A veces vuelves a ver una película que te marcó un montón y piensas: “¿Cómo es posible que esto no tuviera secuela?”. Hay historias que, sin necesidad de complicarse, dejan claro que daban para mucho más: más caos, más giros, más problemas.
Sentí eso mismo el día que Snatch. Cerdos y diamantes (2000) celebró su 25 aniversario —cómo pasa el tiempo, madre mía— y acabé cayendo en ese agujero de conejo lleno de personajes que llegaron, brillaron y desaparecieron demasiado rápido. Y como últimamente estamos volviendo a revivir franquicias que nadie vio venir, este es el momento perfecto para adentrarte en nuestra lista de los 10 héroes de acción que merecían más de una película.
Mickey O’Neil – Snatch. Cerdos y diamantes (2000)
Mickey de Snatch. Cerdos y diamantes (2000) es de esos personajes que te cae bien incluso cuando no entiendes ni la mitad de lo que dice. Y ahí está la gracia: siempre tienes la sensación de que tiene un plan que no comparte con nadie, pero funciona igual. Lo que más me gusta es que, aunque todo a su alrededor es un desastre, él sigue con ese estilo suyo tan… caótico. Y eso pedía más historias, más líos, más peleas que se van de las manos. Ese magnetismo recuerda un poco a lo que pasa con John Wick en su propia saga. Si buscas algo con ese toque impredecible, prueba Layer Cake. Crimen organizado (2004).
Joe Hallenbeck – El último Boy Scout (1991)
Joe es el típico tipo que huele a problemas desde la primera escena, pero aun así quieres seguirle porque siempre suelta la frase exacta en el momento correcto. Lo que más disfruto de Él último Boy Scout (1991) es que, aunque todo se derrumbe, Joe consigue seguir adelante casi por pura terquedad. Eso me recuerda a Mickey de Snatch. Cerdos y diamantes (2000), pero con un punto más cansado, como si ya hubiera visto demasiado. Y justo por eso siento que daba para una saga entera: un hombre desencantado, con cero paciencia, enfrentándose a líos cada vez más absurdos. Si te va ese estilo, Kiss Kiss Bang Bang (2005) te encantará.
Samantha Caine / Charly – Memoria letal (1996)
Samantha de Memoria letal (1996) es una de esas protagonistas que te descolocan en el mejor sentido. Me encanta cómo pasa de una profesora algo tímida y aburrida a una badass capaz de enfrentarse a cualquier cosa con una facilidad que asusta un poco. Y lo mejor es que nunca pierde ese punto vulnerable que hace que te preocupes por ella incluso cuando claramente puede con todo. Comparada con Joe Hallenbeck de El último Boy Scout (1991), tiene una chispa menos amarga y más impulsiva, lo que le daría muchísimo juego en más entregas. Tenía un universo entero por explorar. Una pena que se quedara en una sola pelicula. Si te atraen este tipo de personajes, échale un ojo a Mentiras arriesgadas (1994).
Nanisca – La Mujer Rey (2022)
Nanisca de La mujer Rey (2022) es de esos personajes que se quedan contigo. Lo que más me gusta de ella es cómo combina una determinación casi fría con momentos en los que se nota la forma en que le afecta todo lo que carga encima. No es una heroína al uso, es alguien que pelea porque no le queda otra, y eso la hace todavía más interesante. Comparada con Mallory Kane, Nanisca tiene una fuerza que se siente más profunda. Y sinceramente, su mundo daba para varias películas. Si te apetecen historias así, te va a encantar Gladiator (2000).
Evelyn Salt – Salt (2010)
Evelyn siempre me ha parecido un personaje de los que nunca sabes si están dos pasos por delante… o cinco. Lo que más me gusta es esa sensación constante de que nunca muestra todas sus cartas, incluso cuando todo se complica a un nivel absurdo. Y justo por eso creo que Salt (2010) habría dado para una saga tremenda, con misiones donde cada giro fuera peor que el anterior. Comparada con Nanisca, Evelyn es mucho más imprevisible, más visceral. Si te apetece algo parecido, Gorrión rojo (2018) es una buena opción.
El Agente 47 – Hitman (2007)
El Agente 47 siempre me ha parecido un personaje con un potencial enorme que Hitman (2007) apenas rozó. Lo más interesante para mí son esos pequeños destellos de humanidad que aparecen cuando menos lo esperas. Comparado con Evelyn, el Agente 47 es mucho más frío, pero justo por eso habría funcionado genial en varias entregas, explorando misiones cada vez más complicadas. Si te va ese rollo de asesinos metódicos, échale un vistazo a Collateral (2004).
Lorraine Broughton – Atomic Blonde (2017)
Lorraine es simplemente maravillosa. Me encanta que en Atomic Blonde (2017) veamos esa frialdad y que no viene a tomar ninguna basura de los demás. Lo mejor es que transmite una sensación constante de desgaste, como si su frialdad se fuera resquebrajando poco a poco, lo que la hace aún más interesante. En comparación con el Agente 47, ella es menos rígida, más humana, y eso habría dado muchísimo juego en una secuela. Y sí, sigo esperando que alguien se anime. Si te gustan este tipo de protagonistas, vas a adorar a Nikita (2010).
Marion “Cobra” Cobretti – Cobra, El brazo fuerte de la ley (1986)
Cobretti no intenta caerte bien, ni busca aprobación, solo quiere hacer su trabajo y que nadie le moleste demasiado, lo cual obviamente nunca pasa. Lo que más disfruto de Cobra, El brazo fuerte de la ley (1986) es esa manera que tiene Marion de afrontar cada situación, como si todo le diera igual excepto atrapar al malo de turno. En comparación con Lorraine, él es mucho menos elegante. Con un par de películas más habría sido un icono de acción nivel leyenda. Si quieres algo en esta línea, prueba con Harry el sucio (1971).
John Preston – Equilibrium (2002)
John es de esos personajes que empiezan Equilibrium (2002) controlándolo todo y terminan cuestionándose absolutamente cada decisión, y eso es lo que más me gusta. Lo ves romperse en pedazos y comenzar a juntarlos de nuevo pero convirtiéndose en algo distinto. Comparado con Cobretti, Preston es mucho más introspectivo, pero igual de contundente cuando llega el momento de actuar. Habría sido interesantísimo verlo en una continuación que explorara las consecuencias de sus elecciones. Si te atraen este tipo de historias, Minority Report (2002) es una opción fantástica.
Mallory Kane – Indomable (2011)
Mallory es una fuerza de la naturaleza en Indomable (2011). Lo que más me gusta es que no es invencible: se cansa, se enfada, se rompe un poco, pero sigue adelante porque no sabe hacerlo de otra forma. Eso hace que conectes muy rápido con ella, incluso cuando está tomando decisiones cuestionables y quieres zarandearla para que haga algo con sentido. Comparada con John Preston, ella es mucho más impulsiva, lo que habría dado para una secuela bastante interesante. Si quieres algo así, Peppermint (2018) ofrece algo parecido.



























































































