de dólares, es comprensible que no más estudios se atrevieran a intentarlo, por lo menos hasta que el desastre hubo alcanzado la mayoría de edad.

    En fin, hay lecciones de austeridad que vale la pena seguir. Quizás en un tiempo Amazon MGM reconozca que el agua en la piscina de Código Traje Rojo no estaba tan clara, pero… Por el momento y a pocos días del estreno de Avatar: Fuego y ceniza (2025), parece algo tabú hablar de dinero en la mesa. En su lugar, comed turrones.

  • Elle Fanning: sus papeles más destacados en cine y televisión

    Elle Fanning: sus papeles más destacados en cine y televisión

    Alejandra Bekerman

    Alejandra Bekerman

    Editor de JustWatch

    A estas alturas, Elle Fanning ya no es “la hermana pequeña de Dakota”: es una de las intérpretes más versátiles y prometedoras de su generación. Desde que apareció en Super 8, su carrera ha pasado con naturalidad del cine independiente a los grandes estudios y la televisión de autor. Incluso prestó su voz a una película de Studio Ghibli (Mi vecino Totoro en su versión en inglés), mostrándonos que su talento trasciende géneros, idiomas y formatos.

    Con dos nuevos estrenos, Predator: Badlands y Sentimental Value, además de su incorporación a la próxima entrega de Hunger Games, 2025 es el año perfecto para mirar atrás y repasar su filmografía. En esta lista, ordenada por año de estreno, encontrarás  las películas y series que mejor definen su talento. Después de ver estos títulos no te quedarán dudas que Elle es una figura indispensable del cine contemporáneo.

    Super8 (2011) 

    El debut que cambió todo. En Super 8, Elle Fanning interpreta a Alice, una chica que se une a un grupo de amigos mientras filman una película casera y terminan enfrentándose a algo mucho más grande. Es mi favorita de su filmografía por ser un homenaje directo al espíritu de películas como E.T. El extraterrestre y Los Goonies, pero con una melancolía moderna muy típica de J.J. Abrams. Ya en sus comienzos Fanning brilla con una naturalidad que sostiene la historia incluso entre explosiones y misterios.

    Maléfica (2014)

    Era cuestión de tiempo hasta que Disney supiera ver el talento de Fanning. En este spin-off, 

    Su versión de Aurora es más que una princesa, es el equilibrio entre la oscuridad de Maléfica y la esperanza del cuento clásico. Aquí hace dupla con Angelina Jolie, con quien logra un vínculo casi maternal que redefine el género de fantasía. Aunque más convencional que títulos de su carrera como The Neon Demon, esta película mostró su capacidad para sostener el corazón emocional de una superproducción sin perder autenticidad. La recomiendo entre las pocas versiones live-action del estudio que realmente aportan algo nuevo a la historia original.

    El demonio neón (2016)

    Para esta época pocas personas podían imaginar a Elle Fanning bajo la dirección de Nicolas Winding Refn. Pero este fue el comienzo de lo que con el tiempo supimos comprender como una pieza vital de la carrera de Elle, no teme correr riesgos. En El demonio neón, interpreta a una modelo que se adentra en el lado más oscuro de la belleza, un papel que le exigió frialdad y vulnerabilidad a la vez. Su mirada lo dice todo, y el contraste con papeles más puros como Maleficent o Super8 hace que este sea un salto radical en su filmografía. Si  buscas una película algo  hipnótica donde Fanning se atreve a ser incómoda, ambigua y magnética, no te la pierdas.

    La seducción (2017)

    Esta no fue la primera vez que Fanning colaboró con Sofia Coppola, pero sí el primer proyecto juntas con ella como protagonista. En La seducción, interpreta a una joven estudiante durante la Guerra Civil estadounidense que despierta pasiones prohibidas cuando un soldado llega herido a su internado. Aquí la tensión se corta con cuchillo, es una película llena de deseo reprimido y miradas que arden. Su interpretación es más sutil y silenciosa que en The Neon Demon, mostrando un dominio impresionante del mínimo gesto. Si Super8 reveló su frescura, La seducción confirmó su madurez: una actriz capaz de decirlo todo con un pestañeo.

    ¿Realmente estamos solos? (2018)

    ¿Realmente estamos solos? es un relato postapocalíptico, en el cual Elle Fanning comparte pantalla con Peter Dinklage en un mundo donde parece no quedar nadie más. Me gusta este film porque lo que podría haber sido una simple historia de ciencia ficción se convierte en una meditación sobre la soledad y la necesidad de ser visto. Fanning interpreta un personaje que introduce el caos, la ternura y la posibilidad de conexión,mostrando que su registro emocional puede ir de lo filosófico a lo íntimo sin perder naturalidad. Es una película pequeña, pero con un eco enorme y por eso la recomiendo.

    Los caminos que no escogemos (2020)

    En el 2020 Elle Fanning nos sorprendió con Los caminos que no escogemos, una película donde hace dupla con Javier Bardem y en la que interpreta a la hija de un escritor que lucha contra la demencia. A través de su mirada, la película muestra cómo la mente de su padre se disocia entre recuerdos, realidades paralelas y vidas que pudo haber tenido, mientras ella lucha por mantenerlo presente. Su presencia ilumina una historia dolorosa sin caer en el sentimentalismo, lo que confirma una vez más su profundidad como actriz dramática. Si en ¿Realmente estamos solos? exploraba la conexión en un mundo vacío, aquí lo hace dentro del laberinto de la mente.

    The Great (2020)

    Si bien no fue su primer rol en una serie de televisión, si fue su protagónico más exitoso hasta la fecha. Aquí como Catalina la Grande, Elle Fanning demuestra que la comedia también puede ser un acto de inteligencia.  The Great es una sátira histórica que combina humor negro, drama y un lenguaje anacrónico brillante que le valió varios premios. Su Catalina evoluciona de la ingenuidad al poder absoluto, un viaje que resume toda su carrera. Es tan carismática como absurda, tan divertida como feroz. Y la dupla que hace junto a Nicholas Hoult es simplemente maravillosa.

    Un completo desconocido (2024)

    Nos vamos acercando a los papeles más recientes de Elle Fanning, siendo uno de ellos la biopic sobre Bob Dylan: Un completo desconocido. En ella interpreta a Sylvie Russo, una presencia elegante y un tanto melancólica que acompaña al músico en su búsqueda creativa. 

    Aunque no es el centro de la historia, su actuación es no solo magnética sino el contrapunto emocional que da humanidad a Dylan. Comparada con sus papeles más intensos en The Neon Demon o The Roads Not Taken, aquí trabaja desde la sutileza. Es una de esas interpretaciones que sostienen la película sin reclamar protagonismo.

    Depredador: tierras salvajes (2025)

    Me hacía mucha ilusión ver a Fanning dar un salto inesperado al cine de acción y ciencia ficción. Con Depredador: tierras salvajes, demuestra que puede sostener un universo por sí sola. Esta película mezcla supervivencia, horror y adrenalina, pero Elle le aporta algo que ninguna otra entrega de la saga tuvo: vulnerabilidad real. Su personaje recuerda a la Ripley de Alien, aunque con la sensibilidad de otros títulos de su filmografía como Los caminos que no escogemos. Realmente fue una elección audaz que amplía los límites de su carrera sin perder identidad en el proceso.

    Valor sentimental (2025)

    Si quedaban dudas de su talento, esta película de Joachim Trier llegó para confirmar lo que ya sospechábamos: Elle Fanning es una actriz que nunca repite, siempre se reinventa. En Valor Sentimental interpreta a una joven actriz estadounidense que se ve envuelta, casi sin querer, en el drama de una familia europea marcada por la pérdida y los silencios. Su actuación aquí es contenida y transmite una personalidad empática, lo que le da al relato una luz suave entre tanta culpa y nostalgia. No me sorprendería que este papel le traiga nuevos premios… y una etapa aún más desafiante en su carrera.

  • Las ocho nominaciones al Oscar de Glenn Close, de peor a mejor

    Las ocho nominaciones al Oscar de Glenn Close, de peor a mejor

    Philipp Engel

    Philipp Engel

    Editor de JustWatch

    La veterana actriz de 78 años ha sido ocho veces nominada al Oscar, sin conseguirlo jamás. Haberla visto brillar en la muy coral Puñales por la espalda: De entre los muertos donde encarna a Marta Delacroix, y saber que ha rodado La bola negra con Los Javis, ha sido doble motivo más que suficiente para recordar esas ocho películas por las que se quedó a las puertas del Oscar, ordenadas de peor a mejor según su interpretación y la calidad de la película. 

    Naturalmente, como siempre, te decimos en qué plataformas encontrarlas, y si alguna no está disponible en este momento te avisamos cuando lo esté. 

    8- ‘Hillbilly, una aventura rural’ (2020)

    El memoir autobiográfico de J.D. Vance, actual vicepresidente de Estados Unidos, muestra cómo tuvo que regresar a la casa de su familia, y afrontar el mundo redneck que había querido dejar atrás para estudiar derecho gracias a una beca en Yale. La presencia de Amy Adams, como la madre toxicómana, y de Glen Close, caracterizada como la abuela mamaw, con sus rizos y gafas gigantes, elevaban el tono de un dramón con alma de telefilme que deja un aroma a tiempo despilfarrado. 

    El veterano Ron Howard ya había colaborado con Close en la muy superior y periodística The Paper (1994), donde la actriz fue la carismática y desternillante directora de un tabloide en el que trabajaba Michael Keaton. Si se trata de reivindicar lo que demasiado a menudo se señala como “white trash”, quizás sería mejor apostar por películas tan estupendas como El Clan de Hierro, de Sean Durkin, o La suerte de los Logan, de Steven Soderbergh. En cuanto al Oscar, esta vez se lo quitó Youn Yuh-jung por Minari, la gran triunfadora de aquella edición pandémica. Como Hillbilly, una elegía rural, otro drama autobiográfico en la América profunda, que precisamente hablaba de migración, lo cual permite verla incluso como su opuesto. 

    7. ‘El mejor’ (1984)

    Glenn Close consiguió su segunda nominación al Oscar por El mejor, estupendo drama deportivo dirigido por el entonces debutante Barry Levinson y protagonizado por Robert Redford. Un cuento de hadas sobre un veterano bateador de béisbol con un final más edulcorado que el de la novela de Bernard Malamud en la que se basa. La película tiene su épica y su emoción, el problema es que la participación de Close es bastante testimonial: apenas si aparece como la novia abnegada que apoya al deportista inseguro que la acaba dejando plantada. Pero ya era una VIP de la Academia de Hollywood, donde había conseguido su tercera nominación consecutiva. No es de extrañar, sin embargo, que Peggy Ashcroft se llevase la estatuilla por Pasaje a la India, la última película de David Lean, basada en la novela de E.M. Foster, de cuyas adaptaciones se encargaría en lo sucesivo James Ivory. 

    6- ‘Albert Nobbs’ (2011)

    La historia presuntamente real de esta irlandesa que se vestía de hombre y se hacía llamar Albert Nobbs para poder ir a trabajar en un hotel, desafiando al patriarcado decimonónico, siempre ha sido la debilidad de Glenn Close que ya interpretó ese mismo papel sobre las tablas. Aunque su actuación se limita a mantener el rostro tenso, en un rictus permanente que no da mucho juego a la expresividad. Otro problema es que Rodrigo García, con el que Close trabaja a menudo (Nueve vidas, Cuatro días) ejecuta la historia con un esforzado academicismo que no transmite calidez. 

    En su manera de abordar la época, puede recordar por ejemplo a Una habitación con vistas, pero James Ivory, un maestro, sí sabe cómo transmitir emociones. En cuanto a la transformación se puede comparar con otra historia real como La chica danesa, que también es más interesante tanto como película como por Eddie Redmayne, un hombre que transiciona a mujer en un tiempo donde eso era una absoluta rareza. Aquel año, en los Oscar, se la merendó su eterna rival, Meryl Streep, que también se había transformado para dar vida a un personaje tan real como Margaret Thatcher en La dama de hierro, un biopic ídem. 

    5- ‘El mundo según Garp’ (1982)

    Otra película más que notable con aroma literario: esta vez dirigida por George Roy Hill, a partir de la popularísima novela de John Irving El mundo según Garp en la que el malogrado Robin Willams encarna al icónico Garp, y Glenn Close a su madre. La verdad es que ella está mejor y más creíble en una película en la que también brilla el también nominado John Lithgow en la piel de una exjugadora de fútbol americano transexual. Curiosamente, fue Jessica Lange la que ganó a Close en aquella primera nominación a la Mejor Secundaria por una película como Tootsie. 

    La película, como la novela, es un delirio de humor negro en el que Close tiene oportunidad de brillar como la enfermera que concibe a su hijo aprovechando la erección de un paciente que está a punto de morir o se empecina a invitar a merendar a prostitutas, todo en un contexto de disparates absurdos que resultan bastante divertidos. Es una de las mejores adaptaciones del mundo literario de Irving, sólo superada por Las normas de la casa de la sidra. 

    4- ‘Reencuentro’ (1984)

    La película de Lawrence Kasdan es el paradigma mismo de las películas de Reencuentro –motivado por un funeral o una muerte inminente– a la que se sumaron hitos como Los amigos de Peter o, todavía mejor, Las invasiones bárbaras. En este caso son ocho amigos los que se reencuentran para enterrar a uno de ellos, y Glenn Close supo imponerse en un reparto predominantemente masculino por el que volvió a cosechar una nominación al Oscar a la Mejor Secundaria. De hecho fue la única nominada de un reparto coral en el que también estaban William Hurt, Jeff Goldblum o Tom Berenger. 

    Es una de las actuaciones más conmovedoras de su carrera, por la manera en que modula el dolor a su personaje por dentro. Aunque no podía superar, bajo ningún concepto, a la Linda Hunt de El año que vivimos peligrosamente, una de las obras maestras de Peter Weir, en la que la actriz da vida al pequeño Billy Kwan, uno de los periodistas que son testigos de un intento de revuelta en Indonesia. 

    3- ‘Atracción fatal’ (1987)

    Alex Forrest, una mujer que no acepta un No por respuesta, es un personaje icónico de los thrillers de los 80/90, y Michael Douglas, su víctima perfecta. Formaban una pareja a la altura de William Hurt y Kathleen Turner en Fuego en el cuerpo (Lawrence Kasdan, 1981), otro thriller con una fuerte carga sexual y psicológica, donde la mujer encarna al mal, en aquel caso una capaz de matar a su marido. 

    En Atracción fatal, de un Adrian Lynne que todavía estaba de moda, es una perturbada psicópata que se convirtió en el paradigma de la acosadora, que aparecía en la mente de los hombres casados cada vez que se les pasaba por la cabeza vivir una aventura extra matrimonial. La película recibió seis nominaciones a los Oscar, pero no se llevó ninguna estatuilla. La de Close se la quedó la Cher de Hechizo de Luna. Para entonces, la película ya había recaudado más de 300 millones de dólares en todo el mundo. 

    2- ‘La buena esposa’ (2017)

    Glenn Close es La buena esposa de Jonathan Pryce, una mujer que, por el hecho de serlo, se ha pasado toda la vida ocultando su talento como escritora a la sombra de su marido para quien, de alguna manera, ejerce de negro literario. Hasta que le conceden el Premio Nobel de Literario, y con el fuego azuzado por un periodista preguntón, todo estalla. En esta ocasión Glenn Close ofreció un auténtico recital de interpretación que se come toda la película. Confesó que se había inspirado de su propia madre, siempre en la sombra paterna, para bordar uno de los mejores papeles de su carrera. 

    De alguna manera, puede recordar a Albert Nobbs, otro personaje encerrado en su dignidad, prisionero de su propio secreto… Por lo que se refiere a toda la parafernalia que rodea el premio Nobel, y para desdramatizar lo mejor es revisar, El premio, de Mark Robson, con un pletórico Paul Newman, y una trama de espionaje. 

    1- ‘Las amistades peligrosas’ (1988)

    La pérfida Marquise de Merteuil encarnada por Close en esta inolvidable adaptación de Las amistades peligrosas, la novela cortesana de Choderlos de Laclos, es sin duda el mejor papel de la carrera de Glen Close, por mucho que el Oscar se le volviera a resistir una vez más. Era una delicia contemplar cómo desplegaba la más exquisita de las crueldades al impulsar a John Malkovich a seducir a Uma Thurman y luego a una bellísima Michelle Pfeiffer, sólo “por el placer de verla traicionar todo lo que considera importante”.

    Apenas un año después, Milos Forman apareció con otra adaptación de la misma novela esta vez titulada Valmont, como el personaje por el que Malkovich obtuvo un merecido Oscar. Pero no tuvo tanto éxito, pues carecía del glamour de un reparto de campanillas y de la irresistible ligereza de la versión de Stephen Frears que también bordó su mejor película. Glenn Close, como siempre, se quedó sin su estatuilla. Esta vez se lo quitó una Jodie Foster que, en Acusados, llevaba ante la justicia a todos los hombres que la violaron en una noche aciaga. Las amistades peligrosas, y la actuación de Close, ha calado mucho más hondo en la memoria popular. 

  • Las 10 mejores películas y series de Alan Ritchson, ordenadas

    Las 10 mejores películas y series de Alan Ritchson, ordenadas

    Juan José Mateo

    Juan José Mateo

    Editor de JustWatch

    Hay actores que encuentran un papel icónico y se quedan ahí para siempre. Y luego está Alan Ritchson, que ha construido una carrera a base de fuerza bruta, carisma desarmante y un sentido del humor que desactiva cualquier cliché. Ha sido héroe, villano, entrenador, soldado, mutante y hasta tortuga ninja. Su filmografía es un viaje que va desde lo ridículo hasta lo monumental, de las comedias universitarias al thriller más afilado de la televisión reciente.

    En JustWatch hemos reunido una lista definitiva con las mejores películas y series en las que ha participado, ordenadas por fecha de estreno. Si quieres entender de verdad cómo ha evolucionado uno de los actores de acción más interesantes de su generación, empieza por leer esta guía.

    Smallville (2005)

    Smallville fue el lugar donde muchos descubrimos a Alan Ritchson. Su interpretación de Aquaman es breve pero contundente: un héroe juvenil que anticipa la energía física y el humor que luego definirían su carrera. 

    Ritchson encaja en el tono luminoso y adolescente de la serie, aportando una chispa de arrogancia encantadora que encaja a la perfección en el universo de Superman.

    Si la comparamos con Arrow, Smallville es más ingenua, pero también más cálida; frente a The Flash, tiene un encanto artesanal, casi noventero, que sigue funcionando. El Aquaman de Ritchson no es profundo ni complejo, pero sí memorable: un anticipo de la presencia escénica que explotaría años después.

    Dentro de este top10, la ubico en el puesto 9. Es importante para entender la evolución de Ritchson, pero no es uno de sus trabajos más determinantes.

    Ángeles cotidianos (2007)

    En Ángeles cotidianos, Ritchson cambia de registro de manera total. Deja atrás los músculos y la épica adolescente para interpretar a un joven atrapado en una historia que mezcla drama, espiritualidad y cierto tono de redención. 

    Aquí no destaca por la acción, sino por una vulnerabilidad inesperada que demuestra que podía hacer mucho más que papeles físicos.

    Si la comparamos con otras ficciones como A dos metros bajo tierra, esta serie es más ligera y esperanzadora; frente a otras como This Is Us, es menos sofisticada, pero tiene una pulsión emocional que conecta desde lo íntimo. Ritchson sorprende porque deja de ser “el tipo enorme” y se convierte en un actor con matices.

    En esta lista la coloco en el puesto 8. Interesante y distinta, pero menos icónica dentro de su filmografía.

    Blue Mountain State (2010)

    Blue Mountain State es el caos universitario hecho serie. Alcohol, testosterona, rivalidades absurdas y un humor que no pide perdón. Y en el centro de todo está Alan Ritchson como Thad Castle, quizá el papel que definió su primera etapa como actor. 

    Thad es excesivo, delirante, carismático y completamente imposible… y está en las manos de Ritchson, así que perfecto.

    Si la comparamos con The League, Blue Mountain State es más física y más idiota (en el mejor sentido); frente a American Vandal, por el contrario, es menos inteligente pero mucho más desatada. Ritchson hace aquí un trabajo cómico brillante, lleno de timing y temperamento.

    Dentro de este ranking la ubico en el puesto 5. No es profunda, pero sí uno de los personajes más icónicos de su carrera.

    Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja) (2014)

    En Ninja Turtles, Ritchson da vida a Raphael, la tortuga más temperamental del grupo con casi toda probabilidad. Aunque la actuación es de captura de movimiento, su presencia se nota: rabia controlada, energía impaciente y fuerza bruta. No es su papel más complejo, pero sí uno de los más divertidos.

    Comparada con Transformers, es menos espectacular pero más juguetona; frente a Guardianes de la Galaxia, comparte humor gamberro desde una estética más caótica. 

    El Raphael de Ritchson no transforma la película, pero sí le aporta una personalidad muy marcada entre tanto CGI.

    Dentro del top 10 la ubico en el puesto 10. Entretenida, simpática, pero menor dentro de su carrera.

    Blue Mountain State: The Rise of Thadland (2016)

    The Rise of Thadland es un festival de excesos construido alrededor de Thad Castle, el personaje que convirtió a Ritchson en un mito universitario. Está en su forma más pura: gritos, locura, ego y un sentido del humor que se sostiene en la falta absoluta de pudor.

    Al compararla con Jackass Presents: Bad Grandpa, esta película es igual de absurda, pero con un arco narrativo más definido; frente a Supersalidos, es menos sutil, pero igual de memorable en su descontrol. Ritchson se entrega sin medida y eso es lo que la hace funcionar.

    En esta lista la ubico en el puesto 6. Divertida, frenética y muy Thad, pero algo menor frente a sus trabajos adultos.

    Blood Drive (2017)

    Blood Drive es una de las rarezas más embriagadoras de su carrera. Una serie grindhouse donde los coches funcionan con sangre humana. Ritchson interpreta a Arthur Bailey, un policía recto atrapado en un mundo salvaje, grotesco y lleno de humor negro. Una mezcla que le sienta muy bien.

    Comparada con Ash vs Evil Dead, Blood Drive es menos autoparódica; frente a The Boys, es más cutre, pero también más valiente en su radicalidad. Arthur es un héroe improbable, torpe pero épico, y Ritchson sabe jugar al límite con dicho papel.

    En este top10 la pongo en el puesto 7. Un placer culpable maravilloso, pero algo irregular.

    Titanes (2018)

    Titanes le da a Ritchson un papel decisivo: Hawk, un vigilante roto a nivel emocional. Es la primera vez que encuentra un equilibrio real entre fuerza física y vulnerabilidad. Su química con Dove es uno de los puntos altos de la serie, y su arco es uno de los más dolorosos y humanos del conjunto.

    Comparada con Daredevil, es menos elegante pero más impulsiva; frente a The Umbrella Academy, es menos excéntrica pero más emocional. Ritchson demuestra que puede hacer drama serio sin perder intensidad como superhéroe.

    En este top la coloco en el puesto 4. Un papel emocional y contundente.

    Reacher (2022)

    Reacher es su obra maestra. Un personaje hecho a su medida: físico monumental, humor seco y una presencia magnética. Interpreta a Jack Reacher con una mezcla de inteligencia, carisma silencioso y contundencia física. Es su trabajo más preciso y rotundo.

    Comparada con Jack Ryan, Reacher es más seca y afilada; frente a The Punisher, es menos trágica, pero igual de feroz. La serie funciona porque él funciona.

    Dentro de este top10 la coloco en el primer puesto. Es el papel que define su carrera.

    Fast & Furious X (2023)

    En Fast X, Ritchson interpreta a Aimes, un agente duro y desconfiado que aporta frialdad y músculo en medio del caos familiar de la saga. Aunque no es el protagonista, su presencia se impone: intensidad, mirada amenazante y un físico que encaja a la perfección en este universo exagerado.

    Si la contraponemos con Misión: Imposible – Fallout, Fast X es más barroca; frente a John Wick 4 (y su universo expandido con Ballerina), es menos precisa pero más salvaje. Aimes es un contrapunto frío y magnético.

    En esta lista se ubica en el puesto 3. Se trata de un papel secundario, pero de enorme impacto.

    El ministerio de la guerra sucia (2024)

    Aquí Ritchson se mueve en un registro serio y político. Interpreta a un oficial envuelto en operaciones encubiertas: un personaje contenido, tenso y lleno de capas. Su físico en El ministerio de la guerra sucia se queda en segundo plano para dar paso a la mirada y los silencios. Una de sus interpretaciones más adultas.

