Al espacio exterior se le conoce como “la última frontera” por la inmensidad de sitios inexplorados y misterios que aloja. Pero cuando hablamos de cine, también puede ser la última frontera que separa la credibilidad del absurdo. El paso que algunas franquicias de la ficción han dado en busca de frescura, innovación, mera emoción o algunos billetes rápidos, sólo para verse arrastradas por los poderosos campos gravitacionales de la ridiculez.
Desde el auto/cohete de Fast & Furious a Jason Voorhees en el espacio, ordenamos 8 franquicias del cine que fueron al espacio por orden de menor a mayor ridiculez, y te decimos dónde verlas en streaming.
Los Teleñecos en el espacio (1999)
¿Qué es, exactamente, Gonzo de los Teleñecos? El grupo contiene a personajes basados en animales discernibles, desde ranas hasta cerdos y osos. La ambigüedad sobre Gonzo ha sido una broma recurrente en la franquicia, pero en Los Teleñecos en el espacio (Muppets from Space) es el detonador de la trama, que lo ve buscando sus orígenes en las estrellas.
Y estos son, a final de cuentas, los Teleñecos, marionetas que protagonizan comedias musicales de fantasía con temáticas que van desde piratas hasta terror. No es ridículo en absoluto que la franquicia haya ido al espacio, pero sí hay que decir que se trata de una de las películas más débiles de los personajes. No es Los Teleñecos en Cuento de Navidad ni Los Teleñecos en la Isla del tesoro, pero si has disfrutado de estos títulos, igual te gustará.
Aterriza como puedas 2 (1982)
La original Aterriza como puedas (Airplane) ya era una parodia que recurría a la comedia visual para exagerar, en grado extremo, la película de desastres Aeropuerto. Así que, en cierto sentido, llevar las cosas al espacio exterior no es tanto algo ridículo, sino una necesidad creativa para justificar la existencia de Aterriza como puedas 2 (Airplane 2: The Sequel).
Cabe mencionar que la trama sobre naves y estaciones espaciales permite un genial cameo de William Shatner, quien parodia su rol como el Capitán Kirk en Star Trek. Esta secuela, hay que decirlo, no alcanza la genialidad de la original, pero si disfrutas la comedia física de parodias como Atrápalo como puedas (The Naked Gun), te seguirás divirtiendo mucho aquí.
Moonraker (1979)
La saga de James Bond, el agente 007, siempre ha tenido algunos elementos de ciencia ficción que estiran los límites de la credibilidad, pero la era con Roger Moore en el protagónico fue especialmente conocida por sus indulgencias camp. Y Moonraker fue donde finalmente Bond fue al espacio en una misión para frenar un complot para aniquilar la vida en el planeta Tierra desde una estación espacial.
Este singular episodio en la saga del 007 fue concebido, en buena parte, como respuesta al sensacional éxito de Star Wars, cuyos efectos especiales tuvieron un impacto sin precedentes. Es Bond en su forma más camp, más allá de cualquier posible parodia de El Súper Agente 96 y más cercana a los terrenos de 2001: Una odisea del espacio, pero con menos realismo
Ice Age: El gran cataclismo (2016)
Como franquicia centrada en animales prehistóricos a lo largo de seis entregas (con otra en camino), Ice Age ha tenido que ingeniárselas para enfrentar a sus protagonistas con amenazas distintas y cada vez más estrafalarias. En Ice Age: El gran cataclismo, la ardilla prehistórica Scrat, perpetradora y víctima de las mejores secuencias de comedia física de la saga, termina en una nave alienígena atrapada en el hielo durante su perpetua persecución de una bellota. Una cosa lleva a la otra, y un asteroide acaba en curso de colisión con la Tierra.
No es que esto haya salido por completo de la nada—la mencionada nave aparece en la primera entrega—, pero incluso para una película de animación, esto es un perfecto ejemplo de “saltar el tiburón”. Sigue siendo Ice Age, con un poco de Moonfall de Roland Emmerich en la mezcla.
Critters 4 (1992)
Critters fue otra de esas franquicias de terror que, al irse secando creativamente, optó por la vía fácil para generar un poco de sensación: mandar a sus criaturas carnívoras al espacio. Critters 4 comienza con los últimos dos huevos de Krites congelados y enviados a las estrellas, donde son encontrados por una nave espacial, cuyos tripulantes terminan condenados a enfrentarse a estos seres.
Teniendo en cuenta que la saga de Critters fue lanzada para aprovechar el éxito de Gremlins, comedia de terror temática y tonalmente similar, no es tan descabellado que esta franquicia haya ido al espacio. Sigue en el mismo espíritu absurdo, pero filtrado por Alien: el octavo pasajero.
Leprechaun 4: En el espacio (1996)
Ya adelanta bastante sobre el asunto el puro hecho de que lo más novedoso y absurdo de una premisa se encuentre en el subtítulo. Leprechaun 4: En el espacio lleva al ser sobrenatural irlandés del título a las estrellas luego de tres películas de asesinatos en la Tierra. Ahora, sus desafortunadas víctimas son marines espaciales en una misión para establecer relaciones diplomáticas con una princesa espacial.
Es, en resumidas cuentas, el equivalente para la saga Leprechaun de lo que Jason X es para Viernes 13, con el mismo grado de exageraciones visuales de su contemporánea Alien: Resurrección, pero por vía de La loca historia de las galaxias. Sus dos salvaciones son Warwick Davis en el rol principal, realizando ejecuciones tan imaginativas que es mejor no adelantar aquí.
Fast & Furious 9 (2021)
En los 20 años entre el estreno de la entrega original y la novena, la saga de Fast & Furious (también conocida como A todo gas) atravesó transformaciones radicales. Del mundo de los atracos y las carreras clandestinas, Dom Toretto (Vin Diesel) y compañía pasaron de ser viles bandidos a, virtualmente, mercenarios cuasi-superhéroes. ¿Cómo superar las acrobacias en las Etihad Towers de Abu Dhabi de la séptima, o la persecución en el hielo contra un submarino en la octava?
Fast & Furious 9 responde con una incursión al espacio, aunque es breve. Para hackear un satélite, Tej (Ludacris) y Roman (Tyrese Gibson) son enviados a órbita a bordo de un auto con un muy peculiar tuning: un cohete. Es sólo por una secuencia, pero incluso en el mundo de alocadas acrobacias de la saga, resultó ser demasiado para algunos, incluso al interior de la producción.
Jason X (2001)
No podemos hablar de franquicias del cine que fueron al espacio con resultados ridículos sin mencionar a Jason X, tan infame en su momento como querida en retrospectiva. La trama se sitúa en un futuro lejano en el que la Tierra es inhóspita, pero la leyenda de Jason Voorhees sobrevive. Ocasionales expediciones al planeta recogen vestigios de la vieja civilización y es así como Jason es descubierto en suspensión criogénica. Su ida al espacio convierte a esta bestia implacable en un cyborg virtualmente imparable.
Como décima entrega de su franquicia, es el resultado del impulso creativo que, al quedarse sin ideas en la Tierra, miró hacia el espacio. Al final sigue siendo Viernes 13 en el sentido de que ahí sigue Jason matando adolescentes, pero atrapado entre el humor autorreflexivo de Scream y la acción exagerada de las primeras adaptaciones de Resident Evil.


























































































