NCIS (2003-) ha construido a lo largo de los años una enorme base de fans gracias a una simbiosis perfecta entre acción, suspenso y la conexión entre sus protagonistas. Ya sea por el código moral de Gibbs, sus personajes entrañables o su ritmo trepidante, es indudable que NCIS engancha desde el primer segundo y siempre te deja con ganas de más.
Si no puedes esperar a que NCIS y sus spin offs vuelvan con nuevas temporadas y buscas más series que combinan casos semanales con personajes complejos, estás en el lugar correcto. Aquí están 10 procedimentales infravalorados parecidos a NCIS. En esta lista encontrarás desde thrillers internacionales hasta dramas militares.
Line of Duty (2012)
Si lo tuyo es ese suspense estilo NCIS que sólo entra en juego cuando no se puede confiar en nadie —ni siquiera en tus propios compañeros—, Line of Duty te atrapará desde el primer episodio. Cada temporada se enfoca en un nuevo caso con conexiones que sorprenden a cada paso. ¿Algo que nos encanta? La forma en que la serie explora la lealtad entre los personajes y el conflicto moral al que se enfrentan. En ese sentido se parece a True Detective (2014), ya que juega con unos personajes moralmente grises y con la corrupción que siempre rodea el poder. Además, convierte cada interrogatorio en una bomba de tiempo que nos hace disfrutar como nunca, al estilo Guardaespaldas (2018). Una joya imperdible si te gustan los sistemas rotos y quiénes intentan arreglarlos.
Bosch (2015)
Harry Bosch (Titus Welliver) comparte con Gibbs el compromiso inquebrantable con la verdad, sin importar las consecuencias. Si te gusta la delgada línea que separa el deber y la integridad, una que NCIS conoce muy bien, Bosch es la opción ideal. Aunque el detective Bosch no tiene un equipo que lo respalde, no lo necesita. Cada caso te mantiene atento del primer al último minuto, muy al estilo Goliat (2016-2021). Al fin y al cabo, el compromiso con las víctimas y la resistencia a ceder ante la corrupción hacen que Bosch sea, en esencia, Gibbs, aunque más sombrío y silencioso, muy al estilo Mentes Criminales (2005), con esa fijación por la justicia a cualquier precio. Y no puede ser mejor. Un consejo: el ritmo de la serie es pausado, pero cada detalle cuenta, así que no te olvides de fijarte en cada pequeña cosa que encuentres.
The Rookie (2018)
Si disfrutas de los momentos más humanos de NCIS, donde el equipo enfrenta sus miedos y errores, The Rookie es una elección perfecta. En la serie hay una combinación muy bien equilibrada de casos semanales, acción y vínculos que van creciendo entre los personajes, más o menos como sucede en 9-1-1 (2018-). Sin embargo, lo que hace que The Rookie sobresalga en esta lista es su capacidad para abordar algunos temas sociales espinosos con valentía y empatía. Consigue que entiendas por qué las cosas deben cambiar, al igual que sucede en Hierro (2019). ¡Y prepárate para que Lucy Chen y Tim Bradford sean tu próxima obsesión! Desde luego, son la mía. Y estoy segura de que vas a amar esta serie tanto como yo.
Hierro (2019)
Hierro ofrece un entorno aislado, donde sobran la tensión y los secretos. Como en NCIS, cada paso de la investigación revela nuevos conflictos que te mantienen pegado a la pantalla y los personajes se debaten entre lo que es fácil y lo que es correcto más veces de las que podemos recordar. Además, el ritmo de la serie no te decepcionará, ya que, al contrario de lo que suele suceder con las series españolas, se parece bastante a un procedimental. Sin embargo, se le da bastante importancia al drama que actúa como trasfondo de la historia, entrelazándose con los casos y el desarrollo de los personajes, muy al estilo de The Rookie (2018-) aunque, en este caso, es casi como si estuvieras viviendo en un microcosmos lleno de secretos. La sensación de ser forastero en terreno hostil añade un ingrediente más a la mezcla y la hace más interesante.