    Se puede comparar con Homeland, que es menos conspirativa; y con Body of Lies, más íntima y más seca. Ritchson demuestra una madurez inesperada.

    Dentro de esta guía se posiciona en el puesto 2. Una obra seria y distinta que amplía su rango.

  • Los episodios navideños más oscuros que no creerás que llegaron a emitirse

    Los episodios navideños más oscuros que no creerás que llegaron a emitirse

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    La Navidad siempre ha sido un momento de felicidad forzada, por eso, como hemos visto en nuestra lista de mejores películas de terror en estas fiestas,  no es difícil que detrás siempre haya algo macabro. Ya desde las historias de fantasmas de Charles Dickens hasta la idea misma del nacimiento de Jesús y las matanzas de los inocentes, el canon navideño tiene un lado inquietante, pero no hace falta recurrir a los clásicos victorianos para encontrarlo.

    La televisión contemporánea ha sabido explotar la cara oscura de las fiestas con episodios especiales que van desde el humor negro más desquiciado hasta el terror psicológico o el desparrame gore. Esta selección de JustWatch te enseña siete episodios que dinamitan el espíritu navideño tradicional y lo sustituyen por sátira social, cinismo, sangre, y locura familiar, para poderlos encontrar en las principales plataformas de streaming.

    7. 'Navidades muy soleadas' - Colgados en Filadelfia (2005-)

    El episodio navideño de Colgados en Filadelfia es posiblemente el ejemplo por excelencia de cómo dinamitar con cinismo cualquier sentimiento festivo bienintencionado. En él, Mac descubre que todos sus regalos de infancia eran robados de otras familias, mientras Charlie recuerda cómo varios "Santa Claus" visitaban a su madre en su habitación durante largos ratos, por ello, la panda decide vengarse del espíritu navideño pegando literalmente a un Papá Noel hasta dejarlo sangrando en la nieve.

    ‘Navidades muy soleadas’ es un buen trampolín hacia esta lista por su tono sin redenciones ni finales felices, sólo personajes repugnantes haciendo cosas discutibles con las fiestas como telón de fondo. A diferencia de las fugas fantásticas de BoJack Horseman, la serie de FX apuesta por la crueldad descarnada y el humor comparable al espíritu transgresor de South Park, pero con personajes aún más deplorables. Si te va la comedia sin líneas rojas y no soportas las pascuas, este es tu episodio.

    6. 'El deseo navideño de Sabrina' - BoJack Horseman (2014-2020)

    Uno de los episodios más serios de BoJack Horseman se convirtió en el más devastador al disfrazarlo de especial navideño. Una variación cruel del clásico cuento de O. Henry ‘El regalo de los Reyes Mago’, pero filtrado a través de la lente nihilista de la serie, pasando de una historia aparentemente tierna sobre sacrificio y amor a una meditación sobre la futilidad de nuestros gestos.

    El episodio comparte con ‘Fishes’ de The Bear esa capacidad para hacer que la incomodidad familiar sea casi insoportable, aunque aquí el enfoque sea más melancólico, aunque su crueldad emocional es igualmente deprimente. No va mal para quienes aprecian los momentos existenciales de Rick and Morty o incluso la tristeza disfrazada de comedia de Fleabag.

    5. 'Blanca Navidad' - Black Mirror (2011-)

    Black Mirror llegó a nuevas alturas distópicas con este especial de duración de largometraje protagonizado por Jon Hamm, donde la realidad aumentada y la vigilancia futurista crean una pesadilla navideña a través de historias entrelazadas sobre aislamiento, control y castigo. Aquí, la tecnología permite bloquear permanentemente a personas de tu campo visual o extraer conciencias para convertirlas en asistentes domésticos esclavizados. La idea navideña de comunidad se da de frente con la tecnología que nos lleva al aislamiento, puro y duro Charlie Brooker.

    A diferencia del terror sobrenatural de ‘El demonio de la Navidad’, aquí el enfoque es tecnológico y orwelliano, que no desentona con La dimensión desconocida de los sesenta pero actualizado para la era digital, pero si te cautivan más los ecos gélidos del thriller psicológico Separación , aquí encontrarás también esa ciencia ficción que explora las implicaciones morales más oscuras de nuestro futuro tecnificado.

    4. 'Peces' - The Bear (2022-)

    44 minutos de pura tensión familiar claustrofóbica, el episodio de The Bear que cambió el estrés de la cocina por la cena navideña de la familia Berzatto. Todas las teclas de la disfunción familiar más reconocible son presionadas a la vez: gritos, resentimientos acumulados durante años, parientes tóxicos y la incapacidad de comunicarse sin herir. Jamie Lee Curtis brilló como la matriarca caótica que convierte cada minuto de la cena en una bomba de relojería emocional, reinando sobre un elenco estelar de invitados que incluía a Jon Bernthal o John Mulaney.

    Christopher Storer cocina una lasaña con la misma melancolía subyacente de ‘El deseo navideño de Sabrina’, pero añade añade capas de incomodidad y ansiedad en tiempo real para un retrato brutal de cómo la Nochebuena es gasolina para las dinámicas familiares. Imprescindible para quienes degustan el drama tenso de Succession o Transparent, en las que los episodios de cenas y reuniones familiares eran auténticos campos de batalla emocionales y luchas de veneno saliendo por la boca.

    3. 'El demonio de la Navidad' - Inside No. 9 (2014-2024)

    Hay que querer a Steve Pemberton y Reece Shearsmith, las mentes maestras de Inside No. 9, que para las navidades de su tercera temporada idearon un tour de force partiendo del folk horror británico de los setenta para imitar a un especial televisivo viejuno en el que todo, desde los créditos a la calidad de imagen degradada, parece de 1977. Es una especie de versión casera de Krampus, con otra familia descubriendo la leyenda del ayudante de Santa Claus.

    Un pastiche cariñoso del horror televisivo clásico de la BBC al estilo de la mítica Misterio que, pese a introducir lo mitológico, no es tan distante a la disfunción familiar realista de The Bear, ya que sigue la narrativa casi teatral que caracteriza la serie. Sin embargo, los que la disfrutarán más son los nostálgicos de películas de paganismo frente a la modernidad contadas como horrores sobrenaturales arquetípicos, como los que podías encontrar en La casa del terror.

    2. 'Una Navidad muy sobrenatural' - Sobrenatural (2005-2020)

    La la tercera temporada de Sobrenatural empezó aponerse al punto de caramelo cuando sus episodios empezaron a experimentar con el género, como cuando los hermanos Winchester descubren que Papá Noel es en realidad una pareja de dioses paganos que secuestra y sacrifica gnete durante las fiestas, a modo de ritual. El objetivo de Eric Kripke era hacer “el especial navideño más violento de la historia de la televisión”, algo que quedaba algo lejos, pero sirviendo una subversión notable teniendo en cuenta que era del canal CW.

    Como ‘El demonio de la Navidad’, hay una fascinación común, por la mitología pagana pero con mucha más sangre y acción, la puerta perfecta hacia el número uno de la lista porque establece un tono perfecto entre la celebración y el terror navideño. Un especial recomendado para fans de series con horror de criaturas al estilo Grimm o los demonios burlescos característicos de la serie Evil.

    1. 'Y por toda la casa' - Historias de la cripta (1989-1996)

    Un clásico. El especial de Historias de la cripta merece el primer puesto por establecer el molde del especial navideño perturbador mucho antes que los demás de esta lista. Basado en un cómic de EC de 1954 y dirigido nada menos que por Robert Zemeckis, el segmento sigue a una mujer que acaba de asesinar a su marido en Nochebuena, solo para descubrir que un maníaco disfrazado de Santa Claus ha escapado del psiquiátrico y está de camino a su casa.

    Comparte con ‘Una Navidad muy sobrenatural’ el placer de convertir a Santa en una amenaza real, pero a diferencia de slashers como Noche de paz, noche de muerte lo hace con la economía narrativa y el punch irónico típico de la serie. No solo para fans del terror antológico como Creepshow o Masters of Horror, sino para todos los que aprendieron que la mejor manera de subvertir la Navidad es manchar de sangre sus símbolos más sagrados en la bárbara escena inicial de Terrifier 3, muy deudora de este episodio.

  • Ariana Grande: las mejores películas y series de la estrella de ‘Wicked: Parte II’

    Ariana Grande: las mejores películas y series de la estrella de ‘Wicked: Parte II’

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Con el estreno de Wicked: Parte II, Ariana Grande vuelve a estar bajo los reflectores como una súper estrella de Hollywood. Sin embargo, su rol como Glinda no es ni su debut actoral ni su mayor logro, en una trayectoria repleta de logros en la televisión, el cine, el teatro y la música, sobre todo.

    Luego de debutar en Broadway con el musical juvenil 13, dio el salto a las series Victorious y su spin-off, Sam & Cat, así como a varios papeles de doblaje. A partir de ahí, su carrera se ha enfocado en su mayoría en la música, pero eso ha cambiado en años recientes y se ha consolidado con Wicked. Para conocer más de su trayectoria como actriz, descubre las mejores películas y series de Ariana Grande.

    Wicked (2024)

    Hasta ahora, Wicked es, por mucho, el proyecto de mayor perfil de Ariana Grande, quien siempre soñó con interpretar el papel de Glinda (inmortalizado por Kristin Chenoweth en Broadway). El rol de la “Bruja Buena” le rindió también una nominación al Oscar como actriz de reparto.

    Desde su voz hasta su vis cómica, Grande parece haber nacido para interpretar al personaje. Como dato curioso, la actriz interpretó a Dorothy en una puesta en escena de El mago de Oz, cuya adaptación cinematográfica no sólo es una de sus favoritas, sino una influencia considerable en el musical.

    Scream Queens (2015-2016)

    Uno de los papeles más divertidos y célebres de Ariana Grande en televisión fue en la primera temporada de la serie de comedia y terror Scream Queens, de Ryan Murphy. En ella, comparte escena con Abigail Breslin y Billie Lourd como Chanel #2, una chica en el séquito de la popular “abeja reina” Chanel Oberlin (Emma Roberts), quien no puede ni molestarse con aprenderse los nombres de sus “amigas”.

    Su tiempo en la serie es corto, pero ya dejaba ver su afinidad para interpretar a personajes frívolos con cierta comicidad, en una sátira de los slashers en una línea a propuestas autorreflexivas como Scream y Feliz día de tu muerte.

    No mires arriba (2021)

    Después de varios años de dedicarse exclusivamente a la música, No mires arriba (Don’t Look Up) marcó el regreso de Ariana Grande a la actuación. Aunque su papel fue pequeño—y un tanto autoparódico—, compartió escena con nombres como Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence y Cate Blanchett. Cualquier cosa.

    Su rol es el de una estrella pop, superficial pero con buenas intenciones, cuya música es usada para distraer y blanquear la comunicación alrededor de un asteroide que irremediablemente se estrellará con la Tierra. Es otra sátira del director y comediante Adam McKay, quizá menos punzante que La gran apuesta o El vicio del poder, pero igual con bastante gracia sobre la idiotez y complacencia colectiva de la civilización consumista de cara al Apocalipsis.

    Zoolander No. 2 (2016)

    En la medio olvidada secuela de Zoolander, Ariana Grande tiene un pequeño cameo que es fácil pasar por alto, en parte porque es breve, pero también porque hay bastantes apariciones especiales de celebridades en la película, y la suya no está en los créditos. La actriz y cantante tiene una pequeña participación como una versión ficticia de sí misma durante la orgía de Hansel (Owen Wilson).

    Zoolander No. 2 no es tan inspirada como la original, pero igual es una película divertida si has disfrutado de propuestas cómicas como El reportero: La leyenda de Ron Burgundy.

    Victorious (2010-2013)

    Irónicamente, el salto de Ariana Grande al estrellato no vino por vía de la música, sino de la televisión, cuando se unió al elenco de la serie de comedia juvenil Victorious, protagonizada por Victoria Justice. La trama seguía a un grupo de adolescentes en una ficticia escuela de artistas en Hollywood, y Grande interpreta a Cat Valentine, la excéntrica y a veces distraída amiga de la protagonista.

    Es una serie dirigida a adolescentes, con una temática y presentación relativamente inocente (piensa en algo similar a iCarly), pero que le dio a Grande la oportunidad de lucir su enorme talento vocal. Fue tal su impacto que la serie tuvo un spin-off, precisamente en forma de crossover con el mundo de iCarly.

    Sam & Cat (2013-2014)

    La historia de Ariana Grande como Cat Valentine continuaría en Sam & Cat, serie donde se convierte en compañera de cuarto de Sam Puckett (Jennette McCurdy), de iCarly. Para hacer dinero, emprenden un negocio juntas como niñeras.

    La serie duró una sola temporada y dio algo que esperar tanto a los fans de Victorious como de iCarly, pero no satisfizo a ninguna base. La serie fue cancelada por baja audiencia y algunas controversias internas en la producción, pero podría gustarte si disfrutas de otras series de Nickelodeon o incluso del ya extinto Disney Channel (como Jessie).

    Swindle (2013)

    Un papel un poco olvidado en la carrera de Ariana Grande es en la película Swindle, película para televisión adaptada de la novela infantil homónima de Gordon Korman, sobre un niño que intenta recuperar una valiosa tarjeta de béisbol de un coleccionista.

    Es una película familiar e inocente, protagonizada por estrellas de Nickelodeon (incluyendo también a Jennette McCurdy), por lo que puedes imaginar algo como Misión: Imposible para chicos, pasada por el filtro de iCarly y similares.

    Futbolín (2013)

    Fuera de Nickelodeon, mucho del temprano trabajo actoral de Ariana Grande vino como actriz de doblaje. En la versión en inglés de la animación argentina Futbolín (también conocida como Metegol), donde interpreta a Laura, el interés romántico del protagonista.

    La trama sigue a Amadeo, un joven que debe salvar a su pueblo cuando una estrella mundial del futbol regresa para saldar la única derrota que ha sufrido: frente a Amadeo en el futbolín. En el proceso, él descubre que las figuras del tablero cobran vida, una premisa entre Toy Story e infinidad de dramas deportivos sobre segundones en busca de la gloria, como Equipo a la fuerza.

    Winx Club (2004-2009)

    Ariana Grande también hizo trabajo de voz para la animación Winx Club, originalmente italiana y posteriormente coproducida por Nickelodeon. En esta serie de aventuras y fantasía dio voz a la Princesa Diaspro, un personaje recurrente, aunque no del reparto principal. Para el lanzamiento internacional de la producción, Nickelodeon enlistó a Grande y a otros talentos jóvenes de su tiempo, como Elizabeth Gillies.

    La serie de animación sigue a un grupo de hadas en un mundo mágico donde van a la universidad, y la trama se desarrolla en varias dimensiones. Es similar en espíritu a otras series de”chicas mágicas” como W.I.T.C.H., o también a la serie de acción para chicas Espías de verdad.

    Copito de nieve (2011)

    Para la producción que mezclaba animación con acción real Copito de nieve, originalmente española y en catalán, Ariana Grande prestó su voz para el doblaje al inglés del papel principal. La película narra una versión ficticia del gorila blanco homónimo, quien residía en el Zoológico de Barcelona.

    Es un curioso experimento por su mezcla de técnicas, un tanto desconocido en Estados Unidos, y que no hace mucho sentido ver en inglés en España. Sin embargo, es similar a proyectos como Las travesuras de Peter Rabbit—todas las proporciones guardadas, claro está—.

  • Películas similares a ‘Wicked: Parte II’ para ver online

    Películas similares a ‘Wicked: Parte II’ para ver online

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Si eres un aficionado de la película Wicked, seguro habrás quedado con ganas de continuar con su emotivo viaje musical y su historia de amistad en la Tierra de Oz. Si es tu caso, llegaste al lugar indicado. En esta lista seleccionamos para ti películas similares a Wicked: Parte II disponibles en streaming, ya sea porque también se inspiran en El Mago de Oz de L. Frank Baum, porque también son musicales, por sus temáticas similares o incluso porque comparten equipo creativo con la adaptación cinematográfica del exitoso musical de Broadway.

    El mago de Oz (1939)

    No podemos comenzar por otro sitio que no sea la clásica adaptación de El mago de Oz de 1939, quizá la película más influyente en la iconografía derivada de la obra de L. Frank Baum y sus múltiples adaptaciones, incluyendo la propia novela Wicked: Memorias de una bruja mala, su adaptación a Broadway y las dos películas.

    Es un musical clásico, que incluso precede a otros de la edad dorada de Hollywood como Ha nacido una estrella (también con Judy Garland) y Cantando bajo la lluvia, pero cuya presentación relativamente fidedigna del relato original de Baum, sirve para el ejercicio de comparar las versiones de la historia.

    El Mago (1978)

    Wicked podrá ser el musical más exitoso y conocido inspirado en El mago de Oz, pero definitivamente no es el único ni el primero. Esa distinción le corresponde a El mago (The Wiz), adaptación que con el tiempo ha sido más recordada por la participación de Michael Jackson como el Espantapájaros, en su única actuación para cine.

    Se trata de una adaptación musical contemporánea filtrada por la cultura urbana afroamericana de la época, con un equipo creativo de talentos musicales predominantemente afroamericano, también con Diana Ross como Dorothy (aquí una maestra de escuela), arreglos musicales de Quincy Jones para los temas originales de Charlie Smalls y Luther Vandross. Piensa en El mago de Oz pero a través de la lente de Summer of Soul, o en lo que hace Los pecadores por la ficción de vampiros.

    Oz, un mundo de fantasía (2013)

    Buena parte del encanto de Wicked viene de tomar un mundo de fantasía ya establecido para ampliarlo o crear algo nuevo. Lo mismo puede decirse de Oz, un mundo de fantasía (Oz, the Great and Powerful), fantasía dirigida por Sam Raimi que funge como precuela al clásico de 1939, estableciendo la llegada de Oscar Diggs (James Franco), Glinda (Michelle Williams) y Theodora (Mila Kunis).

    Una película que adopta la estética colorida de El mago de Oz de 1939, pero por vía de la sobrecarga de CGI propia de fantasías de su época, como Alicia en el País de las maravillas. Cabe señalar que sucede en una continuidad distinta a la de Wicked, así que no deben entenderse como parte de una misma historia, sino como diferentes interpretaciones del mundo de Oz.

    Into the Woods (2014)

    En esa misma línea de tomar una historia establecida y convertirla en un musical, Wicked tiene bastante en común con esta producción de Disney. Into the Woods es, también, un musical de Broadway adaptado a película que parte de no una, sino varias ficciones establecidas: cuentos de los hermanos Grimm como Caperucita roja, Rapunzel y La cenicienta, entretejidas en una misma trama.

    Es un experimento curioso, un musical para “chicos de teatro”, fans de Disney o de series como Érase una vez, aunque coqueteando con la “mentalidad franquicia” para los crossovers con la que la compañía se ha sumergido con producciones de Marvel Studios, por ejemplo.

    En un barrio de Nueva York (2021)

    Wicked podrá ser la producción de cine musical más popular en la filmografía de su director, Jon M. Chu, pero no es ni remotamente la primera. E incluso diríamos que está lejos de ser la mejor. Ese título le corresponde a la infravaloradísima En un barrio de Nueva York (In the Heights), que sigue varias historias de sueños y aspiraciones en un vecindario dominicano de la ciudad titular.

    Es, en ciertos aspectos, una heredera de Amor sin barreras (West Side Story), y argumentaríamos que es la joya en la corona en la irregular filmografía del cineasta, que ha tenido altibajos muy variables entre Jem y los hologramas o la franquicia Step Up, por mencionar sólo sus propuestas dentro del género musical.

    La escuela del bien y del mal (2021)

    Uno de los temas centrales de Wicked—en la adaptación musical y todavía más en la novela original—es la naturaleza del bien y del mal, donde las dos protagonistas, Elphaba (Cynthia Erivo) y Glinda (Ariana Grande) son orilladas a lados opuestos del espectro durante su estancia en la Universidad de Shiz (la historia tiene ciertos tintes deterministas).

    En ese sentido, podemos compararla con La escuela del bien y del mal (The School for Good and Evil), sobre un mundo de fantasía en el que niños son llevados (contra su voluntad) a una escuela donde estarán destinados a convertirse en héroes o villanos de cuentos de hadas, y dos mejores amigas se descubren en lados opuestos (otro aspecto que tiene en común con Wicked, además de la participación de Michelle Yeoh). Es otra película de fantasía situada en un colegio donde jóvenes deben descubrir y cuestionar su destino—a lo Harry Potter—.

    Frozen: El reino del hielo (2013)

    ¿Un musical fantástico donde dos mujeres hermanadas terminan enfrentadas trágicamente por las consecuencias de los poderes mágicos de una de ellas? Con esta descripción, podríamos estar hablando tanto de Frozen: El reino de hielo de Disney, como de Wicked (que, en su versión de Broadway, también tiene en común el tener a Idina Menzel como la fenomenal protagonista e intérprete del tema musical principal).

    Varios argumentarían que, quizá junto con Vaiana (Moana), Frozen es la joya en la corona de la más reciente era de Disney, inaugurada por Enredados (Tangled). Además de sus narrativas de reivindicación femenina, todas tienen en común una espectacular animación digital en 3D, dejando atrás la animación tradicional en 2D que definió al estudio por buena parte de su historia.

    Blancanieves (2012)

    El revisionismo de un cuento clásico desde la óptica de la villana no es un truco exclusivo de Wicked. Para muestra: Blancanieves (Mirror Mirror), una interpretación en clave cómica del cuento homónimo, pero ahora, desde la perspectiva de la “Reina Malvada” (interpretada por Julia Roberts).

    La palabra clave aquí es “cómica”, pues la trama ve a la Reina lidiar con problemas financieros en el reino que debe gobernar en ausencia de su marido, mientras su hijastra (Lily Collins) parece más interesada en su beneficio. Es un “paquete mixto”, si somos sinceros, irregular en tono y con algo de humor anticuado. Por otro lado, y sin ser una producción de Disney, desciende de la autorreflexividad de la comedia Encantada: La historia de Giselle y es, paradójicamente, más inspirada que el propio remake de Blancanieves que Disney estrenaría más de una década más tarde, en 2025.

    Stardust (2007)

    Aunque no es exactamente como las historias de Oz, la aventura fantástica de Stardust (adaptada del libro homónimo de Neil Gaiman) le debe evidente inspiración tanto en temas como elementos. Mundos fantásticos, brujas malvadas, princesas perdidas y personajes excéntricos—aunque quizá no tanto como leones parlantes y espantapájaros vivientes—.

    En otros sentidos, recuerda más a La princesa prometida y a Las crónicas de Narnia que a El mago de Oz, pero si lo que te gusta de Wicked es el aspecto romántico, hay bastante de eso en esta historia.

    Dentro del laberinto (1986)

    Además de El mago y Wicked, no existen muchos musicales que adapten directamente las historias del mundo de Oz o alguna versión de las mismas. Sin embargo, podríamos decir que el clásico de culto Dentro del laberinto (Labyrinth) sí que tiene al menos alguna influencia de los relatos de L. Frank Baum.

    La trama sigue a una adolescente (Jennifer Connelly) quien debe adentrarse en un mundo fantástico para salvar a su hermano bebé, quien ha sido secuestrado por el Rey de los Goblins (el icónico David Bowie). Es como una versión modernizada y más oscura del relato de Dorothy Gale, pero con la mágica mano del director Jim Henson (también responsable por Cristal oscuro). Es más cercana en espíritu, curiosamente, a Oz, un mundo fantástico (Return to Oz), que ve a Dorothy volver a una versión más oscura y decadente de Oz.

  • Las 10 mejores películas y series de Donald Glover

    Las 10 mejores películas y series de Donald Glover

    Juan José Mateo

    Juan José Mateo

    Editor de JustWatch

    Donald Glover es uno de esos artistas que parecen vivir varias vidas en paralelo: actor, guionista, showrunner, director, músico, comediante… y en todas brilla con una mezcla única de ingenio, riesgo creativo y sensibilidad. Su carrera cinematográfica es un mapa perfecto para entender la evolución de un creador irreverente y magnético, capaz de pasar del humor absurdo al drama más elegante sin perder su propia identidad.

    En JustWatch hemos reunido una lista definitiva con las mejores películas y series en las que ha participado, ordenadas por fecha de estreno. Si quieres entender por qué Glover es uno de los talentos más influyentes de su generación (y cómo ha construido una carrera tan singular), aquí tienes la guía perfecta para hacerlo.

    Community (2009)

    Community fue el primer gran altavoz de Donald Glover en televisión. Su papel como Troy Barnes le permitió desplegar un rango cómico brillante: inocente, extravagante, emocional y, a ratos, tierno hasta decir basta. Es uno de esos personajes que se vuelven más complejos cuanto más lo miras, y Glover lo llevó siempre un paso más allá sin perder un gramo de frescura.

