Winona Ryder en los 80 fue la chica que no encajaba, en los 90 el rostro de una generación que buscaba identidad; y en los 2000, una figura del cine que parecía desvanecerse solo hasta que Stranger Things la trajo de vuelta al centro del universo pop.
Para cuando la serie de Netflix estalló en popularidad, pocos jóvenes de la audiencia conocían su trabajo previo en la industria. Por eso, y con la llegada de la última temporada de la serie, aprovecho para hacer un repaso de sus mejores papeles. La verdad es que hay de todo en su filmografía, roles donde aparece desde melancolía, inteligencia y rebeldía en los suburbios góticos de Tim Burton hasta la madurez en los pasillos de Hawkins, Winona ha sido siempre una presencia distinta, capaz de volver cada papel en un espejo emocional de su tiempo.
Aquí encontrarás donde ver cada título en línea, están ordenados por impacto y el legado que han dejado en la industria. Ahora sí, vamos con las películas y series que definieron a una de las actrices más icónicas de las últimas cuatro décadas.
Alien: Resurrección (1997)
Arrancamos con una popular franquicia. En Alien: Resurrección, Winona Ryder interpreta a Call, una androide con más compasión que los humanos que la rodean, en un universo donde la supervivencia parece devorar cualquier rasgo de humanidad. Aunque no es la entrega más aclamada de la saga, ella hace buen dúo con Sigourney Weaver y aporta una vulnerabilidad inesperada al frío entorno de la ciencia ficción. Es un papel pequeño pero que contrasta bien con otros de sus roles, como la dulzura de su papel en Little Women o la sensibilidad caótica de Reality Bites. Si Ripley representaba la fuerza física, Call es la resistencia emocional. Si quieres ver a Winona en pura acción y ciencia ficción dentro del universo de Alien, no te pierdas esta película.
Dracula (1992)
En la década de los 90, Winona parecía haberse encasillado en películas góticas y con elementos de fantasía. Pero con su participación en Drácula, específicamente la versión barroca de Coppola, Winona logró brillar en un registro más clásico, casi teatral. Aquí da vida a Mina Harker, una mujer atrapada entre el amor y la maldición. El rol es pura tragedia romántica, y aunque por momentos parece eclipsada por el despliegue visual del filme, su presencia logra darle humanidad al monstruo. Comparada con su ternura en Edward Scissorhands o su rebeldía en Heathers, aquí en cambio nos demuestra que el exceso también puede ser elegante. Ideal si quieres ver a la actriz colaborando con un icónico director.
Sirenas (1990)
Esta es a mi parecer, una joya subestimada. En Sirenas, Winona interpreta a Charlotte, una adolescente que intenta sobrevivir a su madre libre y caótica (interpretada por la gran Cher). Es una historia familiar sobre crecer, amar y perdonar, con un humor igual de tierno que incómodo. Lo que me gusta es cómo Ryder logra transmitir esa confusión adolescente sin sobreactuar, algo que pocos actores lograban en esa época. Si películas como Edward Scissorhands exploraban la belleza de lo raro, Sirenas celebra lo imperfecto en lo cotidiano. Una película pequeña, pero esencial para entender el talento de Winona.
Girl, Interrupted (1999)
Inocencia interrumpida llegó como un soplo de aire fresco a la carrera de Winona. En este retrato de una joven internada en un hospital psiquiátrico, ella interpreta a Susanna Kaysen, una narradora poco fiable y frágil. Aunque Angelina Jolie se llevó los reflectores (y el Oscar), Ryder también sostiene el corazón emocional de la historia. Su actuación es más silenciosa, pero observadora, y profundamente empática. Comparada con roles que tienen una desbordante energía como el de Heathers o la intensidad romántica de Drácula, aquí actúa desde la quietud y el dolor profundo. Es una película que puede gustarle a los que disfrutaron Las vírgenes suicidas, donde se muestra que la locura puede tener matices, ternura y razón.
Eduardo Manostijeras (1990)
Probablemente sea uno de sus papeles más relevantes. En Eduardo Manostijeras, Tim Burton la convirtió en musa de un cuento gótico sobre un hombre con tijeras en lugar de manos. Winona interpreta a Kim, la joven que descubre belleza donde todos ven simplemente rareza. Su química con Johnny Depp es de las más genuinas del cine de este periodo. Pienso que la película funciona como espejo de Drácula: ambos son romances imposibles, pero aquí el dolor es más liviano y se disfraza de cuento de hadas. Un clásico de Halloween y un papel al que probablemente se le asocie su éxito por siempre.