Mentes Criminales (2005)
Aunque Mentes Criminales tiene reputación de serie “oscura”, en realidad comparte muchos pilares con NCIS: un equipo que se siente como familia, casos que te volverán loco cada semana y un objetivo común que los mantiene a todos funcionando. Así que si te gusta el enfoque táctico y la habilidad para resolver lo que parece imposible, Mentes Criminales amplía ese concepto y se mete de lleno en la mente del asesino. ¿Nunca te preguntaste qué es lo que piensan? Pues en esta serie encontrarás la respuesta. Además, las relaciones entre el equipo son igual de importantes que los casos. Y la camaradería que va creciendo entre ellos termina por engancharte incluso más que los casos que resuelven, aunque nunca termina por abandonar ese tono un poco oscuro y sombrío, muy al estilo de Department Q (2025).
SEAL Team (2017)
NCIS conecta con el mundo militar desde una perspectiva distinta y se centra en la lealtad y la valentía de quién elige servir a su país. Y SEAL Team (2017) recoge esos ingredientes para seguir al Equipo Bravo en misiones que mezclan la precisión de un equipo bien engrasado, disciplina y compromiso. Una combinación que te enganchará desde el principio sin que te des cuenta, como sucede en series como Six (2017-2018). Las escenas de acción son de lo mejor del show, pero el verdadero foco está en cómo cada decisión repercute en la vida privada de los personajes, tal y como sucede en Bajo Sospecha (2014). Además, Jason Hayes (David Boreanaz) recuerda mucho a Gibbs: autoritario, protector, y profundamente marcado por las pérdidas. Y nos encanta.
Bajo Sospecha (2014)
Varios de los grandes momentos de NCIS a lo largo de los años involucran a un agente encubierto y el peligro al que se enfrenta. Bajo Sospecha basa toda su estructura en esa tensión. La necesidad de fingir, de investigar sin levantar sospechas, y de no saber en quién confiar genera una tensión y una acción continua muy similar a algunos de los mejores episodios de NCIS, SEAL Team (2017) o de Desaparecidos (2020-2022). Te mantiene constantemente en el alambre, sin saber lo que va a suceder. Así que, si disfrutas los capítulos donde todo puede cambiar por un descuido, Bajo Sospecha te mantendrá en vilo. Es adrenalina pura.
Fargo (2014)
Fargo es más surrealista que NCIS, pero comparte el núcleo de lo que hace grande a un procedimental: un crimen que desencadena una investigación compleja, donde la moral y el deber se enfrentan. Si te gustan las series estilo Mindhunter (2017-2019) donde las reglas se difuminan y los personajes deben elegir entre lo correcto y lo legal, Fargo lleva ese conflicto al extremo. Además, tiene ese equilibrio extraño pero efectivo entre humor negro y tragedia, muy parecido al de True Detective (2014). Es una opción ideal para quienes buscan algo distinto a los procedimentales al uso pero aún valoran la esencia de éstos.
True Detective (2014)
True Detective toma el formato policial y lo eleva a un plano más oscuro, pero sigue conservando el corazón de NCIS: la lucha por entender la razón del crimen. Lo que conecta esta serie con otras en la lista como Line of Duty (2012) es la forma en que el trabajo termina por consumir a los protagonistas. En este show la verdad tiene un precio demasiado alto. Si eres fan de series más introspectivas como Mare of Easttown (2021) o de los villanos que consiguen utilizar los puntos débiles de los protagonistas a pesar de sus esfuerzos, True Detective ofrece justo eso, pero elevado al cuadrado. El ritmo es más pausado comparado con las otras series de la lista, pero cada escena cuenta, así que no te puedes perder ni un detalle. Es perfecta para quienes buscan historias más densas sin perder la estructura básica del “caso por resolver”.
Department Q (2025)
NCIS ocasionalmente se adentra en casos sin resolver o viejas pistas que resurgen, y si esos episodios te parecen fascinantes, Department Q lleva esa premisa al centro de todo. Carl Morck, el protagonista, recuerda a Gibbs por su carácter taciturno, su obsesión con la verdad y su incapacidad de desconectarse del trabajo. La dinámica con su compañero Akram es de lo mejor del show y hace el contrapunto de Morck que, siendo sinceros, es algo…antisocial. Pero él aprende y la forma en que evoluciona es una de las cosas que nos fascinan de la serie. Además, los protagonistas se mueven en las zonas grises al estilo de The Killing: Crónica de un Asesinato (2007-2012) o Bosch (2015). Eso los hace humanos ¡y nos encanta!. La serie es sombría y absolutamente absorbente.


























































