    Si la comparamos con The Office (y todas sus versiones), Community es más surrealista; frente a Parks and Recreation, juega más con las convenciones del género. El trabajo de Glover destaca porque nunca se limita a “hacer gracia”: Troy evoluciona, madura y se rompe un poco por dentro, algo difícil de conseguir en una sitcom coral de ritmo tan frenético.

    Dentro de este top10 la ubico en el puesto 4. Es un papel crucial para entender su talento cómico, aunque luego encontraría proyectos más decisivos en su periplo actoral.

    Mystery Team (2009)

    Mystery Team es una rareza deliciosa dentro de la filmografía de Donald Glover: una comedia absurda, de presupuesto limitado, que bebe de Supersalidos pero con un toque más gamberro y auto paródico. Glover interpreta a Jason, un detective infantil que se niega a crecer, y juega con la inocencia desbordada del personaje hasta convertirlo en un símbolo de inmadurez tierna y ridícula.

    Si la comparamos con Napoleon Dynamite, Mystery Team es más enérgica; frente a Hot Rod, es menos física pero más verbal. Glover aporta carisma, timing y una convicción total en un personaje que, en manos de otro actor, sería insoportable. Aquí ya se intuía que podía liderar proyectos, incluso los más estrafalarios.

    Dentro de este top10 la coloco en el puesto 9. Es divertida y curiosa, pero menor dentro de su trayectoria.

    Magic Mike XXL (2015)

    En Magic Mike XXL, Glover aparece poco, pero brilla muchísimo. Interpreta a Andre, un cantante seductor que entiende el striptease como un acto de conexión emocional más que física. Es un papel pequeño, sí, pero lleno de encanto y de esa sensibilidad suave con la que Glover convierte cada escena en algo especial.

    Comparada con Step Up Revolution, Magic Mike XXL es más madura; frente a Plan de chicas, menos ruidosa pero igual de vibrante en su energía comunitaria. Glover no baila como los protagonistas, pero su presencia aporta calidez y profundidad, convirtiendo a Andre en uno de esos secundarios que dejan huella.

    En este ranking la ubico en el puesto 10. Un rol resultón, luminoso, pero menor dentro de este top.

    Marte (The Martian) (2015)

    En Marte, Glover interpreta a Rich Purnell, el científico brillante y excéntrico que da con la maniobra clave para rescatar a Mark Watney. Su intervención es breve, pero memorable: aporta humor, ritmo y ese caos creativo que define a muchos de sus personajes.

    Si la comparamos con Interstellar, Marte es más ligera y científica; frente a Gravity, más coral y menos emocional. El trabajo de Glover destaca porque rompe la rigidez del entorno científico con naturalidad, sin caer en la caricatura del genio raro. Es un ejemplo perfecto de cómo se puede elevar una película sin ser protagonista.

    Dentro de este top10 la ubico en el puesto 7. Un papel secundario, sí, pero con impacto.

    El efecto Lázaro (2015)

    El efecto Lázaro es una de esas películas de terror con vocación científica donde Glover interpreta a Niko, un investigador atrapado entre la ética profesional y el miedo a lo desconocido. Es uno de sus papeles más sobrios, menos cómicos, y funciona bien en él.

    Comparada con El hombre invisible, es menos refinada; frente a Insidious, más contenida pero igual de inquietante. Glover aporta un punto humano, casi cotidiano, en medio del caos sobrenatural. Su Niko es la voz de la razón, el tipo que no quiere estar ahí pero no tiene escapatoria.

    En esta lista la ubico en el puesto 8. Interesante, seria, pero lejos de sus obras más potentes.

    Atlanta (2016)

    Atlanta es la obra maestra de Donald Glover. Creador, guionista, director ocasional y protagonista: aquí despliega todo su universo creativo con una libertad insólita. Como Earn, un joven tan brillante como perdido, construye un personaje lleno de matices: vulnerable, irónico, cansado, tierno y contradictorio.

    Si la comparamos con Master of None, Atlanta es más arriesgada; frente a Fleabag, menos confesional pero igual de incisiva. La serie es un experimento emocional y estético constante, y Glover es su corazón. La moderniza, la rompe y la reconstruye en cada temporada.

    En esta lista se queda, sin discusión, en el primer puesto. Es su proyecto más completo y transformador.

    Spider-Man: Homecoming (2017)

    En Spider-Man: Homecoming, Glover interpreta a Aaron Davis, un pequeño criminal con más profundidad de la que parece. Su papel es breve, pero su presencia importa: es una semilla narrativa para la línea de Miles Morales (una alternativa dentro de las series de Spider-Man), y él lo interpreta con un humor seco y una calma magnética.

    Comparada con The Amazing Spider-Man, esta película es más ligera y adolescente; frente a Spider-Man 2, menos dramática pero igual de encantadora. Glover aporta autenticidad y una energía muy suya, incluso en pocos minutos de metraje.

    Dentro de esta lista la sitúo en el puesto 3. Un pequeño tesoro en su filmografía.

    Han Solo: Una historia de Star Wars (2018)

    En Han Solo, Glover encarna a Lando Calrissian con una elegancia magnética. No imita a Billy Dee Williams: lo reinterpreta. Su Lando es glamuroso, encantador, ladino y divertidísimo, una mezcla de estilo old school y modernidad descarada en uno de los grandes spin-off de Star Wars.

    Comparada con Rogue One, esta película es más ligera; frente a The Mandalorian, más pulp y más juguetona. Glover desborda carisma y se convierte, para muchos, en lo mejor de la cinta. Lando no solo está bien interpretado: está reinventado.

    Dentro del top10 lo pongo en el puesto 5. Un papel icónico que demuestra su enorme presencia escénica.

    Guava Island (2019)

    Guava Island es un cuento musical, político y romántico donde Glover trabaja junto a Rihanna en un formato casi experimental. Interpreta a Deni, un músico que quiere transformar la vida de su comunidad a través del arte. Es un papel luminoso y trágico al mismo tiempo, y Glover lo llena de humanidad.

    Frente a La La Land, Guava Island es más cruda; comparada con Once, es más estilizada y más simbólica. Glover conecta el discurso musical de Childish Gambino con la ficción cinematográfica de manera orgánica, algo muy difícil de lograr.

    En este top10 la ubico en el puesto 6. Es hermosa y singular, aunque menos decisiva que sus grandes obras.

    Mr. & Mrs. Smith (2024)

    En Mr. & Mrs. Smith, Glover se reinventa una vez más como John Smith, un espía vulnerable, irónico y torpe en lo emocional. La serie convierte el thriller en un juego de espejos sobre la intimidad, el compromiso y la identidad, y Glover brilla en ese tono híbrido entre comedia y drama.

    Comparada con Killing Eve, es menos obsesiva; frente a The Americans, más ligera pero igual de precisa en su construcción emocional. Glover sostiene la ficción con una mezcla de inteligencia, química con Maya Erskine y un talento narrativo que trasciende la pantalla.

    En este ranking la ubico en el puesto 2. Es su mejor trabajo reciente y una demostración de madurez interpretativa.

  • La extraña conexión de King Kong con Doctor Who, explicada (no es lo que piensas)

    La extraña conexión de King Kong con Doctor Who, explicada (no es lo que piensas)

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    Si lees esto y piensas en lo extraña que resulta la existencia, no temas. Quien te escribe esto tampoco acaba de creerse el titular que está mandando. Sí, Dr. Who existe en el universo de King Kong, aunque este tiene deferencia por Godzilla… 

    Pero ya puedes rascarte la cabeza en descreencia, porque no lo habrás visto ni en el clásico King Kong (1933) ni en el remake de King Kong de 1976 con Jeff Bridges, y ni siquiera en Kong: La isla calavera (2017), que como todo refrito posmoderno podría abrazar sin problemas una pirueta argumental del estilo. No: para encontrar el extraño vínculo entre el Dr. Who y el universo de King Kong, debemos viajar hasta lo más profundo de las cavernas de la cultura pop.

    El Dr. Who existe en el universo de King Kong

    Puede parecer raro decir que The King Kong Show, la serie animada de los años sesenta protagonizada por King Kong, y la franquicia del simio gigante comparten universo con un doctor Who. Pero en realidad, no estamos hablando del Doctor de la BBC, sino de un personaje llamado Dr. Who –ojo con ese “Dr.”– un científico loco que sí existe en la mitología de King Kong.

    Según la wiki del fandom de Godzilla, el Dr. Who es un villano recurrente en The King Kong Show, y también aparece en la película japonesa King Kong escapa (1967), la de King Kong contra Mechani-Kong (sí, el King Kong robot: un equivalente al Mecha-Godzilla de Godzilla contra Mechagodzilla de 1975), en la que trabaja para extraer el “Elemento X” usando el doble robótico y amoral del simio, y luego tratando de explotar al propio Kong.

    En fin. Podemos decir que, al menos dentro de la franquicia de King Kong, el “Dr. Who” existe… Aunque la wiki afirma que la coincidencia del nombre es “usualmente considerada una coincidencia”, porque la serie británica Doctor Who era relativamente poco conocida en Japón en 1967. Lástima. En la serie, también aparece el personaje de Bobby Bond y nada tiene que ver con James: más bien al contrario, Bobby es un pequeño simio al que Kong rescata de las fauces de un T-Rex y con el que desarrolla una amistad genuina.

    Lo siento, Kong, al verdadero Doctor Who le gusta más Godzilla

    Muy a pesar de las referencias de Kong a Who, el verdadero Doctor (el de la serie de Doctor Who de 1963) parece no conocer en absoluto la existencia de King Kong. Es más, el personaje de la BBC prefiere a la otra gran criatura del imaginario kaiju japonés: Godzilla, que sí aparece en numerosas ocasiones dentro del universo de la serie. Por ejemplo, en la wiki de la TARDIS explican que Godzilla es mencionado o aludido en varias ocasiones…

    Por ejemplo, el compañero del Sexto Doctor (Frobisher) toma la forma de Godzilla para asustar a sus atacantes tras ver un vídeo del lagarto nuclear. Además, en el cómic Godzilla: Legends #4 la TARDIS hace un cameo muy cercano al pie de Mechagodzilla. Así que podemos presuponer que, en caso de que Godzilla y Kong tuvieran un encuentro con el Doctor Who británico, seguramente este preferiría al monstruo japonés.

    Que no, no hay un episodio oficial de Doctor Who (tampoco en la serie de 2005) en el que aparezcan ni Godzilla ni King Kong como personajes reales interactuando con el Doctor. Tampoco hay una película de King Kong o Godzilla con un cameo de Doctor Who; la vida sigue siendo algo triste.

    ¿Vale la pena ver ‘The King Kong Show’?

    Ahora, el titular vale oro. Lo cual lleva a otra pregunta: si nos atenemos a la presencia recurrente del tal “Dr. Who” en The King Kong Show, ¿es una serie que merezca la pena explorar? Valorémoslo, aunque la respuesta resulta de por sí bastante lógica.

    The King Kong Show es una perlita para quienes disfrutéis de la fórmula más clásica del kaiju, extendida y troceada en píldoras episódicas, y no, el par de apariciones de Dr. Who en la trama no vuelven el conjunto digno de ver, o no más allá de lo que (de por sí) es: una gema de valor histórico e interés geek. El Show tiene un indudable valor nostálgico como producto de la animación de los años sesenta, con su distintiva estética retro y una combinación atractiva de ciencia ficción pulp y monstruos colosales.

    Si lo que buscas es una espectacular serie con personajes venidos de imaginarios muy diferentes, y ya hayas descubierto todo lo que Doctor Who te puede ofrecer, quizás quieras volver a un clásico infravalorado en España, El Ministerio del Tiempo (2015). También puedes decantarte por las peleas con robots en Batman Ninja (2018), en la que no vas a creer que estés viendo al Guasón y al Caballero Oscuro pilotando mechas a reventar. ¡Eso es un cruce satisfactorio!

    Y si prefieres seguir indagando sobre el imaginario menos conocido de Kong pero no tienes tiempo para toda una serie, dale una oportunidad a la película animada King Kong, el rey de las bestias (1998). Es, me permitireis, bastante mona.

  • Las 8 mejores películas de terror navideñas para tener unas fiestas de miedo

    Las 8 mejores películas de terror navideñas para tener unas fiestas de miedo

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    La Navidad se supone que debe ser una época de paz, amor y generosidad, pero tiene su lado oscuro, y el cine de terror ha sabido explotarlo durante décadas con criaturas, asesinos varios disfrazados de Papá Noel y hasta apocalipsis satánicos bajo las luces de la calle. 

    Desde clásicos del slasher que crearon el subgénero hasta comedias negras de culto, el miedo ofrece una alternativa perfecta para quienes buscan lo contrario a las típicas películas edulcoradas de la temporada. Esta guía de JustWatch te ayudará a localizar los ocho mejores de horror y pascuas en las plataformas de streaming.

    8. Noche de paz, noche de muerte (Silent Night, Deadly Night, 1984)

    Charles E. Sellier Jr. dirigió una de las películas más controvertidas de los ochenta, prohibida en varios países por convertir a Santa Claus en un asesino en serie. Billy, un joven traumatizado tras presenciar el asesinato de sus padres a manos de un criminal disfrazado de Papá Noel, explota cuando se ve obligado a vestirse de Santa en su trabajo. Una matanza navideña que subvirtió la figura del alegre repartidor de regalos, generando protestas de grupos de padres pero consolidándose como clásico de culto del slasher.

    Noche de paz, noche de muerte es mucho más brutal y transgresora que Navidades Negras, que jugaba más con el suspense, y la violencia directa hace una extraña mezcla con el trauma infantil al estilo de algunos Giallo italianos o películas como Mil gritos tiene la noche, con la que tiene no pocos elementos en común, con la peculiaridad de usar la Navidad como escenario, lo que amplifica su impacto perturbador. Sus múltiples secuelas convirtieron la franquicia en un fenómeno del terror navideño, aunque ninguna tenía especialmente nada que ver con esta, que ahora está conociendo un remake.

    7. Un cuento de Navidad (A Christmas Carol, 1984)

    Clive Donner dirigió esta adaptación televisiva del clásico de Charles Dickens, que siempre ha sido una historia de fantasmas. Como el resto, no es de terror puro, pero esta versión sorprendentemente espeluznante y contiene elementos suficientemente perturbadores para entrar en esta lista. Para empezar tenemos a un actor clásico dentro del género como George C. Scott interpretando a Ebenezer Scrooge, el avaro que recibe la visita de tres fantasmas en Nochebuena para mostrarle las consecuencias de su egoísmo. Y aquí es donde se diferencia de otras, ya que los espectros, especialmente el fantasma de las Navidades futuras, están retratados con una atmósfera sombría y macabra ineludible.

    Un cuento de Navidad funciona como puerta de entrada ideal al terror navideño para quienes no estén acostumbrados a propuestas más explícitas como Navidades negras, manteniendo el espíritu del relato original, pero con un peso visual que hace de la redención de Scrooge un escape del horror existencial. No se diferencia mucho de las escalofriantes adaptaciones de M.R. James, por lo que, si disfrutas del horror británico con parábolas morales, esta versión es superior a adaptaciones más recientes, con ecos a piezas góticas victorianas y una cita ineludible para fans del Scott de El exorcista III y A final de la escalera.

    6. Cuento de Navidad (2005) (Películas para no dormir)

    Paco Plaza, años antes de revolucionar el terror español con REC, dirigió este episodio para la serie Películas para no dormir en el que una mujer disfrazada de Santa Claus comienza una furia homicida y solo un grupo de niños en los años ochenta pueden enfrentarse a ella. Sorprende que hayan pasado 20 años y estemos presenciando el final de Stranger Things, porque esta fue la peliculita que inició esa tendencia, seis años antes incluso que Super 8.

    Esta, sin embargo, no tiene ningún elemento sobrenatural, lo que la hace especialmente parecida a una de las producciones a rebufo del éxito de Netflix, como Verano del 84. A diferencia del Cuento de Navidad de 1984, esta no tiene nada que ver con el clásico de Dickens, pero si se adelantó al éxito del terror español moderno que pegó fuerte con El orfanato, además, anticipando el estilo de nostalgia de otras eras, sin mirar a su parte cutre u oscura, que Plaza perfeccionaría en su filmografía posterior, incluyendo su episodio de Historias para no dormir y Verónica.

    5. Pesadilla antes de Navidad (The Nightmare Before Christmas, 1993)

    Henry Selick dirigió esta obra maestra de stop-motion producida por Tim Burton que fusiona Halloween y Navidad en una fantasía gótica musical en la que Jack Skeleton decide secuestrar a Santa Claus para organizar su propia versión macabra de las fiestas. Es una comedia, pero merece estar aquí por estar llenar de espantos con diseños de producción “creepy” memorables y canciones de Danny Elfman que definieron una estética y consiguió aumentar los fans del director de Bitelchús, creando la leyenda de que fue suya la autoría.

    Pesadilla antes de Navidad es menos aterradora que Krampus: maldita Navidad pero comparte con ella esa capacidad de convertir la iconografía navideña en algo inquietante sin perder el sentido del humor, e incluso ser adecuada para los más pequeños. Eso no significa que los amantes de la animación oscura adultos la puedan disfrutar, ya que es casi un portal hacia el universo de Burton, tanto que este luego la quiso replicar con La novia cadáver, con lo que no hay pérdida si te gustan sus obras.

    4. Krampus: maldita Navidad (2015)

    Si Truco o trato era una celebración de Halloween, Krampus: maldita Navidad trajo a la gran pantalla la leyenda alpina del Krampus, la criatura demoníaca que castiga a los niños que han perdido el espíritu navideño. Ambas son de Michael Dougherty, maestro del terror en fiestas señaladas, que aquí muestra cómo una familia disfuncional se desmorona durante las fiestas. Los malos humos de la cena acaban invocando a la entidad y sus secuaces. Un equilibrio de terror, humor negro y crítica social contra el consumismo que funciona como cuento moral oscuro.

    Comparte el mismo tono de Gremlins, además del uso de criaturas gamberras que echan risotadas, pero llega a un territorio mucho más turbio, en especial en su impactante final. Los efectos prácticos de los minions del Krampus son geniales, con cierto aroma a algunas Historias de la cripta, y un recado para los que aprecian el horror familiar con mordiente, similar a Poltergeist pero con la Nochebuena como telón de fondo.

    3. Navidades negras (Black Christmas, 1974)

    Bob Clark dirigió esta obra pionera absoluto del slasher, adelantándose cuatro años a Halloween al establecer muchos códigos del género, entre ellos, usar una fiesta nacional como marco temporal. Aquí son las vacaciones navideñas, y el espacio una una fraternidad de estudiantes femeninas que comienzan a recibir llamadas obscenas y amenazantes desde el interior de la casa. Clark construye una atmósfera de paranoia claustrofóbica usando la cámara subjetiva, creando una sensación de peligro desde el punto de vista del asesino que John Carpenter estudiaría para su clásico posterior.

    Navidades negras es más sofisticada narrativamente que Noche de paz, noche de muerte, optando por la tensión y el gancho psicológico sobre la violencia explícita, aunque cuando llega es muy potente. Su influencia en el slasher es innegable, creando el tropo de las hermandades de chicas y dialogando directamente con Scream décadas después, con las llamadas telefónicas aterradoras y home invasion. Tiene dos remakes, y merece un puesto entre lo más alto como la película que demostró que la Navidad podía ser tan aterradora como Halloween, estableciendo un subgénero propio dentro del cine de asesinos.

    2. Gremlins (1984)

    Una producción de Steven Spielberg que se convirtió en uno de los mayores éxitos de los ochenta, fusionando terror, comedia y, de nuevo, una sátira amable del consumismo navideño. Joe Dante nos presentó al mogwai, sus tres reglas sagradas y las criaturas caóticas y violentas que surgen si no se cumplen, equilibrando el horror con el humor irreverente, creando unos bichos memorables que son cómicos y amenazantes al tiempo.

    Gremlins es apta para los niños, pero más subversiva que Pesadilla antes de Navidad, encontrando ese punto medio perfecto entre el entretenimiento familiar y el terror. Las escenas en el bar y el cine son antológicas, con la magia del Spielberg arruinada por con la irreverencia punk de Dante, que también creó un subgénero ochentero al que siguieron Critters o Ghoulies, aunque su mayor terror es la historia que cuenta Phoebe Kates sobre la muerte de su padre y no los muñequitos de Chris Wallas. Digna medalla de plata.

    1. El día de la Bestia (1995)

    El apocalipsis navideño definitivo, la comedia negra de terror que se ha convertido en clásico absoluto del cine español. La Nochebuena de 1995 nos presentaba una Madrid caótica de neones, rebajas y fascistas, un mundo de horrores para el Padre Berriatúa, perdido en una búsqueda desesperada del Anticristo que mezcla humor negro, acción desenfrenada y mitología satánica. Álex de la Iglesia se consagró como una de las grandes voces del cine internacional, con espíritu transgresor, ocultismo duro post Hellraiser y el humor castizo de Airbag,

    El día de la Bestia es la número uno gracias a secuencias como la de las torres Kio o el Letrero de Schweppes, a diferencia de Gremlins y su soterrado espíritu Capriano, De la Iglesia ataca directamente la España de mediados de los noventa, los futuros Iker Jiménez y el auge de la ultraderecha. Horror navideño con personalidad propia que muestra la capacidad única de su autor para el exceso, recomendable para los que vieran su Magna Opus, 30 Monedas, y quieran ver su “precuela” espiritual.

  • Todas las versiones de Orgullo y Prejuicio, en orden

    Todas las versiones de Orgullo y Prejuicio, en orden

    Raquel Morales

    Raquel Morales

    Editor de JustWatch

    Orgullo y Prejuicio de Jane Austen es un clásico atemporal. Ya sea que hayamos visto la historia en nuestras pantallas en una tarde de esas donde hay mucho helado o hayamos suspirado leyendo esa forma tan particularmente romántica que tiene Darcy de luchar por Lizzie, su historia de amor nos ha acompañado desde siempre. 

    Y también ha inspirado numerosas adaptaciones, cada una plasmando una mirada única a la icónica historia de Elizabeth Bennet y el señor Darcy. Si eres fan de la novela y te apetece descubrir versiones que no conocías o recién llegas al universo Austen, aquí están todas las versiones que adaptan Orgullo y Prejuicio, en orden.

    1. Orgullo y Prejuicio (1995)

    La versión de la novela de Austen por excelencia. Lo que más me gusta de Orgullo y Prejuicio (1995) es que deja que los personajes crezcan, dándoles su espacio, haciendo que se note su cambio a una mejor versión de sí mismos. Jennifer Ehle convierte a Elizabeth en alguien inteligente y orgullosa pero también muy humana, lo que hace que te puedas sentir reflejada en ella fácilmente. Y Colin Firth nos regaló un Darcy que no olvidaremos nunca—especialmente si pensamos en esa famosa escena de la camisa mojada. Esa mezcla de ironía, tensión y romance es por lo que es mi favorita. Si la comparamos con la versión del 2005, esta es menos dramática pero profundiza mucho más en los personajes. Esta miniserie es ideal si te gustó Sentido y Sensibilidad (1995). 

    2. Orgullo y Prejuicio (2005)

    Orgullo y Prejuicio (2005) es de esas películas que te atrapa sin esperarlo. Keira Knightley da vida a una Elizabeth que habla de tú a tú a Darcy, sin dejarse achantar por él y Matthew Macfadyen consigue que su Darcy evolucione tanto que no puedes evitar amarlo, aunque te resistas. Él es el sueño de una romántica empedernida como yo. Seremos sinceros, esta versión no es la más fiel, pero es absolutamente icónica y perfecta para comenzar a conocer las distintas versiones de la novela más famosa de Jane Austen. En comparación con la miniserie del 95, esta tiene mucha más pasión y mucha más chispa. Si disfrutas de romances intensos como Anna Karenina (2012), en esta película encontrarás la horma de tu zapato.

    3. Bodas y Prejuicios (2004)

    Lo mejor de Bodas y Prejuicios (2004) es el desparpajo con que se atreve a reinventar un clásico de Austen, uno que todos conocemos. Aishwarya Rai brilla como Lalita, una Elizabeth moderna que no se deja intimidar por nada, y los números musicales son tan pegadizos que terminan contagiándote y sólo necesitas comenzar a bailar— o intentarlo. Me gusta que no se toma demasiado en serio, pero aún así mantiene el corazón rebelde de la historia original, muy al estilo de Locamente Millonarios (2018). En comparación con Orgullo + Prejuicio + Zombis (2016), ambas son irreverentes, aunque aquí el enfoque es pura celebración y no parodia.

