El fenómeno de Wicked (2024) ha conquistado la taquilla y su secuela Wicked: Parte 2 (2025) cierra la historia de Elphaba y Glinda con la misma magia que cautivó en Broadway. Sin embargo, muchos espectadores no saben que la novela de Gregory Maguire, Wicked: memorias de una bruja mala (1995), es una obra más adulta, con violencia explícita, sexualidad gráfica e incluso terrorismo político que difícilmente podría pasar los filtros de una superproducción familiar.
Las películas de Jon M. Chu suavizan esos elementos perturbadores del libro para centrarse en la historia de amistad, así que es buen momento para repasar los 10 momentos más oscuros de la novela que nunca veremos en pantalla.
1. El asesinato brutal del Dr. Dillamond y el trauma
En Wicked, el querido profesor cabra es simplemente arrestado y desaparece de la universidad, pero en la novela de Maguire su final es bastante más violento. El Dr. Dillamond es asesinado con la garganta degollada en lo que parece un acto de terrorismo de estado diseñado para silenciar su activismo por los derechos de los Animales. Ama Clutch, el ama de llaves de Glinda, descubre el cuerpo mutilado y entra en un colapso mental del que nunca se recupera. Elphaba sospecha que fue Madame Morrible la que orquesta el crimen por órdenes del Mago, aunque nunca se prueba, y la administración universitaria lo encubre presentándolo como un accidente. Un acto de violencia política que sirve de catalizador para transformar a Elphaba en una revolucionaria radicalizada.
2. El Club de Filosofía y la depravación oculta de Oz
Uno de los elementos más inadaptables del libro es el infame Club de Filosofía, un lugar clandestino donde la élite estudiantil de Shiz participa en actos de depravación que revelan la corrupción de la sociedad de Oz. En la novela, Boq y Fiyero visitan este lugar secreto donde presencian actuaciones sexuales explícitas entre humanos y animales, consumo desenfrenado de drogas y otros actos perversos diseñados para satisfacer los deseos más oscuros de la clase privilegiada. Maguire expone aquí la hipocresía institucional que discrimina públicamente a los animales mientras los explota sexualmente en privado, como con las sustancias prohibidas y otras orgías BDSM. La película reemplaza toda esta sordidez con el encantador salón de baile Ozdust, claro.
3. La Elphaba violenta, intersexual y aterradora
La Elphaba del libro nace con características físicas que sugieren intersexualidad, con anatomía ambigua que la historia nunca aclara. Además, desde bebé posee dientes afilados como navajas de tiburón, tan peligrosos que arranca un dedo a la comadrona durante el parto y los adultos deben tener extremo cuidado al acercarse para evitar ser mordidos. Durante su infancia, muestra un comportamiento violento y destructivo que aterroriza a quienes la rodean, inspirando miedo alrededor. Es descrita como dura y desagradable, lo que hace que su amistad con Glinda sea aún más compleja e interesante que en las películas.
4. El borrado de Fiyero: genocidio y matrimonio infantil
El Fiyero del libro es irreconocible frente al príncipe encantador que interpreta Jonathan Bailey en las películas. Tiene piel de color ocre y marcas ceremoniales en su rostro, marcado como miembro de un pueblo colonizado. Su herencia cultural indígena es considerada incivilizada y el mago la quiere erradicar. Hay pues temas de colonización, opresión sistemática y genocidio cultural. Además, Fiyero fue obligado a un matrimonio arreglado a los siete años con una niña destinado a consumarse cuando ambos alcanzaran los veinte años.
5. Romance adúltero explícito y el nacimiento de Liir
La relación entre Elphaba y Fiyero en el libro incluye contenido sexual explícito con él ya casado cuyos encuentros sexuales son narrados sin censura. Una aventura extramarital que resulta en el embarazo de Elphaba y el nacimiento de su hijo Liir en circunstancias lúgubres. Fiyero es capturado y brutalmente ejecutado, Elphaba cae en un coma de dolor y da a luz a Liir sin siquiera saber que estaba embarazada, y al despertar, nunca le acepta como su hijo, tratándolo con frialdad toda su infancia, una relación tóxica que crea un ciclo trágico de trauma generacional. Mientras, en las películas el romance es puro, esperanzador y sin complicaciones morales de adulterio.
6. La masacre de la familia de Fiyero y la culpa
Tras la ejecución de Fiyero, su esposa legítima muestra una compasión inesperada al permitir que Elphaba y el pequeño Liir permanezcan en su castillo, pero el ejército del Mago la ejecuta junto a la familia de Fiyero, incluyendo a dos de sus tres hijos. Una masacre que crea culpa y trauma en Elphaba, ya que las muertes son consecuencia directa de su relación con Fiyero, como si el Mago buscará castigarla destruyendo todo lo que él amaba. Las películas eliminan completamente esas subtramas, reduciendo la rabia de la bruja contra Oz.
7. El descenso a la locura: insomnio, paranoia y mutilación
Atormentada por la culpa, el trauma y las pérdidas acumuladas, Elphaba desarrolla un insomnio crónico tan severo que la empuja al borde de la cordura, pasando noches enteras sin poder descansar mientras su salud mental se deteriora a una creciente paranoia. Eso la lleva a convencerse de que Fiyero sobrevivió a su ejecución y fue transformado mágicamente en el Espantapájaros que viaja con Dorothy, un delirio que la lleva a ordenar a sus monos voladores que capturen al Espantapájaros y le desgarren y mutilen, buscando desesperadamente cualquier rastro de Fiyero escondido dentro del cuerpo de paja. Violencia grotesca sustituida por un giro positivo y romántico en el final de Wicked: Parte 2.
8. El verdadero final: muerte sin redención
Pero la diferencia más significativa entre el libro y las adaptaciones es el destino final de Elphaba. Tanto en el musical y las películas, la bruja finge su muerte aprovechando el mito de su alergia al agua, escapando con Fiyero al desierto mortal. Pero en la novela de Maguire no hay final feliz ni redención. Cuando Dorothy, como en El mago de Oz original, arroja el agua sobre Elphaba la mata de forma irreversible, derritiéndose místicamente mientras la Diosa de los Dones extrae su alma y los ciudadanos de Oz celebran su muerte de la bruja y su legado queda empañado, sin justicia póstuma, ni complicidad con Glinda.
9. El Mago violador
En la novela, el Mago no es simplemente un charlatán cobarde sino un violador que drogó y agredió sexualmente a Melena, la madre de Elphaba, durante su visita a Munchkinland. La bruja fue concebida como resultado directo de ese ultraje, cambiando la naturaleza del Mago de un villano relativamente benigno a un depredador violento. El musical y las películas mantienen al Mago como padre biológico, pero eliminan las circunstancias turbias de la concepción, por lo que no es tan despreciable como en la novela.
10. Política extrema: genocidio, terrorismo y masacres
El libro de Maguire presenta un régimen del Mago que no solo discrimina sino que comete genocidio activo contra poblaciones enteras, describiendo masacres sistemáticas en las tierras interiores, donde las fuerzas del Mago drenan pantanos para extraer rubíes y otros recursos mientras asesinan a la población Quaddling que habita esas regiones. Elphaba presencia estas atrocidades de niña, viendo cómo soldados ejecutan a familias enteras, para sufrir cómo ella es convertida en monstruo mediante propaganda. Se señala a minorías como chivos expiatorios para ganar la complicidad de la población y continuar con atrocidades, por lo que la bruja se convierte en una verdadera terrorista, más allá de estropear el camino de baldosas amarillas.





























































































