La idea salió casi de pasada: Zoey Deutch comentó en una entrevista que le gustaría protagonizar un remake en versión femenina de The Truman Show, y de pronto la película volvió a estar en boca de todos. Al verla de nuevo tantos años después, pensé: ¿cómo pudo una cinta de 1998 capturar con tanta claridad esa exposición pública que hoy vivimos como nuestra nueva normalidad?
Mirando atrás, el cine de los 90 tuvo un extraño talento para anticipar nuestro presente. Por eso reuní aquí seis películas que, cada una a su manera, hicieron predicciones inquietantemente certeras. No solo fueron visionarias: también siguen siendo historias estupendas, capaces de entretener y sorprender a partes iguales. ¡No te pierdas ninguna de ellas!
El show de Truman (1998)
Truman Burbank vive sin saberlo dentro de un programa de televisión, y cada pequeño fallo en su rutina le acerca a una verdad que nadie quiere que descubra. El Show de Truman es la película que da pie a todo este artículo porque, más que ninguna otra de los 90, entendió antes que nadie el mundo de exposición constante en el que vivimos. Hoy, con realities que siguen la vida de influencers al segundo y formatos donde la intimidad se convierte en contenido, su premisa deja de sonar exagerada y se siente peligrosamente cotidiana.
Lo que siempre me atrapa es su tono cálido, casi de cuento, que la vuelve aún más inquietante: la pesadilla no nace de la tecnología futurista como en Gattaca o Matrix, sino de la vida diaria convertida en espectáculo. También es la cinta más premiada de esta lista y un infaltable en cualquier maratón de Jim Carrey, sobre todo si te interesa ver cómo la comedia puede rozar lo profético.
El demoledor (1993)
A veces las películas más ruidosas son las que hacen las observaciones más finas. El demoledor parecía, en su estreno, una comedia de acción disparatada: Stallone y Wesley Snipes congelados en el tiempo y despertando en una sociedad futurista obsesionada con la corrección absoluta. Pero vista hoy, sorprende lo mucho que anticipó debates como la vigilancia permanente y la tiranía del buen comportamiento. También adelantó detalles tecnológicos hoy cotidianos: videollamadas personales, hogares inteligentes, coches casi autónomos y un control sobre la vida diaria que ya no sorprende a nadie.
Dentro de la lista es probablemente la más gamberra junto a Desafío total. Tiene una mirada casi del estilo satira de RoboCop o del humor negro de Brazil. Y aunque el tono es bastante exagerado, sigue ofreciendo esa mezcla tan rara entre entretenimiento y una lectura del futuro que, con los años, ha terminado sonando menos descabellada de lo que parecía.
Enemigo público (1998)
La historia arranca con un abogado común y corriente atrapado en una conspiración gigantesca: una agencia gubernamental lo convierte en objetivo después de que, por accidente, obtenga pruebas comprometedoras. Este thriller paranoico retrató muy bien el nivel de vigilancia digital y se adelantó de forma sorprendente a la era del GPS, los smartphones y el rastreo permanente.
Dentro de esta lista es quizá la más frontal en su mirada sobre el control estatal, y conecta bien con la desconfianza tecnológica de films como La conversación. Con el estilo hiperactivo de Tony Scott y un reparto lleno de carisma, sigue siendo una opción ideal para quienes quieran un thriller que diga más de nuestro presente de lo que aparenta a simple vista.
Tienes un e-mail (1998)
Seguro no esperabas encontrarte con una comedia romántica en una lista sobre películas visionarias, pero Tienes un e-mail se gana su lugar por méritos propios. Lo que parece un romance dulce entre dos desconocidos que se enamoran por correo electrónico es, visto hoy, un retrato temprano de cómo empezamos a relacionarnos a través de pantallas, a crear versiones editadas de nosotros mismos y a construir intimidad sin presencia física.
Dentro de esta selección es la más tierna y nostálgica, un respiro frente a los tonos más tensos o distópicos de otros títulos que aquí comparto. Y si te gustan las rom-coms con encanto atemporal, al estilo de Un lugar llamado Notting Hill o Algo para recordar, esta sigue siendo perfecta: cálida, ingeniosa y sorprendentemente adelantada en su mirada sobre el amor digital.
Desafio total (1990)
Puede que hoy recordemos Desafío total por su tono excesivo, sus mutantes y su imaginación desbordada, pero aún así sigue siendo mi favorita. Siempre me impactó cómo, entre persecuciones y humor negro, anticipó cosas muy reales como ese escáner de seguridad futurista que hoy se parece demasiado a los controles de aeropuertos, a los sistemas biométricos y a la vigilancia corporal que ya asumimos como parte del día a día.
Dentro de esta lista es la más delirante, casi lo completamente opuesto de la calidez inquietante de The Truman Show. Pero si disfrutas de la ciencia ficción sin frenos, sigue siendo una opción divertida y provocadora en partes iguales.
Regreso al futuro: Parte II (1989)
Si, es cierto: se cuela por un pelito en los 90, pero tenía que estar en esta lista. Regreso al futuro: Parte II no sólo amplía el universo de Marty y Doc, también imagina un futuro lleno de detalles que hoy resulta sorprendentemente familiar: videollamadas, drones, pantallas planas por todas partes y esa obsesión por la personalización que ahora damos por sentada. Pero lo más llamativo de todo es su predicción deportiva: la película apostaba a que los Chicago Cubs ganarían la Serie Mundial en 2015 tras 108 años de sequía. No lo acertó del todo, pero estuvo a un año de lograrlo.
Dentro de esta lista es la más entretenida y un clásico totalmente atemporal, ideal para quienes disfrutan viendo cómo una película que fantaseaba con el futuro terminó, sin querer, adelantándose a él.


























































