    4. Orgullo y Prejuicio (1980)

    Orgullo y Prejuicio (1980) tiene un aire sobrio y elegante que me encanta cuando busco algo más clásico. Elizabeth Garvie es el contrapunto perfecto al Darcy distante y contenido de David Rintoul. Un Darcy, por otra parte, que refleja bastante fielmente el estilo de la época. Aunque no es tan espectacular como la versión de 1995, gana puntos por su sencillez y fidelidad al texto, aunque va algo lenta para mi gusto. No es una que yo recomendaría para empezar en el mundo de las versiones de esta novela de Austen, pero si disfrutaste Tess (1979), esta te encantará.

    5. The Lizzie Bennet Diaries (2012)

    The Lizzie Bennet Diaries (2012) es una serie web que adapta la novela como un videoblog. Lo que más me gusta de esta serie es cómo logra traer a Austen a una app como YouTube, que usamos a diario, sin perder lo esencial por el camino. Ashley Clements hace de Lizzie alguien moderna y sarcástica. El formato de videoblog la convierte en la amiga que todos querríamos tener. Me gusta la creatividad con la que se adapta cada giro de la novela original. Para quienes disfruten de propuestas románticas pero estilo cuento de hadas moderno como 10 Razones para Odiarte (1999), esta serie es oro puro. Comparada con la versión de 2003, ambas buscan modernizar la novela de Austen, pero en esta se logra con mucho más ingenio.

    6. Más Fuerte que el Orgullo (1940)

    Esta versión clásica de Orgullo y Prejuicio en blanco y negro, titulada Más Fuerte que el Orgullo (1940) y protagonizada por Greer Garson y Laurence Olivier, se toma muchas licencias respecto a la novela de Jane Austen. La fidelidad a la novela—o al momento histórico en el que se desarrolla— no es una prioridad, ya que, por ejemplo, el vestuario es victoriano en lugar de la época de la regencia. Además, todo es demasiado rígido y…estirado. Aun así, tiene un encanto especial. Si disfrutas de películas como Cumbres Borrascosas (1939), esta adaptación es para ti. Pero, comparada con la versión del 1980, se queda demasiado corta en cuanto a la adaptación de la novela pero merece la pena solo por esa magia que tiene el cine de la época dorada de Hollywood.

    7. Orgullo y Prejuicio (2003)

    Orgullo y Prejuicio (2003) es una versión modernizada y de bajo presupuesto de la novela. Fue dirigida por Andrew Black. Lo que más me gusta de esta adaptación es que, aunque sencilla, tiene un aire despreocupado que sólo se consigue cuando eres una adolescente y sientes que te vas a comer el mundo. Kam Heskin interpreta a una Lizzie más rebelde de lo normal, y Orlando Seale como Darcy es un choque divertido entre esa arrogancia del típico chico malo con un corazón de oro. Aunque tiene un enfoque muy juvenil y ciertos toques de comedia, conserva bastante bien los temas clave de la novela. Es una adaptación libre y algo ingenua, pero tiene encanto para quienes disfrutan de versiones modernas y ligeras. Ideal para fans de Clueless (1995) o En Tierra de Jane Austen (2013). Sin embargo, comparada con The Lizzie Bennet Diaries (2012), se siente más como una comedia romántica clásica de los 2000…con todos sus clichés incluidos.

    8. Orgullo + Prejuicio + Zombis (2016)

    Lo que más me divierte de Orgullo + Prejuicio + Zombis (2016) es su atrevimiento: ver a Elizabeth y Darcy convertidos en cazadores de zombis es una locura…¡y me encanta! No pensé que lo haría…pero aquí estamos. Lily James es la heroína que no sabíamos que necesitábamos, y el toque oscuro de Sam Riley como Darcy un es la guinda del pastel. Es una propuesta rara, pero muy entretenida si disfrutas de películas como Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros (2012). No obstante, si la comparamos con Bodas y Prejuicios (2004), ambas transforman a Austen en algo distinto a lo que estamos acostumbrados, pero ésta película le añade un estilo gore que la hace única. 

  • ‘Blue Moon’ y otras 5 películas con diálogos simplemente perfectos

    ‘Blue Moon’ y otras 5 películas con diálogos simplemente perfectos

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    “¡Oklahoma signo de exclamación!”, espeta con toda la inquina Lorenz Hart a lo largo de una noche, que no será su última, pero en la que ya está completamente acabado. En España no se conoce tanto la historia de este magnífico letrista, diezmado por el alcoholismo y abandonado por Richard Rodgers, su pareja creativa, que lo sustituyó para crear Oklhamona (“signo de exclamación”), una ñoñería indigna –a ojos de Hart– de las buenísimas críticas recibidas.

    Blue Moon (2025) arranca de un contexto híper específico propio de la cultura estadounidense, con unas mochilas emocionales que los personajes no necesitan contarse de forma alguna, y con un compromiso intachable a la unidad de espacio y de tiempo: unas horas, a tiempo real, en un bar de Nueva York. El desafío, pues, pasa por… Hacer que esta “traición” nos importe. Y el logro, amigas, es que Richard Linkater y Ethan Hawke consiguen que respaldemos a este hombre diminuto alcohólico que no deja de quejarse en hora y media de película sólo con diálogo. Sólo. Con. Diálogo.

    La película de Linklater, que en Berlinale dio por sorpresa el Oso de Plata sólo a Andrew Scott (Rodgers), supone un prodigio del diálogo al que el autor de Antes de amanecer (1995) ya debería habernos acostumbrado. Porque las penas de Hart se construyen enteramente a base de monólogos victimistas de este genio inseguro, pero tienen la gracia y el ritmo de un auténtico musical.

    Así que, para hacerle justicia, queremos recomendaros cinco otras películas que también emplean el diálogo con una precisión quirúrgica. Vamos, cinco películas con las que resulta imposible aburrirse. Y sí, trataremos de ir un poco más allá de Casablanca (1942), de Annie Hall (1977) y de Pulp Fiction: Tiempos violentos (1994), que son indiscutibles pero las tenemos ya muy por la mano. Mi criterio de selección ha sido doble: películas relativamente conocidas, aunque suelen recomendarse por motivos del todo ajenos a la calidad de sus guiones.

    Juno. Embarazada por accidente (2007)

    Podríamos empezar citando los diálogos memorablísimos de Rebelde sin causa, de Stewart Stern e Irving Shulman… Pero no hay nada más torpe o molesto que una película sobre adolescentes visiblemente escrita por un cuarentón estilo “señor Burns con patinete”. En el extremo opuesto, para la comedia fundacional Juno. Embarazada por accidente (2007) la cineasta Diablo Cody supo capturar las dinámicas detrás de la voz juvenil como aún nadie lo había hecho.

    ¿Qué entendió? Que las adolescentes, cuando se sienten atacadas (es decir, casi siempre) pueden replicar con una dureza destructora o con una tontería genuinísima, aun digna de Razzie. Así lo capturó en Juno, que le valdría un Oscar y cuyo éxito abriría las puertas a los grandes éxitos siguientes del mumblecore, como Lady Bird: Vuela a casa (2017) o Súper empollonas (2019).

    Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1975)

    De joven, en casa repetíamos religiosamente los mantras de Monty Python. Primero, porque eran absurdas y divertidísimas. Luego, porque películas como Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1975) supieron incidir con precisión exacta y un humor tan llano como el pueblo sobre las grietas lógicas de los fundamentos políticos medievales y actuales.

    Citas como: “¡Oiga! ¡Que a una mujer le dé por repartir espadas mojadas no es base para un sistema de gobierno!”, “Un día, hijo, todo lo que ves ante ti será tuyo / ¿Las cortinas?” o “Tanto conocimiento me asombra, Sir Bedevere. Explicadme de nuevo cómo puede evitarse un terremoto con la vejiga de una oveja”. Deberían escribirse todas en los manuales sobre deconstrucción de la épica, la política y la épica política. Aunque Trabajo basura fue diametralmente claro c*gándose en la cultura corporativa, sobre la monarquía ni La víbora negra (1983) puso los puntos sobre las íes con tanta claridad.

    Trabajo basura (1999)

    Trabajo basura (1999) es la perla escondida de esta lista. Atención con la frase: “Desde que empecé a trabajar, cada día de mi vida ha sido peor que el anterior. Así que eso significa que cada vez que me ves, estás viéndome en el peor día de mi vida”. ¡Toma! Si te gusta el humor seco de Separación (2022), te presentamos a su tía molona.

    El guion de Mike Judge, torrente de palabras por minuto casi tan agotador y satisfactorio como el de Luna nueva, destila con gracia la frustración corporativa, desde los informes inútiles a los jefes pasivo-agresivos (y más inútiles), o la desesperación bajo el fluorescente. Lo mejor de sus diálogos es que no obedecen a la voz listísima de un guionista tratando de pavonearse, sino que capturan los tonos de la apatía y el cansancio que cada compañero de oficina aporta a la mezcla, de la apatía a la condescendencia. Es imprescindible para quienes hayan sobrevivido, o escapado, de la cultura de oficina y quieran reírse de aquella locura.

    Luna nueva (1940)

    Hemos jurado no incorporar obviedades, pero hay que honrar el renacimiento de esta perla de Howard Hawks y adaptada con delicia del teatro por Charles Lederer en 1940. Porque ahora las prescriptoras culturales españolas están descubriendo que el humor ácido ya encontró la perfección en las réplicas de Luna nueva (1940); una película perfecta en general, si me preguntas. Si ya la viste, prueba con los pantalonazos de Katharine Hepburn en La costilla de Adán (1949) o con el ligero cucú de Cary Grant en Arsénico por compasión (1944).

    Podríamos sintetizar la recomendación con un “dexteridad verbal olímpica”, que sintetizara el viajazo por entre la comedia de los errores, flirteo indiscreto y pullas a mansalva que sirve nuestra pareja protagonista. Pero preferimos que la veáis (y la oigáis).

    El gran Lebowski (1998)

    Aunque Fargo (1996) podría haber entrado en nuestra guía, sería un escándalo no mencionar El gran Lebowski (1998). El diálogo nace siempre del personaje, y no hay “personaja” como The Dude. La película de los Coen brilla al impregnar cada réplica del ADN de su reparto, con la cerecita de Jeff Bridges coronando el pastel. Si quieres escribir personajes fuera de lo común, resulta imprescindible revisitar este clásico…

    Que puede sonar a viejo porque se esfuerza en ser desagradable y en oler ligeramente a axilas. Pero que por ello, evita la tentación que a ratos muerde Aaron Sorkin o el propio Linklater (y que nos puede alejar del screwball de Luna nueva): dialogar con tanto atino que les veamos a ellos, y no al universo que han creado. Y si yo te digo “nadie le toca los huevos a Jesús”, inmediatamente sabrás de qué y de quién te hablo.

  • 10 Películas de comedia de los 2000 que definieron una era

    10 Películas de comedia de los 2000 que definieron una era

    Alejandra Bekerman

    Alejandra Bekerman

    Editor de JustWatch

    Hubo una época en la que las películas de comedias no tenían miedo de ser raras, torpes o directamente absurdas. El comienzo de los 2000 fue un laboratorio para el humor moderno, y entre parodias, héroes inmaduros y sarcasmo el cine nos dejó grandes joyas que seguimos citando hasta el día de hoy. 

    En plena resurrección estética del Y2K, se me hace inevitable no pensar en el impacto duradero del entretenimiento de esa época. Hay decenas de buenas películas de ese periodo, y debo admitir que se me hizo muy difícil elegir solo 10. Este es solo un primer compilado ordenado por año de lanzamiento, para recorrer cómo evolucionó la comedia a lo largo de la década. Estas son las comedias de los 2000 que definieron una era y que, vistas hoy, siguen funcionando igual de bien (o incluso mejor).

    Al diablo con el diablo (2000)

    Esta es una de las primeras comedias del milenio y probablemente muy subestimada. Aquí Brendan Fraser (en el pico de su carrera)  interpreta a un hombre que vende su alma al diablo, interpretada por Elizabeth Hurley,  a cambio de deseos mal formulados.Al diablo con el diablo funcionó como un puente entre el slapstick de los 90 y la ironía que se hizo tan típica del 2000, Si te interesa ver a Fraser interpretando a múltiples personajes, con esta historia no solo encontrarás risas sino que también inesperadamente encontrarás momentos de ternura y moralejas.

    Wet hot american summer (2001)

    Wet hot american summer es caos en su máxima expresión. Esta película está ambientada en un campamento de verano en los 80 y lo que hace muy bien es reunir a un elenco estelar en sus primeros pasos dentro del cine: Amy Poehler, Paul Rudd y Bradley Cooper entre otros. No fue tan popular en su momento y no suele ser de las más recordadas de la época, pero para mi brilla por su originalidad y las interpretaciones del reparto. Poco a poco gracias a su humor surrealista y sin filtros se convirtió en una película de culto y referente de la comedia absurda moderna, el tipo de humor que más tarde inspiraría a series como Community. 

    Una rubia muy legal (2001)

    Si hablamos de películas atemporales que culturalmente tuvieron un gran impacto, sin duda Una rubia muy legal es una de ellas.  Con este film Reese Witherspoon redefinió el arquetipo de la típica chica tonta del cine y nos regaló una oda a la inteligencia disfrazada de comedia rosa. Legally Blonde demostró que se podía ser divertida, glamurosa y feminista a la vez, adelantándose a la ola girl power que todavía el cine no había visto. Si tienes ganas de ver una sátira social mezclada con una feel-good movie esta es tu parada. Y si aún después de ver este clásico te quedas con ganas de más, puedes visitar Una rubia legal 2 para una dosis adicional de Elle Woods.

    Shrek (2001)

    Probablemente el cambio más significativo en el cine de comedia fue su salto a la animación. Ahora parece normal, pero en el 2000 era impensado el uso del sarcasmo y la comedia autoconsciente en una película animada. De pronto con Shrek, tuvimos una cinta donde no solo parodió los cuentos de hadas, sino que los personajes sabían que estaban dentro de una historia. Adoro esta película al punto en que puedo citar su guión de memoria escena por escena, tiene un humor que combina ironía, ternura y guiños culturales lo cual para mi la vuelve una joya atemporal. Además lograron algo muy difícil, que su secuela Shrek 2 sea tan buena como la primera.

    Elf (2003)

    La comedia de esta década también nos regaló un clásico navideño. En Elf,  Will Ferrell fue un elfo criado en el Polo Norte que llega a Nueva York en busca de su familia. Su ingenuidad, ternura y humor acompañado de una buena banda sonora,  la han convertido en un clásico de temporada festiva. Tal vez no con el mismo encanto que Solo en casa tuvo en los 90, pero buena al fin. Me gusta y la recomiendo a quien busque una cinta tierna sin ser empalagosa, absurda sin perder el corazón. 

    Eurotrip (2004)

    De esta lista, probablemente Eurotrip sea una de las más desenfadadas, vulgares y gloriosamente incorrectas. Es una combinación de comedia de carretera con ADN universitario. 

    Es de esas películas llenas de gags, canciones pegadizas como “Scotty doesn’t know” y mucho humor físico. La considero el espíritu mochilero de American Pie, y mucho más absurda aún. Aunque fue criticada en su estreno, con los años se volvió un clásico de culto por su honestidad caótica y su retrato despreocupado del humor adolescente previo a las redes sociales. Recomendada para los que buscan puras risas y poco sentido común. 

    Cuestión de pelotas (2004)

    Cuestión de pelotas es otra de esas comedias que puedo ver una y otra vez. Aquí Ben Stiller y Vince Vaughn nos dan una de las comedias deportivas más absurdas jamás filmadas. Tiene un elenco estelar, frases memorables y cameos inesperados. Se mueve entre lo ridículo y lo heroico, parodiando tanto los clichés deportivos como los del propio género cómico. Para muchos de sus actores fue el paso hacia comedias populares y grandes proyectos en sus carreras. Si te gustó Zoolander, entonces Cuestión de pelotas te encantará.

    Virgen a los 40 (2005)

    Le debemos muchas de nuestras carcajadas hasta que duele la panza a Judd Apatow, quien en los 2000 redefinió la comedia con esta historia sobre un hombre inmaduro en busca de conexión real. Virgen a los 40 no solo transformó la comedia romántica masculina, sino que consagró a Steve Carell y catapultó la popularidad de The Office. Sin esta película, probablemente no existirían Supersalidos, Lío embarazoso ni la mitad de las comedias modernas que siguen explorando, entre risas, el desconcierto eterno de la masculinidad contemporánea.

    Arma Fatal (2007)

    Esta es otra de la lista que tiene un lugar especial en mi corazón. Edgar Wright nos dio en esta época algo que no sabíamos que necesitábamos: comedia británica a otro nivel con su mezcla de acción, sátira y precisión visual. Arma fatal no solo parodia las buddy movies, les sube le volumen con un ritmo frenético, humor negro y montaje milimétrico. ¡Me encanta! Es una película que se ríe del cine de acción, mientras lo hace mejor que la mayoría. Ideal para los que amaron Zombies party.

    Hermanos por pelotas (2008)

    Will Ferrell  fue un referente del género en este periodo (y sigue siéndolo al día de hoy). Por eso no es extraño verlo nuevamente en esta lista. En Hermanos por pelotas hace dupla con John C. Reilly y llevan la inmadurez a su máxima expresión en esta oda al fracaso adulto. Step Brothers es, sin exagerar, la última gran comedia pre-internet: absurda, impredecible y con frases que se convirtieron en memes antes de que existiera el término. Perfecta para todos los que disfrutaron de este mismo dúo dos años atrás en Pasado de vueltas. Igual de absurda y graciosa pero retratando la eterna adolescencia masculina.

  • Las 10 mejores películas y series de Dr. Seuss, ordenadas

    Las 10 mejores películas y series de Dr. Seuss, ordenadas

    Juan José Mateo

    Juan José Mateo

    Editor de JustWatch

    Pocos autores han convertido la literatura infantil en un universo tan reconocible como el de Dr. Seuss. Sus rimas imposibles, sus criaturas estrafalarias y su mezcla de sátira política y ternura han marcado a varias generaciones de lectores… y de espectadores, ya que desde los años 50, sus historias han saltado a la pantalla en forma de musicales delirantes, especiales de televisión, series para peques y grandes producciones de animación 3D. 

    En esta guía de JustWatch repasamos las 10 mejores películas y series basadas en los libros de Dr. Seuss, ordenadas por año de estreno, para ver cómo ha evolucionado su mundo hasta su aparición en el streaming. La idea es simple: ayudarte a elegir qué ver según tu edad, tu grado de nostalgia y tus ganas de “caos seussiano”.

    Los 5000 dedos del Dr. T (1953)

    Antes de los Minions y del CGI, la primera gran locura audiovisual de Dr. Seuss fue Los 5000 dedos del Dr. T, un musical de imagen real que parece rodado dentro de la mente de un niño febril. La película cuenta la pesadilla de Bart, un crío obligado por un profesor de piano tiránico a tocar en un teclado kilométrico junto a otros cientos de niños esclavizados. Dr. Seuss escribió la historia, el guión y las letras, lo que la convierte en la única película de largometraje creada específicamente por él para el cine. 

    A nivel visual, se parece más a El mago de Oz o a Charlie y la fábrica de chocolate que a las adaptaciones animadas posteriores: decorados imposibles, colores saturados y un villano que roza el expresionismo alemán. Comparada con otros musicales fantásticos de la época, es mucho más extraña, casi adelantada a la psicodelia de los 60. 

    Dentro de esta lista, está el reverso de pesadilla de El fabuloso mundo de Dr. Seuss: donde la serie abraza el juego y la textura de los Muppets, aquí todo tiene un punto opresivo y un poco inquietante.

    Lo que la convierte en una de las mejores adaptaciones de Dr. Seuss no es su fidelidad a un libro concreto (no adapta un título previo), sino cómo captura su tono: la crítica a la autoridad absurda, el amor por los niños inadaptados y esa sensación de que la fantasía puede ser tan divertida como perturbadora. 

    Si quieres ver hasta dónde llega el lado oscuro del universo Seuss antes de suavizarse para la televisión, este es tu punto de partida.

    El Grinch: el cuento animado (1966)

    Con El Grinch: el cuento animado, Chuck Jones firmó la que muchos consideran la adaptación perfecta de Dr. Seuss: 26 minutos de animación tradicional, narrados por Boris Karloff, que siguen casi al pie de la letra el libro ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! El especial respeta el texto, el diseño de personajes y, sobre todo, la mezcla de cinismo y ternura del original: el Grinch odia las fiestas, odia a los Quién y odia la parafernalia comercial, pero termina descubriendo que la Navidad va de otra cosa.

    Comparada con el El Grinch de Jim Carrey (2000) o con el El Grinch animado de 2018, esta versión parece minimalista: menos chistes, menos subtramas y menos azúcar en general. Sin embargo, es ahí donde radica su fuerza. Mientras la película del 2000 rellena metraje con flashbacks y gags físicos, y la de 2018 apuesta por el molde Illumination, el especial del 66 confía en la animación expresiva de Jones y en la voz de Karloff para construir un villano entrañable. 

    Dentro de esta lista, es el polo opuesto de El Grinch moderno: uno es una postal clásica; el otro, una superproducción pulida para el público actual.

    Es una de las mejores adaptaciones de Dr. Seuss porque condensa su espíritu sin diluirlo: humor negro para niños, crítica al consumismo y un final emotivo sin moralina pegajosa. Si solo pudieras elegir una obra para entender quién es el Grinch y qué representa en la cultura pop, sería esta (aunque te recomendamos leer nuestra lista sobre cómo ver todas las películas del Grinch en orden, así disfrutas de todas cronológicamente).

    El fabuloso mundo de Dr. Seuss (1996)

    Con El fabuloso mundo de Dr. Seuss, el universo del autor entró de lleno en la era de los Muppets. La serie, producida por la compañía de Jim Henson y emitida a finales de los 90, mezcla marionetas y animación para recrear historias y personajes clásicos: el gato del sombrero, el Grinch, el Lorax… todos pasan por un filtro de humor y ternura muy televisivo.

    Comparada con Huevos verdes con jamón o con Dr. Seuss: Pez rojo, pez azul, esta serie tiene un ritmo más pausado y una textura más artesanal: se nota el tacto de la tela, el cartón, el decorado físico. 

    Frente a las series preescolares modernas de Netflix, El fabuloso mundo de Dr. Seuss parece un programa de otra época, más cercano a Barrio Sésamo que a la animación digital actual. Dentro de la propia lista, es la pieza que mejor conecta la tradición televisiva infantil de los 90 con la avalancha de contenidos de streaming posteriores.

    Es una de las mejores adaptaciones porque traduce el mundo de Seuss a un formato de episodios sin perder su rareza. Cada capítulo funciona como una pequeña ventana a su universo, con moralejas suaves, mucha imaginación visual y un tono que respeta la anarquía infantil sin caer en el ruido histérico que domina parte de la animación contemporánea.

    El gato (2003)

    El gato es una de las adaptaciones más polémicas de esta lista. La película de 2003, protagonizada por Mike Myers y basada en The Cat in the Hat, intenta convertir el caos controlado del libro en una comedia familiar de imagen real con efectos digitales por todas partes. El resultado dividió a crítica y público, que la consideraron demasiado estridente.

    Comparada con El Grinch de Ron Howard (2000), que sí encontró un equilibrio entre caricatura y emoción, El gato se siente más como un episodio alargado de Nickelodeon con un presupuesto enorme. Aun así, tiene algo fascinante: el diseño de producción, con sus interiores llenos de colores imposibles, es una versión de acción real del trazo del autor, y Myers se lanza sin miedo a un payaso absoluto que recuerda al Jim Carrey de La máscara. 

    Dentro de esta lista, funciona casi como un experimento fallido que ayuda a entender por qué Horton y Lorax: En busca de la trúfula perdida apostaron por volver a la animación.

    ¿Por qué está entre las mejores adaptaciones? Porque, a pesar de sus excesos, es clave para la historia audiovisual de Dr. Seuss: muestra hasta qué punto es difícil “humanizar” a sus personajes sin traicionar su espíritu y sirve de contraste perfecto con las versiones animadas posteriores. 

    Horton (2008)

    Con Horton, Blue Sky Studios (los de Ice Age) demostró que la animación 3D podía acercarse mucho más al “trazo seussiano” que la imagen real. La película adapta ¡Horton escucha a Quién! y sigue a un elefante que descubre una ciudad microscópica en una mota de polvo, y que decide protegerla aunque nadie le crea. Es una historia sobre la fe, la tolerancia y la idea de que “una persona es una persona, por pequeña que sea”.