Bocados de realidad (1994)
Bocados de realidad es y será por siempre mi película favorita de Winona Ryder. Pero no solo es una cuestión de gustos personales, este film la coronó como voz de una generación. Ella interpreta a Lelaina, una veinteañera intentando entender quién es en un mundo saturado de ironía. Es una peli divertida, melancólica y caótica. Lo que me gusta es cómo capta el espíritu de esa década: una búsqueda de autenticidad en medio del cinismo. Frente a la fantasía de Edward Scissorhands o la teatralidad de Drácula, aquí su personaje se siente humano, tangible. Creo que vale la pena verla más de una vez, ya que es una película que envejece bien porque nunca dejó de decir la verdad.
Mujercitas (1994)
Antes de que existiera una versión hecha por Greta Gerwig, las chicas que crecimos en los 90 tuvimos nuestra propia versión del clásico libro. En Mujercitas de 1994, Winona Ryder interpreta a una Jo March curiosa, impulsiva y sensible. Ella es el alma de una familia que sobrevive a base de amor y talento. Esta película muestra su faceta más inocente y tierna, el contrapunto perfecto a los mundos sombríos de Beetlejuice o Drácula. Lo que la hace especial es su honestidad: no hay artificio en su interpretación, solo transparencia y verdad. Jo March podría haber sido un papel de riesgo por su peso literario, pero Ryder logró convertirlo en pura emoción. Un personaje que inspira sin predicar.
Escuela de jóvenes asesinos (1988)
Incluso para la época, Escuela de jóvenes asesinos es oscura, cruel pero brillantemente escrita. No solo es una película de culto sino que es el inicio del mito. Winona interpreta a Veronica, una adolescente atrapada en el infierno de la popularidad. La película combina humor negro y crítica social con una audacia que aún hoy sigue sorprendiendo. No tiene nada que ver con Mujercitas, donde Jo March soñaba con cambiar el mundo. En cambio Veronica solo quiere sobrevivir a un mundo tortuoso. Me encanta cómo Winona equilibra el sarcasmo con una tristeza genuina. Vale la pena verla, ya que se podría decir que Escuela de jóvenes asesinos fue la semilla de Chicas Malas, pero ninguna película posterior alcanzó su mezcla de inteligencia y locura.
Bitelchús (1988)
Este es otro clásico atemporal que no puedes pasar por alto en cualquier maratón que hagas de Winona. En Bitelchús, dio vida a Lydia Deetz y con ella inventó el arquetipo de la adolescente gótica y sensible que hasta el día de hoy reconocemos. En manos de otro actor, habría sido una caricatura, pero ella la llenó de profundidad. Lydia es el puente entre los vivos y los muertos, una metáfora perfecta de la adolescencia como tierra de nadie. Comparada con este es uno de sus papeles más irónicos y menos románticos, pero muy icónico. Bitelchús fue su primer gran salto con Tim Burton y el inicio de su aura oscura. Décadas después, Lydia sigue siendo un símbolo cultural: la outsider definitiva y para sorpresa de todos ha regresado con Bitelchús Bitelchús.
Stranger Things (2016–2025)
Con Joyce Byers, Winona Ryder firmó uno de los regresos más emotivos de la televisión moderna. En un mundo de nostalgia ochentosa, su actuación es la pieza que une pasado y presente. Joyce es una madre intensa, desbordada, protectora; todo lo que las heroínas de sus películas más teen nunca pudieron ser. Stranger Things no sólo revitalizó su carrera, sino que cerró el círculo con la adolescente que alguna vez hablaba con fantasmas. Una interpretación que resume 40 años de cine en una sola mirada. Entretenida, atrapante y escalofriante en partes iguales. Una serie que durante 10 años supo darnos a una Winona que cautiva y emociona.





























































































