El verano en que me enamoré es un fenómeno de tal magnitud que es imposible que solo vean la serie los espectadores adolescentes. La ficción de Prime Video es uno de los éxitos del año. Por eso, si ya has terminado su recién emitida tercera y última temporada, te recomiendo otras 10 series del género Young Adult para ver a solas o en familia.
Merlí (2015)
Es un clásico de la televisión española. Merlí profundiza con empatía y sin exageraciones en los problemas de los adolescentes a través de la relación que un profesor de Filosofía tiene con sus alumnos de instituto. El naturalismo en la interpretación de Francesc Orella como el referente adulto de estos chicos eleva el tono de la serie. Menos edulcorada que otra de las ficciones españolas de esta lista, Pulseras rojas, y que la propia El verano en que me enamoré, es tan educativa como Con amor, Víctor.
Yo nunca (2020)
Mindy Kaling, estadounidense de ascendencia hindú, se ha convertido en la voz de una generación de espectadores racializados. En The Mindy Project era la protagonista, siendo su propia versión de Carrie Bradshaw. Pero en Yo nunca se inspira en sus recuerdos para contruir un coming of age que rompe con mucha gracia los estereotipos de la comunidad sudasiática en Estados Unidos y también con algunos de los tópicos en torno a la adolescencia. Asuntos como el duelo prematuro y las tensiones culturales de los estadounidenses de segunda generación están tratados con mucha dignidad, hasta el punto de servir a los espectadores adultos como guía para tratar este tipo de asuntos con los más jóvenes. De nuevo, Con amor, Victor, resuena en esta ficción. Y de nuevo es un visionado con más capas que El verano en que me enamoré, que también cuenta con una creadora asiático-estadounidense, Jenny Han.
Mi vida con los chicos Walter (2023)
Una huérfana se muda de Nueva York a una zona rural acogida por la familia Walter, que ya tiene 10 hijos. Entre tantas posibilidades, es imposible que no nazca un triángulo amoroso a lo One Tree Hill o Dawson crece. Mi vida con los chicos Walter, a pesar del título y mi sinopsis, sabe explorar muy bien sus tramas secundarias y también sus temáticas. La protagonista, Jackie, no solo está preocupada por echarse novio, sino que crece en muchos otros aspectos de su vida. Es una buena alternativa a El verano en que me enamoré.
Maxton Hall (2024)
La industria alemana quería apuntarse un tanto a nivel internacional a través de una serie juvenil y lo ha conseguido con Maxton Hall a través de Prime Video. Inspirada en un éxito literario young adult, no destaca por su originalidad, con una premisa que ya hemos visto en Élite. Protagonista de origen humilde entra en una exclusiva escuela a través de una beca ganada con su esfuerzo académico, un término que sus millonarios compañeros de clase desconocen. Un puntazo de la serie es que haya grabado en uno de esos castillos alemanes a lo Disney. Y es el éxito en habla no inglesa más potente de su plataforma en toda su historia, así que no vamos a negar a los espectadores jóvenes que tengan sus propios culebrones. Este tiene garantizado al menos tres temporadas. En la estela de las estadounidenses de esta lista The O.C. y One Tree Hill.
Friday Night Lights (2006)
Aunque tiene muchas menos cosas en común con El verano en que me enamoré que otros títulos, sitúo a Friday Night Lights en la mitad alta de la tabla porque es de largo la mejor serie de la lista. Está basada en la novela homónima ganadora del Pulitzer y como adaptación está a la altura del texto. Una pequeña ciudad tejana sacudida por la crisis vive el deporte como si fuera una religión. El equipo de fútbol americano del instituto recibe por tanto una presión inusual. Pero sus jóvenes integrantes ya tienen bastante con ser adolescentes. De su lado está el entrenador que cuida de ellos más allá del campo de juego. Guiones sobrios, tramas exquisitas, personajes bien perfilados con independencia de su edad y la valentía de renovar a casi todo su elenco para no tener que convertirse en un culebrón hacen de esta serie de cinco temporadas todo un clásico. Es como Merlí, pero en los vestuarios del instituto en vez de en sus aulas.
Con amor, Víctor (2020)
Como ocurrió antes con su película matriz, titulada Con amor, Simón, esta historia romántica puede que no sea inolvidable, pero es imprescindible al convertirse en la primera de este género interpretada por un adolescente gay. Con amor, Víctor busca glamurizar el asunto con sexo y drogas ni relega a la comunidad LGTBI+ al rol secundario, como sí ocurre en El verano en que me enamoré, anque se esfuerce en integrar personajes bisexuales y no binarios que no tenían presencia en las novelas originales. El antecedente claro de Heartstopper, también en esta lista.
The O.C. (2003)
En un subgénero como el de las series young adult, The O.C. es un clásico, aunque se estrenara en 2003. De nuevo chico pobre termina acogido por una familia rica y viviendo en un barrio de élite, en este caso en Orange County. El reparto de la serie, tanto el adulto como el juvenil, es fantástico. Combina a personajes villanos culebronescos con esa fórmula infalible de la literatura clásica (clásica de verdad) como Orgullo y prejuicio. Solo que en este caso no tenemos claro quién es el Darcy de la historia, el chico malo que se ablanda al encontrar el amor. Puede serlo Ryan, el chico de barrio que se muestra sensible y entrañable desde el principio, o Marissa Cooper, esa niña pija que, si no fuera por su clase social, tendría una ficha policial más larga que la de los conflictivos familiares de Ryan. Una versión edulcorada y juvenil de Melrose Place que luego ha inspirado a relatos como el de Maxton Hall.
Heartstopper (2022)
Como decía, en la ficción televisiva Con amor, Víctor caminó para que Heartstopper pudiera correr. De hecho, Heartstopper se hace más compleja porque son dos jóvenes gays protagonistas, cada uno de ellos con sus circunstancias y sus diferencias. Es como si el dulce protagonista de Con amor, Víctor se enamorara de uno de los personajes de Friday Night Lights y fuera correspondido. Además, esta serie es muy cuidadosa en respetar la esencia del webcómic en el que se inspira. De nuevo, no es tan excesiva como Élite o Euphoria y navega más cerca de las aguas de El verano en que me enamoré.
Pulseras rojas (2011)
La serie española Pulseras rojas es un young adult muy particular, porque ocurre en la planta de un hospital donde intentan aferrarse a la vida pacientes de entre 8 y 17 años. Es un relato de amistad como lo es Merlí que, aunque a veces resulta un poco cursi, emocionó al propio Steven Spielberg, quien produjo una versión estadounidense, The Red Band Society que no supera a la original española. Más trágica y profunda que El verano en que me enamoré.
One Tree Hill (2003)
Los primeros años 2000 fueron la era dorada de las series juveniles y en esa época nació One Tree Hill, prima hermana de The O.C. Dos chicos viven en el mismo pueblo pero sus existencias son muy diferentes, a pesar de que hay algo que les une. Son hijos del mismo padre. En la adolescencia, sus vidas se cruzan de varias formas diferentes. Diferencias de clase social, complejo triángulo amoroso, el deporte (en este caso el equipo de baloncesto del instituto) como telón de fondo… La longeva serie de nueve temporadas conecta con muchos títulos de esta lista, pero es más superficial que El verano en que me enamoré o Friday Night Lights.

























































