    Comparada con El gato, Horton es un ajuste de cuentas: donde la de 2003 añadía caos por añadir, aquí cada gag visual y cada exceso de animación parecen diseñados para servir a la historia. Frente a fantasías tipo Kung Fu Panda o Madagascar, la película se toma más en serio sus temas sin perder el sentido del humor. 

    Dentro de esta lista, forma un díptico muy interesante con Lorax: En busca de la trúfula perdida: ambas parten de libros cortos y las estiran en clave de aventura, pero Horton se inclina más hacia el optimismo y la fábula metafísica, mientras que Lorax abraza el activismo ecologista.

    Es una de las mejores adaptaciones porque respeta tanto el diseño de personajes como el subtexto del cuento, ampliando el mundo de los Quién sin traicionar el mensaje original. Si quieres enseñar a niños algo sobre empatía, minorías y escuchar a quienes no tienen voz, va a ser difícil que encuentres una versión más accesible que esta.

    Lorax: En busca de la trúfula perdida (2012)

    Lorax: En busca de la trúfula perdida fue la gran carta ecologista de Illumination Entertainment. Basada en El Lorax, la película cuenta cómo un chico intenta impresionar a la chica que le gusta plantando un árbol en un mundo sin naturaleza, lo que le lleva a descubrir la historia del Lorax, guardián gruñón de un bosque destruido por la avaricia industrial.

    Si la comparamos con Horton, aquí se nota más la marca Illumination: canciones pegadizas, secundarios graciosos y un ritmo frenético pensado para no perder la atención del público infantil. Frente a fábulas ecologistas como WALL·E o Happy Feet, Lorax: En busca de la trúfula perdida es menos contemplativa, pero gana en accesibilidad para peques. 

    Está entre las mejores adaptaciones porque consigue colar un mensaje ecológico contundente en una película comercial muy disfrutable. Aunque suaviza la furia abstracta del libro, mantiene intacta la idea central: si talamos todos los bosques por codicia, no habrá tecnología capaz de recuperar lo perdido. Ideal para familias que quieren hablar de cambio climático sin traumatizar a los niños.

    El Grinch (2018)

    En 2018, Illumination volvió a Villa-Quién con El Grinch, una versión CGI del clásico navideño que recaudó más que Solo en casa y se convirtió en una de las películas de Navidad más taquilleras de la historia. Aquí el Grinch tiene la voz de Benedict Cumberbatch y menos mala leche que en versiones anteriores: sigue siendo cascarrabias, pero su trauma es más digerible y su arco de redención, más evidente desde el minuto uno.

    Comparada con El Grinch: el cuento animado, esta versión suma capas de historia, mascotas monísimas y estética propia de Illumination (la misma de Gru: Mi villano favorito). Frente a la película de Jim Carrey, es menos grotesca y más apta para los niños más pequeños: menos chistes que rozan el terror, más momentos de “corazón calentito”. 

    Dentro de esta lista, ocupa un lugar curioso: no tiene la pureza del especial del 66 ni la fuerza cómica del film del 2000, pero se ha ganado su sitio como puerta de entrada moderna al personaje.

    Es una de las mejores adaptaciones porque traduce el cuento original al lenguaje del blockbuster contemporáneo sin perder del todo el mensaje anticonsumista. Si en casa ya habéis visto mil veces Solo en casa y queréis renovar la tradición navideña, El Grinch es la opción ideal antes (o después) de revisitar El Grinch: el cuento animado para comparar cómo ha cambiado el villano verde con el paso de los años.

    Huevos verdes con jamón (2019)

    Con Huevos verdes con jamón, Netflix demostró que los libros más sencillos de Dr. Seuss podían convertirse en series de animación mucho más ambiciosas de lo que parecía. La serie convierte un texto mínimo en una road movie de 13 episodios (y más temporadas) sobre dos personajes opuestos, Guy y Sam, que emprenden un viaje para salvar a un animal en peligro de extinción… y, de paso, aprender a abrirse a nuevas experiencias (incluyendo el famoso plato del título).

    Comparada con otras series familiares de Netflix, Huevos verdes con jamón se sitúa a medio camino entre la locura visual de El asombroso mundo de Gumball y la calidez narrativa de Hilda: tiene slapstick, sí, pero también desarrollo de personajes y un humor que no subestima al adulto que está al lado del niño. 

    Dentro de esta lista, dialoga con El fabuloso mundo de Dr. Seuss y con Dr. Seuss: Pez rojo, pez azul: la primera muestra el salto a la tele de los 90; la segunda, la etapa preescolar de 2025. Huevos verdes con jamón es el punto intermedio perfecto para familias con niños algo mayores.

    Es una de las mejores adaptaciones porque consigue expandir un cuento mínimo sin traicionarlo, añadiendo trama y emoción sin perder el juego verbal ni la esencia del autor. Si buscas algo para maratonear en familia que no sea la enésima serie ruidosa, esta es una apuesta segura.

    Dr. Seuss: Los Sneetches (2025)

    Basada en el célebre cuento The Sneetches, esta película animada actualiza una de las historias más políticas y mordaces de Dr. Seuss. En ella, unos curiosos personajes llamados Sneetches viven divididos entre quienes tienen una estrella en el pecho y quienes no; hasta que un oportunista llega prometiendo igualdad a cambio de dinero, desatando un ciclo de discriminación sin sentido.

    La adaptación Dr. Seuss: Los Sneetches mantiene el tono alegre y colorido del original, pero añade una lectura moderna sobre la exclusión, la superficialidad y el negocio de la identidad. 

    Frente a la ternura ecológica de Lorax: En busca de la trúfula perdida, Los Sneetches adopta un humor más ácido y contemporáneo, muy en la línea de Zootrópolis o Del revés 2, donde la moraleja llega envuelta en espectáculo.

    Es una de las mejores adaptaciones recientes porque consigue mantener la esencia crítica del autor mientras conecta con debates actuales sobre la diversidad, la tolerancia y el marketing social.

    Dr. Seuss: Pez rojo, pez azul (2025)

    Dr. Seuss: Pez rojo, pez azul es una de las apuestas más recientes de Netflix por el universo Seuss: una serie preescolar basada en el clásico libro de contrastes (grande/pequeño, caliente/frío, rojo/azul…) pensada para niños desde los 3 años. Se centra en dos peces, Rojo y Azul, que exploran el mundo mientras aprenden sobre diferencias, inclusión y emociones básicas, con episodios cortos y muy visuales.

    Comparada con Huevos verdes con jamón, esta serie es mucho más sencilla: menos trama, más repetición y un lenguaje diseñado para acompañar el desarrollo temprano del lenguaje y la comprensión de conceptos. 

    Frente a otros contenidos preescolares como Peppa Pig o Pocoyó, Dr. Seuss: Pez rojo, pez azul tiene el plus de las rimas y el imaginario seussiano, que convierten cada lección en un pequeño poema absurdo. Dentro de esta lista, es el cierre perfecto del viaje: desde el musical alucinado de Los 5000 dedos del Dr. T hasta este contenido para bebés de la era del streaming.

    Es una de las mejores adaptaciones porque demuestra que el universo de Dr. Seuss sigue vivo y adaptable a nuevas generaciones sin perder su ADN. Funciona como puerta de entrada para los más pequeños, que después podrán saltar a El fabuloso mundo de Dr. Seuss o Huevos verdes con jamón. Y para los adultos, es la prueba de que, casi un siglo después, las rimas y criaturas del autor siguen siendo una herramienta muy potente para aprender jugando.

  • Los 10 mejores spin-offs de series infantiles

    Los 10 mejores spin-offs de series infantiles

    Raquel Morales

    Raquel Morales

    Editor de JustWatch

    Las películas que nacen de series infantiles tienen una magia especial. Te hacen reencontrarte con personajes que ya conoces pero en una aventura que les da la oportunidad de crecer. Tras el reciente estreno de La casa de muñecas de Gabby: la película (2025), estamos volviendo a mirar estas historias que nos acompañaron en nuestra niñez con nuevos ojos.

     No podemos evitar las ganas de volver a sentir esa magia de cuando éramos más pequeños…por eso, este es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de los 10 mejores spin-offs de series infantiles.

    La casa de muñecas de Gabby: la película (2025)

    La casa de muñecas de Gabby: la película (2025) consigue que Gabby y los Gatitos tengan una frescura, un sabor, que, honestamente, no me esperaba. Lo que más me gusta es cómo la historia deja que Gabby tome decisiones más maduras, sin perder su esencia. La forma en la que el grupo se apoya mutuamente me recuerda un poco a cómo Dora y la ciudad perdida (2019), aunque aquí todo es algo más tranquilo. Si vienes de la serie, la película se siente como una versión al cuadrado de todo lo que ya te gustaba. Y si te quedas con ganas de más historias así, La gran aventura de Blue en la ciudad (2022) es un plan perfecto.

    Dora y la ciudad perdida (2019)

    Siempre pensé que pasar a Dora a live action podía sentirse raro, pero la Dora y la ciudad perdida (2019) hace que todo fluya de una forma que te engancha sin darte cuenta. Lo que más me gusta es que Dora sigue siendo esa chica optimista que confía en todos, pero ahora se enfrenta a situaciones que obligan a verla con otros ojos. Su entusiasmo contagia incluso cuando todo a su alrededor es un caos, y eso es parte del encanto. La relación con su primo Diego me recuerda un poco a la energía que tienen Gabby y Pandy en La casa de muñecas de Gabby: la película (2025). Y si quieres algo con esa misma esencia, Nancy Drew y la escalera escondida (2019) es una buena opción.

    Los Proud, la película (2005)

    Lo que me encanta de Los Proud, la película (2005) es cómo Penny, por fin, puede respirar sin tantas reglas alrededor. La ves tomar decisiones que quizás en la serie quedaban más limitadas, y eso le da una magia distinta. También ayuda que su familia siga siendo esa locura de gente que al final del día, siempre la abraza y la apoya. Esa unidad familiar me recuerda un poco a la de La banda del patio: la película (2001) aunque aquí todo está mucho más centrado en la relación entre padre e hija. Si quieres seguir en esta línea de historias, La primera película de Doug (1999) es una buena compañía.

    La banda del patio: la película (2001)

    Lo mejor de La banda del patio: la película (2001) es cómo la pandilla sigue siendo exactamente la misma, pero en un escenario que obliga a cada uno a sacar un lado que normalmente no enseña tanto. T.J. sigue queriendo arreglarlo todo, aunque nadie crea realmente en él, y eso siempre me hace sonreír. Y, sinceramente, la dinámica del grupo tiene algo parecido a Los Proud, la película (2005), porque ambos funcionan gracias a personajes que llevan años queriéndose como si fueran familia. Si te gustan este tipo de historias, prueba Arthur y los minimoys (2006).

    Kim Possible: Sí es para tanto (2005)

    Kim siempre fue increíble, pero Kim Possible: Sí es para tanto (2005) le permite mostrarse más vulnerable sin perder su fuerza, determinación y valentía. Su relación con Ron encuentra aquí uno de sus mejores momentos, no porque cambie de un día para otro, sino porque se sienten más conscientes de lo que significan el uno para el otro. Esa evolución de personajes me recuerda a lo que pasa entre Lizzie y Gordo en Lizzie Superstar (2003). Y si quieres seguir con este tipo de historias, Teen Titans Go! La película (2018) es ideal.

    Lizzie Superstar (2003)

    Lo más divertido de Lizzie Superstar (2003) es que Lizzie, por fin, sale de su instituto, se va a Italia…¡y se mete en un lío mucho más grande! Pero termina brillando con luz propia. Termina conociéndose a sí misma y sabiendo de todo de lo que es capaz. Experimenta su primer amor, su primera decepción…y se da cuenta de que Gordo es justo lo que ha estado buscando. Y siempre ha estado ahí, justo delante de los ojos. Su relación es parecida a la de Kim y Ron en Kim Possible: Sí es para tanto (2005). Y si tienes más ganas de historias donde un viaje lo cambia todo, The Cheetah Girls 2 (2006) te va a encantar.

    Hey Arnold! Una peli en la jungla (2018)

    Hey Arnold! Una peli en la jungla (2018) siempre me ha gustado porque por fin deja que Arnold confronte cosas que la serie solo insinuaba. Aquí se siente más seguro, más decidido, como si por fin entendiera qué quiere hacer con todo eso que lleva guardando desde pequeño. Y su relación con Helga… bueno, es de esos detalles que te recuerdan por qué la serie te mantenía pegado al sofá. Es parecida a La banda del patio: la película (2001), porque ambos apuestan por cerrar historias que venían de lejos. Si quieres algo más en esa línea, Phineas y Ferb, la película: Candace contra el universo (2020) te gustará mucho.

    Phineas y Ferb: A través de la 2ª dimensión (2011)

    Lo que más me gusta de Phineas y Ferb: A través de la 2ª dimensión (2011) es cómo hace que ninguno de los dos pierda la curiosidad, aunque se estén enfrentando a algo que sienten que los supera. Verlos chocarse contra un mundo alternativo donde todo es más oscuro —y aún así que les parezca genial— me encanta. Además, Perry muestra una versión de sí mismo que en la serie solo aparecía a ratos, y eso hace que la relación con los chicos se sienta mucho más cercana. Tiene un aire parecido al de Hey Arnold! Una peli en la jungla (2018). Y si quieres algo parecido, Monstruos contra alienígenas (2009) es una buena elección.

    Rugrats en París: la película (2000)

    Lo bonito de Rugrats en París: la película (2000) es que los bebés, por primera vez, viven algo que les queda enorme, pero lo enfrentan con valentía, a pesar de no saber muy bien a lo que se están enfrentando. Lo mejor es ver cómo Chucky encuentra una seguridad que en la serie siempre le costaba sacar. Esa evolución me recuerda a la de Eliza en Los Thornberrys: la película (2002), aunque en esta los bebés son aún más traviesos. Si te gustan este tipo de historias, te encantará Las Supernenas: la película (2002).

    Los Thornberrys: la película (2002)

    Eliza siempre tuvo un espíritu aventurero, pero en Los Thornberrys: la película (2002) se nota que está lista para asumir riesgos que en la serie no podía. Aunque tenga dudas. Pero eso me gusta porque la hace mucho más cercana, mucho más humana. Además, su conexión con los animales es muy profunda, como si ella misma necesitara entender quién quiere ser. Tiene un aire parecido a Rugrats en París: la película (2000), sobre todo en cómo ambos protagonistas crecen a lo largo de la historia. Si después te apetece seguir explorando este tipo de historias, Lilo & Stitch (2025) te va a fascinar.

  • Los hombres calvos, villanos o risibles: Por qué nunca verás a un Superman calvo

    Los hombres calvos, villanos o risibles: Por qué nunca verás a un Superman calvo

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    La Bugonia de Yorgos Lanthimos tiene un guión robusto, un tándem de personajes protagonistas con carácter y un ritmo que sólo se compara al del teatro de prestigio. Sin embargo, este thriller de cámara sobre los Estados Unidos conspiranoicos y bipolares será recordado por algo más superficial, pero no irrelevante. Tiene a Emma Stone calva. Bueno: técnicamente, “rapada”.

    El gesto puede leerse como nimio. Al fin y al cabo en la película coreana que adapta de forma fiel, Salvar el planeta Tierra (2003), también el empresario que es secuestrado tiene que someterse a un rapado “anti-comunicaciones con los aliens”. Pero la calvicie de Stone ha calado entre el público de manera mucho más significativa que una cuestión de pelo o no. Os contamos: como estrategia de marketing, se organizó un pre-estreno sólo para personas calvas, rapadas o, en caso contrario, dispuestas a pasar por la maquinilla in situ. Fue un fenómeno viral, que estas semanas ha vuelto a poner la calva en el audiovisual en primera línea de tiro de la teoría académica.

    Para entender por qué, hay que remontarnos a los estereotipos que rodean a los hombres calvos en el cine y las series. Eso es lo que vamos a hacer en esta pequeña editorial, centrándonos específicamente en los hombres calvos que pueblan tus pantallas.

    Los hombre calvos, villanos por defecto

    Pongamos los hechos por delante: ante una cámara, la ausencia de pelo es sospechosa. Hagamos lista. En Amenaza en el aire (2025), Mark Wahlberg interpreta a un piloto encargado de trasladar a un sheriff y a un testigo protegido hasta un juicio… Excepto que (spoilers) finalmente se quita la gorra y revela que en realidad es un villano asesino. Un villano asesino y calvo. Calvo, además, a la manera del señor Burns en Los Simpson (1989). En el póster, el giro de la alopecia queda convenientemente recortado.

    Wahlberg se suma a una larga lista de actores que se han rapado para interpretar a un villano. Marlon Brando lo hizo para su mítico coronel calvo de Apocalypse Now (1979), para el que también engordó unos buenos kilos. Hugh Jackman se afeitó la cabeza para dar vida al Capitán Garfio en Pan: Viaje a nunca jamás (2015), aunque nunca habíamos recordado el personaje del cuento como calvo. Y Jeff Bridges se la dejó al cero para Iron Man. El hombre de hierro (2008), aquí sí para ser fiel al cómic.

    El agravio capilar se duplica cuando obligan a un actor naturalmente calvo a llevar peluca para interpretar a un héroe. Por ejemplo, Corey Stoll tuvo que hacerlo en la serie The Strain (2014), aunque sí le pidieron de dejarse la calvicie para su papel de villano en Ant-Man (2015). Si el audiovisual nos ha enseñado que la representación importa, y reivindicamos hasta los mejores besos queer del cine y las series sólo para dar referentes, ¿qué imagen estamos legando para los hombres que sufren alopecia?

    (Algunas) razones del estigma ante el hombre calvo en el cine y las series

    Spencer Stevenson, experto en pérdida de cabello, explicaba a la revista Independent que el estigma “se remonta a Sansón y a los dioses griegos, cuando tener cabello era un signo de virilidad. Si tenías pelo, eras fuerte y masculino”. Si no, eras un bebé diabólico y risible como el Doctor Villano de Austin Powers: Misterioso agente internacional (1997) o su referente inmediato, el malvado antagonista de Bond Ernst Stavro Blofeld, icónico ya en 1963, por Desde Rusia con amor. A Timothée Chalamet o a Ryan Gosling, melenas, nunca les veremos en un rol parecido… ¿Pero sabéis de qué se reía Roma cuando miraba al emperador Julio César?

    Hay un estigma relacionado con la calvicie, que connota “inseguridad, depresión, baja autoestima, infelicidad, resentimiento, amargura y tristeza”, emociones que asociamos más fácilmente con villanos que viven en volcanes huecos. La pérdida de cabello podría ser, en algunos casos, una causa más de la malicia. Dice Stevenson que la alopecia en la vida real “tiene un efecto tan negativo en la confianza, el valor personal y la identidad de una persona…” que, puestos a elucubrar, podría desembocar en un villano de película.

    Por el contrario, para evitar esas asociaciones, creadores y estudios se esfuerzan por perfeccionar la imagen física del héroe tradicional. Por ejemplo: James Bond. Cuando Sean Connery empezó a perder pelo en las primeras películas de la saga, se puso rápidamente un peluquín para proteger su imagen y la del personaje. En Agente 007 contra el Dr. No (1962) vestía un implante relativamente pequeño. En Operación Trueno (1965) ya llevaba peluquín. Incluso Michael Keaton, septuagenario y sin pelo, tuvo que ponerse una prótesis capilar para retomar su papel de Bruce Wayne en Flash (2023), porque… ¿Quién querría a un Batman calvo?

    Los protagonistas calvos, extraduros o raritos

    Básicamente, un huevo. Como Lex Luthor, no como Superman. Aunque el propio Stevenson reconoce honrosas excepciones a su regla. Dwayne “La Roca” Johnson, Jason Statham o Bruce Willis suelen interpretar a héroes duros, aunque compensan la falta de folículos con una sobredosis de masculinidad y están, a la práctica, encasillados en papeles de machacas musculosos, otro estereotipo. Podríamos analizar incluso cómo la salida de La Roca al drama respetable en La Máquina: The Smashing Machine (2025) ha llegado acompañada de una pequeña mata de pelo. Para mayor realismo, claro, pero la imagen de “Dwayne Johnson serio = con pelo” sigue estando ahí.

    Fuera de los típicos roles de héroe o villano, la representación de personajes calvos tampoco mejora mucho. La mayoría suele retratarse como perdedores, idiotas, bichos raros o gente desagradable en general. Tom Cruise sólo se ha reído una vez de sí mismo, en Tropic Thunder, ¡una guerra muy perra! (2008), cuando llevó un traje de gordo y una calva postiza para transformarse en un ejecutivo de estudio agresivo y grotesco llamado, con toda lógica, Les Grossman; por cierto, un personaje que muchos creen inspirado en Harvey Weinstein. En Curb Your Enthusiasm, Larry David se presenta a sí mismo como un cascarrabias grosero, casi un payaso, abiertamente resentido por su calvicie. Y volviendo a Los Simpson, ese padre de familia bobalicón de nombre Homer tenía uno, dos y tres pelos en la punta de la cabeza. En fin: toca ir actualizando nuestras ideas, ¿no?

  • Dónde ver todas las películas de Quentin Tarantino que forman parte de un mismo universo: el Tarantinoverse

    Dónde ver todas las películas de Quentin Tarantino que forman parte de un mismo universo: el Tarantinoverse

    Philipp Engel

    Philipp Engel

    Editor de JustWatch

    A la espera de que Tarantino filme su recientemente anunciada película número 10, que pondrá fin a su filmografía, te explicamos hasta qué punto sus nueve películas anteriores están todas interrelacionadas entre sí y pertenecen a un mismo universo paralelo –el Tarantinoverse–, que no es otra cosa que su fecunda imaginación, permanentemente excitada por los estímulos una cinefilia impenitente que, como la de Godard, no distingue entre el cine y la vida. 

    Si eres fan del director, en esta lista encontrarás las plataformas donde poder verlas, y si alguna no está disponible ahora mismo, te avisamos cuando lo esté.  

    Reservoir Dogs (1992)

    En Reservoir Dogs, Quentin Tarantino ya mostró algunas marcas de estilo que se irían repitiendo en todas sus películas, como el plano desde el interior del maletero del coche o los trajes negros con camisa blanca y corbata negra que son como el código vestimentario propio del mundo del hampa, tal y como se confirmaría en Pulp Fiction o el díptico Kill Bill. Otro nexo entre sus dos primeras películas es de tipo familiar: los personajes de Michael Madsen en Reservoir Dogs, Vic Vega, y el de John Travolta en Pulp Fiction, Vincent Vega, son hermanos. Incluso pensó en hacer una película que los reuniera a los dos. Pero era imposible, ya que ambos mueren en sus respectivas películas, y tampoco podía ser una precuela porque no paraban de envejecer. 

    El impacto de aquella película que hacía gala de economía de medios fue muy profundo. De un plumazo, Tarantino, con esa mezcla de canciones pop, violencia y gansters parlanchines, se colocó a la cabeza del cine indie de los 90, codeándose con los hermanos Coen de Sangre fácil, hablando de tú a tú con Scorsese y haciendo el puente con el New American Cinema a través de la rocosa presencia de Eddie Bunker, cuyas vivencias inspiraron la mítica Libertad condicional. 

    Pulp Fiction (1994)

    En Pulp Fiction Tarantino introdujo nuevas marcas de su universo particular, como la de los cigarrillos Red Apples, que sólo se fuma en el Tarantinoverse. Es la misma ciudad que le vio crecer, Los Ángeles, y el mismo submundo alimentado por el cine y la literatura más negras; las canciones vuelven a tener una importancia primordial, ahora abriéndose a vertientes más soul y surf, y los mafiosos vuelven a charlar por los codos sobre diversos de una cultura pop tan contemporánea como deudora de los años 50, una vertiente simbolizada por el restaurante ficticio Jack Rabbit Slim, construido especialmente para la ocasión. 

    Sigue la línea de Reservoir Dogs, pero introduciendo una estructura en forma de puzzle posmoderno que le valió la Palma de Oro en Cannes, el máximo reconocimiento de la cinefilia, y sólo con la que era su segunda película. Aquella estructura era toda una innovación en el cine negro, y para lograrla seguro que volvió a ver unas cuantas veces  Rashomon, el clásico de Kurosawa que combina diversos puntos de vista.  

    Jackie Brown (1997)

    Es la primera adaptación literaria de Tarantino, a partir de una novela de su admirado Elmore Leonard, pero seguimos en el Tarantinoverse, un mundo dominado por el culto a los pies femeninos  –esta vez los de Bridget Fonda–, que se inauguró en Pulp Fiction con la larga conversación sobre el masaje en los pies que, supuestamente, salió tan caro a un compañero de Travolta y Jackson. En Rum Punch, la novela original de Leonard, la acción transcurría en Miami (Florida), pero Tarantino prefirió moverla a Los Ángeles, su propio territorio, para componer una suerte de trilogía negra que culmina con Jackie Brown. 

