Hay series que te cambian la vida. Pones el piloto solo para ver de qué va y terminas viendo toda la temporada. Porque te atrapa. Con la nueva forma de ver TV, darle al play al primer episodio de un show y sentir que necesitas seguir viéndolo se convirtió en un lujo.
Si quieres volver a sentir esa sensación o descubrirla por primera vez, es el momento perfecto de adentrarte en nuestra guía de los 10 mejores episodios piloto que no puedes dejar de ver.
Expediente X (1993-2018)
Desde que conocimos a Mulder y Scully en Expediente X (1993-2018), supimos que eran distintos. Mulder vive convencido de lo imposible y ella no se fía de nada sin pruebas. Ese choque entre ellos es lo que engancha, como pasa en Twin Peaks (1990-1991). Me sigue pareciendo mágico cómo te mete en el caso sin avisar. Y te encantará. Si te gustó Fringe (2008-2013), seguro que sientes lo mismo con esta.
Twin Peaks (1990-1991)
El primer capítulo de Twin Peaks (1990-1991) es tranquilo. Pero algo está...mal. Todos sonríen demasiado. El café, el bosque, el pueblo entero, te dan escalofríos sin saber por qué. Te sientes observado. Y no puedes mirar a otro lado. Te atrapa con el ambiente más que con la historia, al igual que Stranger Things (2016-2025). Si te gusta este estilo, Heridas abiertas (2018) te encantará.
Breaking Bad (2008-2013)
Un profesor, una noticia que lo cambia todo y, de repente, la vida se va a la basura. El primer episodio de Breaking Bad (2008-2013) es brutal. Lo mejor es que entiendes —aunque no deberías— cada paso que da. Empatizas y te da rabia hacerlo. Hay una tensión que te deja con el corazón en la garganta. La forma en que las piezas van cayendo poco a poco... es una locura. Es imposible parar después del piloto. Como con The Wire (2002-2008): acabas viendo la serie sin darte cuenta. Y si esta te gusta, Ozark (2017-2022) te encantará.
Los Soprano (1999-2007)
Tony Soprano parece el jefe perfecto, pero desde el primer minuto sabes que no lo es. Ese hombre está roto, cansado, y aun así dirige la familia con mano dura. El piloto de Los Soprano (1999-2007) no intenta justificarlo, solo te deja verlo tal cual: un hombre que se desmorona y sigue adelante como puede, como sucede en Breaking Bad (2008-2013). Y sabes desde el principio que eso no puede acabar bien. Y sin embargo, no puedes dejar de mirar. Es muy cruda. Si te gustó Boardwalk Empire (2010-2014), aquí tienes algo muy parecido.
Perdidos (2004-2010)
Ese primer plano del ojo, el ruido, el caos… y de pronto estás en la playa. No entiendes nada, pero no puedes parar de mirar. El piloto de Perdidos (2004-2010) no se trata solo de sobrevivir, sino de saber quién demonios son esas personas. Cada escena suelta una pista y te obliga a seguir. Hay más preguntas que respuestas y eso lo hace adictivo, como pasa en Juego de tronos (2011-2019). Si te van los misterios que crecen episodio a episodio, Dark (2017-2020) es tu próxima parada.
Juego de tronos (2011-2019)
Juego de tronos (2011-2019) te adentra un mundo nuevo sin explicarte nada, y eso es lo mejor. Pronto te das cuenta de que nadie está a salvo. Hay algo fascinante en cómo la serie presenta todo sin darte tiempo a respirar. El piloto te prepara sin que lo sepas para lo que viene: traiciones, guerras, y la idea de que el bien y el mal no existen del todo. Igual que Perdidos (2004-2010) Es imposible no querer seguir. A mí me voló la cabeza la primera vez. Si te va está serie, Vikingos (2013-2020) te va a gustar un montón.
The Wire (2002-2008)
The Wire (2002-2008) empieza despacio. Pero eso es parte del encanto. Te muestra la ciudad, sus calles, su gente, sin juzgar a nadie. Policías, camellos, jueces… todos atrapados en el mismo juego. Nada es blanco o negro. El piloto te mete tan dentro que cuando termina ya sientes que conoces Baltimore. Y no por lo que te cuentan, sino por lo que te hacen ver. Si te gustó Los Soprano (1999-2007) o Gomorra (2014-2021), esta te va a atrapar.
Stranger Things (2016-2025)
Niños, bicis, luces que parpadean y algo que no encaja. Stranger Things (2016-2025) no te da respiro. No sabes qué está pasando, pero no te importa. Te quedas por los personajes, por su amistad, por esa sensación de que lo imposible podría pasar, como en Expediente X (1993-2018). Te ríes, te asustas, te emocionas. Es como volver a los 80 pero con un toque más oscuro. Si te gusta Super 8 (2011), aquí vas a sentir lo mismo.
Mad Men (2007-2015)
Don Draper parece tenerlo todo: un buen traje, una gran sonrisa y éxito. Pero algo no encaja. Mad Men (2007-2015) lo deja claro. Todo es elegante y precioso, pero frío. Lo que más me gusta es que sabes que algo se va a romper, pero no cuándo. La serie habla de apariencias y desde el primer episodio lo deja clarísimo. algo parecido a lo que sucede en The Office (2005-2013). Si te gustan los dramas sobre máscaras, The Americans (2013-2018) es parecida. Aquí empieza todo con estilo.
The Office (2005-2013)
Al principio de The Office (2005-2013) piensas que es otra serie de oficina. Pero a los cinco minutos ya te estás riendo con Michael Scott. El piloto tiene esa mezcla de humor y vergüenza ajena que funciona tan bien, parecido a Mad Men (2007-2015). Lo curioso es que todos te resultan familiares. Has trabajado con alguien así, seguro. Te ríes, te da pena, y te hace pensar en lo absurdo del trabajo diario. Si te va ese tipo de humor, Parks and Recreation (2009-2015) te va a encantar también.


























































































