Este ha sido un año de cambio en las placas tectónicas del audiovisual. Los grandes éxitos en la taquilla y las plataformas parecen apuntar todos a un escenario de imprevisibilidad: de repente, las estrategias tradicionales del cine y las series han empezado a fallar. BlancaNieves (2025) ha roto con la tónica de taquillazo instantáneo del live action de Disney, Thunderbolts* (2025) parece la última víctima en el abandono masivo del barco de Marvel.
En cine, incluso con las garantías de toda vida, como Dwayne Johnson en La Máquina: The Smashing Machine (2025), premiada y bien publicitada, ya hemos visto los resultados. En cambio, una película adulta y sin recorrido en festivales como Una batalla tras otra (2025) es hoy la más sonada para el Oscar. Algo parecido sucede en las series, donde han triunfado por un lado la cruel y visceral tragedia de Adolescencia (2025) y, por otro, la ligereza verdaderamente adolescente de El verano que me enamoré (2022).
Para navegar entre la incerteza, esta guía pretende reunir los cinco momentos del cine y las plataformas que sí sabemos del cierto que han marcado el pulso de la temporada audiovisual. Quizás, a falta de tendencias, entre momentos anda la jugada…
‘EMILIA PÉREZ’ y los Oscars de la reputación
El año arrancaba con todo el ruido mediático que los Oscars andaban levantando a su paso. Primero, el destape de los tuits racistas de Karla Sofía Gascón, que partía como la favorita al premio a la Mejor Actriz por EMILIA PÉREZ (2024), que fue abandonada por Netflix ante el rechazo de la opinión pública y que finalmente acudió a la gala, donde se la “perdonó” con un par de chistes.
Pero todas las nominaciones llevaron polémica, y nunca la previa a los Oscars fue tan comentada: desde el uso de la IA en El Brutalista (2024) a la falta de coordinación de intimidad de Sean Baker en Anora. Que Demi Moore no ganara el galardón por La sustancia (2024) fue casi el menor de los males en un palmarés que acabó demostrando qué tan frágiles resultan, en realidad, las grandes campañas de marketing del cine.
Timothée Chalamet: el juego de lo genuino
La fragilidad de la campaña de Emilia Pérez es síntoma del miedo generalizado, porque ni una estrella como Timothée Chalamet sabe cómo atizar el avispero de los medios. El Bob Dylan de Un completo desconocido había trabajado a fondo para publicitar su candidatura en la carrera de premios, asistiendo a cada programa, podcast y entrevista que se le proponía. Pero finalmente acabó siendo recordado por un comentario honesto en su discurso de agradecimiento de los Premios del Sindicato de Actores: “Quiero ser uno de los grandes”, admitió con total franqueza, invocando todos los demonios del recelo en Internet.
Mientras, la campaña de Cynthia Erivo y Ariana Grande para Wicked: Parte uno (2024) fue comentada como una de las más extrañas de los últimos tiempos: ellas siempre emocionadas, cogiéndose del dedo sin filtro alguno para el melodramatismo. Lo genuino es la nueva ola, pero tendrá que romper en 2026.
Los bombazos de ‘Sirāt’
La película evento del año: con Sirāt, Oliver Laxe pasaba de cineasta reconocido por los cuatro gatos filmotequeros a ser considerado uno de los mejores pensadores de la contemporaneidad, o un completo payaso. En realidad, esto habla más del panorama mediático que de un director especialmente abierto a reflexionar en voz alta, pero si tuviéramos que sintetizar 2025 en una sorpresa, esta sería la explosión de su película desde el Festival de Cannes hasta convertirse en una de las candidatas con más números de los Oscars 2026.
Sirāt cuenta en definitiva lo mismo que Mimosas (2016), el viaje purgativo al fin del desierto de una caravana progresivamente desnuda. Sin embargo, nadie esperaba los giros de guion con que el gallego –junto con Santiago Fillol– repletó la procesión de Sergi López y compañía. Como es natural, y sin campañas de reputación como las de los Oscars de por medio, el debate estaba servido.
Los diez años de Netflix. Adolescencia y K-Pop
Netflix piensa cerrar el año con el final de Stranger Things, la perpetua joya de su corona, pero aunque no lo hiciera ya podría considerarse la plataforma reina de 2025. En el cine, han logrado que uno de sus tres estrenos más bombásticos de la temporada de otoño, Frankenstein de Guillermo del Toro, llegue a salas con la máxima expectación (con los tiempos que corren, esto resulta excepcional).
Pero vienen de sorprendernos con Las Guerreras K-Pop (2025), la película más vista de toda la historia de su catálogo, y con el éxito aún latente de Adolescencia (2025), una serie sin nombres famosos de veras (Stephen Graham lo es, pero sólo para el nicho seriéfilo) que copó durante meses las recomendaciones de todo mi vecindario. En la línea del éxito de Sirat, eso demuestra que no siempre la fórmula conocida es garantía en el mundo de las series, donde ahora triunfan las ideas potentes.
De ‘Jujutsu Kaisen’ a ‘Downtown Abbey’, las series van al cine
Lo más curioso es que las series este año se han trasladado todas a las pantallas de cine como ventana privilegiada para anunciarse. Animes como Jujutsu Kaisen (2020) retomarán sus temporadas bien pronto, con JUJUTSU KAISEN: Ejecución (2025), pero antes han pasado momentáneamente por salas como forma de anuncio, con el recap de JUJUTSU KAISEN: Hidden Inventory / Premature Death - The Movie (2025). Lo mismo con Dan Da Dan: First Encounter (2024), que estrenó su segunda temporada como evento cinematográfico limitado.
Incluso Las guerreras K-Pop, estrenadas primero en Netflix, recuperarán la sala de cine como forma de dar nueva vida a la marca antes de la temporada de Halloween. El cine no ha muerto, simplemente se ha convertido en una cartelera para las plataformas. ¿Qué depara 2026?

























































