    La tercera película de Tarantino es, sobre todo, si hubiera que resumirla en una sola frase, una carta de amor eterno a Pam Grier, la diosa de la Blaxploitation, que dejó su impronta en películas pensadas para el público afroamericano que el director admiró ya de pequeño, como Coffy (1973) o Foxy Brown (1974), ambas con espectaculares bandas sonoras. No cabe duda alguna: es su película más romántica. La última escena, en la que Grier se despide de Robert Stone, sólo te puede romper el corazón.    

    Kill Bill:Volumen 1 (2003)

    La primera parte del díptico, Kill Bill: Volumen 1, parece alejarse de las películas precedentes por estar más enfocada al mundo de las artes marciales, pero Michael Madsen viste traje negro, camisa blanca y corbata a juego, cuando entra en aquella Iglesia de Texas para acabar con lo que parece una boda. También reaparecen los cigarrillos Red Apple, Uma Thurman se concentra en los pies (fetichismo) cuando regresa a la vida, y se lleva el vehículo –el Pussy Wagon–, de alguien que acaba de matar, como Bruce Willis y la chopper de Pulp Fiction, o Jackie Brown con el automóvil del traficante de armas Ordell Robbie. En el Tarantinoverse, todo se repite con diferentes formas. 

    Está claro que significa una ruptura respecto a las tres películas anteriores, y para entender todos sus guiños, merece la pena hacer un pequeño repaso de cine de artes marciales, empezando por Juego con la muerte, por el chándal de Bruce Lee que lleva Uma Thurman, y siguiendo con Come Drink With Me (King Hu, 1966) o Lady Snowblood (Toshiya Fujita, 1973). Su influencia queda patente en películas como las películas de The Raid o la saga John Wick. 

    Kill Bill: Volumen 2 (2004)

    Kill Bill: Volumen 2, está obviamente conectada con la primera, aunque La Novia (Uma Thurman) se limita a completar su lista de la venganza hasta llegar a Bill (David Carradine), que durante su discurso final hace referencia a uno de los primeros guiones de Tarantino, Asesinos natos, que no contabiliza como Tarantinoverse, porque Oliver Stone lo manipuló de tal manera que su autor ya no pudo reconocerlo como suyo. La tumba en la que La Novia es enterrada pertenece a Paula Schulz: ¿una descendiente del Dr. King Schulz de Django desencadenado? En el Tarantinoverse todo queda en familia. 

    Entre las muchas influencias de las que bebió Tarantino para este díptico, el más referencial de toda su filmografía, se podría destacar un delicioso Truffaut, La novia vestía de negro, a mayor gloria de la divina Jeanne Moreau que también es una novia al que le han matado el marido el día de su boda, y que busca venganza tachando a los culpables de una lista que se traducirá en las muertes más despiadadamente originales. 

    Death Proof (2007)

    Death Proof, inicialmente presentada en una doble sesión con Planet Terror, de Robert Rodriguez, está dividida en dos partes: en la primera las mujeres son víctimas; en la segunda, otras se vengan. El sheriff (Michael Parks), y su hijo (James Parks), que examinaron la escena del crimen en Kill Bill son los mismos que deducen que el asesino sobre ruedas interpretado por Kurt Russell tiene algún tipo de motivación sexual cuando embiste con su coche al de las mujeres que sigue. Luego, la película es todo un recital de planos de pies femeninos, y aparece la Big Kahuna Burger, una cadena de hamburgueserías inventada para Pulp Fiction. 

    Revisar Death Proof siempre es una buena excusa para darse un festival de road movies y películas de coches, como Faster, Pussycat! Kill! Kill! (Russ Meyer, 1965), Punto Límite: cero (Richard Sarafian, 1971), Carretera asfaltada en dos direcciones (Monte Hellman, 1971) o Driver (Walter Hill, 1978). No suele aparecer entre las favoritas de los fans, pero es un error. La escena del lap-dance es uno de los mejores momentos musicales del Tarantinoverse: equiparable al baile de Pulp Fiction o al Stuck in the Middle with You con oreja cortada de Reservoir Dogs. 

    Malditos bastardos (2009)

    Una ucronía sobre la Segunda Guerra Mundial, es decir donde los acontecimientos históricos son distintos a lo que ocurrió en nuestra realidad, eso ya es puro Tarantinoverse. El sistema de referencias es más antiguo, ya que la película está ambientada en los años 40. Pero, en Malditos bastardos, tampoco falta un gran momento de fetichismo del pie femenino que llega cuando Hans Landa (Christoph Waltz) descubre el zapato de Bridget von Hammersmark (Diane Kruger) en la taberna donde ha habido una masacre. Lo conservará hasta reencontrarse con ella en París, momento en el que le pedirá: ¿Puede usted poner su pie en mi regazo?

    Tarantino volvería a repetir magistralmente la jugada ucrónica con Érase una vez en Hollywood donde los enviados de Charles Manson a Rodeo Drive sufren un destino no muy distinto al de plana mayor nazi en Malditos bastardos, una película directamente inspirada en Aquel maldito tren blindado, aunque hay que decir que, si se acepta como remake, que no lo sería, es como versión muy mejorada. En el marco del Tarantinoverse, podría decirse que es su película más decididamente abierta a todos los públicos. 

    Django desencadenado (2012)

    A su manera, Django desencadenado también es una ucronía, y el momento histórico más remoto de todo el Tarantinoverse, ya que se sitúa antes de la Guerra de Secesión. La conexión es menos evidente, y sobre todo temática, a través de los problemas raciales, presentes en el subtexto de todas sus películas. Pero si el nazi Hans Landa era introducido con el Para Elisa, de Beethoven, al principio de Malditos bastardos, ese mismo tema musical se hace insoportable al Dr. Schulz en Django desencadenado. Una curiosa simetría ya que, ambos interpretados por Christoph Waltz, son dos personajes diametralmente opuestos. Uno es racista, y el otro todo lo contrario. 

    Tarantino siempre ha soñado con rodar un western, ha hecho dos, este y Los odiosos ocho, que son excelentes películas, pero también, por mucho que se enfaden sus fans, las más flojas de su rutilante filmografía. En el canon del nuevo western nada supera lo que hizo S. Craig Zahler en Bone Tomahawk. Bueno, esa es mi elección personal, otros hablarían sin duda de Sin perdón. Dentro del Tarantinoverse es tan blaxploitation como Jackie Brown, pero mucho más espectacular.   

    Los odiosos ocho (2015)

    De nuevo, con un western como Los odiosos ocho, no hay posibilidad de aludir a la cultura pop contemporánea, pero la marca de tabaco Red Apple, o Manzana Roja para el mexicano que encarna Demián Bichir, es una referencia recurrente a lo largo de la película. Pete Hicox, el bandido encarnado por Tim Roth, podría ser un antepasado de Archie Hicox, el crítico de cine encarnado por Michael Fassbender en Malditos bastardos, y también se nombra a un tal Lance Lawson, que fue ahorcado en Red Rock, no por casualidad es el mismo nombre del propietario de Videoarchives, el videoclub donde Tarantino trabajó junto a Roger Avary. 

    Si todas las películas de Tarantino se caracterizan por sus diálogos, en este caso ya prácticamente es una obra de teatro, unos cuantos pasos más allá de Reservoir dogs en ese sentido. Su mayor mérito es sumarse al selecto canon del western nevado, junto a obras maestras como Condenados a vivir (Joaquín Romero Marchent, 1972); El gran silencio (Sergio Corbucci, 1968) o El día de los forajidos (André de Toth, 1959), tres películas ante las cuales Tarantino no dudaría en arrodillarse. Sería difícil escoger entre los dos westerns de Tarantino. Si este es el más hablado, aquel era el más cacofónico. Puede que lo mejor hubiera sido fusionarlos en uno solo. 

    Érase una vez en... Hollywood (2019)

    En su última película hasta la fecha, tan ucrónica como Malditos bastardos, y ya que lo preguntan con tanta insistencia, para mí, la mejor película de toda su filmografía: Érase una vez en … Hollywood viene a ser la cumbre elegíaca de todo su cine, demostrando su amor por Los Ángeles y sus mitos, las salas de cine, el cine dentro del cine, los decorados, el western, las películas de guerra de bajo presupuesto, los especialistas, las artes marciales (la hilarante pelea entre Cliff Booth y Bruce Lee) y la crónica negra representada por el clan Manson. Todo está ahí. Y, cómo no, termina, en los créditos finales, con Rick Dalton anunciando los cigarrillos Red Apple. 

    A la espera de la secuela para la que Brad Pitt y David Fincher seguirán a pies juntillas el guion firmado por el propio Tarantino, The Adventures of Cliff Booth, su película número 9 –Kill Bill cuenta como una– es una de las mejores odas a la ciudad de Los Angeles que se recuerdan, a la altura de Un largo adiós (Robert Altman, 1973), Vivir y morir en Los Ángeles (William Friedkin, 1985) o la mismísima Chinatown (Roman Polanski, 1974). Una auténtica sinfonía de una ciudad, que en ese sentido prolonga el aliento poético de Jackie Brown. Insuperable culminación del Tarantinoverse. 

  • Wicked: Los 10 momentos más oscuros del libro que las películas no te mostrarán

    Wicked: Los 10 momentos más oscuros del libro que las películas no te mostrarán

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    El fenómeno de Wicked (2024) ha conquistado la taquilla y su secuela Wicked: Parte 2 (2025) cierra la historia de Elphaba y Glinda con la misma magia que cautivó en Broadway. Sin embargo, muchos espectadores no saben que la novela de Gregory Maguire, Wicked: memorias de una bruja mala (1995), es una obra más adulta, con violencia explícita, sexualidad gráfica e incluso terrorismo político que difícilmente podría pasar los filtros de una superproducción familiar. 

    Las películas de Jon M. Chu suavizan esos elementos perturbadores del libro para centrarse en la historia de amistad, así que es buen momento para repasar los 10 momentos más oscuros de la novela que nunca veremos en pantalla.

    1. El asesinato brutal del Dr. Dillamond y el trauma

    En Wicked, el querido profesor cabra es simplemente arrestado y desaparece de la universidad, pero en la novela de Maguire su final es bastante más violento. El Dr. Dillamond es asesinado con la garganta degollada en lo que parece un acto de terrorismo de estado diseñado para silenciar su activismo por los derechos de los Animales. Ama Clutch, el ama de llaves de Glinda, descubre el cuerpo mutilado y entra en un colapso mental del que nunca se recupera. Elphaba sospecha que fue Madame Morrible la que orquesta el crimen por órdenes del Mago, aunque nunca se prueba, y la administración universitaria lo encubre presentándolo como un accidente. Un acto de violencia política que sirve de catalizador para transformar a Elphaba en una revolucionaria radicalizada.

    2. El Club de Filosofía y la depravación oculta de Oz

    Uno de los elementos más inadaptables del libro es el infame Club de Filosofía, un lugar clandestino donde la élite estudiantil de Shiz participa en actos de depravación que revelan la corrupción de la sociedad de Oz. En la novela, Boq y Fiyero visitan este lugar secreto donde presencian actuaciones sexuales explícitas entre humanos y animales, consumo desenfrenado de drogas y otros actos perversos diseñados para satisfacer los deseos más oscuros de la clase privilegiada. Maguire expone aquí la hipocresía institucional que discrimina públicamente a los animales mientras los explota sexualmente en privado, como con las sustancias prohibidas y otras orgías BDSM. La película reemplaza toda esta sordidez con el encantador salón de baile Ozdust, claro.

    3. La Elphaba violenta, intersexual y aterradora

    La Elphaba del libro nace con características físicas que sugieren intersexualidad, con anatomía ambigua que la historia nunca aclara. Además, desde bebé posee dientes afilados como navajas de tiburón, tan peligrosos que arranca un dedo a la comadrona durante el parto y los adultos deben tener extremo cuidado al acercarse para evitar ser mordidos. Durante su infancia, muestra un comportamiento violento y destructivo que aterroriza a quienes la rodean, inspirando miedo alrededor. Es descrita como dura y desagradable, lo que hace que su amistad con Glinda sea aún más compleja e interesante que en las películas.

    4. El borrado de Fiyero: genocidio y matrimonio infantil

    El Fiyero del libro es irreconocible frente al príncipe encantador que interpreta Jonathan Bailey en las películas. Tiene piel de color ocre y marcas ceremoniales en su rostro, marcado como miembro de un pueblo colonizado. Su herencia cultural indígena es considerada incivilizada y el mago la quiere erradicar. Hay pues temas de colonización, opresión sistemática y genocidio cultural. Además, Fiyero fue obligado a un matrimonio arreglado a los siete años con una niña destinado a consumarse cuando ambos alcanzaran los veinte años.

    5. Romance adúltero explícito y el nacimiento de Liir

    La relación entre Elphaba y Fiyero en el libro incluye contenido sexual explícito con él ya casado cuyos encuentros sexuales son narrados sin censura. Una aventura extramarital que resulta en el embarazo de Elphaba y el nacimiento de su hijo Liir en circunstancias lúgubres. Fiyero es capturado y brutalmente ejecutado, Elphaba cae en un coma de dolor y da a luz a Liir sin siquiera saber que estaba embarazada, y al despertar, nunca le acepta como su hijo, tratándolo con frialdad toda su infancia, una relación tóxica que crea un ciclo trágico de trauma generacional. Mientras, en las películas el romance es puro, esperanzador y sin complicaciones morales de adulterio.

    6. La masacre de la familia de Fiyero y la culpa

    Tras la ejecución de Fiyero, su esposa legítima muestra una compasión inesperada al permitir que Elphaba y el pequeño Liir permanezcan en su castillo, pero el ejército del Mago la ejecuta junto a la familia de Fiyero, incluyendo a dos de sus tres hijos. Una masacre que crea culpa y trauma en Elphaba, ya que las muertes son consecuencia directa de su relación con Fiyero, como si el Mago buscará castigarla destruyendo todo lo que él amaba. Las películas eliminan completamente esas subtramas, reduciendo la rabia de la bruja contra Oz.

    7. El descenso a la locura: insomnio, paranoia y mutilación

    Atormentada por la culpa, el trauma y las pérdidas acumuladas, Elphaba desarrolla un insomnio crónico tan severo que la empuja al borde de la cordura, pasando noches enteras sin poder descansar mientras su salud mental se deteriora a una creciente paranoia. Eso la lleva a convencerse de que Fiyero sobrevivió a su ejecución y fue transformado mágicamente en el Espantapájaros que viaja con Dorothy, un delirio que la lleva a ordenar a sus monos voladores que capturen al Espantapájaros y le desgarren y mutilen, buscando desesperadamente cualquier rastro de Fiyero escondido dentro del cuerpo de paja. Violencia grotesca sustituida por un giro positivo y romántico en el final de Wicked: Parte 2.

    8. El verdadero final: muerte sin redención

    Pero la diferencia más significativa entre el libro y las adaptaciones es el destino final de Elphaba. Tanto en el musical y las películas, la bruja finge su muerte aprovechando el mito de su alergia al agua, escapando con Fiyero al desierto mortal. Pero en la novela de Maguire no hay final feliz ni redención. Cuando Dorothy, como en El mago de Oz original, arroja el agua sobre Elphaba la mata de forma irreversible, derritiéndose místicamente mientras la Diosa de los Dones extrae su alma y los ciudadanos de Oz celebran su muerte de la bruja y su legado queda empañado, sin justicia póstuma, ni complicidad con Glinda.

    9. El Mago violador

    En la novela, el Mago no es simplemente un charlatán cobarde sino un violador que drogó y agredió sexualmente a Melena, la madre de Elphaba, durante su visita a Munchkinland. La bruja fue concebida como resultado directo de ese ultraje, cambiando la naturaleza del Mago de un villano relativamente benigno a un depredador violento. El musical y las películas mantienen al Mago como padre biológico, pero eliminan las circunstancias turbias de la concepción, por lo que no es tan despreciable como en la novela.

    10. Política extrema: genocidio, terrorismo y masacres

    El libro de Maguire presenta un régimen del Mago que no solo discrimina sino que comete genocidio activo contra poblaciones enteras, describiendo masacres sistemáticas en las tierras interiores, donde las fuerzas del Mago drenan pantanos para extraer rubíes y otros recursos mientras asesinan a la población Quaddling que habita esas regiones. Elphaba presencia estas atrocidades de niña, viendo cómo soldados ejecutan a familias enteras, para sufrir cómo ella es convertida en monstruo mediante propaganda. Se señala a minorías como chivos expiatorios para ganar la complicidad de la población y continuar con atrocidades, por lo que la bruja se convierte en una verdadera terrorista, más allá de estropear el camino de baldosas amarillas.

  • Wicked: Parte 2 - El verdadero destino de Elphaba y el desierto mortal, explicados

    Wicked: Parte 2 - El verdadero destino de Elphaba y el desierto mortal, explicados

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    Wicked: Parte 2 (2025) es el esperado cierre de la adaptación cinematográfica del fenómeno de Broadway que lleva triunfando durante más de dos décadas. Dirigida por Jon M. Chu, esta segunda parte continúa la historia de Elphaba Thropp y Glinda Upland tras los eventos de Wicked, adentrándose en el capítulo más oscuro del musical de Stephen Schwartz. 

    Explicamos cómo concluye la historia de la “Bruja Mala” del Oeste, qué significa realmente ese desierto mortal que aparece en el epílogo y cómo difieren los destinos del personaje entre la película, el musical teatral y las novelas originales de L. Frank Baum que inspiraron el universo de Oz.

    Spoilers de la trama de ahora en adelante

    El desenlace de Elphaba en 'Wicked: Parte 2'

    La adaptación cinematográfica sigue fielmente la estructura del segundo acto del musical, donde Elphaba se ha convertido en enemiga pública número uno de Oz tras los acontecimientos en el Palacio del Mago. La narración profundiza en su relación con Fiyero, quien encontrará su destino transformándose en el Espantapájaros, y su enfrentamiento final con el sistema corrupto que gobierna la Ciudad Esmeralda. El clímax llega cuando Dorothy, la niña de Kansas, y sus compañeros llegan al castillo de Elphaba en el Oeste, repitiendo la escena icónica de El mago de Oz (1939) pero desde una perspectiva radicalmente diferente.

    En el musical de Broadway, Elphaba simula su propia muerte cuando aparentemente se derrite tras ser rociada con agua, permitiéndole escapar con Fiyero a través de una trampilla secreta. La película mantiene esa premisa fundamental, pero Jon M. Chu añade algunas capas que expanden lo que sucede en ese momento crucial. Sabemos que la idea de que el agua la mata sólo es una mentira de Oz, por lo que sobrevive haciendo creer a todos que se derrite por el cubo que le arroja Dorothy, cuando en realidad sólo se oculta en una trampilla en Kiamo Ko, el castillo desierto que Fiyero le ofrece como refugio.

    Permanece oculta ahí hasta que es seguro salir y, a través de flashbacks de la infancia de Elphaba, su conexión con Nessarose y los momentos que la llevaron a convertirse en "malvada" a ojos del público, se construye una intrahistoria deliberada para dar la réplica a El mago de Oz, el reverso de la historia que creíamos conocer. Pero el verdadero giro emocional llega en los minutos finales, cuando Glinda acepta la primera parte del plan de Elphaba. Su reacción es devastadora porque comprende que debe dejar “morir” a su mejor amiga para protegerla, aceptando el papel de "Bruja Buena" que Oz necesita, quedándose con el libro de hechizos.

    La película añade un epílogo extendido que no existe en el musical, mostrando brevemente a Elphaba y Fiyero cruzando hacia territorio desconocido, que habíamos visto cuando los animales comentan que van a un “lugar más allá de Oz”. Ahí Elphaba tenía una visión de dos figuras andando por un desierto. Estas dos personas son ella y Fiyero, sugiriendo su escape permanente del mundo que los persigue, probablemente a ese sitio que está al otro lado.

    El misterio del desierto mortal

    El desierto mortal es uno de los elementos más mencionados pero menos explorados del universo Wicked, una barrera geográfica y metafórica que rodea el reino de Oz. En el musical se hace referencia a él principalmente cuando Elphaba menciona su deseo de cruzarlo para escapar definitivamente, pero nunca vemos qué hay más allá o qué lo hace tan peligroso. La película de Jon M. Chu lo visualiza por primera vez, mostrando extensiones de arena aparentemente infinitas con propiedades mágicas supuestamente hostiles, aunque en la película se visualizan como polvo o arena brillante, que no parece tan amenazador.

    En las novelas de Gregory Maguire—particularmente ‘Wicked: Memorias de una bruja mala’ (1995)—el desierto mortal se describe con mayor detalle. Es una zona donde la magia funciona de forma errática y criaturas peligrosas acechan. No es natural, sino creado mágicamente por antiguos hechiceros para aislar Oz del resto del mundo, lo que plantea preguntas sobre qué existe más allá y por qué alguien querría mantener a los habitantes atrapados. La película muestra tormentas de arena con ecos sobrenaturales y estructuras antiguas parcialmente enterradas que insinúan civilizaciones previas.

    Esta versión también conecta el desierto mortal con el Grimorio, el libro de hechizos que obsesiona al Mago y que Elphaba puede leer naturalmente. El libro podría contener conocimientos sobre cómo atravesar el desierto de forma segura, lo que explicaría por qué el Mago está tan desesperado por controlar tanto el Grimorio como a Elphaba. En el contexto de Oz, un mundo fantástico (1985), la secuela del clásico de 1939, vemos que Dorothy puede regresar a Oz a través del desierto, cruzando a través de las piedras, ya que en las novelas de L. Frank Baum es un lugar que transforma en arena a quien lo pisa. En los mapas, sólo el cuadrante oriental se denomina “Desierto Mortal”, mientras que los otros tres se denominan “Arenas Movedizas”, “Desierto Infranqueable” y “Gran Desierto Arenoso”.

    Las diferencias entre película, musical y las novelas

    En esos textos se presenta una versión completamente diferente de la Bruja Mala del Oeste, sin nombre propio ni historia de fondo. Es simplemente malvada por naturaleza, y muere definitivamente cuando Dorothy la rocía con agua. Baum nunca desarrolló el personaje más allá de ser un obstáculo para los protagonistas, y en las trece novelas subsiguientes de la serie Oz jamás regresa ni se menciona su posible supervivencia. Sin embargo, incluso la novela de Maguire difiere significativamente del musical de Broadway.

    En el libro, Elphaba realmente muere al final. No hay supervivencia secreta ni escape romántico con Fiyero. Su muerte es trágica, el precio final de una vida dedicada a luchar contra la injusticia en un mundo que nunca la comprendió, lo que se corresponde con el tono más oscuro y adulto de la novela frente al musical de Stephen Schwartz, con un final más esperanzador que se mantiene en la adaptación de Jon M. Chu, que sí que muestra el costo de esa supervivencia: Elphaba debe renunciar a su identidad pública, a su familia y a cualquier posibilidad de cambiar Oz. Otras adaptaciones musicales del material de Oz, como The Wiz (1978), tampoco se metieron en la historia de la bruja.

    Eso sí, M. Chu establece conexiones visuales directas a El mago de Oz, desde la recreación de escenas icónicas hasta el diseño de vestuario. Sin embargo, también hay guiños a adaptaciones a reivindicar como Oz: Un mundo de fantasía (2013) de Sam Raimi, particularmente en cómo se visualiza la magia y el diseño de la Ciudad Esmeralda. Mostrar el destino final de Elphaba más allá de Oz abre posibilidades narrativas que conectan con las secuelas de las novelas de Maguire, donde se explora qué sucede en el mundo después de su supuesta muerte.

    Aunque la película no adapta directamente Son of a Witch o A Lion Among Men, los siguientes libros de la serie, deja puertas abiertas para futuros proyectos que podrían explorar las consecuencias de los eventos de Wicked. Como otros musicales cinematográficos recientes como En un barrio de Nueva York (2021) o Tick, Tick... Boom! (2021), Wicked: Parte 2 mantiene una fidelidad notable a su material fuente, pero dado su éxito en taquilla no sería de extrañar que hubiera más aventuras en Oz, con nuevas composiciones y la pareja de actrices que está conquistando al público de todas las edades.

