Predator: Badlands (2025) marca el regreso de la saga Predator a los cines, con una propuesta tan arriesgada en la que, por primera vez en la historia de la franquicia, el cazador alienígena deja de ser el villano para convertirse en protagonista.
Dirigida por Dan Trachtenberg, responsable del renacimiento de la saga con Predator: La presa (2022) y Predator: Asesino de Asesinos (2025), esta séptima entrega llega cargada de giros y conexiones con el universo de Alien (1979) y un final abierto que sienta las bases para una nueva expansión del universo Yautja. Exploramos qué sucede en los minutos finales, cómo cambian todo el panorama y qué podemos esperar de futuros crossovers.
Weyland-Yutani y el verdadero enemigo
Predator: Badlands se desarrolla en el futuro más lejano mostrado en ambas franquicias, incluso más allá de Alien: Resurrección (1997), situándose deliberadamente fuera de cualquier conflicto con otras entregas. La historia sigue a Dek, un joven Yautja considerado el eslabón débil de su clan desterrado con intención de cazar al Kalisk, una criatura aparentemente inmortal que representa el depredador supremo. El planeta Genna se convierte en un escenario hostil donde encuentra a Thia, una sintética de Weyland-Yutani que ha desarrollado conciencia propia tras resultar dañada, interpretada por Elle Fanning en un doble papel que también incluye a su hermana Tessa.
Los compases finales de Predator: Badlands dan la vuelta a la premisa inicial. La batalla no es contra el Kalisk como se había planteado durante toda la película, sino contra un ejército de sintéticos de Weyland-Yutani comandados por la inteligencia artificial Mu/th/ur (madre), que ya conocemos de la saga Alien. La corporación ha capturado al Kalisk y también a Thia, revelando que su verdadero objetivo no era la “exploración científica” sino tener el control de las especies más letales del universo, como plantea Alien: Planeta tierra. La empresa es el elemento más significativo para el futuro de ambas franquicias, abriendo la puerta a encuentros entre Yautjas y xenomorfos en un nuevo contexto.
Dek logra liberar a Thia y al Kalisk derrotando a los sintéticos hasta acabar con Tessa, quien explota al Kalisk desde dentro tras ser devorada, matando al depredador “invencible”, pero sabemos que Bud es una cría de Kalisk, adoptada por Dek como su nueva familia. Ahora, la sintética es la nueva “asesina suprema”, por lo que es ella a quien el Yautja reclama su cabeza como trofeo para demostrar su valía ante su clan. Cuando regresa a su planeta con este, su padre Njhorr sigue sin estar conforme, su orgullo de patriarca le impide aceptar que su hijo "débil" haya logrado lo imposible.
El giro final y lo que sugiere
Hay una brutal pelea final en la que Dek somete a su progenitor, pero es Bud quien le da el golpe de gracia, arrancándole la cabeza y cerrando un nuevo clan, una familia basada en la lealtad y no en la jerarquía y el miedo, pero en ese momento llega una nave con su madre. Han formado una unidad alternativa que desafía las expectativas de sus lugares de origen, un concepto que resuena a películas recientes como Guardianes de la Galaxia (2014), pero Trachtenberg ha comentado en entrevistas que este cliffhanger sugiere que las cosas podrían empeorar considerablemente con la aparición de la madre.
Los Predator hembra hasta ahora solo habían aparecido en cómics y novelas del universo expandido, donde se describen como más fuertes, agresivas y estratégicas que los machos, lo que sugiere una relación de poder mucho más peligrosa. Trachtenberg ha declarado que aunque no hay anuncio oficial de una continuación, ya tiene preparado el concepto para una tercera película en acción real tras La presa y Badlands del que aún no ha revelado detalles. Su entusiasmo es palpable: "Lo genial es que ahora tenemos todos estos personajes interesantes, y quién sabe cuál será el siguiente. No sabía que el siguiente iba a ser Asesino de Asesinos o la historia de Dek, y al final terminamos haciendo ambas al mismo tiempo".
Conexiones con 'Alien' y el crossover definitivo
Las conexiones de Predator: Badlands con el universo Alien están ligadas con Weyland-Yutani. Thia recuerda inevitablemente a personajes como Bishop de Aliens (1986) o David de Prometheus (2012), la inteligencia artificial Mu/th/ur que controla las operaciones de la corporación es la misma de Alien (1979), que conocimos como la computadora de la nave Nostromo, estableciendo una continuidad directa, aunque el "tercer proyecto" de Trachtenberg no sea la lucha entre monstruos que muchos esperan, ya que los planes podrían ser aún más ambiciosos. Por lo pronto, la colonia de la corporación en el planeta se parece mucho en diseño a la presentada al principio de Alien: Romulus (2024), lo que no parece casual.
Los anteriores intentos sufrieron el haber intentado juntar ambas franquicias sin desarrollar adecuadamente las piezas, por lo que Alien vs. Predator (2004) y Aliens vs. Predator 2: Requiem (2007) no son muy apreciadas por los fans. Trachtenberg parece haber aprendido esas lecciones, y por ello plantea el regreso de Amber Midthunder como Naru en el final de Asesino de Asesinos, que también rescata deliberadamente Depredador (1987) y Depredador 2 (1990) al mostrar a Mike Harrigan y Dutch Schaefer en una escena a mitad de créditos, con dibujos animados de Danny Glover y Arnold Schwarzenegger en sus papeles icónicos.
Esta decisión demuestra que Trachtenberg está dispuesto a unir diferentes períodos temporales de la saga, pero Badlands se sitúa siglos en el futuro, así que cualquiera de estos personajes estaría muerto, a menos que se introduzcan elementos de viaje temporal, lo que sí que tendría sentido para construir un universo cinematográfico donde cada película funciona como una obra independiente, pero también como pieza de un rompecabezas mayor, similar a lo que Marvel logró antes de Los Vengadores (2012).
Trachtenberg busca eliminar la idea de que los depredadores son villanos de slasher como Michael Myers en Halloween para presentarnos criaturas con una cultura compleja, como se sugería en Predators (2010) y The Predator (2018), códigos de honor y jerarquías sociales que permiten crear un mundo más extenso, así que ahora tiene múltiples caminos para el futuro de la saga. El regreso de Dek, Thia y Bud parece inevitable dado el final abierto y el cliffhanger con la madre de Dek. Los xenomorfos aún no han hecho aparición, pero los cimientos están colocados con Weyland-Yutani operando en el mismo espacio temporal, laa pregunta no es si habrá un crossover sino cuándo y cómo.
El encuentro entre Yautjas y xenomorfos bajo su dirección podría implicar el choque entre la caza ritualizada y el instinto, con sintéticos o humanos en medio de ese conflicto. De momento, lo más probable es que la misteriosa tercera película de Trachtenberg introduzca un concepto completamente nuevo dentro del universo Predator, según ha insinuado se trata de "algo que nadie ha hecho en ciencia ficción, nadie ha hecho en Predator, nadie ha hecho con la criatura". Sea lo que sea, será el proyecto que establezca las reglas para un futuro que pasa por la macedonia de todo lo que hemos venido viendo.


























































































