A veces, hablar de las mejores actuaciones del año suele reducirse a las más impresionantes, o las que requirieron un trabajo más demandante frente a la cámara. Pero, ¿qué hay más impresionante que extraer emoción de un perro en escena? Y ¿qué hay más demandante que casi tres años de rodaje para lograrlo? Nos referimos al trabajo de Indy, el protagonista canino de la película de terror Good Boy, de Ben Leonberg.
Dado que el resultado es una película de terror simple (aunque efectiva), podría parecer sorprendente que el rodaje haya sido tan prolongado. Sin embargo, fue necesario para conseguir la autenticidad que demanda el impacto emocional del filme.
Habrá algunos pequeños spoilers a continuación.
¿Quién necesita CGI cuando tienes a Indy, el perro actor?
El terror se trata de obtener reacciones emocionales tan intensas como naturales, creíbles. Eso es posible con un buen actor humano en escena, capaz de entrar en el espacio mental necesario, a consciencia de que está rodando una película.
Pero con un can, una producción se enfrenta a desafíos distintos. Un can animado digitalmente no luciría auténtico (además de que hubiera sido muy costoso), lo que ya sería un problema puesto que es el protagonista y, por lo tanto, el vínculo emocional de la película con el público. Hay perros actores entrenados, por supuesto, pero esto ya limita la naturalidad de sus reacciones.
Es por eso que el resultado de Good Boy ha sido tan especial, pues el can protagonista consigue transmitir inocencia y vulnerabilidad ante los horrores a los que se enfrenta. Esto se debe a que Indy no es un perro actor entrenado, sino que sencillamente es la mascota del director, Ben Leonberg.
Leonberg concibió la historia como una variación del comienzo de la clásica Poltergeist (Fenómenos extraños), que comienza con un golden retriever claramente consciente de que algo anda mal en el hogar familiar (vía EW). Entonces decidió filmar la película con su perro, lo que tomó más de 400 días a lo largo de tres años.
¿Por qué tardó tanto el rodaje de Good Boy?
El asunto con un perro no entrenado es que su lapso de atención es bastante corto, que es el completo opuesto de lo que requiere un set de filmación convencional: actores concentrados y mentalizados para trabajar ocho horas o más, repitiendo una toma tras otra.
Con Indy, esto simplemente no era posible. Para mantener las distracciones al mínimo, la fotografía principal fue realizada únicamente por Leonberg junto con su esposa y productora, Kari Fischer, como las únicas personas en el set con el can.
Esta forma de filmar demandó preparación extensiva para cada día de rodaje y, a veces, sólo era posible realizar una o dos tomas de unos pocos segundos de metraje, antes de que Indy perdiera la concentración o se distrajera. Es por esto que el rodaje de Good Boy demoró tanto: más de 400 días efectivos de rodaje esparcidos en tres años.
Por ejemplo, hay una escena en la que Indy percibe una aparición de Bandit, el perro del dueño anterior de la casa donde se desarrolla la historia. Era crucial que la mirada de Indy estuviera dirigida hacia un objeto exacto y que pudiera sostenerse por un momento. Fue un plano de apenas ocho segundos de duración, que requirió todo un día de preparación para conseguirlo.
¿De qué se trata Good Boy?
Good Boy es una película de terror contada desde la perspectiva de un perro, un retriever de Nueva Escocia llamado Indy. quien ha sido criado desde cachorro por su humano, Todd (Shane Jensen). Él padece de una enfermedad pulmonar crónica que requiere constante vigilancia y cuidados, pero en un acto impulsivo, un día decide irse con el perro a la casa de campo que le heredó su abuelo. Su hermana, Vera (Arielle Friedman), intenta detenerlo, pues asegura que el lugar está embrujado y que eso contribuyó a la muerte del viejo.
Todd ignora las advertencias, pero su salud comienza a decaer en medio de sucesos extraños en la casa. Indy puede percibir una presencia oscura en el lugar, acechando a su humano, y hará todo lo que pueda para protegerlo.
¿El perro muere en Good Boy?
No, Indy no muere al final de Good Boy, así que puedes estar tranquilo si el destino del perro es determinante sobre si ver o no la película.
Sin embargo, hay que mencionar que la experiencia del can dentro de la narrativa no es muy agradable, por si esto puede ser un disparador emocional para ti. Tampoco lo es el destino de su humano, quien acaba sucumbiendo al ente maligno en la casa, algo de lo que Indy es testigo.
Dicho todo esto, es importante aclarar que ni Indy ni ningún otro animal fue maltratado durante el rodaje. Pero siendo esto una película de terror, es evidente que no todos tienen un final feliz dentro de la ficción.

























































