  • Cynthia Erivo: Top 10 de películas y series, ordenadas de peor a mejor (incluyendo ‘Wicked’)

    Cynthia Erivo: Top 10 de películas y series, ordenadas de peor a mejor (incluyendo ‘Wicked’)

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Con su rol como Elphaba en Wicked—por el que fue nominada al Oscar por tercera ocasión—y Wicked: Parte II, la actriz y cantante inglesa Cynthia Erivo ha alcanzado el estrellato mundial. Su larga trayectoria, que la ha llevado del West End a Broadway y hasta Hollywood, tiene otros roles todavía mejores tanto en cine como en televisión y que merecen mayor reconocimiento.

    Para conocerla más allá del musical inspirado en El Mago de Oz, descubre el top 10 de películas y series de Cynthia Erivo, ordenadas de peor a mejor, para ver online en streaming.

    Pinocho (2022)

    Seamos claros, los remakes de Disney en acción real tienden a ir, con contadas excepciones, de lo innecesario a lo mediocre, y el de la clásica Pinocho hace muy poco para cambiar dicha percepción. Esta versión de 2022 redunda en los peores vicios de estas producciones, pero si tiene un elemento que vale la pena, es Cynthia Erivo. Ella interpreta aquí al Hada Azul, un papel pequeño pero importante, en el que la actriz logra dejar una gran impresión: su interpretación de “When You Wish Upon a Star”—nada más el tema musical más emblemático en la historia de Disney—sólo hace desear que la película fuese sobre ella. Ya auguraba las maravillas que nos dejaría ver en Wicked.

    Dado su poco tiempo en pantalla, esta película no es el mejor despliegue de sus talentos. Por sí misma, es una producción más apta para quienes hayan disfrutado de otros remakes de Disney como La sirenita o Peter Pan y Wendy.

    Aguja en una pila de tiempo (2021)

    Cynthia Erivo también protagoniza este thriller que mezcla romance y ciencia ficción en una ambiciosa premisa: en un futuro donde los viajes en el tiempo son posibles para que personas con recursos alteren el pasado, la felicidad de un hombre (Leslie Odom Jr.) y una mujer (Erivo) comienza a desmoronarse. Él sospecha que el ex de ella (Orlando Bloom) está interviniendo el pasado para separarlos y volver con ella.

    Aguja en el tiempo es una propuesta irregular que se sostiene gracias a sus dos actuaciones protagónicas. Piensa en ella como algo a medio camino entre ¡Olvídate de mí! (Eternal Sunshine of the Spotless Mind) y la densa La bestia de Bertrand Bonello. 

    Wicked (2024)

    El papel que convirtió a Cynthia Erivo en súper estrella es Wicked, la adaptación del popular musical homónimo basado en la novela de Gregory Maguire (a su vez inspirada en El mago de Oz). Si bien las películas dividen opiniones, es indiscutible que Erivo y su coestrella, Ariana Grande, son espectaculares en cada tema musical, respectivamente como Elphaba y Glinda. Sin embargo, al tener que elegir, nos quedamos con la primera mitad de la adaptación, que cierra con “Defying Gravity”, el tema más emblemático de todo el musical y donde Erivo realmente luce su enorme talento musical.

    Se trata de una película que toma bastante más que inspiración pasajera del clásico El mago de Oz, pero es, ante todo, una producción para amantes de los musicales modernos, similar a En un barrio de Nueva York (del mismo director, Jon M. Chu) o La ciudad de las estrellas (La La Land).

    Luther: Cae la noche (2023)

    Continuación fílmica de la serie de Netflix de cinco temporadas, Luther: Cae la noche sigue a Idris Elba como un inspector londinense que, caído en desgracia y obsesionado con un caso sin resolver, se fuga de la cárcel para atrapar a un asesino en serie. Cynthia Erivo es introducida como la nueva jefa detective a la caza tanto de Luther como del asesino, en el nada fácil rol de tipa dura e inteligente con simpatía por el fugitivo.

    Con Luther como prófugo en un mundo de hipervigilancia, es una película que te recordará por momentos a la saga de Jason Bourne, pero cuya acción a veces roza los calibres brutales y estilizados de John Wick.

    Genius (2017-2024)

    Genius es una serie antológica que delata su enfoque con su título: genios que transformaron campos como la ciencia, el arte o la política. La tercera temporada es la única hasta ahora enfocada en una mujer: Cynthia Erivo como la legendaria reina del soul, Aretha Franklin, en una interpretación que trae su toque al singular carácter y canciones de la cantante original, y que no le pide nada a la de Jennifer Hudson en 2021 con Respect.

    El guión no es tan potente como la estrella, sin embargo. Se trata de un drama biográfico en la línea convencional de tantos tan comunes el día de hoy en el cine, como Bohemian Rhapsody (sobre Freddie Mercury) o I Wanna Dance with Somebody (sobre Whitney Houston). O sea: funciona como introducción a la artista, pero si quieres ver a Aretha en cine y en la cumbre de sus poderes, aunque sea brevemente, revisa Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers).

    Drift (2023)

    Aunque Wicked es un musical que, por su naturaleza, requiere grandilocuencia, Cynthia Erivo logra traer cierta sutileza y contención emocional a su adaptación cinematográfica. Estas son características que ya había desplegado con maestría en el drama Drift (basado en la novela Para medir la marea de Alexander Maksik), sobre una refugiada de Liberia en una isla griega, donde conoce a una guía turística estadounidense mientras lidia con las heridas de su pasado. La actriz tomó inspiración de las experiencias de su madre, una refugiada durante la Guerra Civil Nigeriana.

    Es un drama que recae sobre la sutileza interpretativa de Erivo y sus eventuales explosiones de emoción, combinadas con la poesía visual para narrar la experiencia de la protagonista. Es similar a otras películas que abordan con tacto las heridas psicológicas de los migrantes, como Las nadadoras o la animación Flee: Huyendo de casa.

    Malos tiempos en El Royale (2018)

    Dado que fue uno de sus primeros roles en cine, y que fue como parte de un ensamble que incluye a nombres como Jeff Bridges, Jon Hamm, Dakota Johnson, Chris Hemsworth y la también incipiente Cailee Spaeny; es fácil olvidar que Cynthia Erivo también formó parte de Malos tiempos en El Royale (Bad Times at the El Royale), un thriller neo-noir de Drew Goddard. La trama sigue a varios extraños—cada uno con sus propios secretos—que convergen en un destartalado hotel entre Nevada y California en 1969. Erivo, adecuadamente, interpreta a una cantante de Soul.

    Aunque no tan ingeniosa como la metacomedia de terror La cabaña en el bosque, se trata de un thriller apasionante y con maravillosas actuaciones, situada en el clima de paranoia por la Guerra de Vietnam y la Familia Manson, al estilo de Érase una vez en… Hollywood.

    El visitante (2020)

    Entre tantas adaptaciones audiovisuales de Stephen King, El visitante (The Outsider) es una de las mejores y más subestimadas en años recientes, quizá por provenir de uno de sus libros menos famosos. La trama sigue a un detective (Ben Mendelsohn) quien, aún afectado por la muerte de su propio hijo, debe investigar el misterioso asesinato de un niño, cuyo cadáver fue encontrado mutilado en un bosque de Georgia. Erivo interpreta a Holly Gibney, una investigadora privada con habilidades en apariencia sobrenaturales, quien es llamada a consultar en el caso cuando algo más siniestro parece estar en juego.

    El personaje de Gibney fue introducido en una historia previa de King, Mr. Mercedes, que fue adaptada con otro elenco. Ambas series son ideales para ver si disfrutaste de otros títulos que mezclan lo criminal con lo sobrenatural, como Castle Rock (también inspirada en textos de King) o la cuarta temporada de True Detective.

    Harriet, en busca de la libertad (2019)

    La película que le valió a Cynthia Erivo sus primeras dos nominaciones al Oscar en simultáneo, como actriz principal y la canción original “Stand Up”. Harriet, en busca de la libertad es un drama biográfico sobre Harriet Tubman, quien se convirtió en una notable abolicionista y libertadora de esclavos tras escapar ella misma de la esclavitud en 1849.

    Se trata de una producción que, a pesar de sus tintes melodramáticos, aborda el tema de la esclavitud con sensibilidad y matices, más cercana al mundo de El ferrocarril subterráneo o La mujer rey que el miserabilismo de 12 años de esclavitud.

    Viudas (2018)

    El debut cinematográfico de Cynthia Erivo fue de lo más contundente: Viudas (Widows), inspirada por la serie criminal británica de 1983. Bajo la dirección de Steve McQueen y compartiendo escena con Viola Davis, Elizabeth Debicki y Michelle Rodriguez, Erivo logró destacar en el rol de una aguerrida niñera que colabora con las tres viudas del título, que deben cometer un robo para saldar las deudas dejadas por las actividades criminales de sus esposos, y así salvar sus vidas.

    Es diferente en temática a otras películas de McQueen como Hunger y Shame: Deseos culpables, más centradas en un solo personaje y sus complejidades psicológicas bajo situaciones mentalmente complejas. En algunos sentidos, es más parecida al icónico thriller criminal, Fuego contra fuego, pero analizando las vicisitudes del mundo criminal para el género femenino.

  • 'Yakarta' y otras 10 grandes series de deporte, ordenadas

    'Yakarta' y otras 10 grandes series de deporte, ordenadas

    Juan José Mateo

    Juan José Mateo

    Editor de JustWatch

    Hay muchas formas de hablar de deporte en televisión: desde la épica más luminosa hasta la intimidad que nace cuando los focos se apagan. Pero solo unas cuantas series entienden que lo deportivo es, en realidad, una excusa para hablar de lo humano: la presión, la gloria, el fracaso, el compañerismo, la identidad y todo lo que ocurre fuera de la competición.

    En JustWatch hemos reunido una lista definitiva con las mejores ficciones deportivas, ordenadas por fecha de estreno, para que encuentres desde clásicos de animación hasta comedias brillantes, dramas monumentales y joyas recientes que miran al deporte con una sensibilidad renovada. Si buscas historias que inspiren, emocionen y, sobre todo, que digan algo real sobre la vida… empieza por esta lista.

    Oliver & Benji (1983)

    Oliver & Benji es el origen de todo. La serie que convirtió un partido de fútbol infantil en una epopeya capaz de durar lo mismo que un campeonato completo. Más allá de sus campos infinitos y sus saltos imposibles, su verdadero legado está en cómo transformó la idea del esfuerzo y la amistad en motores narrativos. La ilusión como disciplina. El “yo puedo” como filosofía. Para millones de fans, esta serie fue el primer contacto con el drama deportivo.

    Comparada con Inazuma Eleven, Oliver & Benji es más elemental pero también mucho más emocionante; frente a Slam Dunk, comparte energía juvenil, pero con un tono más ingenuo y aspiracional. Su mayor mérito es seguir viva como mito, no como producto.

    En este top 10 la coloco en el puesto 6, porque aunque no es la más sofisticada, sí es una piedra angular cultural sin la que estas listas no existirían y está a la par de las mejores series de anime de todos los tiempos.

    Sports Night (1998)

    Sports Night, creada por Aaron Sorkin, es una comedia dramática que se mueve a toda velocidad dentro de un programa deportivo en directo. Más que hablar sobre deporte, lo hace sobre el caos creativo, las tensiones laborales y el arte de hacer televisión cuando todo va al límite. Su ritmo verbal (rápido, afilado y casi musical) la convierte en una pieza de relojería narrativa.

    Comparada con The Newsroom, también de Sorkin, Sports Night es menos solemne y mucho más cálida; frente a The Office (y todas sus versiones), comparte sensibilidad laboral, pero con un toque más inteligente que incómodo. Para mí, es de esas series que envejecen bien porque fueron adelantadas a su tiempo.

    Dentro de esta selección de series, la ubico en el puesto 9. Es brillante, sí, pero también es menos deportiva a nivel emocional que otras del listado.

    Friday Night Lights (2006)

    Friday Night Lights no es solo una serie sobre fútbol americano: es un retrato emocionante de una comunidad entera volcada en un sueño colectivo. El deporte funciona como columna vertebral de historias sobre clase social, identidad, familia, expectativas y la fragilidad del éxito. Todo está contado con una sensibilidad naturalista, casi documental, que convierte cada partido en algo más que un encuentro: es un examen emocional.

    En comparación a Euphoria, es más realista y menos estilizada; frente a El ala oeste de la Casa Blanca, comparte ese espíritu moralista, pero desde la intimidad doméstica. Para mí, es uno de los grandes dramas estadounidenses del siglo XXI, deportivo o no.

    Sin duda es la mejor de la lista. Ninguna otra serie ha captado tan bien el alma del deporte como ella.

    Ballers (2015)

    Ballers es glamour, caos y dinero. Una mirada a la cara B del deporte profesional estadounidense: egos, contratos millonarios, amistades frágiles y carreras que pueden desaparecer en un segundo. Dwayne Johnson demuestra aquí su mejor versión: carisma, vulnerabilidad y ambición equilibradas a la perfección (un papel a la altura de sus mejores papeles).

    Comparada con Entourage, Ballers es igual de excesiva, pero más emocional; frente a Sucesión, comparte la tensión del poder, pero desde un tono más ligero y hedonista. Es una serie que se devora con velocidad: brillante, sexy y llena de contradicciones.

    Dentro de esta lista, la situaría en el puesto 7. Muy disfrutable, pero menos profunda que otras opciones.

    Home Ground (2018)

    Home Ground es una joya noruega que sigue a una entrenadora recién llegada a un equipo masculino de primera división. La serie destaca por su tono sobrio, casi escandinavo, que evita la épica para centrarse en las tensiones humanas, los prejuicios y el precio de intentar cambiar estructuras muy rígidas. Todo está contado con una naturalidad que desarma.

    Comparada con Un juego de caballeros, Home Ground es más contemporánea y más íntima; por eso abandona la reconstrucción histórica para abrazar un minimalismo emocional muy elegante. Es de esas ficciones que no presumen, pero te dejan conmovido.

    En esta lista, la sitúo en el puesto 4. Una obra delicada y potente, de las que se quedan.

    Cobra Kai (2018)

    Cobra Kai podía haber sido solo un ejercicio de nostalgia… pero es mucho más. La serie reinventa Karate Kid convirtiendo a los antiguos rivales en dos adultos averiados que intentan salvarse a través del karate, del orgullo y del pasado que nunca resolvieron. Lo que podría haber sido un mero fanservice termina siendo una reflexión madura sobre identidad, resentimiento y redención.

    Si la comparamos con The Mandalorian, que también rescata un mito ochentero, Cobra Kai es mucho más audaz a nivel emocional; frente a Riverdale, demuestra cómo usar códigos juveniles sin caer en lo absurdo. Es divertida, emocionante y, en el fondo, muy humana.

    En la lista la ubico justo a media tabla, en el puesto 5. No es perfecta, pero tiene más corazón del que muchos esperaban.

    Ted Lasso (2020)

    Ted Lasso es luz pura. Una serie que empieza como un chiste (un entrenador de fútbol americano contratado para dirigir a un equipo de la Premier League) y termina como una carta de amor a la empatía, la vulnerabilidad y la importancia de liderar con humanidad. Su optimismo radical funciona porque está sustentado en una escritura inteligente, sensible y muy honesta.

    Comparada con Parks and Recreation, comparte espíritu comunitario; frente a The Office, es una versión más luminosa y generosa del entorno laboral a nivel emocional. Es una ficción que hace bien al alma sin caer en lo cursi.

    Dentro de la lista la pongo en el puesto 3, en el podio. Es difícil no quererla: es pura vitamina emocional.

    Swagger (2021)

    Swagger, inspirada en la juventud del jugador de baloncesto Kevin Durant, es un drama deportivo que mira al deporte juvenil desde una perspectiva social y emocional muy poderosa. La serie explora el talento, la presión, los intereses económicos y las desigualdades que atraviesan el deporte desde la base. Su mirada es honesta, elegante y muy humana.

    En comparación con All American, Swagger es más adulta y más política; frente a The Chi, comparte sensibilidad social, pero con una presencia deportiva más marcada. Es una serie que crece episodio a episodio y que demuestra que el deporte también es un campo de batalla cultural.

    Para mí dentro de esta lista está en el puesto 8. Excelente, pero menos icónica que otras del top10.

    Ellas dan el golpe (2022)

    Ellas dan el golpe reinventa el clásico cinematográfico sobre la liga femenina de béisbol y lo convierte en una serie fresca, reivindicativa y emocional. Lo mejor está en su mezcla de comedia, ternura y mirada histórica: diversidad, identidad, deseo y la lucha por ocupar un espacio que siempre les fue negado (perfecta para ver en el Día Internacional de la Mujer).

    Comparada con Glow, comparte tono, pero Ellas dan el golpe apuesta por una sensibilidad más luminosa; frente a la película original, amplía universos y da espacio a historias que nunca se contaron. Es accesible, divertida y muy necesaria a nivel cultural.

    Dentro del top10 sería la que cierra la lista. Buenísima, pero menos afilada que otras.

    Yakarta (2025)

    Yakarta es una de las obras más emocionantes recientes del audiovisual español. Diego San José construye un relato íntimo en torno a José Ramón Garrido, ex jugador olímpico de bádminton y ahora profesor que encuentra en una alumna la chispa que creía extinguida. Es una anti-road movie llena de carreteras secundarias, cafés horribles y silencios incómodos donde la humanidad pesa más que el deporte.

    Comparada con Gambito de dama, Yakarta es lo antiheroico; frente a Ted Lasso, comparte calidez, pero desde un realismo torpón y luminoso. La química entre Javier Cámara y Carla Quílez sostiene la serie sobre una cuerda floja emocional durante sus 6 capítulos.

    Dentro de la lista la posiciono en el puesto 2. Es pequeña en apariencia, enorme en impacto emocional. Y encima es una de esas series que puedes ver en un solo día.

  • Las mejores series y películas de Los Javis, en caso de que no vuelvan a trabajar juntos

    Las mejores series y películas de Los Javis, en caso de que no vuelvan a trabajar juntos

    Héctor Llanos Martínez

    Héctor Llanos Martínez

    Editor de JustWatch

    Los Javis han confirmado que se separan como pareja tras 13 años de relación sentimental. En este tiempo, han rodado algunas de las series más celebradas de la ficción española. El anuncio ha coincidido con el final del rodaje de La bola negra, película que recupera un texto de Lorca y que tiene a nada menos que Penélope Cruz y Glenn Close en su reparto. Tras eso, es muy probable que rueden un proyecto en la industria estadounidense.

    Si temes que no vuelvan a trabajar juntos tras esta separación (o que no vuelvan a ser jurado en Masked Singer o Drag Race) repaso para ti sus mejores series y películas para que no te quedes huérfano de Los Javis.

    Veneno (2020)

    La gran revelación de Los Javis fue esta serie en la que lo tenían todo en contra, pero todo salió bien. Hacer una biografía de un personaje del universo televisivo más kitsch parecía una idea bizarra. El resultado tiene mucho más capas de lo que parecía en un principio, al estilo de las miniseries de Ryan Murphy. Digo esto porque, al tiempo que Veneno aborda con total solvencia un asunto social relacionado con los derechos de la comunidad LGTBI+, se atreve al mismo tiempo a abrazar todo tipo de guiños a la cultura pop, como ocurre en The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story. 

    Esta serie que traspasó fronteras es un retrato del duro camino recorrido por la comunidad trans en España y a la vez un delirio que, como Superstar, recuerda con mucha gracia lo surrealista que era la televisión en directo de los años noventa y principios de los 2000. La más completa y compleja de todas las series de Los Javis.

    La Mesías (2023)

    Cuando asistí al rodaje de La Mesías, Los Javis resumieron este proyecto como una historia que habla “del paso del tiempo y de cómo la infancia nos marca para siempre”. Esta miniserie se vertebra en torno a los miembros de una familia numerosa que viven en una masía catalana en las décadas de los ochenta y noventa y a los que el espectador ve evolucionar a lo largo de los años. Sus vidas están atravesadas por el fanatismo religioso. 

    En este relato, Los Javis cuidan al milímetro cada textura, cada plano, cada diálogo… Y ofrecen algo muy difícil de encerrar en uno o dos géneros. Más bien, crea el suyo propio y genera sentimientos en el espectador de incomodidad y fascinación poco comunes en televisión. Quizá se asemejen a los que logró Jean-Marc Vallée en Heridas abiertas. Aunque la película de Los Javis La llamada también trata el tema de la religión, son proyectos completamente diferentes. Además, La Mesías resulta menos accesible que Veneno.

    Paquita Salas (2016)

    El proyecto de Los Javis favorito de los espectadores es sin duda Paquita Salas, que es también el que más se ha extendido en el tiempo. Esta comedia algo surrealista y muy española en torno a la industria del espectáculo, universo que tan bien conocen sus creadores, es original y ácida desde el minuto 1. 

    Elegir al actor Brays Efe para que interprete a Paquita Salas, sin necesidad de dar ninguna explicación por este cambio de género, es uno de los grandes aciertos de la serie. Tiene tantos puntos cómicos que merece todos y cada uno de los cientos de memes que ha generado en redes sociales. Y, cuando quieren, Los Javis usan la serie para contar con empatía los sinsabores de un negocio que se nota que ellos también han sufrido antes de disfrutar de su éxito. En todas esas referencias a la cultura popular nacida a través de una pantalla, Paquita Salas se asemeja a Veneno.

    La llamada (2017)

    Los Javis realmente triunfaron por vez primera en teatro, cuando montaron un espectáculo de bajo presupuesto titulado La llamada que de repente llevaba a los más jóvenes a hacer cola el sábado por la noche en un teatro en vez de en una discoteca. El montaje escénico es maravilloso, con dos amigas que pasan el verano en un campamento cristiano y que terminan viendo a Dios… cantando canciones de Whitney Houston. El fenómeno fue tal que era lógico que su debut en el cine fuera adaptando la misma historia. 

    Pero, aunque es una película divertida y que guarda la esencia de la historia original, en especial en sus diálogos, no cuenta con el carisma de la obra de teatro. Su mezcla de géneros, que avanza lo que iba a ser el resto de filmografía de Los Javis, es muy acertada. También lo son todas sus actrices, que dominan la comedia como pocas. Y también es muy pertinente el mensaje más profundo que esconde este disparate irónico.

    Pedro x Javis (2025) 

    Las temáticas y el estilo de Los Javis han hecho que a menudo se les compare con Pedro Almodóvar. Ellos no ocultan la profunda influencia que el cineasta ha ejercido sobre ellos. En la miniserie documental Pedro x Javis demuestra lo versados que están en el universo del director de Volver y Mujeres al borde de un ataque de nervios. Son tres episodios que pueden verse de forma independiente y en los que el dúo se atreve a ordenar el rico y extenso imaginario visual de un genio como Pedro Almodóvar. Es además una forma de demostrar que la imaginación y creatividad de Los Javis es inagotable, porque reinventan de nuevo una forma de narrar en un género, el del documental semi biográfico, que no suele salir de los mismos clichés narrativos.

  • Todas las series de Taylor Sheridan, ordenadas

    Todas las series de Taylor Sheridan, ordenadas

    Juan José Mateo

    Juan José Mateo

    Editor de JustWatch

    Taylor Sheridan no es solo uno de los guionistas más influyentes del audiovisual estadounidense de las últimas dos décadas, sino más bien un arquitecto de mundos extraordinarios. Su estilo (paisajes áridos, personajes en guerra consigo mismos y una violencia que nunca es gratuita) ha conquistado el mundo del streaming.

    Sheridan ha encontrado en las series su territorio natural: un espacio donde explorar el poder, la ley, la familia y el trauma con una mayor profundidad.

    Si disfrutas del estilo, en esta guía de JustWatch repasamos todos sus trabajos hasta la fecha, tanto creadas como co-creadas por él, ordenadas por fecha de estreno, analizando su impacto, su relación con su universo narrativo y su comparación con otras producciones del género.

    Veronica Mars (2004)

    Aunque muchos no lo recuerden, Veronica Mars fue uno de los primeros trabajos televisivos de Taylor Sheridan… como actor. Interpretó al ayudante del sheriff Leo D’Amato durante varias temporadas, y aunque no estuvo involucrado en el proceso creativo, su paso por la serie es clave para entender su evolución. 

    Revisitar Veronica Mars hoy (fue una de las series que se cancelaron muy pronto), con su mezcla de noir adolescente y misterio episódico, revela una sensibilidad que Sheridan retomaría después desde otro ángulo: la investigación como excusa para ahondar en heridas personales, algo que años más tarde explotaría en Mayor of Kingstown. 

    Comparada con otros teen-noirs como Riverdale o Pequeñas mentirosas, Veronica Mars sigue destacando por su honestidad y su tono ácido. Y Sheridan, aunque aún no era Sheridan, ya intuía que la televisión necesitaba historias con filo.

