Nos preguntamos por qué no habíamos descubierto antes a Alauda Ruiz de Azúa, la cineasta de éxito más rotundo de los últimos años. Ha estrenado tres películas desde su debut en el largometraje, hace tres años, junto con una serie que también cuajó entre la crítica y el público. El estreno de Los domingos, Concha de Oro en el pasado Festival de San Sebastián, no es más que la confirmación de que el fenómeno Ruiz de Azúa llegó para quedarse, así como la oportunidad perfecta para ver todo lo que la cineasta ha creado estos años recientes.
La de Barakaldo entró tarde en la industria y para cuando debutó con Cinco lobitos su hijo tenía ya seis años. Trabajó durante años en publicidad y mantuvo despierta su afección creativa más de veinte años realizando cortometrajes, con los que ganó multitud de premios en festivales internacionales y entre los que destacan su trabajo final de carrera, Clases particulares (2005) o Dicen (2011), el corto español más laureado del año, ambos disponibles en el repositorio Cortos de Metraje. Todos ellos pueden leerse desde la jugosa geología emocional que después encontramos en sus largos.
Alauda Ruiz de Azúa se distancia del resto de directoras del ONCE (Otro Nuevo Cine Español), como Pilar Palomero, Belén Funes o Carla Simón, por su interés en la sociología a través del cine. Cinco lobitos es un estudio amplio sobre las dinámicas del cuidado familiar, también en los procesos de muerte, no sólo un cuento sobre la maternidad. La serie Querer puede interpretarse como un proceso de purga colectiva, pero no deja de ser una ventana al dolor personalísimo de una mujer que lo pierde todo. En Los domingos, Alauda Ruiz de Azúa olvida su propia educación en un colegio público-cooperativo para meternos en la piel de una familia radicalmente lejana a la suya. Hoy, junto al guionista Edu Sola, prepara una serie sobre la intimidad en tiempos de OnlyFans.
En fin, para comprender las múltiples dimensiones de la autora, en JustWatch os proponemos un viaje claro por todo lo que la oriunda de Barakaldo ha dirigido hasta el momento.
Dicen (2011)
Cruza el narrador poco fiable de (500) días juntos con el acoso brutal de Playground y tendrás parte de la gracia del mejor cortometraje de Alauda Ruiz de Azúa. En él, una pareja de niños sobreviven a un acoso brutal y sistemático en el instituto, mientras nos narran cómo se ven a ellos mismos y vemos cómo les ve el mundo. La distancia seguramente os arranque una risotada triste.
En Dicen empezó Alauda Ruiz de Azúa a interesarse por las dinámicas adolescentes, que ya entonces abrazaba reconociendo su incapacidad por comprender del todo, igual que en Los domingos. Pero veréis que el cuidado con que el cortometraje recoge a sus protagonistas lo hace digno del temarral en que se embarra.
Cinco lobitos (2022)
En Estados Unidos la maternidad esforzada se ha empleado como una plataforma para la promoción del talento de actrices algo encasilladas: desde Charlize Theron en Tully a Uma Thurman en Una mamá en apuros. Pero Alauda Ruiz de Azúa toma la maternidad primeriza de Laia Costa en Cinco lobitos como prismático para mirar más allá del bebé que no deja de llorar en sus brazos.
“Ya lo entenderás cuando seas madre”, nos dicen, y es que la cineasta de las familias (que perfeccionó las genealogías en Querer) entiende el convertirse en madre como forma de comunicarnos con nuestras propias madres (Susi Sánchez en la película). Como forma de ver que las renuncias y pequeñas recompensas no acaban cuando dejamos el biberón.
Eres tú (2023)
El giro radical de Alauda Ruiz de Azúa, una comedia romántica que no se parece a ninguna otra. Partiendo de la premisa: ¿cómo sería poder ver todo el desarrollo de una relación romántica a través del primer beso? ¿Seguiríamos entregándonos a la química en presente si supiéramos que todo va a salir mal? ¿Sacrificaríamos nuestras amistades actuales por la promesa de un futuro ideal?
Entre labios, Álvaro Cervantes viaja a través del tiempo como ya lo hacía en El tiempo que te doy y nos entrega una dramedia perfecta para reconectar con nuestro espíritu más romántico. Nada “marca Ruiz de Azúa”, pero yo me dejaría sorprender por Eres tú…
Querer (2024)
Yo la llamo “la Intimidad buena”. El conflicto de base de Querer es parecido: la denuncia de un cuadro de violación despierta lo peor de la sociedad –en este caso, una familia acaudalada–, pero aquí el culebrón se sustituye por un drama reposado, siempre atento a lo que Miren (Nagore Aranburu, tocando el cielo interpretativo), la víctima, tiene que decir y vivir.
Querer demostró que la mejor televisión británica también puede hacerse en España, sin renunciar a un gramo de la gravedad dramática de los seriales de Stephen Graham, como Condena o Adolescencia, pero con la idiosincrasia católica propia de nuestro país, de nuestras sobremesas, de Los domingos que pasamos con los abuelos. Para responsabilizarnos.
Los domingos (2025)
Hemos ido acostumbrándonos a una cierta timidez en la ficción realista española: a cineastas que sólo brillan cuando escriben sobre su realidad más cercana. Después de Querer, por lo tanto, nunca pensábamos que la formada en una escuela pública y de base laica pudiera atreverse a meternos en los zapatos de Ainara (Blanca Soroa, debutante), una chica de diecisiete que dice creer en Dios, tal cual. Vamos, La llamada solo que totalmente en serio.
Peor nos lo pone cuando en Los domingos empatizamos con la tía de Ainara, la “progre” Patricia López Arnaiz, que se niega a dar espacio a su fe creyendo saber qué le conviene. ¿De qué bando nos colocamos? La ganadora de la Concha de Oro despertará sobremesas apasionantes.