    Hijos de la Anarquía (2008)

    En Hijos de la anarquía, Taylor Sheridan no escribe ni dirige, pero su papel como el subcomisario Hale fue decisivo para su salto detrás de las cámaras. Lo que Sons of Anarchy mostró desde la violencia motera, Sheridan lo trasladó luego al western contemporáneo.

    En lo temático, es inevitable comparar la serie con Yellowstone: ambas exploran la lealtad, la familia como trinchera y la idea de que la ley es maleable según quién la empuñe. Pero mientras Kurt Sutter opta por el exceso y el caos, Sheridan siempre prefiere la contención. Hijos de la anarquía (una de las series más parecidas a Breaking Bad) es más salvaje, más operística, más cercana a The Shield. 

    Su paso por ella fue su mejor escuela: aprendió qué tipo de historias quería contar… y cuáles no.

    Yellowstone (2018)

    Yellowstone es el corazón del “Sheridan-verse”: la saga que consolidó su prestigio como narrador del nuevo western televisivo. La historia sigue a la familia Dutton, liderada por un imponente Kevin Costner, en una guerra sin fin para proteger su rancho y su legado. Sheridan firma la serie como creador, showrunner y, en gran parte, como guionista principal, impregnándola de sus obsesiones: la frontera moral, la justicia personal y la lucha entre tradición y modernidad.

    Comparada con Succession, Yellowstone comparte tema (la familia como campo de batalla) pero desde una rugosidad más primitiva. Frente a la sofisticación neoyorquina de los Roy, los Dutton habitan un mundo brutal, más cercano a Hijos de la anarquía y al espíritu de Deadwood.

    Como autor, Sheridan demuestra aquí su maestría en el ritmo: episodios que respiran, silencios que hablan y explosiones de violencia siempre justificadas a nivel narrativo. Yellowstone es la coronación de un estilo que combina clasicismo y crudeza como pocas series actuales.

    1883 (2021)

    1883 es el origen emocional del universo Dutton. Sheridan escribe una épica de supervivencia que combina el western clásico con un realismo casi documental. Protagonizada por Tim McGraw, Faith Hill y un sorprendente Sam Elliott, la serie retrata el viaje desesperado de una familia hacia Montana, enfrentándose a un continente aún indómito.

    Si Yellowstone es un western moderno, 1883 es puro John Ford filtrado por el pesimismo contemporáneo de Sheridan. Comparada con Godless o Deadwood, destaca por su sensibilidad y por un tono más íntimo, casi elegíaco.

    Como creador, Sheridan se involucra en cada detalle: desde la construcción de diálogos hasta la precisión histórica. Su intención era clara: contar la fundación del mito desde la tragedia, sin glorificar nada. 

    Es una serie más dura, más dolorosa y también más bella que sus “hermanas”. Un viaje épico donde cada muerte pesa.

    Mayor of Kingstown (2021)

    En Mayor of Kingstown, Sheridan abandona el western para adentrarse en un thriller carcelario y político oscuro y sofocante. Junto a Hugh Dillon, construye una ciudad ficticia dominada por el sistema penitenciario, donde Mike McLusky (Jeremy Renner) actúa como mediador entre criminales, policías, bandas y presos.

    Aquí Sheridan despliega su vertiente más pesimista: un universo sin héroes donde la violencia es un engranaje inevitable. Comparada con The Wire, comparte la visión estructural, pero Mayor of Kingstown es más nihilista, más cercana al tono de Sicario.

    Su trabajo como creador es impecable: construye personajes quebrados, diálogos secos y tramas que avanzan como una bomba de relojería. Renner entrega una de las mejores interpretaciones de su carrera. Y aunque no es tan popular como Yellowstone, puede que sea su serie más afilada y sociopolítica.

    Tulsa King (2022)

    Tulsa King es la sorpresa más ligera del “Sheridan-verse”. Con un Sylvester Stallone brillante como capo mafioso exiliado a Oklahoma, Sheridan mezcla humor, crimen y choque cultural. Aunque la premisa parece cercana a Barry o Lilyhammer, aquí todo funciona desde el carisma del protagonista.

    Como creador, Sheridan establece el tono del piloto y define los pilares de la serie, mientras el showrunner Terence Winter desarrolla el día a día. Aun así, su mano se nota: personajes carismáticos, diálogos cargados de subtexto y un universo que mezcla lo absurdo con lo brutal.

    Comparada con el resto de sus obras, Tulsa King es su serie más accesible y desenfadada. Pero bajo esa ligereza late la misma obsesión por los hombres desplazados que tratan de construir nuevamente su identidad. Y, además, está a la altura de los mejores papeles de Sylvester Stallone.

    1923 (2022)

    1923 amplía la saga Dutton con un tono épico y político que la convierte en una de las series más ambiciosas de Sheridan. Con Harrison Ford y Helen Mirren en estado de gracia, la serie explora una época marcada por la Gran Depresión, la expansión industrial y los choques con las comunidades nativas.

    Si 1883 era intimista, 1923 es monumental. Comparada con Peaky Blinders, comparte esa mezcla de historia, violencia y familia, aunque Sheridan siempre opta por el dramatismo rural frente al estilismo urbano.

    Como creador, su trabajo aquí es más emocional. No solo expande la genealogía Dutton: profundiza en sus heridas, en la violencia institucional y en la lucha por un país que cambia a una velocidad inasumible. Es una obra madura y contundente que confirma que el “Sheridan-verse” no es solo una franquicia, sino una epopeya en construcción.

    Operaciones especiales: Lioness (2023)

    Con Operaciones especiales: Lioness, Sheridan se adentra en el thriller de espionaje militar desde una perspectiva femenina. Zoe Saldaña, Laysla De Oliveira y Nicole Kidman lideran una serie que explora la infiltración, el trauma y la moral ambigua de la guerra contra el terrorismo.

    Aquí Sheridan combina lo que aprendió en Sicario con la emoción intensa del drama personal. Comparada con Homeland, es menos conspirativa y más física, más centrada en el impacto psicológico de trabajar en la sombra.

    Como creador, marca el tono crudo y emocional del piloto y define la estructura del programa. Su habilidad para construir tensión sin caer en clichés bélicos hace que Lioness sea uno de sus trabajos más sólidos fuera del western. Es oscura, dura y, a ratos, devastadora.

    Landman: Un negocio crudo (2024)

    Landman: Un negocio crudo es el último proyecto de Sheridan, y también el más contemporáneo. Ambientada en el sector petrolero de Texas, combina drama corporativo, conflicto ambiental y tensiones sociales. Protagonizada por Billy Bob Thornton, la serie expone la crudeza del negocio energético desde un punto de vista casi documental.

    Comparada con Industry o Billions, comparte el análisis del poder económico, pero Sheridan le da un tono más terroso y humano. Aquí no hay glamour: hay sudor, negociaciones a vida o muerte y paisajes capaces de devorarte.

    Como creador, Sheridan vuelve a su obsesión por el poder en la frontera: no la geográfica, sino la económica. Su escritura apunta a un realismo feroz, con personajes atrapados en un sistema que los supera. Si Yellowstone hablaba de la tierra, Landman habla del subsuelo: lo que se extrae, lo que se pierde y lo que cuesta.

  • 5 series de animación para amantes del humor endiablado de ‘Hazbin Hotel’

    5 series de animación para amantes del humor endiablado de ‘Hazbin Hotel’

    Mariona Borrull

    Mariona Borrull

    Editor de JustWatch

    La animación para adultos ha sido terreno perfecto para experimentar con ideas realmente locas, como da fe Hazbin Hotel: El hotel de las viejas glorias (2024), una serie de premisa volada y que, sin ningún pelo en la lengua, ha sabido levantar –a la vez– el humor y el vértigo existencial de un público espiritualmente hundido.

    Vivienne Medrano cuenta un chiste y nos echa pimentón en la cara: que riamos o lloremos dependerá de cada cual. Como una gloria de la factoría Henry Selick+Tim Burton+Danny Elfman, artífices de Pesadilla antes de Navidad (1993), la comedia de Medrano no deja títere (o pecador) con cabeza, ni sin corazón.

    Cuando esperamos el estreno de la tercera temporada de Hazbin Hotel, muy pronto en Prime Video, queremos proponeros algunas series que también tiran del chascarrillo en clave musical para dar una (graciosa) vuelta a todo lo que creíamos saber sobre nuestras acciones y el Más Allá.

    Helluva Boss (2019)

    La mejor forma de que la pausa antes de la siguiente temporada de Hazbin Hotel se acorte pasa por una buena maratón de Helluva Boss (2019), disponible en YouTube. De entrada, porque fue la anterior serie de Medrano y porque también sucede en el Infierno, ahora siguiendo a Blitzø (Brandon Rogers) junto a su empresa de sicarios, quienes pueden acceder al mundo de los vivos para vengar a los pecadores; en fin, como en Hazbin Hotel, para tener la última palabra sobre la última palabra de sus clientes.

    Helluva Boss gira alrededor de las aventuras cotidianas de los Imps, pero mantiene el mismo humor sarcástico y la gran química entre personajes. La diferencia principal es que Helluva Boss, más autoconclusiva, se crece sobre las dinámicas cómicas entre los personajes del Infierno, mientras que Hazbin Hotel gira en torno a la redención. Dos temporadas, 18 episodios, y ya se está trabajando en una tercera; tienes material de sobras mientras esperas el regreso de Hazbin Hotel.

    Invasor Zim (2001)

    Medrano ha mencionado muy a menudo la influencia de Invasor Zim (2001) en Hazbin Hotel. Era una de las series animadas que veía de niña, y con la educación audiovisual que ha recibido no nos extraña que tenga una perla como Hazbin Hotel entre manos… Bruce Timm, creador de Invasor Zim estaba detrás también de la mítica Batman: La Serie Animada (1992) y, de hecho, tiene en Netflix la continuación de la saga de Zim, Invasor Zim y el poder del Florpus (2019).

    Es fácil ver cómo los fondos en rojo y magenta, junto con ese humor descarado sobre chistes que no se avergüenzan de serlo, han acabado influyendo en Hazbin Hotel. Además, el actor que da voz a Zim, Richard Steven Horvitz (veteranísimo, fue el robot Alpha 5 en los Power Rangers originales), fue quien acabó por interpretar a Moxxie en Helluva Boss, la otra serie de Medrano. Todo se conecta.

    The Tatami Time Machine Blues (2022)

    Esta es mi recomendación más arriesgada, pero también más personal. Pondría las manos en el fuego al afirmar que quien haya amado Hazbin Hotel también disfrutará de una de las mejores franquicias del estudio japonés Science Saru. Yo recomendaría empezar por Yojouhan Shinwa Taikei (2010), popularmente conocida como Tatami Galaxy, y luego ir con el spin-off de The Tatami Time Machine Blues (2022).

    Ambas las protagoniza un estudiante universitario que viaja a través de líneas temporales paralelas tratando de enamorar a una chica que no está muy por la labor. Pero, al contrario del común de las ficciones sobre romances inverosímiles, aquí la realidad se doblega en un Kioto nocturno, surrealista y completamente divertido. Como Hazbin Hotel o como El tren infinito, pero en versión anime: un mundillo repleto de rincones y en el que vale la pena perderse.

    El tren infinito (2019)

    El tren infinito (2019) podría describirse como una mezcla entre Hazbin Hotel y Rompenieves (2013), al estar ambientada en el misterioso universo (o mundos encadenados) de un tren en constante movimiento, donde los pasajeros se ven atrapados y obligados a enfrentarse todo aquello que en su vida han preferido pasar por alto. Cada vagón es un plano de realidad distinto, con criaturas y dinámicas sorprendentes, y cada temporada se centra en una persona diferente que debe encontrar la forma de salir del tren.

    Quizás no obedezca exactamente al mismo tipo de humor –disparatado, musical– de Hazbin Hotel, pero Infinity Train resultará fascinante a quien ame el world-building y la construcción de fantasías de Medrano. Y si habéis llegado hasta aquí, es porque el mundo de Medrano os tira.

    Casa Búho (2020)

    Si visteis Hazbin Hotel y buscáis una alternativa similar pero compartible a toda la familia, Casa Búho (2020) es la serie. Aunque rebaje el tono de chistes y referencias, Casa Búho también ofrece un mundo fantástico y personajes sarcásticos a mansalva. Luz Noceda es una aprendiz de bruja que, al igual que Charlie y Vaggie, se valora a sí misma según lo que puede hacer por los demás. Eda y King, los dos “esbirros” malvados que la acompañan, no dejan de completar un trío protagonista adorablísimo y bastante divertido; por eso figura en nuestra guía.

    En conjunto, Casa Búho comparte con Hazbin Hotel el acercamiento a la fantasía por la puerta de atrás y el interés por la familia encontrada, aunque con un tono más cercano al estilo Disney. Yo diría que es genial para quienes disfrutaron de grandes éxitos de Cartoon Network, como Gravity Falls (2012).

  • El personaje más trágico de ‘Wicked’ no es la Bruja malvada del Oeste

    El personaje más trágico de ‘Wicked’ no es la Bruja malvada del Oeste

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Muchos recordarán al musical Wicked—y no sin razón—como la trágica historia de Elphaba Thropp (Cynthia Erivo en la película), sus orígenes de discriminación, su inesperada amistad con Glinda (Ariana Grande) y su eventual marginación de Oz al ser nombrada la “Bruja malvada del Oeste”.

    Aunque las cosas son peores para la protagonista en la novela original, si vemos más allá, podemos ver que la historia está llena de tragedias: desde lo que sucede con Fiyero (Jonathan Bailey) al destino del Munchkin llamado Boq (Ethan Slater), por ejemplo. Sin embargo, podemos argumentar que nadie la pasa peor que la hermana de Elphaba, Nessarose o “Nessa” (interpretada por Marissa Bode).

    Estas son las razones por las que Nessarose, y no Elphaba, es el personaje más trágico de Wicked. Ten en cuenta que hay spoilers de la primera y segunda parte a continuación:

    Ella no tiene ninguno de los poderes de Elphaba

    A lo largo de la trama, Elphaba es discriminada por su piel de brillante color verde, pero también es de los pocos personajes con poderes mágicos reales en toda la Universidad de Shiz.

    Aunque Nessarose no es despreciada como Elphaba, ella no posee ninguno de los poderes de su hermana. Estos serían útiles dada su condición: es parapléjica, una de las razones por las que es obviada por sus compañeros de clase. Aunque podría ser peor o, por lo menos, diferente: en la novela original de Gregory Maguire, nace sin brazos, aunque es considerada muy hermosa.

    Su amor no es correspondido

    Un tema recurrente en Wicked son los triángulos amorosos—aunque, en este caso, podría ser más un pentágono—, y Nessa forma parte de uno de los más trágicos. En el musical, Boq vive enamorado de Glinda. Sin embargo, ella se enamora perdidamente de Fiyero tan pronto como éste llega a Shiz. Para quitarse a Boq de encima, lo convence de llevar a Nessarose al baile en su lugar, y es allí donde ella se enamora del Munchkin (poco después, Fiyero desarrolla sentimientos por Elphaba, completando el otro triángulo).

    Sin embargo, Boq nunca supera realmente su amor por Glinda. Años después, cuando descubre que Glinda se casará con Fiyero, decide abandonar a Nessarose para declararse ante su verdadero amor. Lo cual tiene otro giro de tuerca todavía más trágico…

    Nessarose se colude con el régimen de Oz

    Pero primero, un paréntesis. Aún como estudiante de Shiz, Elphaba capta la atención del Mago de Oz (Jeff Goldblum) por su poder mágico, que le permite usar el misterioso libro de encantamientos, el Grimmerie. Sin embargo, al descubrir las intenciones del Mago para utilizarla y perpetuar su régimen totalitario contra los animales, Elphaba se revela. El gobierno de Oz emite propaganda declarándola como la “Bruja malvada del Oeste”, la principal enemiga del reino… lo cual es problemático dado que su padre es el gobernador de Munchkinland.

    Cuando éste muere, Nessarose queda varada en el cargo. Sin saber la verdad, ella cree que Elphaba ha traicionado a todos, y debe colaborar con el régimen de Oz.

    Nessa contribuye por accidente a la creación del Hombre de Hojalata

    Cuando Boq la abandona, Nessa, en un acto de despecho, revoca los pocos derechos que les quedan a los Munchkins, impidiéndoles el libre tránsito. Varado en Munchkinland, regresa con Nessarose. Elphaba, mientras tanto, aparece en la oficina de Nessa, quien le recrimina nunca haber utilizado su poder para curar su paraplejia. Elphaba utiliza el Grimmerie para encantar las zapatillas de plata de su hermana y así ayudarla a caminar. Boq presencia esto y, al interpretarlo como una señal de que Nessa no lo necesita más intenta irse de nuevo.

    Desesperada por evitar su partida, Nessa intenta usar el Grimmerie para hacer un hechizo de amor, pero las cosas le salen mal y el corazón de Boq comienza a encogerse. Elphaba no puede revertir el hechizo, así que para salvar su vida, tiene que convertirlo en un ser que no requiera un corazón: un Hombre de Hojalata. Devastado por lo que le ha sucedido, Boq decide huir, y Nessarosa culpa a su hermana para intentar detenerlo.

    Nessarose tiene la muerte más humillante de todos los personajes

    La mayoría de los personajes de Wicked viven para ver otro día, incluso la propia Elphaba quien, a diferencia del libro, finge su propia muerte. Nessarose no sólo es una penosa excepción a la regla, sino que sufre una humillante muerte perfectamente fiel a la novela original de L. Frank Baum, donde simplemente es conocida como la Bruja malvada del Este.

    Nessa busca desesperadamente a Boq, ahora el Hombre de Hojalata, para traerlo a casa durante una feroz tormenta. Ésta se convierte en el tornado que trae a Dorothy Gale desde Kansas hasta Oz, lo que significa que Nessarose enfrenta su trágico final aplastada por una casa. De nuevo, pudo ser peor: en la clásica adaptación de 1939, sus pies son lo único que se asoma debajo de las ruinas, dejando sus preciadas zapatillas a la vista para que Glinda llegue, las tome y se las entregue a Dorothy.

  • Cómo 'Wicked' convierte 'El mago de Oz' en un espectáculo de horror

    Cómo 'Wicked' convierte 'El mago de Oz' en un espectáculo de horror

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Jorge Casanueva (Jorge Loser)

    Editor de JustWatch

    El estreno de Wicked (2024) y su esperada secuela, Wicked: Parte 2 (2025), han marcado un punto de inflexión en cómo se percibe uno de los clásicos más queridos del cine de fantasía. La adaptación del musical de Broadway tendrá un impacto va mucho más allá de la taquilla, pues el trasfondo perturbado, que siempre ha acechado tras las cortinas del El mago de Oz (1939), ha transformado la historia en inquietante alegoría sobre el fascismo, la propaganda y la deshumanización.

    Exploramos cómo Wicked expone la cara oculta del clásico de MGM, convirtiendo una fábula infantil en un reflejo deformado que resuena con nuestra realidad contemporánea.

    La oscuridad que siempre estuvo ahí: monos voladores, brujas y pesadillas infantiles

    Lo extraño siempre ha estado presente en el mundo de Oz, desde los libroas a la película de Victor Fleming, que ya contenía elementos perturbadores que atrajeron a generaciones de niños: los monos alados que secuestran a Dorothy, la Bruja Malvada del Oeste amenazando con quemar al Espantapájaros vivo o deshaciéndose, la casa que apisona a su hermana o las leyendas urbanas de la muerte de un enano por suicidio en el rodaje. La industria del entretenimiento ha minimizado estos elementos durante décadas, prefiriendo recordar las canciones alegres y los zapatos de rubí.

    Sin embargo, hubo intentos de recuperar esa turbiedad inherente. Oz, un mundo fantástico (1985) mostró a Dorothy internada en un psiquiátrico donde le planean administrar electroshock, presentando una Ciudad Esmeralda destruida y una Princesa Mombi que colecciona cabezas humanas intercambiables expuestas. Casi nada. La película de Disney fue un fracaso comercial precisamente porque mostraba un terror infantil palpable, con monstruos como los wheelers y el gigante final, que hacen que muchos espectadores recuerden haber visto la película de niños y no poder olvidarla, con imágenes que les causaron pesadillas durante años.

    Las diferentes versiones siempre han tenido algún que otro escarceo con el género, por algo la Corazón Salvaje (1990) de David Lynch se considera una versión surreal con su habitual tono neo-noir. Más recientemente, Emerald City (2017) intentó crear una versión adulta y reimaginada de Oz al estilo de Juego de Tronos (2011-2019), mostrando un mundo oprimido lleno de batallas y magia prohibida. Aunque la serie solo duró una temporada, mostró que había un público dispuesto a explorar aspectos más adultos de Oz..

    Body horror y metamorfosis: los orígenes del Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León

    El director Jon M. Chu aseguró que el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros de la segunda parte de Wicked no están hechos digitalmente, inspirándose en los monstruos clásicos de la Universal para dar forma a las transformaciones físicas y emocionales de los personajes, y la segunda entrega se toma esa máxima muy en serio. Los orígenes de estos personajes icónicos de El mago de Oz, no están bañados de la ternura nostálgica que cabría esperar, sino con horror corporal inesperado, que podría encajar en películas de género.

    El más traumático es el cambio de Boq en el Hombre de Hojalata, que tiene lugar cuando Nessa, cegada por los celos al descubrir que él siente algo por Glinda, lanza un hechizo que encoge su corazón y le condena a una grotesca transformación. No es explícita o sangrienta, pero la idea de un ser humano es convertido en metal viviente, una criatura atrapada en un cuerpo que ya no reconoce como propio es bastante fuerte para una película para toda la familia, a lo que sigue un momento de rabia con Boq gritando "¿Qué me has hecho, bruja?" levantando el hacha de forma amenazante, un momento que recuerda más a Frankenstein que a un cuento de hadas.

    Otro momento que se pasa de frenada es cuando el capitán Fiyero se convierte en el Espantapájaros con uno de los hechizos de Elphaba, aunque lo vemos de forma confusa, es al final cuando se revela el resultado, un hombre de trapo tan terrorífico como cualquier ser de paja del cine. El cachorro de león rescatado en la primera película madura hasta convertirse en el león temeroso, algo menos grave, pero que le acaba convirtiendo en un ser lleno de odio. Lo que impacta es que en la película de 1939 representaban defectos simpáticos y superables que ahora en realidad se revelan como víctimas de mutilación física y psicológica, el código para la pérdida de la humanidad, en pasar a ser otra cosa sin consentimiento.

    El Mago como dictador y Dorothy como niña soldado: la maquinaria fascista de Oz

    La reinterpretación más radical de Wicked es su tratamiento del Mago de Oz como una especie de dictador fascista que gobierna mediante propaganda exagerada, creando miedo y enemigos ficticios, lo que le ayuda a mantener un régimen prácticamente fascista donde toda su población actúa como gente con el cerebro lavado. Tanto Glinda como Dorothy llegan a ejercer de "tontas útiles", siendo "Bruja Mala" una estratagema del aparato de publicidad. Lo que en 1939 se presentaba como un adorable charlatán resulta ser un déspota que consolida su poder fabricando amenazas.

    Los animales condenados al exilio, los monos usados como un ejército de presión… esta segunda entrega se atreve con un tema bastante relevante dado el contexto político global actual: la desinformación como arma de los más poderosos, la distorsión de los hechos para proteger sus intereses. Puede que uno de los elementos más desoladores es ver cómo el camino de baldosas amarillas, un símbolo de esperanza que se hacía clave en la aventura, se revela como una construcción del régimen, un monumento diseñado para canalizar a las masas hacia el poder central.

    Pero la subversión más perturbadora es la propia visión de Dorothy, la niña inocente de Kansas que se convierte, básicamente, en una niña soldado enviada por el Mago para cazar a Elphaba con su grupo de viaje, los tres engendros de los hechizos que van buscando venganza—especialmente un desquiciado hombre de hojalata—, básicamente la alegre cuadrilla se convierte en el brazo ejecutor de un estado totalitario. Dorothy deja de ser la heroína que derrota al mal, sino una pieza más del tablero del Mago, otra herramienta de propaganda cuya "victoria" servirá para consolidar la imagen del mago.

    Las brujas tienen una visión variable. Glinda es una figura que mantiene su imagen de "bondad" mientras sirve a la maquinaria absolutista. Elphaba es demonizada por su aspecto y Nessarose encarna el deseo de poder disfrazado de caridad, que no duda en tomar decisiones terribles que justifican la violencia estatal. No hay magia inocente, sino un sistema de poder que se disfraza de cuento de hadas para seguir funcionando. Una realidad más efectiva en meter el miedo en el cuerpo que cualquier película de monstruos, los mecanismos del fascismo escondidos tras la fantasía multicolor y llena de perfección que amamos.

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